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1a Sobre formacion de aranceles de entierros que deberian fijarse en los campos santos y curatos, á vista del pueblo, y cuales derechos de sepultura deberán pagarse.

2a Creacion de cementerios donde no los haya.

3 Revision de comedias, pues algunas de las que se han presentado son malas, y hoy los teatros son escuelas de inmoralidad. Se autoriza al prefecto para que nombre censores, y tambien para que termine las diferencias de los cómicos, que por lo comun andan á matarse *.

Se les quita el conocimiento de los teatros á los regidores, pues que declarándose á la vez parciales de los farsantes, han autorizado los desórdenes en vez de corregirlos. Finalmente, se les faculta para que puedan imponer multas hasta la cantidad de cincuenta pesos.

ocupa

En el Diario de 31 de agosto, número 2226, se anunció la cion de Soconusco por nuestras tropas. Así era de esperar, pues por parte de Guatemala no habia resistencia; pero no que se dijese que aquel territorio se habia incorporado motu propio y con deliberada voluntad. Se levantó una acta en que se espresó esta circunstancia. La Gaceta de Guatemala, único órgano por donde hasta ahora han resonado las quejas contra esta ocupacion, no ha cesado de hacer inculpaciones á nuestro gobierno, y la justicia de éste se ha procurado mostrar por un folleto escrito por el Lic. D. Manuel Larrainzar, diputado al congreso de México por Chiapas, en que se muestra muy instruido de todas las ocurrencias habidas antes de la ocupacion de dicho territorio, y la verdadera y sincera voluntad con que los chiapanecos se agregaron á México. Es probable que Guatemala procure responder á este impreso, y con la lectura de ambas piezas, estará el público en disposicion de juzgar con imparcialidad sobre este hecho. El tal folleto ha merecido aprecio, pues está muy bien escrito, y hace honor á su autor, que para mí y cuantos le conocen, es un jóven muy recomendable, y en quien la sensatez se ha anticipado á la edad.

Haciánse en estos dias grandes preparativos para celebrar la derrota de Barradas en Tampico, y se colectaba dinero de los oficiales militares para dar un banquete espléndido; tocáronme cuatro pesos como auditor, y los dí con gusto, aunque mi bolsillo estaba cual Dios sabe. Suscitábase la cuestion de si seria ó no político convidar á la cena al enviado español, problema no muy fácil de resolver; si se con

Sin embargo, hay cómicos de buena moralidad y apreciables; pero no abundan.

sultaba á la etiqueta, no era justo dejar de convidar á dicho enviado, convidándose á los de las demas potencias; pero si se consultaba á los afectos del corazon humano, era cosa muy cruel hacerle concurrir á un acto en que se recordaba la pérdida de un imperio como el mexicano, y la pérdida de la esperanza de recobrarlo por medio de las armas. Entiendo que no concurrió, como ni yo habria concurrido haIlándome en su caso, y justamente.

ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE TAMPICO SOBRE EL

GENERAL BARRADAS.

Llegamos al dia 11 de setiembre: al tocar el alba en todas las iglesias se hizo gran salva de artillería en la Ciudadela. A las nueve de la mañana, reunida la guarnicion de todas armas en el paseo de Bucareli, le pasó revista Santa-Anna á caballo; la fuerza no pasaba de cuatro mil hombres, y ésta marchó en columna para la plaza mayor, sobresaliendo por su gentileza y aseo el número once de infantería, y por su alta fuerza, como tambien la columna de granaderos llamada de los Supremos Poderes, que dentro de tres meses se convertiria en apresadora del mismo congreso; procedióse despues al besamano en el magnífico salon que se estrenó en aquel dia, cuyo costo ascendió á treinta cinco mil pesos.

Este local está situado á la entrada de la mano derecha de la escalera principal: su pavimento estaba perfectamente alfombrado, y colocadas dos líneas de sillas de madera fina. El cielo raso esmaltado de oro con muy finas labores. Los entrepaños de las paredes son del morado caracol [que propiamente hablando, es del color del decantado murice que tanto abunda en la costa de Tehuantepec], y era la antigua púrpura de los reyes. Las cortinas de los balcones daban una obscuridad magestuosa al salon, que aumentaba gran porcion de candiles de cristal en número de once, y entre ellos uno hermosísimo de bronce dorado venido de Francia. La tapicería era de gusto muy esquisito, principalmente la del pavimento del trono que es muy amplio. El sólio figuraba una tienda de campaña con cortinas de raso carmesí, y floreado de amarillo color de oro subido: dos grandes columnas doradas sostenian los cordones de dicha tienda de campaña. La silla del presidente es la del Sr. arzobispo que sirvió en el duelo del Sr. Iturbide, y se espera la que vendrá en breve de Francia que valdrá dos mil pesos. Los sofás de los lados y almoadones están forrados

de terciopelo morado. Las flores del techo y derredor, de estuco; están doradas y contrastan bellamente con el fondo blanco, y dorado del mismo. Los espejos son cuatro colosales, de una pieza, con marcos dorados, y sus lunas son clarísimas; sin embargo de esto, me parece excesivo su costo, y que los artífices extrangeros metieron el buen dia dentro de casa. Ví la mesa dispuesta para la cena, colocada en todo el corredor que vá para la cámara de diputados y galería del senado. En toda esta carrera, comenzando desde la escalera principal, habia muy frondosos naranjos traidos del cementerio de Santa Paula, en los que se veia por distintivo una calavera, que es la empresa de aquella casa de duelo, y parece querian recordar su término á los que disfrutaban de una loca alegria en aquel festin; estaban colocados en dos prolongadas filas con macetones de hermosas flores entre bar. ril y barril. A trechos se veian situados granaderos de alta talla con gorras negras y uniformes encarnados muy airosos. Las músicas de los cuerpos militares alternaban selectas piezas, y multiplicaban el placer. No asistió al besamanos el cuerpo diplomático, ni hubo misa de gracias, ni sendos campanazos, pues la funcion fué puramente militar. Las arengas fueron muy lisonjeras, y la adulacion y el incienso apuraron su refinamiento. Concluido el besamanos, entré á felicitar á Santa-Anna en lo particular: le encontré almorzando; ofrecióme su mesa, que no acepté porque ya lo habia hecho, aunque pobremente, en mi casa.

Llevome despues á su despacho, donde recordamos la historia del triunfo de Tampico, y no le desagradó que le recordase ciertos pasages en que supo poner en ejercicio su peculiar astucia para burlarse de sus enemigos; recordéle tambien, que al emprender su marcha para Tampico, un general francés que estaba en Veracruz no se lo aprobó, la tuvo por temeraria y concluyó diciéndole.... Si V. logra su intento, le digo que le acompaña la misma fortuna que á Napoleon cuando marchó para Egipto. Recordéle asimismo, que la noticia de su triunfo la trajo él mismo en persona á Veracruz, cuando allí se ignoraba: admiró mi exactitud, y la felicidad de mi memoria. Muy largo rato estuve meditando sobre el aspecto y modales de este hombre verdaderamente raro, y de este soldado intrépido. A mi imaginacion ocurrieron mil pasages de su vida pública: acordéme de que con ingratitud y mano intrépida osó levantar la voz contra Iturbide, cuando apenas lo tenia á veinticinco leguas rodeado de tropas, de esplendor y de prestigio, proclamando la república. Figurémelo en Tolo

me, destrozado, vuelto á Veracruz con un puñado de hombres, y reponiéndose de sus quiebras en menos de quince dias, poniendo la plaza en estado de resistir un ejército, y hacer levantar el sitio; en Oaxaca á punto de rendirse y recobrado su brio en pocas horas; en Zacatecas destruyendo en las mismas, todo el poderío de aquel departamento; en el Alamo triunfrante y luego derrotado y prisionero en S. Jacinto; cubierto allí de ignominia con una barra de grillos en los piés, y restablecido á su antiguo esplendor haciendo enmudecer á toda la América, ofreciendo regenerarla en Veracruz, substrayéndose de las garras francesas que lo asaltaron en su posada; finalmente, hoy constituido el árbitro de la nacion, y recibiendo inciensos y elogios sin tasa; querria haber poseido los conocimientos frenológicos del Dr. Gall, para describrir á este hombre con exactitud. La edad le ha puesto un aspecto grave y sañudo; su voz, el tono y maneras con que habla á los gefes no es comun, es imponente, y sus palabras tienen un no sé qué de inesplicable superioridad. Anda con pena por la falta de un pié; pero esta falta la suple con un modo de mandar de fuerza irresistible. Yo concluí pidiéndole por gracia, hiciese colocar el nombre del general D. Ignacio Rayon en el catálogo de los héroes de la patria que se registran en el salon del congreso, y me la concedió; pedíle tambien el restablecimiento de la Compañía de Jesus; mas entonces me dijo: ¡Jesuitas! y dió un suspiro..... Bien quisiera, me respondió; pero al solutamente se me resiste mi ministerio.... Al verle lanzar este suspiro, mi corazon se llenó de una dulce esperanza.... ¡Ah, dije entre mí, este corazon abriga cierto fondo de piedad mamada con la leche de una educacion cristiana!.... Tú los repondrás, dije.... ¡Vive Dios que no me equivoqué! Otorgóme esta gracia el dia 13 de junio de 1843, dia de su cumpleaños.... Y esta gracia, y este hecho á la patria, y este honor á la religion, serán un mérito grande ante el Eterno, que lo harán asociarse al coro de los justos, perdonándole sus miserias aquel que sabe remunerar con todo el peso de su gloria hasta los buenos deseos de nuestro corazon; pídoselo así, y que al juzgarlo, olvide sus aberraciones de hombre, y solamente se acuerde de que ha contribuido en esta parte, á exaltar su gloria en esta América. ¡Válgate Dios por hombre tan extraordinario!

En 30 de agosto se emposesionaron nuestras tropas espedicionarias en Yucatan, de la isla del Cármen, precediendo una capitulacion á la entrega de los buques. El desembarco se hizo en Puerto Real, el 26 del mismo mes con trescientos soldados, porque la estrechez de

los buques reventaron el mar y no permitia hacerlo con mas tropa, la cual formó en tres columnas, con dos piezas de batalla, á las órdenes de D. Joaquin Morlet, D. Joaquin Rodal y D. José Cadena. A distancia de tres leguas, Morlet se encontró con una trinchera fortificada, á la que atacó con un cañon y tomó. (Diario del gobierno núm. 2.639, tomo XXVI). En aquel punto ya comenzó nuestra tropa á sufrir los males de un clima dañino.

CONTRIBUCIONES IMPUESTAS AL PUEBLO DE ME

XICO.

Las contribuciones impuestas hasta esta fecha (agosto) por SantaAnna, en virtud de la 7a base de Tacubaya, eran tantas, que formaban un cuaderno que se vendia en la imprenta del Sr. Lara por un peso; siguióse á estas, la de un real por cada canal de casa que cayese á la calle, y otro por cada rueda de coche. Esto excitó grandes murmuraciones; pero finalmente, lo que llamó la atencion y excitó los clamores de los zacatecanos, fué el arrendamiento que hizo á los ingleses por catorce años de aquella casa de moneda, planteada con el dinero de los mineros de aquel departamento. El contratante fué el funesto D. Francisco Morphy, y su sócio D. Lorenzo Carrera. En vano se presentó el diputado D. Pedro María Ramirez á suplicar á Santa-Anna que res cindiese este injusto contrato, y aun le ofreció exhibir los cien mil pesos que ya habia recibido por precio: en vano le demostró que iba á arruinarse aquel departamento, y muchas honradas familias que co mian de aquella casa; obcecóse Santa-Anna, desoyó sus súplicas, y no paró aquí, sino que habiendo representado en razon de esto el ayuntamiento de Zacatecas, se le tuvo por faccioso, se le arrestó, se le disolvió, y fué tratado con vilipendio. Con este golpe se acabó de arruinar aquel departamento, y quedó reducido á la miseria el que antes era el mas rico y bien parado. El dinero recibido se aplicó á la funesta espedicion de Yucatan, así era de esperar de su inicua procedencia. Tampoco valieron las enérgicas reclamaciones hechas por la imprenta, ni las demostraciones aritméticas que se hicieron de lo mucho que iba á perder la nacion con semejante contrato, dándole ademas una influencia y superioridad que no debiera á los ingleses sobre nuestra suerte; de modo, que si haciendo justicia se anulaba, el gobierno británico entraria la mano y procuraria llevarlo á cabo, á fuer de protector de sus súbditos, ¡achaques de poderosos contra dé

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