Historia patria: Leyendas historicas de Venezuela, Volúmenes1-2

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la Patria, 1890

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Página 276 - Rodríguez no aprobaba el uso que yo hacía de mi fortuna: le parecía que era mejor gastarla en instrumentos de física y en experimentos químicos; así es que no cesa de vituperar los gastos que él llama necedades frivolas.
Página 33 - Yo vi entonces, con espanto, repetirse en Venezuela las mismas escenas de que mis ojos fueron testigos en la Francia : vi llegar a La Guaira recuas de hombres, de los más ilustres y distinguidos, tratados como unos facinerosos ; los vi sepultar junto conmigo en aquellas horribles mazmorras...
Página 280 - ... sus frutos; ellos son míos, yo voy a saborearlos en el jardín que planté; voy a gozar de la sombra de sus brazos amigos, porque mi derecho es imprescriptible, privativo a todo.
Página 280 - Todo esto es mío, yo sembré esta planta, yo la regué, yo la enderecé tierna, ahora robusta, fuerte y fructífera, he aquí sus frutos; ellos son míos...
Página 265 - Yo no quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un lugar, sino al viento, al agua, al sol ya todas esas cosas que marchan sin cesar".
Página 287 - Yo, de otro modo, no veo en la nombradla de un amigo sino una corroboración de las ideas que me decidieron a reconocerlo por tal. "¡Muy sagrado es el nombre de la amistad! "Los necios lo prostituyen, hasta el punto de reemplazar con él los tratamientos ordinarios. "Señor
Página 277 - Sólo hace tres semanas que he llegado aquí, y ya estoy aburrido. , "Ved aquí, mi amiga, todo lo que tenía que deciros del tiempo pasado; el presente, no existe para mí: es un vacío completo donde no puede nacer un solo deseo que deje alguna huella grabada en mi memoria. Será el desierto de mi vida.
Página 277 - Ved aquí, mi amiga, todo lo que tenía que deciros del tiempo pasado; el presente, no existe para mí, es un vacío completo donde no puede nacer un solo deseo que deje alguna huella grabada en mi memoria. Será el desierto de mi vida... Apenas tengo un ligero capricho lo satisfago al instante, y lo que yo creo un deseo, cuando lo poseo sólo es un objeto de disgusto.
Página 280 - Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló.
Página 305 - Sobre trescientos cadáveres de aquellas primeras personas de representación y adhesión a nuestra libertad, cubren las calles, fosos y montes de su inmediación. El clamor de las viudas y de los huérfanos es tan general como irremediable, pues todo el pueblo fue robado y saqueado hasta no dejar cosa alguna útil, necesaria al descanso, conservación y comodidad de la vida.

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