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Reclamación Kraemer

Ministro Residente del Imperio Alemán.

Señor Ministro:

Lima, 4 de abril de 1895.

Acabo de recibir, por el correo que llegó esta tarde del Sur, las primeras noticias del Cuzco que, por escrito, tratan sobrela encarcelación del Agente Consular del Imperio Alemán, Federico Kraemer, jefe de la casa Emmel hermanos de Arequipa, establecida en el Cuzco, y sobre la tentativa del General Mas, Comandante General y Prefecto del Cuzco, de arrancarle á él y á varios otros señores un cupo fuerte, bajo el pretexto de una multa.

Tengo el honor de adjuntar para V. E. copia de una carta del empleado de la casa de M. Forga é hijos del Cuzco, dirigida á su casa principal de Arequipa, y el original de otra del Agente Consular de la República Francesa, Sr. Henry Puyo, dirigida del Cuzco al decano del Cuerpo Consular de Arequipa, de las cuales V. E., por lo pronto, se podrá informar sobre el particular, rogándole se sirva devolverme los anexos á su tiempo.

El Cónsul del Imperio Alemán en Arequipa me ha trasmitido estas dos cartas por no haber recibido comunicaciones directas del Agente Consular del Imperio Alemán en el Cuzco, encarcelado, señor Kraemer; parece, no se le ha permitido comunicación por escrito.

Aunque me es grato reconocer que me he convencido en nuestras conversaciones, cuando tuve el honor de comunicar á V.E. los primeros partes telegráficos concernientes á este asunto, de que V.E. deplora y desaprueba, tanto como yo, los excesos del General Mas, y que el Supremo Gobierno ya principió á tomar medidas contra él; sin embargo, es mi deber protestar contra el procedimiento del General Mas, y reservarme todos los derechos que me asisten para pedir una satisfacción y la indemnización de los daños que resultaren de la prisión del Agente Consular y del señor Ochsner, de cupos levantados de los mismos y de la clausura de las casas de comercio de Emmel hermanos y Braillard hermanos, establecidas ambas en el Cuzco.

El señor Enrique Ochsner, como la casa Braillard, han in

vocado la protección de la Legación del Imperio Alemán en su calidad de ciudadanos suizos.

Aprovecho de esta ocasión para renovar á V. E. las seguridades de mi mas distinguida consideración.

Ministerio de Relaciones Exteriores

N. 3

ZEMBSCH.

Señor Ministro:

Lima, 6 de abril de 1895.

Con la debida atención, he tenido el honor de imponerme de la nota de US. H., de 4 del presente mes, en que me manifiesta que acaba de recibir por escrito las primeras noticias del Cuzco sobre el encarcelamiento y tentativas de cupo al Agente Consular alemán, D. Federico Kraemer, y á otras personas, y me adjunta dos documentos referentes á este asunto, que me será grato devolverle oportunamente.

Haciendo US. H. justicia á las declaraciones que le tengo hechas, en conferencias anteriores, respecto de los deplorables excesos de que se trata, cree, sin embargo, de su deber protestar contra el procedimiento del General Mas, que, según los documentos citados, aparece como el autor de aquellos excesos, y se reserva el derecho de pedir una satisfacción y la indemnización de los daños que resultaren de la prisión del referido Agente Consular, de la del señor Enrique Oehsner, ciudadano suizo, que ha solicitado y obtenido la protección de US. H., de los cupos impuestos á los mismos, y de la clausura de las casas de comercio de Emmel hermanos y Braillard hermanos, esteblecidas en el Cuzco.

En respuesta, me permitirá US. H. recordarle, que desde el momento en que reclamó verbalmente de tales hechos, me apresuré á dictar, por telégrafo, las órdenes que conceptué más eficaces, para que el General Mas pusiera en libertad y cesara de molestar á los referidos caballeros. Consta á US. H. que dichas órdenes no han sido atendidas por esa autoridad, con la cual no tenemos hasta este momento ninguna comunicáción, y quién no ha reconocido tampoco á la Junta de Gobierno que presido. Tan luego como la vía telegráfica del Cuzco se halle expedita, ó se allanen los inconvenientes puntualizados, me será satisfactorio no sólo insistir en aquellas órdenes, sino dictar

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las demás necesarias para la reprensión de los culpables, y reparación del daño causado.

US. H., que reconoce la manera como mi Gobierno deplora los hechos referidos, no podrá dudar de la sinceridad con que desaprueba los actos de aquella autoridad rebelde, y lamenta no haber podido impedirlos ó reprimirlos oportuna y enérgica

mente.

Aprovecho esta oportunidad para reiterar á US. H. las seguridades de mi más distinguida consideración.

M. CANDAMO.

Al H. señor Otto G. Zembsch, Ministro Residente de Alemania.

Ministro Residente del Imperio Alemán

Señor Ministro:

Lima, 28 de Junio de 1895.

Tengo el honor de someter á V. E. adjunto extracto del informe que el señor Federico Kraemer, Agente Consular de Alemania en el Cuzco, me ha presentado sobre su arresto un cupo de una suma de dinero impuesto por el General D. Pedro Mas y las autoridades de allá.

Con el informe van seis anexos en cópia,

1. Pasaporte del Subprefecto.

2. Queja dirigida al Prefecto.

3. Queja dirigida á la Corte Superior del Cuzco.

4. Recibo sobre pago de un empréstito forzoso de S. 2000. 5. Decreto del General Mas.

6. Recurso al Prefecto.

Supongo que el Supremo Gobierno habrá también recibido de sus órganos un informe y la confirmación de los hechos.

Refiriéndome á la atenta nota de V. E. del 6 de abril del año en curso, N.° 3, en la que V. E. me promete que se dictarán las órdenes necesarias para la represión de los culpables y reparación del daño causado, le ruego á V. E. ahora, de mandar que se dé una satisfacción honorífica y pública al Agente Consular ofendido públicamente, que se castigue al General Mas y á los demás culpables, y que se dé una indemnización por los daños causados al señor Federico Kraemer y á la casa comercial que representa.

Aprovecho esta oportunidad, para expresar á V. E. las seguridades de mi más distinguida consideración.

ZEMBSCH.

Excmo. señor don Manuel Candamo, Ministro de Relaciones Exteriores.

(Traducción)-Cuzco, 22 de abril de 1895.-Yo, Federico Kraemer, soy en el Cuzco representante de la firma Emmel hermanos y, á consecuencia, lleva la casa comercial de ésta, en la que ocupo un departamento, el escudo consular del Imperio. Alemán, y tengo costumbre de izar la bandera respectiva, todos los días festivos y domingos.

El 8 de marzo fuí avisado por un arriero que llegó por cuenta de un tal señor Lomellini, de Urubamba, de que un señor López de esa, me hizo decir que su persona y sus intereses, por la entrada de los revolucionarios en Urubamba, corría su mo peligro, y que él, por este motivo, había huído.

Debiendo el señor López sumas importantes á Emmel hermanos y otros comerciantes de esta plaza, entré en comunica. ción con el señor Isidro de Lambarri, Vice-cónsul de España y jefe de la firma Miguel Forga, y con el señor Enrique Ochsner, representante de Braillard hermanos y C.a, y resolvimos ponernos en camino sin demora á Urubamba para cuidar nuestros intereses.

Me presenté luego con dichos señores ante el señor Intendente de Policía, don Pablo Latorre, para pedir un pasaporte; pero no encontrándole en su oficina, expusimos nuestro deseo y el motivo de nuestro viaje al señor Secretario, quien nos conque tendría listo el pasaporte para hacerlo firmar por el señor Latorre á su regreso.

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A las doce del día, se entregó, pues, á un dependiente de la casa Forga el pasaporte, cuya copia me permito entregar á US. adjunta.

A la una partí con los señores Lambarri y Ochsner para Urubamba y llegamos á las 6 de la tarde. En Urubamba lodicho López al jefe de los montoneros,quien nos prometió plegramos arreglar el asunto á nuestra satisfacción, presentando nas garantías para el señor López.

Como lo he sabido después, el señor López ya no ha experimentado ninguna molestia en sus negocios, á pesar de que le habían antes amenazado con incendiar su casa.

A 10 de marzo regresamos á esta, día en que el señor General Mas había dejado ya el Cuzco.

Al regresar al Cuzco, fuí visitado por uno de mis dependientes que en la noche del 8 de marzo, el día de mi partida á Urubamba, había venido un oficial, pidiendo, á nombre del General Mas, que se le devolviese el pasaporte, á lo cual el dependiente contestó que no podía cumplir esta demanda por el motivo de estar yo ya en viaje y haber llegado ya á Urubamba. El señor General Mas, al salir, había dejado al ingeniero Antonio Marzo en su lugar.

El 11 de marzo, á las 12 y media de la tarde, me hizo llamar por un oficial el señor Prefecto Antonio Marzo, así como á los señores Lambarri y Ochsner. Allá nos comunicó que el señor Mas, al partir, había dejado el decreto, del que tomamos nota, que cada uno de nosotros pagase 2,000 soles (dos mil soles) por haber partido para Urubamba sin conocimiento del señor Mas, y que yo, además, pagase otro tanto, por haber partido mi hermano el 1.o de mayo para Arequipa, llevando correspondencia secreta para los revolucionarios de esa.

Inmediatamente rechacé esa insinuación como infundada bajo todo punto de vista; y respecto á nuestro viaje á Uru. bamba hicimos al señor Prefecto la observación de que hicimos ese viaje con conocimiento de la autoridad competente, encontrándose en nuestro poder el pasaporte, el cual tuvimos que presentar al señor Prefecto, quien lo encontró conforme.

También advertí al señor Prefecto de que mi hermano había obtenido un pasaporte de esta á Sicuaní.

A US. le comunico que mi hermano es empleado de la finca y que su viaje para Arequipa fué del todo comercial; pues más de un mes hacía que no tuvimos comunicación de nuestra casa principal de Arequipa.

Luego participamos al señor Prefecto que no podíamos pagar las sumas exigidas, no habiendo faltado de ninguna manera á la ley, á lo cual el Prefecto nos contestó, que en tal caso, tenía orden del General Mas de tomarnos presos.

Dándole nuestra palabra de honor, nos quedamos en libertad, ofreciendo al señor Prefecto tratar otra vez sobre el asuntv con el señor Mas, por telégrafo.

Al día siguiente, el Prefecto nos mandó decir con un oficial que deseaba hablar con nosotros, y en la entrevista supimos que el General Mas exigía el pago de las sumas impuestas, ordenando que nos pusiesen en la cárcel á consecuencia de nuestra negativa.

Junto con el señor Lambarri protesté entonces contra nuestro encarcelamiento en vista de la posición oficial que investimos. Pero el Prefecto no nos hizo caso, ni contestó la nota que le dirigimos y cuya copia agrego.

Quedamos, pues, presos desde las 12 del día del 12 de mar

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