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facilitó Bianchi, que intervinó en el asunto con Ribas, amenazándole con su escuadrilla, y logró de este modo la libertad de Mariño y el embarco de ambos Jefes.

Digamos ahora ligeramente lo que sucedía en la provincia después de la marcha de Bolívar. Morales se presentó á las puertas de Maturín el 7 de Setiembre con una fuerza de 6,500 hombres. Bermudez defendía la plaza con 1,250. Los patriotas le atacaron el 12, y en breves momentos de terrible lucha destrozaron casi toda la infantería, y dispersaron la caballería persiguiéndola largo trecho. La pérdida de los realistas fué de 2,200 hombres muertos, y 900 prisioneros.

Bermudez quedó además en posesión de todos los pertrechos, 2,100 fusiles, 700 caballos ensillados, 6,000 bestias en pelo y 800 reses. Morales huyó por Barcelona hácia Urica.

El 5 de Diciembre llegaron Ribas Ꭹ Bermudez al valle de Urica donde les esperaba Boves con 7,000 hombres. Dióse la batalla, y ya parecía perdida por los realistas, cuando la suerte dispuso que el caballo de Boves se encabri

tara al pretender retirarse, y un soldado republicano, sin renombre alguno, atravesó de un lanzazo el pecho del jinete que cayó muerto. A pesar de este grave suceso los realistas se rehicieron, y toda la infantería republicana pereció, salvándose sólo Ribas y Bermudez.

Á

Morales fué nombrado sucesor de Boves y aprovechando la victoria de Urica, cayó repentinamente sobre Maturín con 1,500 hombres,

el 10 de Diciembre atacó á los patriotas, destruyéndoles completamente.

Ribas se salvó con dos Oficiales, y tomó el camino de Carácas. Pocos días después llegó á la montaña de Tamanaco, donde quiso descansar de tantas fatigas. Allí fué sorprendido por los realistas durante el sueño Ꭹ asesinado después. En una jaula de hierro fué colocada la cabeza y exhibida en el camino de la Guaira.

Urdaneta, sin base posible de operaciones en el Occidente, ocupado éste en su mayor parte por los realistas, se dirigió á Nueva Granada.

Digamos en pocas palabras lo que pasaba en aquel país.

VIII

El nuevo Reino de Granada efectuó el 20 de Julio de 1810 un movimiento idéntico al de Venezuela. El Virey fué depuesto y arrestado, y se constituyó la Junta revolucionaria; la Regencia española fué desconocida, y se convocó un congreso compuesto de las 22 provincias del antiguo reino para determinar la forma de Gobierno. Los diputados de Tunja, Pamplona y otras provincias se confederaron para delegar la autoridad en el Congreso ; pero Cundinamarca no aceptó este sistema, y se declaró en favor del centralismo. Era

Nariño, Presidente de dicho Estado, Jefe del partido. Unas veces por la persuasión y la intriga, otras por la fuerza, empeñóse en que aquellas reconocieran su sistema de gobierno; pero después de sufrir algunos reveses en sus tentativas, aceptó la idea de un Congreso general.

Este, reunido en Leiva en Octubre de 1812, le desconoció como Dictador.

Nariño cuyas excepcionales prendas de talento Ꭹ de carácter eran reconocidas en su patria y fuera de ella, herido en su dignidad por aquella declaración, tan imprudente como anti-patriótica, convocó una asemblea en Bogotá, la cual le confirmó las facultades que ántes tenía, y dispuso que no se obedecieran las órdenes del Congreso.

Este, ganoso de más seguridad, se trasladó á Tunja.

Atacó Nariño dicha ciudad y fué derrotado, ly regresando al punto á Bogotá, donde las tropas del Congreso, al mando de Baraya, le cercaron en los últimos días de Diciembre de dicho año.

Conocía Nariño que su posición era difícil,

y buscó en una avenencia decorosa y hasta humilde la terminación de la guerra; pero Baraya, que pecaba por presuntuoso, rechazó la transacción, y enardecido el pueblo bogotano con tal negativa, resolvió sostener á Nariño á todo trance.

Atacó Baraya la plaza y no sólo fué derrotado, sino que también destruida la totalidad de su ejército. Nariño, bueno de corazón, no solamente no abusó del triunfo, sino que hizo un tratado de paz y de amistad, en 30 de Marzo de 1813, por el cual quedó reconocida la independencia de la provincia de Cundinamarca. Ꭹ la del Congreso, en representación de las demás provincias.

El Virey Perez, nombrado por la Regencia para Bogotá, logró reunir en Santa Marta una fuerza de 1500 hombres, que llegó hasta Ocaña, impidiendo la comunicación interior

por

el Magdalena. Este movimiento realista se hizo al punto de prosélitos, en tales términos, que varios pueblos de la provincia se pronunciaron por la causa real, quedando Cartagena como bloqueada.

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