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tenidos sin poder retirarse á sus casas, por una guardia puesta esa noche á las diez, á cuya hora se habia hecho sublevar el unico batallon de infanteria de linea que perteneci al gobierno, quien despues de apoderarse del parque y sacar todo el arma mento y municiones que quisieron, pasaron á tomar posesion del cuartel de artilleria--Esta tropa impidió la entrada á los sublevados, cargando sus cañones para hacerles fuego,si insistian en ocuparlo por la fuerza-Mientras esto sucedia, la Junta de gobierno ignoraba lo que pasaba, hasta la una de la noche, que el jeneral Sucre, haciendo retirar la guardia, le informó de lo que habia sucedido, y solicitaba se le permitiese volver á su cuartel al batallon sublevado (que habiendo fallado lo principal del plan, se retiró á extramuros,) pues no queria otra cosa que incorporarse á las banderas de Colombia.

El gobierno reprobó altamente estos manejos tan indecorosos para un militar del rango del Sr. Sucre, negandose á que entrasen al pueblo, que empezaba á reunirse con la artillería, y de cuya esaltacion en defensa de sus derechos, no podir responder la autoridad si algo sucedía contra los autores de aquellos trastornos--En este estado, se retiró el señor Jral. protestando por su honor, que ni él ni sus jefes tenian parte alguna en lo que pasaba: mientras tanto el gobierno fue convencido antes de amanecer, que el jefe de Estado Mayor de la division colombiana y el coronel Ortega, habian estado desde prima noche con los sublevados y que ellos habian dirijido toda la

operacion hasta sacarlos fuera de la ciudad donde despues de arengarlos y felicitarlos por su fidelidad á Colombia, enarbolaron la bandera de esta república, con gritos y vivas repetidos, pidiendo entrar á la ciudad al dia siguiente."

"Habiendo quedado en libertad la Junta, díctó sus providencias en el acto para armarse el pueblo en lo que restaba de la noche; y al amanecer contaban con mas de 500 ciudadanos, dispuestos á sostener con las armas su independencia y libertad -Amanece al fin el dia, y se vió la desgraciada Guayaquil semejante á un campo de batalla, en que solo esperan los ejércitos la voz del combate, para mezclarse y destruirse sin piedad-Las familias salieron despavoridas de sus casas, y ganaron los buques del puerto con sus pequeños hijos medio desnudos retirarse á sus casas de campo, por no presenciar los desastres que se preparaban en aqueldia.

para

"Todo era confusion y llanto en esa mañana, pues amenazaban los sublevados entrar á sangre y fuego, hasta que al medio dia se conjura la tormenta, arreglandose un acuerdo privado con el mismo jral. Sucre, para que la tropa sublevada se incorporase á su division; salieron de la ciudad los jefes y oficiales colombianos para su acantonamiento de Samborombon, y facilitando el gobierno cuanto se necesitase para abrir la campaña contra Quito, debiendo mandarla en jefe dicho sr. jeneral-Todo se tranquilizó inmediatamente, cooperando á este feliz resultado la prudencia estremada y la sabiduria de los sres. del gobierno y jenerales Salazar y La Mar

recibiendose este último en seguida de la comandancia jeneral de armas-Efectivamente 20 dias despues rompió su movimiento con direccion á Cuenca la division auxiliar de Colombia, reforzada con 300 soldados guayaquileños, á mas de los sublevados, y toda la artilleria y parque que quiso lievar, habiendo precedido una convencion acordada en Piura, con el jefe de las tropas espedicionarias del Perú que estaban listas--La ocurrencia de Guayaquil, fué la verdadera y única causa de que el Sr. jeneral Arenales no hubiese dirijido en jefe esta campaña."

“Empezaba recien á tranquilizarse el estado de Guayaquil vi endo alejarse de su territorio los auriliares de Colombia, y reparando su hacienda pública arruinada con las crecidas sumas que habian gastado para su marcha, cuando á principios de febrero (1822) arribó al puerto un teniente coronel con pliegos del Sr. jeneral Bolivar para aquel gobierno, datados en su cuartel jeneral de Cali á mediados de enero, cuyo contenido estaba reducido á amenazarlo fuertemente, sino enarbolaba el pabellon de Colombia antes de su llegada, poniéndose en marcha al efecto con fuerzas respetables; y habiendo dispuesto que el jeneral Latorre se adelantara con dos mil hombres."

"En estas comunicaciones usa S. E. de un lenguaje, mas propio de un Emperador de la Turquia que de un republicano, como pretendian sus ajentes hacerlo aparecer; pues dice entre otras cosas"-Que si la ciudad de Guayaquil con su pequeño rio

se obstina en ser independiente, 6 incorporarse al Perú correrán arroyos de sangre; y que al efecto ha dado sus órdenes al jeneral Suere, para que, en caso de no franquearsele todos los auxilios que necesite, se los proporcione por los medios que esten á su arbitrio"-Parte de la fuerza del jeneral Latorre llegó á Montecristi el mismo dia de recibirse los pliegos (pequeño puerto de aquel estado), donde habia desembarcado, y pe dia víveres y auxilios para 400 hombres de que se componia la primera division."

"Con este suceso se exaltan de nuevo los ánimos de los habitantes: se reunen las corporaciones y el gobierno, fluctuando en un mar inmenso de reflexiones y temores; se resuelve al fin, mandar un enviado al Libertador Bolivar; se diese cuenta por estraordinario al Protector del Perú, con copia de las comunicaciones recibidas, interesándolo de nuevo en la futura suerte de aquel estado; y se previniese á la tropa desembarcada, que por el estado de agitacion en que estaba la ciudad, era prudente siguiese su marcha á incorporarse á la division del jeneral Sucre."

"No se habia acabado de tranquilizar el pueblo, cuando á los cinco dias siguientes entra en un bote un oficial parlamentario de la escuadra española, que acababa de fondear en la boca del rio, solicitando víveres en cambio de devolver la goleta "Olmedo" y otro bergantin peruano que tenia apresados, por quienes se sabia, que ocho dias despues de su salida del Callao, debia dar la vela la goleta Motezu

ma trayendo á su bordo á S. E. el Protector del Perú-En el acto el comandante jeneral de armas puso la ciudad en defensa, reforzando las baterias de entrada al puerto con cañones de á 24 y 18, y alistando scis cañoneras que salieron á situarse en su proteccion-Al mismo tiempo la legacion del Perú despachó un estraordinario, ganando horas, con oficios á Tumbes, Paita y presidente de Trujillo, para que salieran botes á cruzar y avisaran á todos los buques que no entrasen al puerto de Guayaquil; avisando tambien al ministro del Perú de esta novedad, por si todavia no hubiese tector, que oficialmente sabia la dirijia á aquella ciudad à verse Bolivar."

salido S. E. el Pro

Legacion que se con el Libertador

"Despues de haberse tomado estas medidas, mandó el gobierno dos comisionados al jefe de la escuadra, solicitando bajase á tierra para arreglar un convenio, y que se instruyese de la situacion del Perú, que ignoraba su señoria por venir de Acapulco -Al efecto escribieron por dichos comisionados los Sres. Salazar y La Mar interesandose en lo mismo, y haciendo valer sus antiguas relacienes de amistad con el capitan de navío comandante en jefe D. José Villegas, quien desde el momento de recibir estas cartas, no trepidó en tomar un bote y venirse á la ciudad."

"El mismo dia se nombraron comisionados de ambas partes, para entrar en negociaciaciones y celebrar un tratado, el cual quedó concluido y ratifi

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