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do lejos, y el terreno por el cual debia pasar, era | San Juan, y colocaron en la mitad de su altura aldesigual, y montuoso: pero todos los obstáculos gunos cañones sostenidos por la infantería, á la que cedieron al celo activo del misionero, y á la indus- resguardaron con parapetos portátiles, triangulatria y fatiga de los indios. Hicieron pues un acue- res de madera. Seguia detras la primera línea de ducto de piedra y cal de treinta y dos millas de lar su caballería en ala de bastante frente por las grango, por causa de las vueltas que tuvo que dar en des distancias que tenian sus hileras, dejando de inlos montes (1). La mayor dificultad consistia en tervalo el camino que subia á la loma: cubrióle estres grandes barrancos ú hondonadas que se halla-te la segunda línea, que tambien era de caballería, ban en el camino. Superóse sin embargo por medio de tres puentes, el primero de cuarenta y siete arcos, el segundo de trece, y el tercero que es el mayor, y el mas admirable de sesenta y siete. El arco mayor que es el de en medio, situado en la mayor profundidad, tiene ciento diez piés geométricos de alto, y sesenta y uno de ancho, así que podria pasar por debajo un gran navío. Los otros sesenta y seis arcos, situados á una y otra parte de aquel, van disminuyendo por los dos lados, hasta llegar al borde del barranco, y poner el acueducto al nivel del terreno. Este gran puente tiene de largo tres mil ciento setenta y ocho piés geométricos. Cinco años se emplearon en su construccion, y diez y siete en la de todo el acueducto. No me parece importuna en mi historia la descripcion de esta soberbia fábrica; porque si bien fué emprendida por un español despues de la conquista, fué ejecutada por cempoaleses que sobrevinieron á la ruina de su imperio.

El ignorante autor des Recherches Philosophiques, niega á los mexicanos el conocimiento y el uso de la cal: pero consta por el testimonio de todos los historiadores de México, por la matrícula de los tributos, y sobre todo por los edificios antiguos que aun existen, que todas aquellas naciones hacian de la cal el mismo uso que los europeos. El vulgo de aquellos paises cree que los mexicanos mezclaban huevos con la cal para darle mas tenacidad: mas este es un error ocasionado por el color amarillento de las paredes antiguas. Consta igualmente por el dicho de los primeros historiadores, que tambien se servian de ladrillos cocidos, y que se vendian, como otras muhas cosas, en el mercado.

ACUITAPILCO: mineral del distrito de Tepic, partido de Ahuacatlan, departamento de Jalis co; está al E. S. E. de Tepic, á distancia de 14 leguas. Tiene un juez de paz y 643 habitantes dedicados á la labranza y al trabajo de minas.

y desde los costados de ésta á los de la primera, formaban otras dos líneas oblícuas, situando en su mayor altura un cuerpo de reserva, y á la falda de la derecha entre una pequeña cañada, otro grupo de caballería é infantería, mezclándose entre sí estas dos armas. Para no ser flanqueados por los costados, cortaron dos puentes que habia sobre el callejon, único camino que tenian los americanos á su derecha. Castillo procuró allanar estos obstáculos con vigas, y á merced de este arbitrio logró pasar el primer puente; pero al querer pasar el segundo, rompieron el fuego con dos cañones que avanzaron á un parapeto de madera que tenia ya colocado hacia la parte interior de una cerca de piedra que circunvalaba la misma loma: á pesar de esta resistencia, el paso se franqueó, avanzaron cuatro cañones sostenidos por la compañía de granaderos del batallon ligero de Cuautitlan, y otra de fusileros, para que cortasen á los americanos su retirada por su izquierda, ínterin el resto de la division española atacaba por el centro y derecha. En esta sazon la caballería de los españoles se vió tan cargada por los americanos, que comenzó á retirarse casi en fuga, dejando abandonadas las dos compañías de infantería de Cuautitlan, á que servian de apoyo; pero fueron reforzadas con el resto de dicho cuerpo. Los cuatro cañones se situaron al frente de los americanos, los granaderos de la columna protegidos de los dragones de México y un piquete de España, avanzaron á tomar la iz quierda de los americanos. Este movimiento se ejecntó con felicidad, á pesar de que tenia alguna fusilería detras de una cerca; así es que fueron sobrecogidos, flanqueados y puestos en desórden. El alcance fué estragoso, y su artillería, consistente en trece cañones, fué tomada.

ACULA (SAN PEDRO): pueblo del distrito de Cosamaloapan, en el estado de Veracruz, á 4 leACUITZIO (BATALLA DE 1811): el coronel rea-guas N. O. de su cabecera; temperamento caliente; lista D. Joaquin del Castillo Bustamante, salió sus producciones son maiz, caña y ganado mayor. con su ejército de Valladolid, el 6 de setiembre; los Poblacion, 571 personas.obstáculos que á la sazon presentaba la estacion de ACULCINGO (SAN JUAN BAUTISTA): pueblo aguas, le hicieron campar en una altura inmediata del canton de Orizaba, depart. de Veracruz, dista al pueblo de Santiago Undaméo, y aprovechándo- de la cabecera del canton 5 leguas: hay en él una se de la ventaja de aquella elevacion, formó la com- municipalidad, compuesta de un alcalde, su suplenbinacion de ataque para el dia siguiente. Los ame- te y un síndico. Colinda por el Norte con el ranricanos al mando de D. Manuel Muñiz, dejaron su cho de San Isidro, que dista 1 legua: por el Oriencampamento de Acuicho, se formaron en la loma de te con la hacienda de San Diego, de que solo le divide una cerca: por el Sur con el rancho de San Felipe, que dista 2 leguas; y por el Poniente con el rancho de Cerro-Gordo, que dista 2 leguas.

(1) Torquemada dice: el largo del acueducto era de 160,416 piés de marca, "que son, añade, mas de quince leguas;" pero si habla, como parece, de piés. geométricos, son solamente 32 millas, y 83 piés, ó poco mas de 11 leguas. Si hablase de piés toledanos seria algo menos, pues este es al geométrico, como 1240

á 1417.

APENDICE.TOмо I.

confin de una cañada entre el Sur y Poniente: hay Su temperamento es templado: está situado al á sus alrededores cinco ojos de agua, uno al Poniente, que corresponde á la hacienda dicha de San

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Diego, y los otros cuatro hacia el Sur, que le pertenecen, y con que riegan los vecinos sus siembras. Produce maiz, frijol, garbanzo, cebada, chile y toda clase de hortalizas. Su comercio es la venta de estos efectos y la compra de aguardiente y al gunos lienzos, y el de la arriería, pues pasa por medio de él el camino que de Orizaba va para Puebla,

Su poblacion.

HOMBRES. MUJERES. TOTAL.

83 330

Casados..

272

272

544

Viudos...

28

55

Solteros.

177

153

Párvulos

183

164

347

Total

660

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.....

En el año 1841 habo, segun los libros de su parroquia, 89 nacidos y 176 muertos.

Tiene una sola iglesia de mampostería algo arruinada, y una fábrica de aguardiente de caña.

Sus ganados consisten en 227 toros, 119 vacas, 35 caballos, 51 yeguas, 5 mulas y 257 burros de

carga.

En el tiempo de lluvias, sus ojos de agua se anmentan, y forman otros tantos arroyos que pasan por debajo de diez puentes, que hacen facil el camino nacional desde la hacienda de Tecamaluca hasta Puente-Colorado, distante de dicho pueblo 2 leguas, y término de sus linderos.

queña guarnicion á las órdenes de Rocha. El 1. de noviembre, dia de Todos Santos, salió Aguila de Iztapa, creyendo encontrarse con Morelos a cada paso, aunque sin noticia cierta de él: tampoco la tenia éste de aquel, y al amanecer del mismo dia emprendió tambien su movimiento. El terreno va subiendo gradualmente de Iztapa hasta las primeras cumbres, desde las cuales una bajada practicada con maestría y mucho costo, á espensas del consnlado de México, conduce por un suave descenso dando siete vueltas en el declive de la áspera montaña, al puente Colorado en que se separa el camino de Orizaba del que sigue á Tehuacan, que era el que Morelos iba á tomar. Aguila llegó hasta el puente sin encontrar al enemigo que buscaba, pero avisado que se descubria en lo alto de las segundas cumbres, á las que se sube por una cómoda cuesta, precipitándose luego la bajada hasta el. pueblecito de Aculcingo que les da su nombre, hizo avanzar sus fuerzas en dos columnas, la una compuesta de los batallones de Asturias y Guanajuato, por una garganta que corre a la izquierda, paralela al camino real, para caer sobre el costado derecho del enemigo, y la otra por la calzada del camino, haciendo que la tropa de marina se hiciese dueña de una loma que quedaba á la derecha. Morelos ocupaba en lo alto de las cumbres una ventajosa posicion, con su gente formada en batalla en dos liueas y la artillería enfilando el camino real, con la que rompió el fuego luego que Aguila con su columna se puso á su alcance. Este sin esperar a la columna de la izquierda, hizo que su caballería, sostenida por los granaderos cargase al enemigo: llegó entre tanto aquella, y los insurgentes abandonando su primera linea y la artilleria que en ella tenian, se replegaren sobre la segunda. En esta la accion fué mas reñida: los dragones de México tuvieron que cejar, y al teniente coronel Moran que los mandaba le mataron el caballo y lo mismo aconteció á D. Manuel Flon, hijo del conde de la Cadena, que iba al freute de un escuadron de Puebla. Mientras esto pasaba en las Cumbres, las mulas cargadas con tabaco, los soldados dispersos que haACULCINGO (BATALLA DE). 1812: por gran- bian tomado cantidad de éste en el saqueo de los de que fuese la diligencia de Morelos, no pudo evi- almacenes, y la multitud de mujeres y allegadizos tar á su regreso el encuentro con las tropas realis- que acompañaban á la tropa, que tambien iban cartas. Agnila al primer aviso del movimiento de aquel gados de él, escapaban á la deshilada hacia Tebuasobre Orizaba, se puso en marcha con una fuerza can por caminos de travesía. Hizo lo mismo Mode 1250 hombres de Marina, Granaderos, Astu- relos y su tropa, cuando forzados en la segunda lírias y Guanajuato de infantería, y dragones de Mé-nea tuvieron que huir, habiendo señalado por punto xico; Puebla y San Luis de caballería con tres pie-de reunion el pueblo de Chapulco, camino de Tehuazas de artillería, y el comandante general de Pae- can. Galiana cuyo caballo habia muerto, se vió bla Llano, dispuso siguiesen á reforzarlo el ba- en gran riesgo de ser cogido por los realistas, y tallon de Zamora mandado por Bracho, ciento cin-salvó la vida ocultándose en el hueco de un troncuenta dragones de España y otras tres piezas, co de alcornoque. Túvosele por muerto y por tal quedando en Tepeaca Rivas con 300 hombres palo dió Aguila en su parte, y Morelos lo creyó tamra conservar abiertas las comunicaciones: todo bien, hasta que lo vió volver el dia siguiente. lo cual prueba cuán respetable se habia hecho Morelos, segun la relacion que de esta accion hiMorelos, pues para ir en su busca se creian nece- zo en las declaraciones de su cause, no tenia en ella sarias tantas fuerzas y obrar con tantas precaucio- mas que ochocientos hombres, de los cuales perdió nes. Aguila forzando las marchas llegó á la caña- unos cuarenta, su artilleria, que consistia en siete da de Iztapa el 31 de octubre, en cuyo dia salió piezas de fábrica del rey y cuatro de las de los inMorelos de Orizaba, dejando en la villa una pe-surgentes, algunas municiones y útiles de zapa y

Son sus caminos: el nacional de Orizaba, como ya se ha dicho, para la capital del estado de Puebla: otro al Sur nombrado la cañada de Rojas, que va al pueblo de Chapulco y cindad de Tehuacan; otro al Oriente, que introduciéndose en la cañada de Acatla, va á los ranchos de San Felipe de las Lagunas, y pueblos de San Bernardino y Santa Catarina; y otro al Norte que se dirige al rancho de San Isidro y pueblos de Santa María Aquila y San Pedro Maltrata.

pocos fusiles. Los realistas eran en mayor número; | coyote, el gato montés, el venado, la liebre, el cosu pérdida se redujo á siete muertos y veinticinco nejo y toda clase de aves. heridos, contándose entre estos de gravedad, el capitan de granaderos de Asturias D. Miguel Me-maño es de cinco cuartas; es venenosa.

- nendez, que mandaba el cuerpo. Aguila en su parte á Llano, presenta la accion como una derrota completa de Morelos: aun corrió la voz de que éste habia sido herido y Arroyo muerto, pero en realidad el suceso no fué de grande importancia, habiendo recogido el dia siguiente Morelos quinientos de los dispersos, con los que entró en buen órden en Tehuacan, salvando casi todos los fusiles, que era lo que mas le interesaba. Con dos ó tres horas mas de retardo en la llegada de Aguila, Morelos habria logrado todo el fruto que de su espedicion á Orizaba se habia propuesto, pues habria ocupado el puente Colorado y tomado el camino real de Tehuacan, ántes que aquel hubiese traspuesto las primeras cumbres. Tambien hubiera podido evitar el encuentro con Aguila, tomando desde Orizaba el camino de Zougolica: pero quizá no lo hizo la dificultad de conducir por él la artillería, que ha bria sido menester arrastrar á brazo, lo que para él no era gran obstáculo, contando en todas partes con los indios; mas acaso no creyó probable que Agnila llegase tan presto."

por

ACULCO: juzgado de paz del part. de Jilotepec, depart. de México.-Tierras.-Su calidad y producciones.-La parte mayor de las tierras de la comprension de este juzgado de paz, son útiles para la agricultura por su fertilidad, y en ellas se cultiva maiz, frijol, haba, trigo, cebada y alverjon: de la primera semilla se cosechan de sesenta a cien cargas por cada una de sembradura, y de las otras de quince á veinte.

Montañas,-No ofrecen particularidad que merezca atencion.

Maderas.-Abundan las de ocote, encino de varias clases, madroño, sauz, ailes y otros árboles de menos importancia.

Caminos. Se hallan medianamente atendidos los interiores de comunicacion entre los pueblos del juzgado, á mas de los cuatro generales que lo atraviesan.

Reptiles.-Víbora parda ó blanca: su mayor ta

Víboras de diversas especies, pero cuyo veneno no es mortal.

Escorpiones, lagartijos, lagartijas, sapos y camaleones.

tizos, cochinitas, arañas diversas, moscos, moscas, Insectos. Alacranes, tarántulas, pinacates, meschinches, grillos, chapulines y hormigas prietas y mayates, mariposas, hormigas, cucarachas, pulgas,

coloradas.

Medios comunes de subsistencia-Casi esclusiva

mente la agricultura y la cria de ganado, pues es muy reducido en Aculco el número de los arte

sanos.

Alimentos comunes.-Carnes de vaca y carnero, frijol, alverjon, chile tortillas.

y

Bebidas. Pulque tlachique, y con escero el aguardiente de caña y vino mezcal.

Enfermedades endémicas.-Reumatismo, inflamaciones de estómago, disenteria y punzadas de ca

beza.

Idiomas.-El castellano y othomí.

ACULCO (BATALLA DE): el brigadier insurgente Sanchez tomó partido por la revolucion en la hacienda de San Nicolas, una de las mayores de los agustinos de Michoacan; con la gente del campo y la que en los pueblos pudo reunir, se apoderó de San Juan del Rio, donde arrestó al oidor D. Juan Collado que venia de Querétaro a México, y unido en seguida con D. Julian Villagran, capitan de las milicias de Huichapan del batallon de Tula, se acercó á Querétaro con intento de apoderarse de ella. Mandaba en la plaza García Revollo, y la guarnicion se componia de alguna tropa de Celaya, un batallon urbano, voluntarios españoles artilleros y pocos dragones de Sierra Gorda. A pesar de ser pequeña esta fuerza, la de Sanchez, tampoco muy crecida, y compuesta de indios armados de hondas con unas quince escopetas por total de armas de fuego, fué destrozada el 30 de octubre al acercarse á combatir los parapetos construidos en el punto de la Cruz, huyendo en desórden. Sanchez fué muerto pocos dias despues á lanzadas por Villagran en la casa del cura de Alfajayucan; y si bien su ataque no produjo buen efecto, dió por resultado, que réceloso Revollo de que los contrarios fueran muchos, pidiera con instancia socorros á los realistas. Calleja habia salido de Dolores el 29 de octubre de 1810, con direccion á Toluca por Celaya y Acámbaro, conformándose á las órdenes de Venegas, que lo llamaba en auxilio de la capital; pero urgido por los repetidos avisos de Revollo, varió de rumbo, y adelantando una partida de mil trescientos caballos al mando de D. Manuel Pastor, se dirigió con todo el ejército á Querétaro. Pastor entró en la ciudad al dia siguiente de la accion, y Calleja el 1.o de noviembre. Huidos los insurgentes no habia para que Aves.-Gallinas, palomas y guajolotes. permanecer allí; y como México reclamaba toda Salvajes.-En las montañas se halla el lobo, el atencion, á pesar de estar las tropas cansadas, el

Aguas. En el pueblo de Aculco se hallan dos manantiales de agua potable; los demas no merecen tal nombre por la escasez de sus aguas.

Rios. Atraviesa este territorio y nace de la presa el llamado de Guapango. Aunque hay otros que se forman de las avenidas en la estacion de lluvias, pero en la seca son muy escasos de agua.

Puentes.-Solo hay uno en la hacienda de Arroyozarco, y se conserva en buen estado.

Cavernas. Hay varias en las montañas al Norte de Aculco, que hasta ahora no se han exami nado.

Animales domésticos. Se hace cria de ganado vacuno, caballar, mular, lanar y de cerda. Parte de él se consume en los pueblos que corresponden á este juzgado, y el resto se conduce para su espendio á la capital de la república.

3 emprendieron de nuevo la marcha, viniendo á pernoctar en la Estancia,

| nuidą en mas de la mitad; sin embargo, recibió algunas partidas de refuerzo con alguna artillería, el Lic. Aldama se le reunió en Aculco con gente de San Miguel, y todo reunido daba un total de mas de cuarenta mil hombres, con doce cañones, Sien

El 4 llegó Calleja á San Juan del Rio, é hizo publicar á nombre del virey un bando con cuatro artículos: 1. Se perdona á los habitantes que han tomado parte en la revuelta, "con tal de que entre-do inevitable la batalla, se escogió para darla la loguen ó delaten inmediatamente á aquellos que se ma casi rectangular, que desde el pueblo se estienhayan declarado principales cabecillas y hayan coo- de hasta el cerro de Aculco, alto, aislado y cercano perado á fomentar y propagar la insurreccion: "2. á los montes espesos de la Sierra. La loma domina En el término de seis horas traerán todos á la ca- el pueblo y la campiña; tiene á la espalda el camisa de mi alojamiento, cuantas armas de fuego y no para Santa María Ámealco, dicho de la sierra, blancas, inclusos machetes y cuchillos, existieren y al pié del cerro otro camino que se dirige á la en su poder, así como la pólvora y demas municio- misma poblacion de Amealco: al Orjente y al Nornes de guerra que tuvieren, en el concepto de que te, cortando la vía de Arroyozarco, defiende la alal que las ocultare, ó no delatare á los que las man- tura un arroyo y una barranca bastante difíciles; tuvieren en su poder, serán tratados y castigados la meseta por el lado menor, de unas cuatrocientas como cómplices en la insurreccion. El subdelegado varas, termina en la montaña, y por el mayor de del partido cuidará de recoger las armas y muni-mil quinientas varas, principio de la sierra, es una ciones que hubiere en los demas pueblos y ranchos falda suave en el comienzo, empezando á ser escade la jurisdiccion, con responsabilidad de las resul brosa á una media legua. Los insurgentes, apoyantas: "3. El subdelegado, los justicias y los gober-do su derecha en el pueblo y su izquierda en el cernadores, no permitiran á nadie salga de su pueblo ro, se formaron en dos líneas, siguiendo el frente sin permiso; prohibirán toda junta que pase de tres para el camino que traían sus contrarios, y entre personas; cuidarán de la tranquilidad, y vigilarán ellas colocaron una figura oblonga de gente, defenbajo su responsabilidad, de los pasquines y de las diendo los bordes de la loma con la artillería: á la Conversaciones sediciosas: "4. Los habitantes de retaguardia quedaba una reserva, compuesta la maeste pueblo y su jurisdiccion tendrán entendido que yor parte de caballería, y de la altura á la poblatoda la piedad que han encontrado ahora en las cion iba, ademas, otra línea de batalla. tropas del rey, se convertirá en rigor si volviesen á delinquir, pues si justificase que toman las armas ó favorecen de algun modo á los insurgentes siguiendo su partido, y no hicieren lo que esté de su parte para la defensa del pueblo y de los derechos de su legítimo soberano, serán tratados sin conmiseracion alguna, pasados á cuchillo, y el pueblo reducido á cenizas (1)." Prosiguió Calleja el 5 á San Antonio, y el 6 por la mañana sus avanzadas dieron en la hacienda de Arroyozarco con una partida de insurgentes, con los cuales hubo un pequeño tiroteo. Por los prisioneros, y por las noticias da das por Emparan, que con mil doscientos caballos y dos piezas ligeras se adelantó por aquel rumbo, se supo de positivo que el ejército de Hidalgo estaba en el pueblo cercano de San Gerónimo Aculco. Reconocida la posicion por los espías y por el general español en persona, los realistas vinieron á acampar à dos leguas de sus enemigos.

Al nacer la aurora del dia 7 de noviembre, los realistas se pusieron en marcha de su campamento, formados en cinco columnas. La de la derecha estaba compuesta del regimiento de dragones de México, dos escuadrones del de San Luis, un piquete del de Querétaro, cuatro escuadrones de lanceros con dos cañones de artillería de á caballo, á las órdenes de D. Miguel Emparan; la de la izquierda la formaban tres escuadrones de provinciales de Puebla y el cuerpo de caballería de frontera de la Colonia, al mando del coronel D. Manuel Espinosa; y las tres del centro los dos batallones de alta fuerza de la columna de granaderos provinciales y el regimiento de la Corona, con dos cañones cada una, mandadas por sus jefes, coronel D. José María Jalon, teniente coronel D. Joaquin del Castillo y Bustamante, y coronel D. Nicolas Iberri: quedaba á retaguardia el regimiento de dragones de San Cárlos, con el sargento mayor de Puebla, D. MiDe Ixtlahuaca Hidalgo tomó el camino para guel del Campo; formaban la primera línea de reQuerétaro, pensando en apoderarse de la plaza serva un escuadron de dragones de España, dos de abandonada por Flon; sabia que este jefe se habia los de San Luis y uno de Puebla, con el teniente reunido con Calleja, y que todo el ejército marcha coronel D. José María Tovar; y la segunda seisba á la capital, mas ignoraba el rumbo que traía cientos lanceros, mandados por D. Pedro Meneso: y las operaciones que habia ejecutado, de manera las tropas ligeras, que eran ciento veinte hombres que cuando los dispersos de Arroyozarco le comu- de los patriotas de Potosí, cuarenta y ocho grananicaron la presencia de los realistas, quedó tan sor- deros, igual número de infantes de la Corona y una prendido como el general español: se encontraron compañía de escopeteros á caballo del cuerpo de ambos ejércitos sin buscarse; vinieron á las manos frontera, iban derramados en tiradores al frente, porque la ocasion se presentó. Un gran número de sosteniendo la caballería de la derecha: los ran indios se quedaron desbandados en el camino, cal-chos y bagajes se quedaron en el lugar donde se culandose que la fuerza de Hidalgo estaba dismi

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habia pernoctado. En esta formacion anduvo el ejército hasta ponerse á tiro de la artillería insurgente; entonces, la caballería de la izquierda y los voluntarios europeos que ocupaban unas lomas ten

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á los fugitivos hasta donde lo permitió el terreno, siendo el primero el conde de San Mateo Valparaiso con sus lanceros del Jaral.

didas frente al pueblo, recibieron la órden de simular un ataque contra Aculco, para llamar la atencion; las columnas formaron en batalla, para disminuir así los efectos del fuego enemigo, la línea Los realistas recobraron los dos cañones y el carse estendió hácia la derecha, y los dragones de aquel ro de municiones perdidos por Trujillo en las Cruflanco tomaron la eminencia conocida con el nom-ces, y se apoderaron ademas de ocho piezas de á bre de la Presa de Arroyozarco, amenazando en- cuatro, una de á ocho sin cureña que se quedó en volver la izquierda contraria y cortar la retirada. el campo embalada y desmuñonada, otra de irreguLos independientes rompieron el fuego con sus ca- lar calibre, otra pequeña de dos ruedas, ciento vein. ñones; pero muy mal servidos, las punterías dema- te cajones de pólvora, cuarenta cartuchos de bala siado altas no causaban estrago y no contuvieron y metralla, tres cajones de municiones, cincuenta ni un momento el avance de los realistas. Estos lo- balas de fierro tomadas en el monte de las Cruces graron ponerse bajo los fuegos, y formando de nuevo de las seis mil remitidas de Manila el año de 1809, la infantería en tres columnas de ataque, atravesa- diez racimos de metralla, dos banderas del regiron la barranca y el arroyo, treparon á la loma sos- miento de Celaya, una del de Valladolid y cuatro tenidos por su artillería, y vinieron á formarse en peculiares de los insurgentes, diez cajas de guerra, la cima. Todas estas maniobras, ejecutadas al son un carro de víveres, mil doscientas cincuenta reses, de los instrumentos bélicos, con la gravedad y ór mil seiscientos carneros, doscientos caballos y muden de una parada, asombraron á los paisanos in- las, diez y seis coches, trece mil quinientos cincuendisciplinados de Hidalgo, que gozaban de aquel ta pesos, un cajon de cigarros, varias piezas de plata, espectáculo por la primera vez, recordaron allí el porcion de fusiles, seis cajones de zapatos, equipadaño recibido en las Cruces, y se desbandaron sin jes, ropa, papeles, seiscientos prisioneros, entre ellos, combatir, abandonando cuanto tenian, y con tanta veintiseis soldados de varios cuerpos, el Dr. D. Joprisa, que al desplegar en batalla el primer batallon sé María Gastañeta y Escalada, Br. D. José Made granaderos, primero que llegó á la cumbre de la riano Abad y Cuadra, Fr. José María Esquerro loma defendida, no encontró enemigo alguno con (agustino), Fr. Manuel Orozco (franciscano), D. quien pelear. No habia habido combate; poseidos José Fulgencio Rosales, teniente de Celaya, y code pánico terror, los independientes se dicrou á huir ronel de insurgentes, D. José Antonio Valenzuela, sin afrontar el peligro (1). La caballería persiguió D. José Mariano Galvan, y ocho muchachas de buen parecer, que Calleja llama el serrallo de los insurgentes (1). Quedaron libres los coroneles conde de Casa Rul y García Conde, y el intendente de

(1) Detal de la batalla, dado por Calleja, é inserto en el núm. 137 de la Gaceta. En la pág. 969, dice: "La pérdida de los enemigos escede ciertamente de diez mil hombres, entre muertos, heridos y prisioneros: segun las noticias mas exactas que se me han comunicado posteriores á la accion, pasa de cinco mil el número de los tendidos en el campo; y si á éste se agrega el de los heridos y estraviados que habrán perecido en las barrancas, y el de cerca de seiscientos prisioneros que se hicieron en la accion, y cuyo pormenor manifiesta la relacion núm. 2, asciende su pérdida á un número exorbitante, que habria sido mayor si las dos columnas de caballería que destiné á cortarles la retirada hubieran tenido facilidad de pasar, &c.

El mismo Calleja, en la introduccion al bando que publicó en San Juan del Rio el 9 de noviembre, es decir, dos dias despues del encuentro, asienta:-" El ejército de los rebeldes, capitaneados por los traidores | Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo y otros, ha sido derrotado enteramente el dia 7 por las armas del rey que están á mis órdenes, en las inmediaciones del pueblo de Aculco: toda su artillería, bagajes y municiones ha caido en mi poder; su pérdida escede de tres mil hombres entre muertos y heridos, y sus restos vagan fugitivos por los montes.' (Gaceta núm. 134, página 947.)

Puesta primera en tres mil la pérdida de los insurgentes, y en seguida en diez mil, segun el parte del justicia de Aculco, fechado el 15 de noviembre de 1810. (Bustamante, tomo I, pág. 93.) "El número de muertos que hubo en la batalla de este campo de Aculco, inclusive los de Arroyozarco, son ochenta y cinco, y nada mas: los heridos fueron cincuenta y tres, de estos han muerto diez: entre ellos no parece el comandante de artillería, que por V. S. se me encarga, y solo uno de los heridos dice que dicho comandante artillero se pasó al regimiento de V. S."

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Las pomposas exageraciones del gobierno quedaron, pues, reducidas á bien poca cosa. Estas exageraciones (dice Alaman, tomo I, pág. 496) fueron tales en el progreso de la guerra, que habiendo un curioso resumido en un estado el número de muertos que referian los partes de los jefes realistas, resultaba una cantidad tal, que á ser cierta, la poblacion hubiera disminuido de una manera notable. El redactor de este resúmen se dice que fué reprendido y aun castigado por haberlo formado." Añade el mismo Sr. Alaman en nota: "No es esto inverosímil, pues el conde de Valenciana fué reprendido, segun él mismo me dijo, por que no creia las Gacetas.

En cuanto á la pérdida de los realistas, Calleja, que estaba para equivocarse, asienta en el parte inserto en el núm. 132 de la Gaceta, que consistió en un muerto y dos heridos, rebajando en el detal á un muerto y un herido. Tal vez sean verdaderos estos números y no haya ocultacion, supuestas las malas punterías de los insurgentes y que no hicieron cara; mas tambien en rebajar las pérdidas habia furibundas exageraciones. Mientras se contaba alegremente, en cualesquiera escaramuza, que el campo habia quedado cubierto de insurgentes, las tropas reales no habian tenido mas de un, herido, algun contuso de una pedrada. Esto hacia reir mucho á un anciano prebendado de Puebla, á quien conocí, y quien. cuando estaba para burlas, contaba con la mayor seriedad haber leido en la Gaceta que, llevado de un cañonazo medio caballo con la mitad de su ginete, las otras dos mitades siguieron combatiendo briosamente hasta poner en fuga á los contrarios: en esa batalla hubo de pérdida, segun el parte, medio hombre y medio caballo.

[1] Bustamante, t. 1, pág. 92.

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