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bo, donde cogieron algunas indias de notable belleza y disposicion. Es cierto que tuvieron por entonces las de este pais fama de ser mas hermosas y agraciadas que las de otros de aquel continente. Reconocida la parte occidental del golfo y doblado el cabo de Coquibacoa, recorrieron Hojeda y sus compañeros la costa hasta el Cabo de la Vela, último término de esta navegacion, pues el 30 de Agosto tomaron la vuelta para la Española ó isla de Santo Domingo, y entraron en el puerto de Yáquimo el 5 de Setiembre de 1499 con intencion de cargar de brasil, segun dice D. Fernando Colon 2.

6. Alli tuvo Hojeda con Roldan las reyertas que refieren nuestros historiadores 3; pero al fin, precedida

bá nada equívoca de ser el lago de S. Bartolomé la laguna de Maracaibo es el haber cogido allí algunas indias como dice Hojeda en la primera instruccion, y espresamos en otra nota.

I Enciso al folio 54 v. de la Suma de Geog. dice que en este pais hay mas gentiles mugeres que no en otras partes de las de aquella tierra; y el P. Simon en sus Ñotic. hist. (Notic. 2. cap. 3, pág. 61.) asegura que son de buena gracia y hermosas. Esto comprueba que el parage en que cogieron las indias era en la tierra de Maracaibo.

2 La palabra brasil, que propiamente significa el palo tintorio rojo, era conocida en Europa mucho antes que se descubriese el Nuevo Mundo, como se convence de dos instrumentos sobre tarifas de Aduanas que trae Muratori (Antiq. Ital. tom. 11, Disert. xxx), uno de Ferrara del año 1193 y otro de Modena de 1306, donde se nombra el brasil entre varias mercancias extrangeras. El Sr. Capmany en sus excelentes Memorias sobre la antigua marina, comercio y artes de Barcelona, publicó algunos documentos que hacen mencion del brasil en los años 1221, 1243, 1252 y 1271; por cuyos testimonios se ve el error de los que como Covarrubias (Tesoro de la leng. Castell., art. brasil), creyeron que esta madera tomó el nombre de la provincia portuguesa, que ahora llamamos el Brasil, y se llamó primero de Santa Cruz, desde que en 1500 la reconoció Pedro Alvarez Cabral (Barros, Da Asia, Dec. 1, lib. 5.o, cap. 1.o); pero fué al contrario, porque habiéndose hallado en aquel pais gran copia de excelente palo de tinte, siendo este el género de mayor lucro entre los portugueses, recibió de él su denominacion la provincia. Ya antes se habia dado el mismo nombre á cierta isla que los navegantes del siglo xv solian figurar hácia las Azores: isla que algunos han creido imaginaria, como la de S. Brandon Y la Antilla, que tambien se expresa y señala en los mapas de aquella misma época. (Carta del Ab. Andres á su hermano, fecha en Mantua á 27 de Noviembre de 1788. Tom. III, pág. 81.)

3 H. Colon, en el mismo lugar. Herrera, Dec. 1, lib. 4, capí

TOM. III.

B

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licencia de este caudillo, se trasladó aquel con sus navíos á Suraña en Febrero de 1500 . Segun refiere Vespucci en su carta á Medicis navegaron desde la Española, con direccion al N., doscientas leguas, descubriendo mas de mil islas, la mayor parte habitadas, que probablemente serian las Lucayas, aunque son en mucho menor número. En una de ellas dice que tomaron violentamente doscientas treinta y dos personas para esclavos, y que desde alli dieron la vuelta á España por las islas de los Azores, de Canaria y Madera, y aportaron á la bahía de Cádiz á mediados de Junio de 1500, donde vendieron muchos de los doscientos esclavos que llegaron, por haber muerto los restantes en la navegacion: sucesos cuya veracidad no es muy segura, siendo cierto que fue muy corto el pro

tulos 3 y 4. Muñoz, Hist. del Nuevo Mundo, lib. 6.9, párrafos 52, 53 y siguientes.

I

H. Colon, Hist. del Almirante, cap. 84.

2 Canovay, pág. 65 y 66.

5.3

y

Si desde la Española navegaron doscientas leguas al N., no pueden ser las mil islas que dice las que se extienden por las costas del Labrador, como pretende Canovay (pág. 65 en la nota): era preciso que fuesen las Lucayas, , pues segun Enciso, autor casi coetáneo. ( Suma de Geog. imp. 1546; fol. 53 v.) son mas de doscientas islas, aunque no son muy grandes y estan todas pobladas. Aqui se ve la exageracion con que pin tó Americo los descubrimientos que se atribuye. Mayor dificultad ofrece el trasporte de los doscientos treinta y dos esclavos en dos cavabelas que solo levaban cincuenta y siete hombres de tripulacion, como asegura el mismo Vespucci (Canovay, pág. 50 y 67.); y aun cuando fueran las cuatro que realmente fueron con Hojeda. La que llevó Per Alonso Niño á sus descubrimientos en aquellos mismos años, era de cincuenta toneles estaba tripulada con treinta y tres hombres. De los cuatro navios de gabia que se armaron de cuenta de los Reyes para el cuarto viage de Colon, el mayor era de setenta toneladas y el menor de cincuenta, con ciento cuarenta hombres entre grandes y pequeños (H. Colon, vida del Alm. cap. 88, pág. 101.): suponiendo pues que los cuatro buques de Hojeda fuesen de cincuenta á sesenta toneles, ; cómo se pudieron colocar en ellos los doscientos treinta y dos esclavos para una navegacion aventurada y lary·larga, pues segun Vespucci duró sesenta y siete dias? ¿cómo proveerse de los víveres y de la aguada que necesitaban, cuando apenas llevaban la pipería suficiente para sostener su tripulacion, como se infiere de la misma relacion del viage? A esto se agrega que ellos entraron en Cádiz á mediados ó últimos de Junio de 1500, donde vendieron los esclavos, y Reyes católicos expidieron con fecha en Sevilla á 20 del mismo mes y

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los

vecho de esta expedicion, pues segun el mismo Vespucci, deducidas costas, no restaron mas de quinientos ducados para dividir entre cincuenta y cinco partícipes; y esto que ademas del producto de los esclavos se trajo cantidad de perlas dignas del tesoro Real, de granos de oro y de piedras preciosas, si bien no muchas, porque como él mismo quiere significar, imitando mal los rasgos del Almirante, era mas el deseo de adelantar en los descubrimientos que el de adquirir riquezas.

17. Los hechos de Hojeda y Cosa hicieron menos impresion de la que debieran, por hallar los ánimos preocupados de otra expedicion concluida dos meses antes con mas lucro y presteza. Per Alonso Niño, natural de Moguer, piloto acreditado en la carrera de Indias, y compañero de Colon en los viages de Cuba y Paria obtuvo permiso para descubrir á sus expensas. Falto de caudales hubo de ceder la capitanía en favor de Cristóbal Guerra, hermano de Luis, mercader, quien le armó una carabela de cincuenta toneles, bajo esta condicion.

año una cédula mandando poner en libertad los indios que se trajeron vendieron por mandado del Almirante (Coler, diplom., tom. 11. pág. 246). Y si con el Almirante no tuvieron consideracion en este asunto, ¿es crei. ble que la tuviesen con unos aventureros que habian tomado por fuerza y reducido á esclavitud á tanto miserable? Herrera, aunque difuso en referir los sucesos de Hojeda en este primer viage (Dec. 1, lib 4, cap. 1,4), no pudo seguirlos con exactitud ni designar con acierto algunos lugares donde estuvo. Dice que en la isla de S. Juan (Puertorico) tomó los doscientos veinte y dos indios que llevó á Castilla. Ignoramos de donde recibió tales especies, aunque sospechamos que de Vespucci, á quien á veces si→ gue con poco discernimiento. Lo cierto es que nada se halla en los antiguos libros de Indias que extractó Muñoz tocante á estos esclavos, cuando se apuntan otras noticias semejantes de los viages de Niño y de otros que se hicieron al mismo tiempo: nuevos motivos de cautela y desconfianza al leer los viages de Vespucci.

I Asi lo comprueba el preámbulo de las capitulaciones aprobadas por los Reyes en 8 de Junio de 1501 para el segundo viage de Hojeda, donde se dice que por hacerle merced, y en recompensa del viage que habia hecho á descubrir en que hubo poco provecho, le daban licencia para armar diez navios &c.

2 Dicelo el testigo Rodrigo Bastidas en su declaracion en el pleito del Almirante, refiriendo otros sucesos de este viage.

No obstante gozó el piloto la merecida preferencia sobre el capitan en la estimacion pública 1.

8. Salieron por la barra de Saltes no mas de treinta y tres hombres, pocos dias después que Hojeda de la bahía de Cádiz. Ni mas ni menos que este, gobernados por el derrotero del Almirante, dieron en la tierra firme occidental, arriba de la provincia de Paria 3. Continuaron asimismo la costa abajo hasta el golfo de la misma, en el que desembarcaron por la primera vez, y adquirieron algun brasil con anuencia de los indios. Sin demora guiaron á la costa del norte. Al salir de las bocas del Drago encuentran diez y ocho canoas de caribes, tan valientes é intrépidos que osan rodear el navío y despedir multitud de flechas contra los nuestros. Habiendo disparado varios tiros de artillería se les atemoriza y ahuyenta. Lógrase apresar una canoa con un solo caribe, escapando á nado los demas que la tripulaban. Habia en ella un indio atado, que puesto en libertad declara por señas la triste suerte que le esperaba, la misma que acababan de tener seis compañeros suyos devorados por aquellos bárbaros; los cuales, añadió, venian á infestar estas tierras con la precaucion de encastillarse de noche en un recinto de estacas que traian consigo, y de allí salir á sus fechorías. Entregóse á discrecion el caribe, á quien el indio, ya libre, apaleó y golpeó con pies y manos hasta dejarle exánime; y ni aún así quedó bien sa

I Para la redaccion de este viage hemos examinado y tenido á la vista: 1. El pleito de Hojeda con Vergara y Ocampo. 2.o Las declaraciones de los testigos en la causa del Almirante, de las que se aprovecharon poco, ó no las entendieron como correspondia nuestros historiadores. 3.o La relacion italiana impresa en Milan en 1508 y 1519, traducida del español y escrita originalmente por alguno de los que hicieron el viage. 4. Las Décadas de Pedro Mártir, á quien generalmente copiaron los que escribieron despues.

2 Asi lo dice el testigo Nicolas Perez, maestre de uno de los navíos que fue con Hojeda.

3 Llegaron á Paria quince dias despues de Hojeda, segun declaró Nicolas Perez, contestando á la pregunta 3.3; y lo dice Casas en el lib. 1, cap. 171 de su Hist. gen. de Indias.

4

El mismo Nicolas Perez en su declaracion.

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tisfecha su cólera . Tanto y mas cruel venganza tomaban los indios mansos si habian á las manos alguno de la perversa raza ó caribe, cuya cabeza solian fijar en algun sitio público como por trofeo.

9. De la punta de Paria tiraron nuestros navegantes al oeste hasta llegar á la isla de la Margarita, donde rescataron perlas, y fueron los primeros españoles que desembarcaron en ella 3. A menos de las cuarenta leguas termina el canal de la isla en la punta ó cabo de Araya, junto al cual está la célebre salina del mismo nombre en una estrecha península. Pasaron despues á la tierra de Curiana, que es la costa que está enfrente, y

I La relacion italiana de esta navegacion impresa en 1508, pone este combate con los caribes al fin del viage cuando estaban de vuelta en Curiana; pero Muñoz, tomándolo de Pedro Mártir, lo coloca en este lugar, con la variacion que se advierte en el número de indios que tomaron ẹn la canoa. Mártir adquirió sin duda estos pormenores cuando estuvo en Sevilla el año 1511, donde hizo la primera edicion de sus tres décadas, aunque tuvo presente la relacion italiana, pues copió hasta sus errores de imprenta, como indicaremos alguna vez.

2 Del arribo á la Margarita hablan los testigos Perez, Bastidas Morales, y este último añade que rescataron perlas.

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3 Vergara y Ocampo en su primer alegato contra Hojeda dicen, que Cristóbal Guerra fue el primer descubridor de la Margarita; y es muy verosimil segun la gran cópia de perlas que juntó en su viage, y tambien porque Hojeda nada contestó á esto, negando al mismo tiempo que Rodrigo Bastidas descubriese á Curiana como aquellos afirmaban, sino él el viage pasado ( Apénd. á la Colec. diplom. pág. 426), añadiendo que la tierra de Curiana no se llamaba así; por lo que se puede asegurar con bastante fundamento que Niño reconoció la Margarita antes que Hojeda, y que á esta anticipacion del primero debe atribuirse que este sacase tan corto provecho de su primer viage, como queda referido. 4 Véase el requerimiento que hizo Alonso de Hojeda al veedor Conca antes de llegar al cabo Codera en su segundo viage, y la respuesta que este dió. Ambos llaman tierra de Curiana, que es el rescate de las perlas, á la costa que está enfrente de la Margarita, y comprende la costa de Cumaná y golfo de Cariaco. Comprueba esta situacion de Curiana el artículo 1. de la capitulacion que hizo Hojeda con los Reyes católicos, donde se le previene,, que no toque en la tierra del rescate de » las perlas de esta parte de Paria, desde el parage de los Frailes, antes » de la Margarita, fasta el Farallon, tierra que se llama Curiana." Pedro Mártir dice que desde la punta de Paria á Curiana hay ciento y veinte leguas, pero no llegan ni á ciento. Nuestros historiadores trastornaron este viage, porque ignoraron la verdadera situacion de Curiana.

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