Imágenes de páginas
PDF
EPUB

que lo hiciera en términos bastante honoríficos, ordenándole por separado que viniese á la córte para encargarse de una importante comision.

La verdadera cansa de la discnsion que se interpuso entre el emperador y el brigadier Santa-Auna, no sabemos si debe atribuirse á un resentimiento por esta separacion del mando, ó si debe buscarse mas noble origen en el deseo de hacer la felicidad de su patria bajo otro sistema de gobierno. Muchos han creido que ciertos motivos de interés privado, mas bien que de política, ocasionaron la defeccion de este campeon de la república en los sucesos de la historia de su pais. Sea de ello lo que fuere, lo cierto es que SantaAnna fué el primero que se pronunció contra el trono imperial, y desde entónces tembló Iturbide al contemplar la próxima destruccion de su mal cimentado gobierno. El brigadier Santa-Anna, cuya juventud le hacia concebir grandes y risueñas teorías, creyó que el régimen republicano convenia mejor á su fortuna, y lo proclamó en Veracruz el dia 2 de Diciembre de 1822. En seguida dirigió al pueblo mexicano una enérgica proclama, en la que acusaba á Iturbide de haber violado la constitucion con la disolucion del congreso; de haber faltado á sus juramentos gobernando arbitrariamente; y pedia en su nombre y en el de su ejército el restablecimiento de la asamblea nacional, prometiendo sostener la forma de gobierno que conviniese al pais.

El emperador Iturbide, deseando reprimir una sedicion que parecia limitarse á la sola guarnicion de Veracruz, mandó marchar un cuerpo de tropas bajo las órdenes del general Échávarri, y cuyo número era suficiente para embestir la plaza y obligar á Santa-Anna a someterse; pero ya no era éste solamente el que desconocia la autoridad del emperador de México. D. Guadalupe Victoria, salido por segunda vez del secreto lugar á donde lo habia llevado la persecución, tomó las armas para auxiliar el movimiento de SantaAnna, y su nombre ya célebre por su fama militar y revolucionaria, debia ejercer grande influencia en el ánimo del soldado mexicano. Santa-Anna le cedió el mando en gefe del ejército, declarando que se tenia por feliz con el honor de servir bajo sus órdenes. Los principios de Victoria eran muy conocidos: sus ideas eran la de un rígido republicano; así que, luego que le vieron á la cabeza de la insurreccion, nadie dudó del sistema político que los revoltosos pretendian hacer triunfar en el pais. Sus filas se engrosaron con todos los partidarios de la república, mientras que Iturbide fiaba en las leutas operaciones del general Echávarri, á quien creia el mas adicto á su persona entre todos sus oficiales; pero Echávarri no estaba unido sino á la buena suerte del emperador. D. Guadalupe Victoria ocupó el Puente Nacional, otras veces teatro de sus triunfos contra el gobierno español, y defendia esta posicion militar con doscientos hombres de la Costa, impidiendo que Santa-Anna fuese

ataculo por esta parte del camino que conduce á Veracruz. „Las fuerz is que se destinaron á atacar á este general, dice D. Lorenzo de Zivala, se dividieron entre el fuerte que ocupaba D. Guadalupe Victoria, y la plaza de Veracruz en que estaba el primero. Se asegura que habiendo visto la desigualdad de fuerzas, y que su movi. miento no era apoyado por otros, como se le habia ofrecido, propuso al general Victoria embarcarse para los Estados-Unidos en un buque que tenia torna lo al efecto; y el Sr. Iturbide dice en sus Memorias, que habia llegado hasta embarcar su equipage. El general Victoria me ha contado, que habiéndole propuesto Santa-Anna se einbarcase en su compañía, le contestó: Compañero, vaya V. á Veracruz á sostener su puesto, y cuando le presenten la cabeza de Victoria, higase á la ve a. Pero mientras yo viva, es honor de V. permanecer á mi lado defen liendo la causa de la libertad. Este lenguage es muy propio del Sr. Victoria, á quien jamás se le ha visto retroceder de ua camino que ha emprendido." El temple de alina de este antiguo insurgente era muy conocido de D. Agustin Iturbide; pues la constancia de su conducta habia merecido justos elogios de la mayor parte de sus contemporáneos.

La lentitud de las operaciones militares del general Echávarri, debieron haber intro lucido la desconfianza en el espíritu de Iturbide; pero sus busos autecedentes engañaron completamente las ideas que éste habia concebido en su pensamiento. Aunque la apatia de Echavarri, decia en sus Memorias el ex-emperador, habria sido bastante motivo para desconfiar de su probidad, no lo fué para mí, porque tenia formado de ella el mejor concepto. Echávarri me habia merecido las mayores pruebas de amistad, le habia tratado siempre como un hermano, le habia elevado de la nada en el orden político al alto rango que ocupaba, le habia hecho confianzas como á un hijo mio, y siento verme en la necesidad de hablar de él, porque sus acciones no le hacen honor. Di órdenes para que se pusiese sitio à la plaza (de Veracruz), faculté al general para que obrase por sí, sin aguardar las resoluciones de la corte, en todos los casos que lo considerase conveniente, tropas, artillería, víveres, municiones y dinero, nada le faltaba; la guarnicion estaba, aeolardada, los gefes decididos á abandonarle, la poca elevacion y debilidad de las murallas, hacia muy fácil un asalto cuando no quisiesen abrir brech, y por enalquiera parte podia hacerse practicable en una hora." Sin embargo, ya el general Echavarri no pertenecia al partido del engañado emperador de México. Luego que conoció que la estrella imperial palidecia, abandonó al hombre que ya no sostenia la opinion pública, y despues de algunas acciones insignificantes en las i mediaciones del Puente Nacional, se reunió á la gavniiva que man Laba en Veracruz el brigadier Santa-Anna, Sigmodão et mismo ejemplo todos los soldados de su division.

Catret unto los periódicos de la capital no cesaban de declam-ir

contra el despotismo de Iturbide, haciendo terribles comentarios del papel moneda que habia creado la junta instituyente, acusando de pródiga una administracion que iba causando al pueblo con sus leyes de contribuciones, y atacando con la mayor acritud un proyecto de constitucion provisional, formado arbitrariamente por Iturbide y su ministerio, á fin de que reemplazase interinamente la constitucion española en el nuevo imperio. La creacion del papel moneda causaba pérdidas de consideracion á los numerosos empleados del gobierno; porque habiéndose determinado que los comerciantes recibiesen en papel una tercera parte del valor de sus efectos, éstos hicieron subir el precio de sus mercancías para sacar en dinero el lejítimo valor de ellas; de snerte que los empleados, estando obligados á recibir en papel la tercera parte de su sueldo, se veian reducidos á sufrir esta pérdida en la compra de los efectos de inmediato consumo. El público interpretaba á su modo la repentina desaparicion del dinero, diciendo que Iturbide y su ministerio se habian propuesto enriquecerse con la ruina de su pais; pero aunque todo esto fuese una gratuita calumnia de los enemigos de la administracion, lo cierto es que sirvió de pretesto para alejar al emperador las numerosas simpatías que le acompañaron en su rápida elevacion.

Salida de México de los generales Bravo y Guerrero: accion en el pueblo de Jalmolonga; acta conocida con el nombre de Casa-Mata: ccupacion de las provincias de Veracruz, Puebla y México por los pronunciados: completo abandono del emperador: sesion extraordinaria de la junta instituyente: traslacion de Iturbide á Tacubaya: sesion de 26 de Febrero: reunion del antiguo congreso: abdicacion del emperador: manifiesto que publica antes de su salida de México: una escolta republicana lo conduce hasta Veracruz: se embarca con direccion à Italia (Enero á Mayo de 1823). Hubo en estos dias un importante suceso que vino á empeorar la triste situacion del gobierno de Iturbide. Los generales Bravo y Guerrero, que dejaron la capital el 5 de Enero de este año, partieron á secundar el movimiento en las provincias de la tierracaliente, teatro de sus antiguas glorias durante el primer periodo de la revoIncion. El emperador circuló inmediatamente algunas órdenes para la aprehension de estos gefes; pero habiéndolos sorprendido un destacamento imperial en las inmediaciones del pueblo de Chalco, Guerrero tomó la palabra para persuadir al comandante que lo dejase en completa libertad, alegando que era indigno del nombre mexicano permitir que la patria gimiese bajo el yugo del despotismo, y el comandante de Iturbide retiró sus tropas y dejó continuar su camino á los ilustres fugitivos. Ellos pasaron al otro lado del rio Mescala sin tropiezo de ninguna clase, y allí comenzaron á reunir tropas con el mismo entusiasmo que lo habian hecho en otros dias, cuando el imperio mexicano era una rica colonia de la península española. El brigadier D. Epitacio Sanchez, encargado por Iturbi

de para perseguirlos sin descanso alguno, no tardó en darles alcance en el pueblo de Jalmolonga, donde tuvo efecto una pequeña accion que empeñaron las tropas del gobierno: en ella Epitacio Sanchez recibió la muerte de mano de un asistente de Guerrero, y éste fué herido de una bala que le hizo arrojar sangre por la boca, y le causó algunas molestias durante el resto de su vida. Esta circunstancia detuvo el curso que iban tomando los sucesos en esta parte del imperio; pues el general Bravo desapareció completamente despues de concluida aquella accion.

La gran lógia de México habia conseguido interponer la division entre Iturbide y algunos de los gefes del ejército. Los generales Echávarri, Cortazar y Lobato, deseando dar cierto carácter legal á la insurreccion, firmaron el 1. de Febrero la acta conocida con el nombre de Convencion de la Casa-Mata, por haberse verificado en un depósito de pólvora que tiene la misma denominacion. El plan fué el siguiente:,,Los generales de division, gefes de los cuerpos, oficiales del estado mayor y un hombre de cada clase del ejército, juntos en el cuartel general del comandante en gefe, para conferenciar sobre la toma de la plaza de Veracruz, y sobre los peligros que amenazan á la patria por falta de representacion nacional, baluarte úni. co de la libertad civil; despues de haber deliberado con madurez sobre los medios de asegurar la felicidad del pueblo, han adoptado los artículos siguientes: I. Como ninguno puede dudar que la soberanía reside esencialmente en la nacion, se instalará el congreso tan pronto como sea posible: 2. Se redactará una convocatoria para el nuevo congreso sobre las mismas bases que el precedente: 3. Considerando que entre los diputados que componian el congreso anterior, habia algunos que por sus ideas liberales y la firmeza de su carácter han adquirido la estimacion pública, mientras que otros no han correspondido á la confianza de la nacion, quedan autorizadas las provincias para reelegir á los primeros, y para substituir en Jugar de los otros, personas mas capaces de llenar sus importantes y penosos deberes: 4. En el momento en que los representantes de la nacion estén reunidos. fijarán su residencia en la ciudad ó villa que juzgasen conveniente: 5. Los cuerpos que componen este ejército y los que en lo sucesivo se le reunan, deberán prestar juramento solemne de sostener á todo riesgo la representacion nacional: 6. Los gefes, oficiales ó soldados que no estuviesen dispuestos à sacrificar su vida por el bien de la patria, podrán retirarse con libertad: 7. Se nombrará una comision que deberá elevar cópias autorizadas de la presente acta á S. M. el emperador: 8. Otra comision se dirigirá igualmente á la plaza de Veracruz para informar al gobernador y autoridades de dicha ciudad, de la determinacion tomada por el ejército, á fin de saber si se adhieren ó nó: 9. Una comision se dirigirá igualmente con el mismo objeto á las guarniciones que sitian el Puente y están en las villas de Jalapa, Córdova y Orizava:

10. Entretanto que el supremo gobierno envia su contestacion, la diputacion provincial llenará las funciones administrativas del gobierno, si este paso fuere de su aprobacion: 11. El ejército no atentará jamás contra la persona del emperador, porque le considera como decididamente adicto a la representacion nacional. El ejército tomará sus cuarteles en las villas ó lugares que exigiesen las circunstancias; no pudiendo disolverse bajo ningun pretexto, sin el consentimiento del soberano congreso, porque es el único apoyo sobre que el congreso puede contar para la libertad de sus deliberaciones." Las apariencias de respeto á la autoridad imperial se ven aquí conservadas: pero el inmediato objeto de los revolucionarios no era otro que el de paralizar á toda costa su accion gubernativa. Los generales pronunciados salian garantes del restablecimiento de la representacion nacional; y desde este momento se extendió la insurreccion en todas las provincias con prodigiosa rapidez, poniéndose la mayor parte de los gefes militares á la cabeza del movimiento. De este número fueron el marqués de Vivanco, comandante de un numeroso cuerpo en la provincia de Puebla, y el general Negrete que se unió al ejército de los rebeldes que despues marchó sobre México. Oigamos al mismo Iturbide hablar sobre estos importantes sucesos:,,La falta que cometí en mi gobierno, fué el no haber tomado el mando del ejército en el momento en que empecé á sospechar la defeccion de Echávarri: me engañé á mí mismo poniendo mucha confianza en los demás. Ahora conozco que semejante conducta es siempre perjudicial a un hombre de estado, porque es imposible penetrar la perversidad del corazon humano. Echávarri era capitan de un regimiento provincial, olvidado por el virey y sepultado en uno de los peores distritos del vireinato. En poco mas de un año lo elevé al grado de mariscal de campo, caballero de la órden imperial de Guadalupe, lo elegí por edecan, y lo hice capitan general de las provincias de Puebla, Veracruz y Oajaca. Este es uno de aquellos españoles á quienes llené de beneficios, y destinaba á formar uno de los anillos de la cadena fraternal, que yo queria establecer entre los americanos y los habitantes de la península española, como cosa ventajosa á los dos paises.

,,Ya se ha visto que no fué el amor de la patria el que movió á Santa-Anua á proclamar la república. El mundo juzgará igualmente si Echávarri fué impelido por sentimientos patrióticos, sabiendo como no podia ignorar, que en aquellas circunstancias habian llegado á San Juan de Ulúa comisionados del gobierno español, encargados de pacificar aquella parte de la América, que era considerada como en estado de rebelion. Echávarri entró en correspondencia con ellos y con el gobernador del castillo: olvidó repentinamen. te sus resentimientos contra Santa-Anna, y se adhirió á su opinion; olvidó tambien la amistad que yo le habia profesado, y lo que debia á la nacion mexicana: abjuró su honor para entrar en los planes

« AnteriorContinuar »