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Pero me dirá V. E., si este poder conservador ya no existe, ¿cómo podré valerme de él? A lo que respondo, que V. E. mismo á los cuatro dias de haber publicado las bases del plan de Tacubaya lo restableció, pues sabiendo que se acababa de pronunciar el pueblo de Mé xico por la federacion, excitó á dicho poder á que restableciese el órden constitucional segun su institucion, y le ofreció auxiliar sua providencias con su ejército, lo que quiere decir que reconoció su existencia de derecho. ¿Cómo podria pedírsele auxilio á una corporacion que no existia? De hecho lo ha desconocido V. E., y de hecho debe reconocerlo, porque lo que se destruye por hechos, por hechos se repone y reedifica, así como el Sr. Iturbide repuso en 7 de marzo de 1823 el mismo número congreso que acababa de disolver en 30 de octubre del año anterior. Así se obra cuando lo demanda la salud de la patria que es la suprema ley de toda sociedad; solo los decretos de Dios son irrevocables, y sin embargo su magestad los revoca cuando son condicionados como revocó el de la ruina de Ninive porque los ninivitas hicieron penitencia oyendo la predicacion de Jonás. V. E. no debe avergonzarse de obrar bien, ni detenerse por consideraciones de un pundonor mal entendido que debe ceder á la justicia.

He presentado á V. E. la única medida salvadora de la nacion en la peligrosa crisis en que se halla, y por la que saldria airoso en la grande empresa que ha acometido.... Despues le presento otra moral contraida al restablecimiento de la Compañía de Jesus para instruccion de nuestra juventud y propagacion del Evangelio en las naciones bárbaras limítrofes, con las que jamas tendremos paz mientras no estén convertidas al cristianismo." * Al concluir esta sesion, que fué bien larga y secreta, me suplicó el Sr. Santa-Anna con repeticion hiciese entender á toda clase de personas que él no conspiraba contra la Iglesia ni contra sus ministros y bienes, ni durante su gobierno habria tolerancia de cultos; procuré corresponder á este encargo; pero la protesta no fué creida principalmente por los eclesiásticos, porque á la sazon se le estrechaba al clero por cincuenta mil pesos que se estaban reuniendo con sumo trabajo, pues las sangrías habian menudeado desde la consolidacion, y este cuerpo iba quedando exangüe, y al paso que caminaban las urgencias se veria

Esta pretension mia fué otorgada por decreto de 13 de junio de 1843, el que le hace honor al Sr. Santa Ana, aunque tal concesion está demasiado mezquina casi inútil: he trabajado muchísimo para conseguirlo y sido el objeto del sarcasino y burla do los encuigos da este órden religioso. (Véase la carta nona)

muerto y sepultado, y sin esperanzas de recobrarse. Posteriores exacciones y préstamo forzoso hicieron ver la exactitud de estos temores. Finalmente, para fundarme la esperanza de que su gobierno marchaba bien, me aseguró haber recibido noticia de que Tabasco se habia sometido á México, la cual se anunció en la tarde de aquel dia (4 de noviembre) con repique de campanas y salva de artillería, y que iba á mandar de comisionado á Yucatan al Lic. D. Andrés Quintana Roo; del modo con que este caballero se condujo y resultados que tuvo su comision, á que se prestó gustoso por hacer un servicio importante á su patria, hablaré en otra carta, y no nos faltará materia abundante sobre ella. Como en aquellos dias estaban justamente alebrestados los mexicanos, se aumentaron sus temores sabiendo que el ministro de relaciones pidió al oficial que corre con el libro de los pasaportes le diese algunos de estos; respondióle que para entregarlos y cubrir su responsabilidad necesitaba saber los nombres de los sugetos y su numeracion.... Ponga V., le dijo, ésta en el libro, y tambien ponga una nota de que yo dé entregar, y démelos en blanco....

los man

DERROTA DE LOS TEJANOS EN NUEVO-MEXICO.

En la tarde del 15 de noviembre se anunció con dianas, salvas de artillería y repique à vuelo de campanas la noticia de la derrota de los aventureros tejanos que avanzaban sobre Nuevo-México. El parte que se dió entónces al gobierno fué del comandante de Chihuahua García Conde; pero remitiéndose á la relacion que le hizo el teniente de ejército D. Teodosio Quintana, sin tener comunicacion oficial ni pasaporte del general Armijo. Dijo que conducia prisioneros al general Tejano Mac-Leod, tres capitanes, un doctor, dos mozos de su servicio y al mexicano D. Antonio Navarro. De esta campaña he dado una relacion muy exacta en la carta X del tomo 2o del Gabinete Mexicano que podrá V. leer.

En estos dias salió del ministerio de relaciones D. Manuel Gomez Pedraza. Atribuyóse la causa de su separacion á una pequeña cosa, y fué que Pedraza le mudó el nombre de Diario á este periódico sustituyéndolo con el de Fanal; pero sin consultar con Santa-Anna este ligero é insignificante cambiamento. No era posible que marchasen acordes hombres de diversos y opuestos caracteres y principios. Ocupó su puesto el Sr. D. José María de Bocanegra, hombre

brá por causa de las elecciones, resucitarán pretensiones á favor de la federacion [1] que es un gran mal como lo tiene acreditado la esperiencia: se disputará la eleccion de la presidencia, se apelará á las armas como en el año de 1827, se derramará mucha sangre, y sepa Dios por quien quedará el triunfo. Entre tanto nos destruimos, las potencias extrangeras disponen una invasion, nos cojen disminuidos en número, divididos y débiles, y cantan la victoria sobre nuestros escombros, sin que les falte un achaque para intervenir en nuestras querellas, principalmente por causa de asegurar sus intereses y caucionar la deuda enorme que hemos contraido con ellas, y que se ha invertido en pitos y flautas.... La nacion que ha declarado la guerra al emperador de la China, tan solo porque como padre comun de sus pueblos ha procurado impedir que se envenene con el opio, es capaz de esto y mucho mas. Repito que si se adopta la medida tomada que acabo de indicar, la nacion verá en V. E. un verdadero protector de su libertad, no se acordará mas de lo que ha pasado, sino para bendecirlo; pero si se quiere adoptar otra que siquiera huela á militar, adios nacion, se disolvió en facciones, se perdió para siempre; pasó á ser colonia extrangera, y acaso los nietos de V. E. vendrán á ser terrangueros ó gañanes de sus haciendas. Divide y mandarás, dice un adagio político, y á eso es á lo que han tirado los extrangeros; ya lo vé V. E. comprobado con lo ocurrido en Tejas, y á lo que se dirigen las espediciones de los aventureros sobre Nuevo-México y Californias; algo mas añado, y es que esta misma idea se generalizará en toda nuestra república. Desengañese V. E., ya no es posible volver atras, se ha avanzado mucho para adelante, los pueblos se han saboreado con su libertad y con su magia: la han gozado en 10 años en que han existido los congresos de los estados, y estas bellas teorías, ó si quiere llamarse ideologías y quimeras, van en verdadero progreso. Los hombres se alimentan con quimeras é ilusiones: Epitecto fué libre aunque lo agobiaba una corma en el cuello, y gemia entre cadenas' fuéronlo tambien Bruto y Caton en medio de las legiones de César En hora buena adoptese mucho del antiguo régimen como la organi

Esta prediccion se cumplió al pié de la letra; la comision de la constitucion se mostró adicta á la federacion; y no hubo lugar á votar por la oposicion del go` bierno; se abrió nuevo dictámen, parecieron al gobierno y sus adictos, abanzadas las opiniones de algunos diputados, y se suscitó una faccion militar que destruyó al congreso con escandalo, su 19 de diciembre de 1842.

zacion de la hacienda; pero hágase esto con prudencia y sobriedad: ni todo nuevo, ni todo viejo; acaso parecerá ridículo y estravagante mi consejo; ¡ojalá que una esperiencia funesta no muestre su exactitud! Yo me atrevo á vaticinarle, que los que hoy tiene por enemigos (que son muchos) se tornarian en sus amigos y panegiristas. Si V. E. presenta á la nacion el prográma de operaciones que medita fundado en esta basa, en el momento le restituye la confianza que ha desaparecido, la nacion contará con garantías que hoy no tiene, y toda clase de gente, se tendrá por dichosa. Las providencias que hasta aquí ha dictado aunque en sí sean buenas, empero son aisladas, no forman sistema, son providencias de circunstancias que no dan una marcha segura á la nacion, y se hace indispensable volver al órden constitucional, y causan temores. Acuérdese V. E. que en el año de 1823, necesitó el Sr. Iturbide restablecer el mismo congreso que acababa de destruir, y tema no le suceda ahora lo mismo, porque iguales causas siempre producen iguales efectos, en iguales circunstancias. Aquella restitucion hecha muy á su pesar, lo desprestigió y fué el principio de su ruina, pues acredito que no obraba por principios fijos. El que gobierna siempre debe marchar sobre los pasos de la historia,, y de la historia de su pais. Tenga V. E. por peligroso y muy espuesto, todo el tiempo que tarde en dar á la nacion una constitucion. Si ha de reformar la de 1836 en que está de acuerdo toda la América, ya las reformas están indicadas. Si trata de que se le hagan otras nuevas, necesita lo menos un año, y tanto mas cuanto que las juntas departamentales en gran parte están hoy disueltas. ¿Y qué cosas no podrán suceder en tan largo espacio de tiempo, y en un suelo volcanizado? Me horrorizo al contemplarlo.... Hasta los turcos tienen hoy una constitucion liberal, cuanto lo permite el islamismo que profesan. Este es el espíritu del siglo: los hombres hoy, quieren ser gobernados por principios fijos, y no á la ventura: conocen su dignidad y derechos, y no quieren vivir á voluntad de un feroz Rabadan que los mande á latigazos.

V. E. conocerá la sinceridad y buena fé con que le presento esta esposicion cuando entienda que si la adoptase, yo tendria infinito que trabajar en el poder conservador donde todo se discute y examina hasta los ápices, me echaria una carga de infinito peso, superior á mis fuerzas; tendria muchas desazones; pero cuando se trata de servir á la patria no rehuso ningun trabajo ni fatiga hasta morir si es necesario, por ella.

Pero me dirá V. E., si este poder conservador ya no existe, ¿cómo podré valerme de él? A lo que respondo, que V. E. mismo á los cuatro dias de haber publicado las bases del plan de Tacubaya lo restableció, pues sabiendo que se acababa de pronunciar el pueblo de Mé. xico por la federacion, excitó á dicho poder á que restableciese el órden constitucional segun su institucion, y le ofreció auxiliar sus providencias con su ejército, lo que quiere decir que reconoció su existencia de derecho. ¿Cómo podria pedírsele auxilio á una corporacion que no existia? De hecho lo ha desconocido V. E., y de hecho debe reconocerlo, porque lo que se destruye por hechos, por hechos se repone y reedifica, así como el Sr. Iturbide repuso en 7 de marzo de 1823 el mismo número congreso que acababa de disolver en 30 de octubre del año anterior. Así se obra cuando lo demanda la salud de la patria que es la suprema ley de toda sociedad; solo los decretos de Dios son irrevocables, y sin embargo su magestad los revoca cuando son condicionados como revocó el de la ruina de Ninive porque los ninivitas hicieron penitencia oyendo la predicacion de Jonás. V. E. no debe avergonzarse de obrar bien, ni detenerse por consideraciones de un pundonor mal entendido que debe ceder á la justicia.

He presentado á V. E. la única medida salvadora de la nacion en la peligrosa crisis en que se halla, y por la que saldria airoso en la grande empresa que ha acometido.... Despues le presento otra moral contraida al restablecimiento de la Compañía de Jesus para instruccion de nuestra juventud y propagacion del Evangelio en las naciones bárbaras limítrofes, con las que jamas tendremos paz mientras no estén convertidas al cristianismo." * Al concluir esta sesion, que fué bien larga y secreta, me suplicó el Sr. Santa-Anna con repeticion hiciese entender á toda clase de personas que él no conspiraba contra la Iglesia ni contra sus ministros y bienes, ni durante su gobierno habria tolerancia de cultos; procuré corresponder á este encargo; pero la protesta no fué creida principalmente por los eclesiásticos, porque á la sazon se le estrechaba al clero por cincuenta mil pesos que se estaban reuniendo con sumo trabajo, pues las sangrías habian menudeado desde la consolidacion, y este cuerpo iba quedando exangüe, y al paso que caminaban las urgencias se veria

Esta pretension mia fué otorgada por decreto de 13 de junio de 1843, el que le hace honor al Sr. Santa. Ana, aunque tal concesion está demasiado mezquina y casi inútil: he trabajado muchísimo para conseguirlo y sido el objeto de! sarcasino y burla do los enemigos da este órden religioso. (Véase la curta nona)

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