Obras de Ricardo Rojas, Volumen8Libraria "La Facultad", J. Roldán y c.a, 1924 |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
abipones alma ambiente América americanas amor araucano argen arte baile Bartolomé Hidalgo Brasil Buenos Aires cacana calchaquíes canto casi castellano Chaco Chano Cielito cielo ción civilización clásico colonial colonización conquista Contreras coplas coro cultura cuya danzas diálogo documento drama dramática elementos ello emoción épica español estética europeo evolución filológica filosofía folklore formación gauchesca gaucho género genuinamente guaraní guerra guitarra habla Hidalgo historia ideal idioma indígena indios jesuítas Jujuy latín lengua letra lírica literaria literatura argentina litúrgico Maipú Martin Fierro medio mente mestizo Mitre Museo Mitre música nación nacional nativa negros nombre nues Nuevo Mundo obra orígenes Pachamama pág país pampa pampeano parece Patagonia patria patrióticos payadas payadores payadoresca pericón Plata poema poesía poetas política popular primitivo propio provincias pueblo quichua raza región Río romances ronda rústica Santiago Santos Vega selva siglo siglo xvi suele Tandil teatro tierra tonocote tradición oral trasplante Tucumán verso vidalita zamba
Pasajes populares
Página 64 - EL trueno horrendo que en fragor revienta Y sordo retumbando se dilata Por la inflamada esfera, Al Dios anuncia que en el cielo impera. Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta La hispana muchedumbre Que más feroz que nunca amenazaba A sangre y fuego eterna servidumbre: Y el canto de victoria Que en ecos mil discurre ensordeciendo El hondo valle y enriscada cumbre, Proclaman a Bolívar en la tierra Arbitro de la paz y de la guerra.
Página 465 - Un gaucho de la Guardia del Monte, contesta el manifiesto de Fernando VII y saluda al conde de Casa Flores con el siguiente cielito escrito en su idioma.
Página 373 - Las almas armoniosas buscan tu encanto, sonora rosa métrica que ardes y brillas, y España ve en tu ritmo, siente en tu canto, sus hembras, sus claveles, sus manzanillas. Vibras al aire alegre como una cinta, el músico te adula, te ama el poeta; Rueda en ti sus fogosos paisajes pinta con la audaz...
Página 468 - Son de laya tan fatal, Que si ganan, es milagro, Y traición, si salen mal. Lo que el Rey siente es la falta De minas de plata y oro; Para pasar este trago Cante conmigo este coro. Cielito, digo que no, Cielito, digo que sí, Reciba, mi don Fernando, Memorias de Potosí. Ya se acabaron los tiempos En que seres racionales, Adentro de aquellas minas Morían como animales.
Página 343 - Allí tienen sus bacanales, dándose cuenta unos gauderios a otros, como a sus campestres cortejos, que al son de la mal encordada y destemplada guitarrilla cantan y se echan unos a otros sus coplas, que más parecen pullas.
Página 212 - Recostándose en las lanzas. Dentra al centro un indio viejo Y allí a lengüetiar se larga, Quién sabe qué les encarga, Pero toda la riunión Lo escuchó con atención Lo menos tres horas largas. Pegó al fin tres alaridos Y ya principia otra danza; Para mostrar su pujanza Y dar pruebas de ginete Dio riendas rayando el flete Y revoliando la lanza.
Página 472 - En diez años que llevamos de nuestra revolución, por sacudir las cadenas de Fernando el balandrón: ¿Qué ventaja hemos sacado? las diré con su perdón. Robarnos unos a otros, aumentar la desunión, querer todos gobernar, y de faición...
Página 453 - Al fin el cinco de abril se vieron las dos armadas en el arroyo Maipú, que hace como una quebrada. Cielito, cielo que no, cielito digo que sí, párese mi don Osorio que allá va ya San Martín. Empiezan a menear bala los godos con los cañones, y al humo ya se metieron todos nuestros batallones. Cielito, cielo que sí, cielo de la madriguera, cuanto el godo pestañó quedó como tapadera.
Página 288 - Según la prueba, once sílabas por pie no hallo causa por qué se tenga por cosa nueva pues yo mismo las usé."' Don Jorge dijo: "No veo necesidad ni razón de vestir nuestro deseo de coplas que por rodeo van diciendo su intención. Nuestra lengua es muy devota de la clara brevedad, y esta trova, a la verdad, por el contrario denota oscura prolijidad.
Página 483 - Descolgaré mi changango Para cantar sin reveses El triunfo de los patriotas En la Ciudad de los Reyes. Cielito, cielo que sí, Están los Sanmartinistas Tan amargos y ganosos, Que no hay quien se les resista. Apartando una torada Me encontraba yo en mi hacienda, Pero al decir: Lima es nuestra, Le largué al bagual la rienda. Cielito, cielo que sí, Cielito de fray Cirilo, Y ya enderesé hasta el pueblo Y ya me vine en un hilo.