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RECUERDOS SOCIALES É HISTÓRICOS

De la época de la dominacion española y guerra de la independencia en Colombia, ó Memorias inéditas del doctor don Florentino Gonzalez –(Neo-granadino.)

CAPITULO V-Pájina 188

"El año de 1826 habia de ser funesto para Colombia. El jeneral José Antonio Pacz, comandante jeneral del departamento de Venezuela, fué denunciado á la Cámara de Representantes como infractor de la constitucion, por varias tropelías que de su órden se cometieron en Caracas, al tiempo de hacer el alistamiento de los ciudadanos en la milicia nacional. Examináronse con escrupulosidad y atencion los hechos; y despues de largos debates, en que los diputados de

Venezuela principalmente sostuvieron la acusacion; se decretó esta para ante la Cámara del Ssnado. Pensaban algunos que el imperio de la ley era ya bastante fuerte en Colombia para doblegar ante ella aquel célebre caudillo, y los que no lo creian querian probar ante este hecho si saldrian de la duda. La Cámara del Senado admitió la acusacion, y suspendiendo al jeneral Paez de sus funciones, previno que compareciese á responder de su conducta para la próxima reunion del Congreso.

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"Llegó la intimacion á manos del jeneral Paez en Valencia, á fines del mes de abril; y es preciso decir, que inmediatamente se dispuso á obedecer y

á

prepararse para marchar á la capital. En Valencia y en Caracas me lo han asegurado así muchas personas, como un hecho constante; y no puede dudarse que tal fuera la resolucion de aquel ilustre caudillo, que despues de haber afianzado con su espada la paz de Venezuela, se ha consagrado en la vida privada á las ocupaciones tranquilas de la agricultura. Mas habia en Valencia hombres interesados en que la paz se perturbase, entre ellos aquel mismo doctor Peña; que habia partido de Bogotá el año anterior con el resentimiento en el corazon, y el alma penetrada de deseos de venganza contra el Vice-Presidente, y los que lo habian juzgado y condenado. Este hombre, de superior talento y rara elocuencia, habia cautivado la amistad del jeneral Paez; y auxiliado por otros, logró persuadirle que aquella acusacion era una trama infernal urdida por el Vice-Pre

sidente Santander para apoderarse de su persona en Bogotá, y hacerlo correr la misma suerte que á Infante, á quien se presentó como á una víctima asesinada por odio á los guerrreros de orijen venezolano. Al mismo tiempo se movió la sedicion en los cuerpos militares y en el populacho, y hasta se asesinó á dos ó tres infelices, para con el espectáculo de la sangre y los cadáveres mover los ánimos á la rebelion, y que se impidiese la marcha del jeneral Paez. Este, bien sea intimidado con los peligros que le representaban si se entregaba á sus jueces, bien seducido con la idea de llevar desde aquel tiempo á efecto la separacion de Venezuela, que era deseada por muchos, desmayó de su primer propósito desobedeció. Celebróse entonces la famosa acta de 30 de abril, tan conocida de todos, y el gobierno de Colombia quedó desconocido en Venezuela." 19

y

[19] En la autobiografía del jeneral Paez, tɔm › II, pájina 53, Jéese lo siguiente-" El 19 de abril (1830) re reunió el colejio electoral de la prouinc a de Caracas, para tratar sobre la esposicion que debia hacerse al futuro Congrezo Constituyente-En esta asamblea, uno de los electores, ol doctor José Luis Cabrero, propuso que"--el Congreso ven‹• zolano no entrára en pactos ni tratados algunos con los paises del centro y sur de Colombia mientras exista en su territorio el jeneral Simon Bolívar, por que bajo cualquier carácter que hab tára el país, sería siempre una amenaza á la libertad de los Colombianos !!-Tan exasperados tenia á machos la tenacidad del Liberta or en mantenerse al frente de la opcsic on y dar el apoyo de su nombre á los enemig s de la voluntad de Venezuela."

"La primera noticia que se recibió en Bogotá fué la de las buenas disposiciones que habia manifestado el jeneral Paez á obedecer, y este anuncio llenó de júbilo á los patriotas. Sabian ellos que si el jeneral Paez se sometía al juicio, su viaje hubiera sido un paseo triunfal, y el resultado una victoria civil, que dando fuerza al poder constitucional ennoblecia al hombre que la proporcionaba.

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"Todos con el candor del patriotismo nos entregábamos á las mas lisonjeras ilusiones-¡ No sabiamos cuán poco nos habian de durar!-El acta de 30 de abril vino luego, y el desconsuelo fué grande en proporcion que lo habian sido nuestras esperanzas. En mí produjo esta noticia una impresion de tristeza tan profunda, que en muchos dias no puede hacer otra cosa que lamentar aquel suceso ¡ cómo si desde entonces previese las vicisitudes que habian de sobrevenir en consecuencia de tal acontecimiento, y las desgracias en que me habian de envolver con todos los que permanecimos fieles á la causa de las leyes!"

"Todas las atenciones del gobierno se contrajeron á conjurar aquella borrasca política. De dia y de noche escribiamos todos los empleados en las secretarías del despacho á todos los jefes notables del ejército, que tenian algun mando, para que mantuviesen en la obediencia á la autoridad constitucional á sus subordinados; á los intendentes y gobernadores, á las autoridades eclesiásticas para que cada cual por su parte procurase oponerse al contajio revolucionario. El Vice Presidente Santander,

los secretarios por su parte, escribieron cartas al jeneral Paez para que retrocediese en la via de perdicion en que marchaba y arrastraba á la república. -Todo fué en vano-Pronto el movimiento se estendió á una gran parte de la antigua Venezuela, á pesar de los esfuerzos del jeneral Bermudez en las provincias de oriente 20 Sin embargo, no se habia oído todavía un tiro de fusil, quedaba la esperanza de el jeneral Bolívar, volviendo del Perú, con la influencia que le daba su nombre, el prestijio de su gloria, y el apoyo de las fuerzas respetables de que podia disponer, restableciese el imperio de las leyes; y con una amnistía franca y absoluta, reconciliase á los colombianos estraviados con una constitucion bajo la cual la república habia completado su independencia y presentádose al mundo como una nacion grande y respetable.

que

[20] En el tomo II., pájina 92 de la precitada autobiografía, dícese al respecto-"Mientras pasaban estos sucesos en Venezuela, el militarismo levantaba la cabeza en la Nueva Granada, bajo la direccion del coronel Florencio Jimenez y del jeneral Justo Briseño, instrumentos ambos de la trama urdida por el jeneral Rafael Urdaneta, quien se proponia llamar á Bolívar al mando supremo de la república-Victoriosas las tropas rebeldes y puesto al frente del intruso gobierno el jeneral Urdaneta, invitó este al Libertador á volver á la vida pública-Bolívar, en quien, como dice Ba. ralt, forró siempre notabílisimo contraste el querer enérjico y voluntarioso con su estrema debilidad hacia los que le mostraban cariño y adhesion, opuso al principio obstaculos; pero cedió al fin á las exijencias de sus amigos, á pesar de que llana y lisamente decian los rebeldes que para conferirle el mando supremo traspasaban las barreras de la lei."

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