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yo extremo arrastran hasta el suelo: ¡figura diabólica, vive Dios! Se ponen colas y aforran el cuerpo con pieles de oso. Vestidos de este modo dan principio á la fiesta rodeando todos una tinaja llena de agua que colocan en el medio. No se ha podido averiguar mas de este baile, ni el objeto de su institucion.

chistccos.

Este lo forma una junta de truhanes vestidos de ridículo y autoriza- Baile de O. dos por los viejos del pueblo para cometer los mayores desórdenes, y gustan tanto de estos hechos, que ni los maridos reparan las infamias que cometen con sus mugeres, ni las que resultan en perjuicio de las hijas t.

Para solemnizar la funcion del santo patrono del pueblo, dias de pascua, y fiestas de los gobernadores, usan de un baile como especie de contradanza, en el que hacen muchas figuras, y lo arreglan á los gol. pes del tumbé, al que sigue el canto de una multitud de indios que salen con este fin en tanto número de hombres como de mugeres: estas vestidas con decencia y honestidad, y los hombres no tanto; pero este baile nada tiene de indecencia.

Bailes cor

rientes.

Luego que una india siente los dolores del parto, se retira al rincon Partos. mas escondido de su choza, y aunque la acompaña una vieja partera, pare sin su auxilio, y solo le sirve para cantarle y llamar desde léjos á la criatura. Luego que sale á luz esta, sale la vieja de aquel lugar con la mano puesta en los ojos, y no se descubre hasta que no haya dado una vuelta fuera de la casa, y el objeto que primero se le presenta á la vista, es el nombre que se le pone á la criatura; de modo que si vió un perro, perro se llama, y si piedra, piedra se le pone. Generalmente los mas de los indios se desentienden del nombre que se les impuso en el bautismo por llamarse sal, venado, piojo, cerro, &c. Esto lo tienen bien probado los antiguos padres misioneros que los manejaban.

Abusos del

Mas bien por el temor de no ser castigados los indios que por el de que sus hijos sean cristianos los llevan á bautizar; y el primer abuso bautismo. que se descubre en ellos es, el no querer sean los hombres padrinos de

+ No nos admiremos de esto entre bárbaros, pues sabemos cuáles fueron los juegos Lupercales de Roma antigua, en que bailó Marco Antonio semidesnudo; admirémonos sí de que en México se autoricen las máscaras del carnaval por el gobier no, en que salen en mogiganga muchos vestidos de papas, obispos, cardenales y frailes, haciéndose cucamonas, para burlarse con la mayor indecencia de las digni. dades de la Iglesia, pascándose por las calles y cementerio de Catedral.... y dicen que somos catolicos!!...

Confesion y comunion.

Entierros.

Naciones ya reducidas,

sale

las criaturas. Por lo regular lo es una muger, la cual fuego que
de la Iglesia ya bautizado el niño, se va con toda violencia para su ca-
sa, y allí poniendo su boca con la del infante, la chupa con toda dili.
gencia para estraerle la sal que se le echó en el bautismo. Despues le
lava la cabeza hasta mudar seis ó siete aguas, con lo que le parece que
no le queda la mas pequeña reliquia ni virtud de cristiano.

Estos indios jamás cumplen con el precepto anual de la Iglesia, y solo en el articulo de la muerte suelen confesarse algunos; los demas mueren sin este auxilio porque no llaman al padre si no es cuando lo advierten difunto †.

Cuando muere algun indio, dan prontamente aviso al padre misionero para que lo sepulte, y juntando sus deudos todas las alhajas de su peculio, se las ponen y de esta manera lo envuelven en una piel de cíbolo y lo llevan á enterrar. Así es que cuando se abre una sepultura se encuentran cuentas, cascabeles, conchas, pedazos de fierro, &c. Hácenlo con el fin de que se encuentren con los necesarios en el otro mundo, á donde pasan á vivir: tal es la idea de la inmortalidad del alma, que hoy niegan muchos llamados sábios de la Europa, que pertenecen á la secta de los Indiferentes.

Tihuas, Keras, Moquinos, Pecos, Tanos, Temez, Taos, Picuries, Zuñis, Moquis. Esta última, no ha muchos años que se sublevó, y hasta hoy lo está. Mataron al padre misionero en 1809. Se encontró en campaña en aquel pueblo destruido un cáliz, y con él se servian los indios para beber agua, y lo recogió el comandante D. Lorenzo Gutierrez, honrado y valiente oficial que dió honor á nuestras armas, y á quien se debe la conquista de la belicosa nacion Nabajó, y por su conducta mereció el aprecio aun de los mismos bárbaros. Era digno de recompensa, y de que á su familia se le diese el monte pio de que carece con agravio de la justicia. Yutas, Caiguas, Xicarillas, Chaguanos, Faraones, Nabajóes, Xiledios que cir. ños, Apaches mescaleros, Lipaines, Timpanogos, Mimbrereños, Coman. cundan á N. dus, Pucaras, Sios, Pananas y otras. Esta última está al Norte confi.

Naciones bár baras de in.

México.

+ Entre los antiguos mexicanos cra conocida la confesion auricular, pero esta no la hacian sino una sola vez, pues creian que la misericordia de Dios solo se limitaba á perdonar una vez. Sobre este punto hizo una declaracion expresa Jesucristo, pues preguntado hasta cuantas veces se podrian perdonar los pecados, respondió con estas palabras consoladoras:.. . No siete veces, sino setenta veces siete; es decir, siempre. El hombre miserable quiere medir la infinita misericordia de Dios tan desatinadamente, como si qusiera medir la inmensidad del cielo por la pequeña palma de su mano.

nante con los anglo-americanos, de quienes recibe abundantes provisiones de armas de fuego, pólvora y toda clase de víveres á cambio de caballos.

Los veinticinco pueblos dichos, inclusas las tres villas, ocupan casi el terreno que hay útil para labor, y por esta causa se hallan las po. blaciones de los vecinos situadas en los suelos mas estériles, de que se sigue la carestía que regularmente padecen. Un buen gobierno las haria participantes de la mucha tierra que los indios dejan sin sembrar, pues solo lo hacen de lo muy preciso para suplir la primera necesidad, de modo que no siembran ni la cuarta parte, porque el pueblo que tiene mas familias no pasa de ciento. Por el contrario, los vecinos se han multiplicado considerablemente; son gente robusta y bien forma. da, de algun cultivo y hacienda.

La cria de ganado en el Nuevo-México padece considerables desfalcos, porque los enemigos la consumen, y aun los pastores suelen ser mas bien que pastores, guardas de los ganados mercenarios de aquellos. El Nuevo-México es muy interesante á la república y debe ser objeto de mucha atencion del gobierno, tanto por ser un puerto terrestre á tierra firme del Norte de América, cuyos establecimientos van avanzando cada dia ácia dicho territorio por los rios Napeste y Colorado, como por los abundantes elementos y producciones de este suelo en animales, vegetales y minerales, y de estos está enteramente vírgen. En el camino de Zuñí, en un parage llamado los Gigantes, está completamente indicado el abundante oro que encierran aquellas lomas, y lo mismo en otras muchas partes. Por lo que parece indudable, que si no se toman en tiempo providencias por el gobierno, los anglo-americanos disfrutarán á placer de estas riquezas.

He trazado el horrible cuadro de idolatría, abominaciones y supersticiones que abundan en el Nuevo-México. Un corazon cristiano no puede tolerarlas sin clamar por un pronto remedio; este consiste en el restablecimiento de las misiones, que poco pueden costar al gobierno, y rendirle en breve mucho aprovechamiento. El hombre civilizado es el ente mas útil á la sociedad.... Ah! si con un rasgo de pluma no hubiese proscrito Cárlos III la Compañía de Jesus, hoy serian cristia nas y civilizadas estas naciones, y no sostendriamos de presente una guerra á muerte con los bárbaros, á quienes no podemos oponer fuerzas armadas en el número necesario. Cuando supe la emigracion de los frailes de España por las revueltas causadas en estos tiempos, so

licité que se les diese asilo á los emigrados para poner con ellos un cordon de misioneros que contuviesen aquellas irrupciones; mas el gobierno del Sr. Bustamante en vez de condescender con esta súplica, por el contrario mandó que se reembarcasen cuantos se presentasen en nuestros puertos, pidiendo una hospitalidad cristiana. ¡Providencia cruel, salvage, é inhumana!.... ¡Tal ha sido el desenlace del drama político en que este honrado y apreciabilísimo gefe (bajo otros aspec tos) hizo de primer actor! No se ha obrado así en el Perú, pues se han costeado remesas de frailes para regenerar aquellos pueblos que retrogradaban al gentilismo, y en Buenos Aires, donde el jesuita mexicano Peña, con unos cuantos misioneros jesuitas, está obrando maravillas. ¿Cuándo conocerán los gobiernos que no pueden ser felices si no protegen la religion y sus ministros? La América data la fecha de sus desgracias desde la noche fatal del dia 25 de junio de 1767, en que en la Casa Profesa se intimó el decreto de espulsion de los jesuitas, que oyeron hincados de rodillas; noche terrible de la que puede decirse lo mismo que Cristóbal de Thou, primer presidente del Parlamento de Paris, lamentando una desgracia, con estos hermosos versos de Estacio: Excidat illa dies aevo, nec postera credant Sæcula, nos certè taceamus, et obruta multa Nocte tegi propriæ patiamur crimina gentes.

Otro rasgo de pluma, ú otro decreto de salud será el que únicamente podrá curar nuestros males.... ¡Dichoso y muy dichoso el hombre á quien sea dado prestarte este inefable beneficio, ó cara patria mia!— El editor.

DE LA PROVINCIA

DE LA COMPAÑIA DE JESUS

DE

NUEVA ESPAÑA.

LIBRO IV.

SUMARIO.

Fiestas en la canonizacion de S. Jacinto. Muerte del padre Alonso Lopez, y frutos de la congregacion de la Anunciata. Ejemplos de virtud en los indios de S. Gregorio de Tepotzotlán. Mision á Zumpahuacan. Mision á Huitzitzilapan, y muerte del padre Francisco Zarfate. Diferentes misiones á otros partidos. Sucesos de Oaxaca y Veracruz. Alzamiento de los guazaves y reduccion de los ures. Guerra de ocoroiris y tehuecos. Otros singulares sucesos de Sinaloa. Mision á Culiacán. Progresos de la mision de Tepehuanes. Nuevos establecimientos en la misma provincia. Raros sucesos de los chichimecas. Pretende el venerable arzobispo de la Nueva-Granada llevar consigo algunos jesuitas. Sosiegan una tempesestad con la reliquia de S. Ignacio. Padecen nuevos trabajos, y llegan á Cartagena. Descripcion del nuevo reino y de sus principales ciudades y naciones. Ministerios de los padres en Santa Fé. Muerte del padre Diego de Villegas. Don Fr. Domingo de Ulloa, obispo de Michoacán. Licencia para un fuerte en Sinaloa. Nuevas conquistas en Topia y la Laguna. Agregacion de la congregacion del Salvador á la primaria de Roma y sus frutos.

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