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mismo un asiento de ovejas en 31 de julio de 1528; pero menos afortunado despues, se vió despojado de sus repartimientos en 1529, cuando con la venida de la primera audieneia se renovaron las persecuciones contra los amigos de Cortés. Habia casado con hija del tesorero Alonso de Estrada, y por muerte de éste le encomendaron la tesorería. Murió al fin Jorge de Alvarado en Madrid, el año de 1540, segun apunta Bernal Diaz,—J. G. I.

ALVARADO (GOMEZ DE): hermano tambien de D. Pedro, con quien pasó á la Nueva España, donde no hizo cosa notable. Siendo vecino de Mé xico, obtuvo en 20 de setiembre de 1527 tierra para ALVARADO (JUAN DE): hermano bastardo una huerta, y en 1.o de enero de 1528 entró en el de D. Pedro; no sabemos de él sino que vino tamcabildo como regidor. Pasó luego con su hermano bien á Nueva España, y murió en el mar yendo á al Perú, donde se unió á Almagro, y fué hecho pri- Cuba á comprar caballos, segun dice Bernal Diaz, sionero en la batalla de las Salinas. Dióle libertad al contarle entre los conquistadores.-Otro Juan Pizarro y se retiró á Lima con el hijo de su difunto de Alvarado se distinguió en la conquista de la jefe. A pesar de sus opiniones, desaprobó el asesi- Nueva Galicia, con Oñate, segun dice Herrera; penato de Pizarro, y parece que esto le hizo romper ro Mota Padilla, en su historia particular de aquecon su partido, pues á la llegada del virey Vaca della provincia, no le nombra.-J. G. I. Castro le vemos seguir el estandarte real y pelear bajo de él, y con cargo de capitan de caballos, en la sangrienta batalla de Chupas, que costó la vida al hijo de Almagro. Gomez de Alvarado escapó ileso de la refriega; pero con una enfermedad que en pocos dias le llevó al sepulcro.—J. G. 1.

ALVARADO (GONZALO DE): hermano asimismo de D. Pedro, con quien pasó á Nueva España: sirvió bien en la conquista, se avecindó en México, obtuvo asiento para ovejas en 3 de junio de 1527, y huerta en 23 de mayo de 1528. Desde 21 de junio de 1527 asistió al cabildo como regidor. Fué à Guatemala con su hermano y pobló de nuevo, en 1536, la ciudad de Gracias a Dios. No sabemos otra cosa de su vida.-J. G. I.

ALVARADO (FR. JUAN DE): religioso venerable de la órden de San Agustin en México: nació de padres nobles en la ciudad de Badajoz de Estremadura, á principios del siglo XVI, y fué hijo de Juan de Contreras y de Elvira de Alvarado, sugetos nobles y cristianos. En su juventud abrazó el estado del matrimonio y tuvo un hijo, que se le murió de tres años, y pocos dias despues quedó viudo. Desengañado con aquellos dos grandes golpes, de lo que son los bienes del mundo, se resolvió á tomar el hábito en la órden de San Francisco; pero disminuido su fervor, pasó á nuestra América por invitacion de su primo el famoso conquistador D. Pedro de Alvarado, y tomó parte con él en la conquista de Guatemala y en su espedicion al reino de ALVARADO (JORGE DE): hermano tambien Jalisco. Allí presenció la desastrada muerte de su de D. Pedro (véase). Pasó á América con sus her- pariente; y abriéndole de nuevo esta inesperada camanos, y con ellos se alistó luego en las banderas tastrofe los ojos del alma, tomó el hábito de la órde Cortés, á quien sirvió fielmente, y de quien fué den de San Agustin en el convento de México, con muy estimado. Distinguióse en el ataque contra grande ejemplo de toda la ciudad. En la religion Panfilo de Narvaez, cuando Cortés venció á éste en fué un verdadero modelo de los que abrazan este Cempoala; y al ponerse despues cerco á México, fué perfecto estado: se distinguió, sobre todo, en una uno de los capitanes nombrados por el conquista- humildad profundísima, que lo obligó á manifestar dor. Ganada al fin la ciudad, salió con su hermano la mas porfiada resistencia á recibir los sagrados D. Pedro á la conquista de Guatemala, donde tam- órdenes, de manera que no ascendió al sacerdocio bien fué capitan; pero debió regresar á México muy sino por un precepto formal de obediencia que le pronto, pues se hallaba en esta capital cuando con impusieron sus superiores: en la observancia de la motivo de la jornada de Cortés á Honduras, ocur vida religiosa fué muy exacto, no solamente en las rieron entre los oficiales reales las disputas sobre el cosas esenciales, sino aun en las menores reglas y gobierno, y tomó en ellas una parte muy principal. ceremonias: puede decirse que en su vejez procedia En sus manos prestaron pleito homenaje Salazar con el mismo fervor que cuando fué novicio. "Riy Chirinos, asegurando la persona de Rodrigo de ñendo una vez á un fraile (dice el cronista) porque Paz, lo cual en verdad no impidió que le ahorcasen; le vió comer fuera de la hora, se encendió en la rey cuando cansados de la tiranía y crueldades de Sa- prension y le dijo: cuarenta años há que no como lazar, y animados con el arribo de Cortés, tomaron fuera de la hora, ni quebranto á sabiendas ningun los españoles las armas, Alvarado capitaneó á los estatuto de la religion, y estais vos de ayer nacido retraidos de San Francisco, y marchando contra el quebrantando la regla de nuestro Padre tan en pú factor, logró prenderle por sí mismo. La victoria blico y tan sin recato." No le acusó su conciencia de su partido le valió el empleo de teniente de las de pecado mortal desde el dia que tomó el hábito Atarazanas de México, que venia á ser como go- hasta el de su muerte, que es la prueba de su mabernador de la ciudadela, y para ejercerle prestó yor virtud: su oracion era continua, grande su morel correspondiente pleito homenaje el 29 de enero tificacion, y muy notables los favores y regalos que de 1526. Ya el 19 del mismo se le habia hecho recibió del cielo y de que se cuentan muchos casos: merced de una tierra para huerta, y desde el 26 de en su última vejez perdió la vista, sufriendo aquejunio asistió al cabildo como regidor. Obtuvo asi-lla tribulacion con heroica paciencia. Murió en el

convento de México de mas de noventa años, en el de 1591, habiendo vivido en la religion los cuarenta y nueve.-J. M. D.

ALVAREZ (BR. D. DIEGO DE): natural de la ciudad de Guadalajara, y uno de los hombres mas sabios que ha tenido nuestro clero: entró de muy corta edad al Seminario de dicha ciudad, y desde luego dió muestras de lo que llegaria á ser con el tiempo y el estudio: acostumbrábase entonces dictar las lecciones de filosofía y demas ciencias, y desde que comenzó aquel curso el jóven Alvarez, hasta que concluyó la teología y ambos derechos, dejó asombrados á sus maestros, pues concluida la cátedra repetia palabra por palabra los párrafos dictados: á los 16 años sostuvo un acto de toda filosofía en que defendió á Du-Pasquier, Lozada y Goudin, autores filósofos de las escuelas escotista, jesuítica y tomista, y ademas otro curso de filosofia moderna que entonces comenzaba á conocerse en nuestro pais: ordenado de sacerdote (segun creemos) vino á establecerse á México, y enseñó en el Seminario Conciliar ambos derechos, con grande lustre de este colegio y formando muy aventajados discípulos. Sus talentos, instruccion y virtudes movieron al Illmo. arzobispo Haro y Peralta á nombrarlo cura de la parroquia de Santa Cruz Acatlan, en la que duró poco tiempo, pasando en seguida á la de Señor San José, donde permaneció hasta su muerte. El Sr. Alvarez, en aquel rincon de la capital, adquirió una nombradía cual pocos eclesiásticos han llegado á conseguir: era el consultor general de los arzobispos, vireyes y corporaciones eclesiásticas y seculares: el célebre conde de Revilla Gigedo hacia tal aprecio de su opinion, que le bastaba ver la firma del "cura de San José," como generalmente se le llamaba, para deferir á lo que consultaba, y cuando de vuelta á España fué acusado por el ayunta miento de México sobre varios puntos, pidió al rey que se pidiese informe al Sr. Alvarez, seguro de que él solo seria una suficiente respuesta á las imputaciones de sus émulos. El Sr. D. Diego fué, en efec to, en toda su vida un hombre estraordinario, así por su probidad, como por sus virtudes y vastísima literatura: tenia por máxima mover conversacion á cuantos lo visitaban, sobre su respectivo oficio ó profesion, y con su gran memoria y delicado juicio adquirió tal copia de conocimientos en todas materias, que no habia una sola que se le tocara, en que no se admirase su profundo saber, no solo en teoría sino en la práctica: enemigo acérrimo de la ociosidad, siempre estaba con la pluma en la mano, y es cribió sinnúmero de opúsculos muy doctos sobre casi todas las ciencias, no solo eclesiásticas sino profanas, como la medicina, matemáticas, química y física, sobre arquitectura, música, agricultura, gramática, urbanidad, oratoria, &c., &c., espresandose en todos estos diversos ramos de literatura con tal propiedad en los términos, que ninguno diria que eran obras de un hombre estraño á esas profesiones. Su virtud no era inferior á su sabiduría: era el consuelo general de los pobres de su feligresía y de toda la ciudad: pasaba la mayor parte de la noche en la iglesia en oracion, y cuando le cogia la

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hora de retirarse lejos de su parroquia, nada lo detenia, ni aun las mas fuertes lluvias, para no faltar á su distribucion ni á dejar de estar pronto al servicio espiritual de sus feligreses: aun mientras conversaba se le veia pasar continuamente las cuentas del rosario que traia al cuello, haciendo sin duda actos interiores de virtudes: consiguió del rey de España la rifa que existe hasta el dia á favor de su parroquia, con lo que logró fabricar el actual templo, que dirigió él mismo, aunque bajo un sistema poco usado en el pais y que le buscó algunas contradicciones. Durante el tiempo de la revolucion del año de 10, mas bien se manifestó adicto á la causa real que á la de los caudillos de Dolores; pero no así en la de 21, á la que cooperó no poco, tranquilizando las conciencias tímidas de los que temian tomar parte en ella, y aumentando por este medio y por el gran concepto de que disfrutaba las filas del héroe de Iguala: no obstante aquellas sus opiniones, el cura de San José fué uno de los que mas auxiliaron á los prisioneros llamados insurgentes, que eran conducidos á México y empleados en abrir la zanja cuadrada con que se rodeó la capital. Ultimamente, despues de consumada la independencia, y habiendo servido con sus consejos al Sr. Iturbide y primeros jefes del nuevo gobierno, con la sabiduría y lealtad con que lo habia hecho á los del antiguo, murió en una venerable ancianidad por el año de 1823 ó principios del 24, con general sentimiento de todos los hombres sabios, virtuosos y patriotas La multitud de sus escritos ha quedado inédita, y solo ha visto la luz pública un pequeño opúsculo, titulado: "Práctica de la teología mística," como una muestra de su elevado saber, y sobre todo de su constante ejercicio de las virtudes. Los manuscritos que se escaparon del abandono en que por desgracia de la literatura tenia todas sus producciones, y que hemos visto, forman una coleccion de veintitres abultados volúmenes, con los siguientes títulos: "Didáctica médica."-"Sobre las virtudes del pulque." "Discurso sobre la melancolía.""Del conocimiento del alma por los ojos."-"De la conversacion humana."-"Del idioma de los ojos." "Oracion sobre la admirable dignidad de la locucion."-"Consultas místicas."-"Introduccion al tratado de la pureza del ánimo."-"Estracto del discurso de la melancolía."-"Esplicacion de la oracion Transfige."-"Discurso sobre las palabras Semen est verbum Dei."—"Respuesta á una circular del Illmo. Bergosa."-"Disertacion por via de comentario al concilio sinodal de Caracas de 1687.""Arte de prudencia sublime."-"De la humanidad." -"Disertacion sobre la vida clerical, con una oracion sobre la gloria."—"Práctica de la teología mística."-"Economía de las operaciones del ánimo."-"Virtudes de un juez, sacadas de los libros sapienciales."-"Método para aprovechar en la virtud."-"Afectos del ánimo ú observacion sobre el interior de una persona."--"Mortificacion."-"Manejo con el nuevo confesor."-"Legislacion para la vida clerical."—"Disertacion sobre el arreglo de las delicias del gusto, esplicando médicamente las calidades de los alimentos."-"Historia de las juntas

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con su mucha penitencia, le hubieran ocasionado
graves enfermedades, dispusieron los superiores que
se volviera á la provincia, así para que la edifica-
se con sus virtudes como para que convaleciese de
sus males, Salió en efecto, aunque ocultamente por
no dar sentimiento á los indios; pero estos luego
que conocieron que la partida del padre era para
no volver, representaron con tal empeño al provin.
cial porque se los volviera, amenazando con que se
despoblaria la mision, que se vió obligado á man-
darlo volver. El P. Alvarez acababa de llegar al
colegio del Espíritu Santo de Puebla, que era la
casa á que generalmente iban destinados los misio-
neros ancianos y enfermos, pero al momento que
recibió la órden para partir se dispuso á cumplir-
la como si estuviese en la flor de los años y en su
entera salud. Mas el Señor se contentó con aquel
acto de heróica obediencia y lo llamó al eterno des-
canso á recibir el premio de sus apostólicas tareas;
porque en el mismo dia que habia dispuesto salir
para obedecer á su superior, cayó en un estado tal
de debilidad, que no pudo levantarse del lecho, fa-
lleciendo cuatro dias despues, á 5 de diciembre de
1623.-J. M. D.

diocesanas de curas, celebradas semanariamente en | sastres para consuelo de los neófitos y la salvacion el palacio arzobispal, gobernando la mitra el Illmo. de muchas almas. Como los grandes trabajos que Lizana."-"Disertacion ó invectiva contra la ira." | habia sufrido durante aquellas turbulencias, junto -"Sobre la embriaguez."-"Análisis del amor impuro."-"Disertacion sobre la cortesía."-"Uso de la mecánica en la teología mística."-"Carta á la juventud carmelitana sobre puntos de metafísica." -"Sobre dispensa para casarse con cuñada.""Resolucion sobre un matrimonio doble inculpable." "Si son lícitos los regalos en las pretensiones eclesiásticas."-"Carta á Lelio sobre la amistad."-"Máximas para un alcalde mayor."-"Directorio para el vicario de la parroquia de San José."-"Imágen de un buen juez."-"Reglamento cristiano político para el mismo."-"Apuntes de prudencia, estractados de la obra grande de este asunto." "Duda sobre el peligro de la gloria.". "Liber singularis de animorum economia."-"Direccion espiritual."-"Economía de la justificacion segun la doctrina del doctor angélico."-"Apéndice de la santificacion de las almas."-"Diversas resoluciones ascéticas."--"Carta al prior de S. Joaquin, remitiendo la carta á los carmelitas."-"Disertacion sobre la voz humana."-Ademas de estos escritos, segun nos ha informado una persona respetable, existia en la librería del Sr. D. Andres del Rio otra abundante coleccion de cartas sobre puntos muy curiosos de física, mineralogia, química y botánica; un opúsculo sobre el canto llano; otro de la preferencia del violin sobre los demas instrumentos; varias observaciones y réplicas dirigidas á los doctores Jove y Montaña, á favor de la doctrina de Boer haave y contra la de Browm, y unos fragmentos de las comentaciones que habia hecho á los aforismos de Vanswieten, á la fisiología de Haller y á la obra de Wolfio sobre el movimiento animal. En fin, escribió multitud de artículos que forman un grueso volúmen sobre varios secretos de artes y ciencias.

-J. M. D.

ALVAREZ (P. MANUEL): natural de la ciudad de Cádiz, el que habiendo venido siendo todavía muy niño con su padre á la Nueva-España, y habiendo pasado con mucha loa los primeros estudios, llamado de Dios fué admitido en la Compañía, en la cual desde el tiempo del noviciado fué siempre ejemplo á todos de religiosa observancia, en la que jamas se entibió todo el tiempo de sus estudios, en el que fué maestro de gramática, y leyó con plena satisfaccion de todos el curso de filosofía á los estudiantes jesuitas y seculares en el colegio de San Ildefonso de la Puebla. Pero el teatro mayor de ALVAREZ (P. JUAN): natural de la ciudad sus religiosos ejemplos y fervoroso celo, fué la Vide la Puebla, y privilegiado del cielo desde niño, lla de Leon, del obispado de Michoacan, donde tracomo se echaba de ver por la pureza de sus costum-tándose de fundar un hospicio de la Compañía, fué bres, su tierna devocion, su aplicacion al estudio, señalado del padre provincial para primer superior de sacristan, obediencia á sus padres, y demas virtudes propias de los que fueron á aquella fundacion. Aquí hacia de su edad. Abrazó el instituto de San Ignacio, el P. Manuel el oficio de despertador, siendo todavía muy jóven, y desde su noviciado de enfermero, y todos los demas que conducian al manifestó todo lo que llegaria á ser en un instituto alivio de sus súbditos, dando á todos continuos enteramente consagrado á la mayor gloria de Dios ejemplos en el cuidado de la oracion, y demas ejery salvacion de las almas. Concluidos sus estudios cicios espirituales, y de una profunda humildad, y y ordenado de sacerdote, fué destinado por los su- rigorosa mortificacion y penitencia. Desde periores á las misiones de Topia, donde hizo tanto gó á la Villa de Leor se aplicó de suerte á todos fruto y predicó con tal zelo, que justamente fué te- los ministerios propios de su instituto, que fué uninido por un varon apostólico. Durante la rebelion versalmente tenido por un apóstol. Todos los dode los tepehuanes, en que fueron martirizados va- mingos esplicaba la doctrina cristiana, sus sermorios de los misioneros jesuitas, no quiso abando- nes eran continuos y muy fervorosos; su asistencia nar su pueblo aunque corria evidente peligro su al confesonario casi sin interrupcion toda la mañavida; y como uno de los padres le aconsejara que na; y saliendo de dia y de noche á cuantas confese salvase, le contestó diciéndole: que sin embar- siones de enfermos se ofrecian, á los cuales, cuando go de que ningun otro deseo tenia que morir por la necesidad lo pedia, procuraba acudir con todo Cristo, no rehusaba vivir por el bien de aquella lo que habian menester para su alivio y curacion, nueva cristiandad que padeceria escándalo con su hasta dejar muchas veces de comer lo que se le dafuga. Agradóse el Señor de aquella caritativa re- ba en el refectorio, por enviarlo á algun enfermo signacion y lo conservó vivo en medio de tantos de- necesitado. Las conversiones que logró de grandes APENDICE. TOмо I.

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que

lle

pecadores con estos ministerios apostólicos fueron inuumerables, y la reforma en las costumbres de toda la villa fué tal, que habiendo ido el padre provincial á la visita de aquel hospicio á los once meses de fundado, le aseguró el vicario y juez eclesiástico de la mitra, que ya no la conocia segun la veia de mudada, de suerte que ya casi no tenia que remediar, segun la obligacion de su oficio pecados algunos públicos y escandalosos; y en el mismo concepto estaban todos los vecinos principales. Finalmente, en 24 de enero de 1737, recibidos todos los sacramentos, y haciendo los mas fervorosos actos de virtudes, entregó el alma al Criador, moviendo á lágrimas de compuncion y dolor por su muerte á cuantos se hallaron presentes. Luego que se supo en la villa su muerte, fué universal en todas las casas el sentimiento, gritando hasta los muchachos por las calles "ya murió el santo, ya murió el apóstol de Leon;" y todos solicitaban alguna de sus pobres alhajas por reliquia, hasta llegarle á cortar las uñas, y los cabellos; y fué menester poner guardas al cuerpo, por temor de que la devocion se propasase á mayores demostracio

nes.-J. M. D.

presas en un opúsculo que sobre la materia se publicó en esta capital. Ignoramos la fecha en que murió y si asistió al concilio IV mexicano, aunque sí consta que en 1769, cuando el Illmo, Lorenzana publicó los concilios I y II provinciales celebrados en México, ann vivia y se puso su nombre como del que era actualmente obispo de Oajaca.-J. M. D. ALVAREZ DE TOLEDO (ILLMO. SR. D FR. JUAN BAUTISTA): nació en la ciudad de San Salvador de esa diócesis, hijo de padres nobles, que lo fueron D, Fernando Alvarez de Toledo, y D. Juana del Castillo; tomó el hábito en el convento de San Francisco de la ciudad de Guatemala, obtuvo en su religion todo género de prelacías, é ilustró sus cátedras por muchos años: en el de 1708 fué presentado para el obispado de Chiapa, y se consagró en esa ciudad por el Illmo. Sr. D. Mauro Colon: esperimentó en este gobierno las mayores aflicciones, pues rebelados los indios perturbaron la tranquilidad de su diócesis, dando muerte á algunos párrocos y jueces seculares, hasta que en el año de 1712 se redujo la provincia con el rigor y la fuerza, à la deseada paz de sus moradores: en el de 1714 fué promovido á la santa iglesia de Guatemala, y en ella manifestó las calidades de un completo prelado, distribuyó crecidas sumas a beneficio de las iglesias y monasterios pobres, dotó mas de veinte doncellas para el estado religioso; amante de los pobres, dió hasta sus episcopales insignias de limosna, no teniendo á mano con que remediar la necesidad ajena: edificó una casa para recogimiento de mujeres perdidas, el convento de religiosas de Santa Clara, y colegio de misioneros de "Propaganda Fide" de su órden. En el año de 1723, que fué promovido al obispado de Guadalajara en la llamada N. Galicia, recibidas sus bulas y nombrado sucesor para esa silla, considerando lo crecido de su edad y el impedimento de su salud para emprender tan dilatado camino, le renunció resuelto a acabar sus dias en un observante convento inmediato á Guatemala; pero no permitió la católica majestad del Sr. D. Felipe V, que se privase a esa iglesia de pastor tan vigilante, y así vueltas las bulas á la curia romana, suplicó S. M. al Sumo Pontífice, que el sucesor nombrado pasase al gobierno de Guadalajara, y que este prelado retuviese su obispado, ó le recibiese de nuevo; honor que no pudo verificarse, por haberle cogido de improviso la muerte en el dia 10 de julio de 1726; fué sepultado en el dicho colegio de misioneros de su órden.-J. M. D.

ALVAREZ DE ABREU Y VALDÉS (ILLMO. SR. D. MIGUEL ANSELMO): natural de Tenerife, una de las islas Canarias, é hijo del inspector general de ellas D. Santiago Alvarez de Abreu del real consejo, natural de Gibra-Leon en el reino de Andalucia y contador general de ejército y hacienda, y de D. Francisca María de Valdés y Melendez, oriunda de las montañas de Asturias en la villa de Cangas de Tineo, doctor en sagrados cánones por la universidad de Sevilla, secretario de camara y gobierno del Illmo. Sr. D. Domingo Guerra, arzobispo, obispo que fué de Segovia y confesor de la reina viuda madre de Cárlos III, racionero, canónigo y dignidad prior en la santa iglesia catedral de Canarias, juez de la reverenda camara apostólica y del santo tribunal de Cruzada, juez examinador y visitador de dicho obispado, auxiliar del de la Puebla de los Angeles, electo para el de Comayagua y despues del de la santa iglesia de Oajaca, en que hizo su entrada pública el dia 26 de diciembre del año de 1765. Todo lo que sabemos de este prelado es lo que refiere el P. Francisco Javier de Alegre al terminar la Historia de la Compañía de Jesus en la provincia de Nueva-España, y se reduce á que cuando se recibió la bula de Clemente XIII "Apostolicum Pascendi," en que de nuevo se confirma el instituto de la misma Compañía, fué del considerable número de obispos de todo el ALLELUIA, HALLELUIA: voz hebrea commundo, que por medio de cartas que dirigieron á puesta de las dos Halellu Ya, que significan alabad su Santidad, mostraron su singular amor a esa re- al Señor: y nétese que el verbo Hallal significa alaligion, dando las gracias al soberano Pontífice por bar con gritos de alegria como el jubilare de los laaquella confirmacion, y esplayándose en alabanzas tinos. Se atribuye a S. Gerónimo, cuando estaba por lo mucho que le servian en su diócesis los hijos al lado del papa S. Dámaso, el que esta voz se inde San Ignacio; así como igualmente lo hicieron trodujese en la liturgia de la Iglesia latina; en la el Illmo. y Rmo. Sr. D. Fr. José Vital de Mocte- cual solamente se usaba el dia de Pascua, como dizuma, de la órden de Nuestra Señora de la Mer-ce S. Agustin. En la Iglesia griega se usa tambien ced, obispo de Chiapas, y el Illmo. Sr. D. Pedro en la cuaresma; y en el misal muzárabe tambien se Anselmo Sanchez de Tagle, de Michoacan, cuyas halla en el Oficio de Difuntos.-F. T. a. cartas y contestaciones que recibieron corren im

ALLENDE (D. IGNACIO): principal promove

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dor de la revolucion de 1810. Llamábase Ignacio, José de Jesus, Pedro Regalado, y nació en la villa de San Miguel el Grande, de la provincia de Guanajuato, el dia 20 de enero de 1779, siendo sus padres D. Domingo Narciso de Allende, español de regular fortuna, avecindado en aquella villa, y D. Mariana Uraga, de una de las familias principales de ella. Falleció su padre dejando en corta edad á D. Ignacio y á su hermano D. Domingo, quedando encargado de su educacion D. Domingo Berrio, español, el cual restableció la fortuna de la casa, que habia quedado en estado de quiebra, entregando por fruto de su laboriosidad y economía, al terminar la tutela, un caudal suficiente para vivir con decoro. D. Ignacio casó con una señora de la familia Fuentes, que murió poco tiempo despues, de quien no tuvo sucesion: era capitan en el regimiento provincial de caballería de la Reina, cuya ubicacion era San Miguel el Grande y pueblos jnmediatos, y estuvo con alguna fuerza de su cuerpo en el canton que se formó en San Luis Potosí á las órdenes del comandante de aquella brigada, entonces coronel, D. Félix María Calleja, con motivo de los movimientos promovidos en la frontera, por el aventurero Nolland, y despues concurrió con todo el cuerpo al que reunió en las Villas el virey Iturrigaray, asistiendo á los ejercicios y grandes evoluciones que bajo el mando de este virey se hicieron en las inmediaciones de Jalapa en enero de 1808, en las que se distinguió mereciendo los elogios del virey. Los sucesos de España de aquel año, dieron motivo á las primeras agitacio .nes de México, y fueron causa de la formacion de partidos entre europeos y americanos: los primeros ejecutaron la prision del virey, en 16 de setiembre del mismo año, á que se siguió la disolucion del canton y el regreso de los cuerpos provinciales á sus demarcaciones. Allende se manifestó desde entonces decidido por la independencia, que promovió con empeño en México, y con no menos calor en Querétaro y San Miguel, habiendo hecho adoptar sus principios al cura del pueblo inmediato de Dolores, D. Miguel Hidalgo, así como á los Aldamas y Abasolo, oficiales de sú regimiento, todos, escepto el cura, hijos de españoles y originarios de los lugares cercanos de Gordejuela y de Oquendo en Vizcaya y Alava. Allende, el mas activo de todos, hacia frecuentes viajes á Querétaro, que era el centro de la conspiracion que se tramaba, de la que tenia conocimiento el corregidor de aquella ciudad D. Miguel Dominguez, y en la que tomaba una parte muy activa la esposa del mismo corregidor, D. María Josefa Ortiz. Descubierta la conspiracion casi al mismo tiempo en Guanajuato por la de nuncia del sargento Garrido, y en Querétaro por la del capitan Arias, la esposa del corregidor dió aviso á Allende, el cual se hallaba á la sazon en Dolores hablando con el cura Hidalgo, sobre el partido que debian tomar por la noticia que ya tenian de la órden dada por el intendente de Guanajuato Riaño para su prision. Recibido el aviso de Querétaro, Hidalgo resolvió dar principio á la revolucion, poniendo en prision á los españoles euro

ALL

de

peos, confiscando sus bienes raices, y por estos me-
dios mover al pueblo en su favor. El levantamiento
se efectuó en Dolores el 16 de setiembre; aunque el
promovedor principal habia sido Allende, por con-
sideracion al cura Hidalgo, cedió á éste la direc-
cion de la empresa: marcharon juntos á San Mi-
guel, y al pasar por el Santuario, Hidalgo hizo
sacar de la sacristía un cuadro que estaba colgado
en ella de la Virgen de Guadalupe, que sirvió de
bandera en la revolucion, y el grito de guerra
ésta fué desde entonces, "Viva la Vírgen de Gua-
dalupe y mueran los cachupines;" nombre que se
daba á los españoles europeos. En San Miguel se
repitieron las mismas escenas que en Dolores; y en-
tre los europeos que perdieron sus bienes y fueron
puestos en prision, fué uno D. Domingo Berrio, de
quien hemos hablado arriba. Siguió Hidalgo en-
grosando su gente é invadiendo todas las poblacio-
nes del tránsito hasta Celaya, en donde entró el 21
de setiembre en compañía de Allende, Aldama y
demas jefes: en esta ciudad, habiéndose declarado
Hidalgo generalísimo de las tropas americanas, se
confirió á Allende el empleo de teniente general.
Por ese tiempo haciase mortal guerra á los prime-
ros caudillos de la independencia, y la cabeza de
nuestro D. Ignacio fué puesta á talla junto con las
de sus dos compañeros Hidalgo y Aldama.

Llegadas las tropas independientes á Celaya, todos creyeron que marcharian sin demora para la capital, como parece debian haberlo hecho para desorganizar al gobierno vireinal é impedir de esta manera que desplegase todos sus inmensos recursos para sofocar la revolucion; pero no fué así, retrocedieron las fuerzas para Guanajuato, comprendiendo que por entonces era muy difícil ocupar á Querétaro, á cuya ciudad se dirigian. En esa espedicion no vemos que tomase una parte muy activa Allende, y los escritores de la época solo refieren la osadía con que procuró impedir alguna parte de los desórdenes que allí se cometieron:

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Allende, dice el Sr. Alaman, quiso apartar al pueblo de las puertas de la tienda (de un tal Posadas), metiéndose entre la muchedumbre: el enlosado de la acera forma allí un declive bastante pendiente; y cubierto entonces con todo género de suciedades, estaba muy resbaladizo: Allende cayó con el caballo, y haciendo que éste se levantase, lleno de ira sacó la espada y empezó á dar con ella sobre la plebe, que huyó despavorida, habiendo quedado un hombre gravemente herido." Esto da á entender que el general de que hablamos no veia con indiferencia aquellos desórdenes que tanto mancharon la primera revolucion: tampoco se refiero cosa particular de Allende en la toma de Valladolid, sino únicamente que asistió á la misa solemne de accion de gracias en la Catedral, solo y sin Hidalgo, porque acaso ya habian comenzado las diferencias que estallaron despues entre ambos: igualmente se le vió allí oponerse al desórden, hasta hacer disparar un cañon sobre la muchedumbre atumultuada para saquear las casas de los españoles; y acaso entonces conoció que ya no era posible contener esos escesos. En la célebre batalla del

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