Imágenes de páginas
PDF
EPUB

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA AL EJERCITO.

SOLDADOS-Desaparecieron el alarma y los funestos recelos de vernos forzados de emprender una guerra fraticida, suplicio de la pura y sincera amistad que profesamos á todos los pueblos alzados nuevamente en América al rango de naciones independientes. Están concluídos los tratados de paz y comercio con Bolivia. (1) Yo os congratulo por este venturoso aconteci

miento.

SOLDADOS-Vuestra constancia y severa disciplina, vuestra sobriedad y desprendimiento, os han hecho dignos de la admiración y amor de los pueblos. Un ejercito numeroso compuesto de virtuosos ciudadanos, he aquí el ejército del Perú.

SOLDADOS-Descansad de un año entero de fatigas; respetad siempre el orden, la constitución, las leyes; sed el más fuerte apoyo de la independencia y de la libertad del país, y cuando quisiereis hacer ostentación de lo que valeis, decid que sois soldados peruanos.

Lima, Diciembre 19 de 1831.

AGUSTÍN GAMARRA.

(1) Estos tratados se celebraron en Arequipa y se registran en el tomo

II, páginas 180 á 193.

[graphic]

Sublevación de los buques de guerra peruanos corbeta Libertad y bergantin Congreso

[graphic][merged small][ocr errors][merged small]

'Palacio de Gobierno, en la Paz, á 9 de Agosto de 1831.

21.°

El Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia que suscribe, tiene la honra de dirigirse al señor Ministro de la Repúbli ca del Perú, comunicándole que el día 11 de julio, próximo pasado, entró en el puerto de Lamar la corbeta de guerra peruana Libertad, buscando su tripulación un asilo, después de ha berse sublevado contra los oficiales que la mandaban en el puerto de Islay.

El gobierno boliviano no hubiera dudado un momento en hacer devolver este buque al del Perú, en cualquiera otra circunstancia que no fuese la presente, en que se amenaza á Bolivia, por mar y tierra, y se le hostiliza de todos los modos posibles, aun antes de declararle la guerra según las formas.

Para hacer mas dificil la devolución de este buque, ha ocurrido la circunstancia de haberse hallado en él una carta del Presidente Gamarra, cuya copia es adjunta, datada en el Cuzco, á 15 de enero del presente año, y dirigida al comandante de la misma corbeta, en que le previene que este mismo buque está destinado por S. E. para bloquear, arrazar y destruír el puerto de Lamar, retacando hasta sus aguadas.

No siendo, pues, un acto de prudencia el prestar armas contra sí mismo, ni volver contra si las ventajas con que la providencia parece auxiliar nuestra justicia; y no queriendo S. E. el Presidente de Bolivia resolver por sí esta materia, la sometió á la decisión de la asamblea nacional, reunida actualmente en esta ciudad de la Paz. Este cuerpo soberano ha ordenado que se devolverá la expresada corbeta, cuando hayan cesado los motivos que hay actualmente de temer la invasión que el gene.. ral Gamarra está preparando, hace un año, contra Bolivia: y

su gobierno desea ardientemente el caso en que le sea permitido el cumplir esta resolución.

El Ministro de Relaciones Exteriores que suscribe, al hacer esta comunicación al del Perú, no puede menos que manifestarle el sentimiento con que desempeña sus funciones cuando se trata únicamente de dar las mayores muestras de confianza y seguridad en la buena fé que debía reinar entre los gobiernos de dos pueblos llamados á ser amigos por necesidad y conveniencia. Mas procurando como se vé, el gobierno de Bolivia y el Congreso del Perú el restablecimiento de la buena armonía, y de la paz mas sincera, es de esperarse que no duren largo tiempo los motivos presentes de mala inteligencia.

Mientras tanto se consigue esto, el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia queda con los sentimientos de consideración, aprecio, y respeto, del señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, atento seguro servidor.

MARIANO ENRIQUE CALVO.

Al señor Ministro de Estado del despacho de Relaciones Exteriores de la República del Perú.

Señor Coronel Postigo

Mi querido amigo:

(COPIA)

Cuzco, 25 de enero de 1831.

He recibido con gusto la carta estimable de U. de 7 del presente mes, en que me felicita U. por la entrevista del Desaguadero. Allí no hubo resultado favorable que hacer ver a Bolivia nuestra respetabilidad nacional y nuestro amor á la libertad. Por lo demás, la cosa se concluyó poco menos que á palos, á causa de la insolente pretensión de la provincia de Arica que quería Santa-Cruz, que era lo mismo que decirnos-no quiero la paz sino la guerra-va la órden correspondiente para que paguen á U. en los términos que solicita, y deseo que quede U. sa

[graphic]

tisfecho y contenta su tripulación.- "Reservado."- En el caso preciso de abrir las hostilidades contra Bolivia, U. ha de ser quien tome la iniciativa por el puerto de Cobija. Se le darán á Ú. órdenes terminantes para que tome aquel punto, hostilice por esa parte y no deje entrar al interior correspondencia alguna, ni géneros que no hayan pagado á U. sus derechos entrelos ya embarcados, y los que no sepan que la comunicación para Bolivia por aquella parte está herméticamente cerrada. En una palabra, llegado el caso de la guerra, Cobija debe desaparecer para siempre; porque sus habitantes deben largarse, y hasta las habitaciones deben quedar completamente arrazadas, y hasta sus aguas obstruídas y retacadas en lo absoluto. Sobre este principio es necesario que U. esté perfectamente pre-parado, porque acabada la esperanza de los tratados que aho ra se ventilan en Arequipa, ya no hay mas que obrar de frente. Adios, mi querido amigo, U. sabe cuánto lo estima su atento servidor.

[merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small]

Casa del Supremo Gobierno, en Lima, á 3 de setiembre de1831.

12.°

Señor:

El infrascrito, Ministro de Estado y Relaciones Exteriores del Perú, ha tenido la honra de recibir la nota de 9 de agosto último del señor Ministro del mismo Departamento en Bolivia, cuyo objeto es poner en conocimiento de su gobierno la resolución acordada por la Asamblea nacional de esa República, para que se entregue la corbeta "Libertad" cuando hayan cesado Jos motivos que hay para temer la invasión que está preparan

do, un año ha, el Excmo. señor Gran Mariscal Presidente don Agustín Gamarra.

El gobierno del infrascrito se ha sorprendido justamente con una resolución que estaba muy distante de esperar, en circunstancias que todas las disposiciones adoptadas por ambos Estados, prometían la desaparición de los recelos que los han alarmado, y la renovación de la franca y cordial inteligencia que por ningún pretexto ha debido interrumpirse entre pueblos amigos y hermanos.

Así el infrascrito ha sido autorizado para dar al señor Ministro la respuesta siguiente:

La razón que ha influído en la detención de la corbeta, es una carta muy particular encontrada á su bordo, y dirigida á su comandante por el Excmo. señor General Gamarra en que le dice "ser este mismo buque el destinado para arrazar y destruír el puerto de Lamar, retacando hasta sus aguadas"; pero se advierte claramente que esta es una indicación condicional, que no podía tener efecto sin que se declarase la guerra. Así es que se leen las siguientes palabras en el capítulo que había sobre el particular. "En el caso preciso de abrir las hostilidades contra Bolivia" &., y á continuación, "llegado el caso de la guerra &." Estas expresiones son tan claras y precisas en su sentido, que jamás podrán reputarse por una declaración de guerra, ni autorizar á una nación para retener la propiedad de

otra.

Por el derecho internacional toda potencia está facultada para hostilizar á otra que le hace la guerra, para destruírla y aún reducirla á la nada; y cuando el señor General Gamarra se ha expresado en los términos que refiere la copia de la carta que acompaña el señor Ministro, no ha querido, ni prevenido sustancialmente otra cosa. El que se propone usar de sus facultades, á nadie ofende, y menos si se deja al arbitrio del que se pretende injuriado excusar la condición que ha de dar mérito á ello.

Empero el gobierno del infrascrito permite por un momento que la carta del Excmo. Señor General Gamarra, en los términos en que está concebida, sea ofensiva al de Bolivia, más aunque realmente lo fuese-puede estimarse como una declara. ción de guerra? ¿Puede justificar la hostilidad manifiesta con que se corresponde á una simple y condicional amenaza? Es sabido que el Excmo. señor General Gamarra se halla hoy á la cabeza del ejército, y que no está encargado de la administración: que por la Constitución de la República solo el Ejecutivo declara la guerra con anuencia del Congreso: que ambos poderes muy distantes de desear el entregarse al furor de las armas, tratan de que se depongan: que el Congreso ha requerido al Ejecutivo para que negocie la paz: que éste se ha prestado gustosamente á nombrar para ello un Ministro, á admitir la me

« AnteriorContinuar »