Imágenes de páginas
PDF
EPUB

En Enero de 1789 el tutor de Bolívar le envió á Madrid para que perfeccionara allí sus estudios. Bolívar, que para entónces tenía el título de Teniente de milicias de Aragua, residió algun tiempo en la coronada villa y contrajo allí exponsales con la señorita D.a María Teresa Toro y Alayza, difiriéndose el matrimonio, porque la edad del novio apénas cifraba en los 17 años.

a

De Madrid pasó en 1801 á París, donde las ideas y costumbres contribuyeron muy mucho á formar su carácter. Regresó á Madrid, y sin más demora efectuó su matrimonio con la señorita Toro, embarcándose en seguida con ella para Venezuela. Diez meses después de su vuelta á Carácas, falleció su bella y amable compañera.

Resolvióse Bolívar á fines del mismo año á volver á Europa, y ésta vez se dirigió directamente de La Guaira á Cádiz. Pocas semanas pasó en Madrid, y fué después á París, donde permaneció algún tiempo.

En la primavera de 1805 emprendió un viaje de recreo por Italia, Holanda y Alemania

y se dirigió más tarde á los Estados Unidos de América, de donde regresó á Carácas á fines de 1806, decidido á la edad de 22 años, que entónces tenía, á vivir alejado de la política y ocupado exclusivamente en sus propios.

asuntos.

Hasta esa fecha no bullía en el cerebro de Bolívar, como lo afirman algunos historiadores, la idea de redimir á su patria.

Á su regreso, la situación de Venezuela era la siguiente. Desde fines del siglo pasado habían comenzado á soliviantarse los ánimos de los americanos en favor de su independencia. La conspiración de Gual y España había sido denunciada y descubierta en 1799. D. J. M. España había sido ahorcado en Carácas el 8 de Mayo de 1799. Gual que logró escapar con vida, había muerto envenenado en Trinidad, según se asegura, por un echadizo español.

El general Francisco de Miranda, con el apoyo del Gobierno Británico, más eficaz en la apariencia que en el fondo, había llegado al país con una expedición, organizada en los Estados Unidos, compuesta de una corbeta

armada en guerra, dos trasportes y algunos elementos.

Las autoridades españolas, oportunamente avisadas, se habían apoderado de los buques y de la mayor parte de los expedicionarios. Miranda pudo salvarse refugiándose en Trinidad.

De los prisioneros hechos á la expedición, diez habían sido fusilados en Puerto Cabello Ꭹ degollados después de muertos. Los demás habían sido encerrados en los presidios de Cartagena y Puerto Rico.

En Trinidad había organizado el general Miranda una segunda expedición compuesta de 15 embarcaciones y 500 voluntarios, casi todos extranjeros. Con ella se dirigió á las costas occidentales de Venezuela y ocupó el puerto de La Vela y la ciudad de Coro, derrotando préviamente la columna española, fuerte de 1,200 infantes, que pretendió impedirle su desembarco, y apoderándose de un fortin y de más de veinte cañones.

Miranda, el verdadero precursor de la independencia venezolana, no había encontrado en Coro ninguna cooperación, ningún apoyo ni

simpatía entre los americanos, á quienes se había propuesto emancipar. Después de pasar cuatro dias en aquella ciudad, se retiró á La Vela, y de aquí guió á Oruba donde disolvió su expedición, dirigiéndose á Trinidad.

Los auxilios que había pedido á Jamaica le fueron negados, y en consecuencia abandonó el proyecto de dirigir la expedición sobre el Río de la Hacha en busca de mejor suerte para su noble causa. De Trinidad continuó viaje á Europa.

Estos sucesos tan desgraciados para la causa americana, habían producido en los ánimos de los venezolanos un pavor extremo.

Los acontecimientos ocurridos en España posteriormente modificaron un tanto la situación de las cosas. La abdicación de Cárlos IV en favor de su hijo, la de este en favor de su padre; la cesión de la Corona Española en favor de Napoleón, la proclamación de José Bonaparte como rey, la reacción efectuada en la península con motivo de tan oprobiosos sucesos, todo contribuyó eficazmente á despertar en Venezuela el deseo de promover la emanci

pación de la patria. Pero aún no estaba colmada la medida.

Acordóse en Venezuela el desconocimiento de la autoridad de Bonaparte, y se reconoció despues de mil vacilaciones la Junta de Sevilla, y más tarde, en Enero de 1809 fué reconocida la Junta Central de España é Indias, como única autoridad para dirigir los asuntos de la Península Ꭹ de sus colonias.

La tentativa de los americanos para constituir una Junta local, quedó frustrada. El brigadier D. Vicente Emparan llegó á Carácas con el carácter de Capitan general de Venezuela y comenzó, como era de esperarse, por oprimir á los criollos, declarando que no había otra ley ni otra voluntad que la suya.

Pero ántes de proseguir, detengámonos á contemplar la figura del general Miranda.

De inteligencia luminosa, de carácter reflexivo y austero, de temperamento firmísimo, sóbrio en costumbres y parco en juicios, probado en el crisol de la adversidad Ꭹ atento siempre á la idea que engendró su mente, era Miranda de la madera de los hombres conven

« AnteriorContinuar »