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finahnente de admitir la réplica. El padre Pedro Sanchez y algunos otros de los padres, juntaron tanta agudeza, tanta claridad, tanta concision, con tanta modestia y humildad, que los mismos maestros de las religiones, los doctores y personas de lustre que habian asistido, que. daron no menos admirados de su literatura que edificados de su religiosidad. De aquí se tomó ocasion no solo para instar al padre provincial á que abriese estudio la Compañía, pero aun para obligarla interponiendo la autoridad de los señores arzobispo y virey. Se habia cumplido exactamente con el órden prudentísimo del Santo Borja, no abriéndose las clases hasta el octubre de 1574, dos años despues de establecida en México la Compañía. Por otra parte, no habia en la Uni. versidad sino un maestro de gramática para toda la juventud de México, y aun de todo el reino. Esto determinó al padre provincial á condescender con la súplica de toda la ciudad. Señaló por maestros á los padres Juan Sanchez, y Pedro Mercado. La eleccion de este último, que era americano y de una de las familias mas distinguidas de esta capital, fué muy aplaudida de los naturales del pais, reconociendo en un sugeto de tanta virtud y tan rárós talentos lo que podian esperar de los ingenios mexicanos. Entre tanto que los dos padres se prevenian para comenzar la tarea de sus clases, llegaron á México un padre y seis hermanos que habian arribado á Veracruz á 1.9 de setiembre, y fueron el padre Vicencio Lanuchi, y los hermanos Francisco Sanchez, Bernardo Albornóz, Pedro Rodriguez, Antonio Marchena, Juan Merino, y Estevan Rico. Habíanse embarcado en un navío muy viejo que á pocos dias de salir del puerto comenzó á hacer agua por todas partes. Todo hombre se veia obligado á darle á la bomba, faltando ya el aliento y las fuerzas á la gente de mar. El viage fué muy largo, y con muchas incomodidades, Murió la mayor parte del equipage, muchos otros enfermaron peligrosamente. Todo el trabajo de la bomba y demas maniobras hubo de repetirse entre nuestros hermanos, y algunos pocos pasageros. De este continuo y violento trabajo llegaron á México tan quebrantados, que algunos murieron luego, y otros despues de pocos meses, rotas las venas del pecho, y estravasada la sangre que echaban por la boca en abundancia.

El dia 18 de octubre de 1574 se dió principio á nuestros estudios. Estudios me. Se habia convidado para esta funcion el Sr. virey D. Martin Enriquez, nores.

que asistió acompañado de la real audiencia y de toda la ciudad, muchos

de los señores prebendados y las religiones. Hizo una elegante oracion 13

TOM. I.

latina el padre Juan Sanchez, uno de los maestros, costumbre que se ha observado despues constantemente, y que han honrado por lo comun con su presencia los señores vireyes, mostrando en esto el gran. de aprecio que hacen del cuidado que se toma la Compañía en la educacion de la juventud. Desde este dia comenzaron á cursar nuestras escuelas los colegios de S. Pedro y S. Pablo, de S. Bernardo, de S. Miguel y S. Gregorio. La competencia que como suele suceder, se encendió luego entre los estudiantes de los distintos gremios, comenzó á producir grandes progresos que hicieron esperar serian en la série el seminario de toda la literatura de estos reinos. El efecto mostró cuánto eran bien fundadas estas esperanzas. Lo mas lucido y noble de la juventud mexicana ha distinguido siempre á este colegio, que de todos los cuatro hoy persevera con el nombre del real y mas antiguo de S. Ildefonso. Las catedrales, las audiencias, las religiones de toda NuevaEspaña, se proveen de aquí de sugetos insignes en piedad y en letras. Bastan para ennoblecerlo un D. Juan de Mañosca, presidente de la real chancillería de Granada, electo obispo de Mallorca, arzobispo de México, y visitador del Santo tribunal de la Inquisicion de la misma ciudad, el Sr. D. Francisco de Aguilar, electo arzobispo de Manila, el Illmo. Sr. D. Juan de Guevara, arzobispo de Santo Domingo, primado de las Indias, los Illmos, señores D. Nicolas del Puerto, D. Tomás Monlaño, D. Juan de Cervantes, obispos de Oaxaca; los Illmos. señores D. Juan Ignacio Castorena y Ursúa, y D. Juan Gomez Parada, obispo de Yucatán. Los Illmos. señores D. Fr. Andres de Quiles, del órden de S. Agustin, y D. José de Flores, obispos de Nicaragua, dejando otros muchos de Zebú, de Porto Rico, de Caracas, de Comayagua, de Nueva-Vizcaya, de Guatemala, de Michoacán, de Guadalajara. Solo si no podemos dejar de hacer especial mencion del Illmo. Sr. D. Antonio Rojo, arzobispo de Manila en las islas Filipinas, que fuera de las vir tudes propias de su oficio pastoral, en que siguió las huellas de los mas grandes obispos de la antigüedad, supo juntar el baston al cayado haciendo en esta última guerra y triste sitio que padeció aquella me. trópoli, que gobernaba como capitan general y presidente de la real audiencia, todos los oficios de un celosísimo prelado, y de un esperimentado gefe; y aunque, finalmente, consumido al peso de tan gloriosas fatigas, y mucho mas del celo y caridad de su pueblo é Iglesia afligida, murió como otro S. Agustin, ofreciéndose víctima al Señor por la quietud y libertad de su rebaño el dia 31 de julio del pasado de 1764,

dejando la Asia y la América llena de la suavísima fragancia de sus virtudes, y singularmente una tierna memoria á este real y mas antiguo, de que fué siempre agradecido alumno, y constantísimo protector. Seria emprender una historia aparte contar los famosos catedráticos que ha dado á esta insigne Universidad, comparable (dice un juicio. so escritor) con las mas ilustres de Europa en lo numeroso, lo noble y lo florido de sus estudios, los oidores á todas las audiencias de Nueva-España, y los prebendados insignes á todas las iglesias catedrales, tanto en los tiempos pasados como en los presentes, en que los coros de México, Michoacán, Oaxaca, Guadalajara, están llenos de ilustres hijos de este colegio. A él debe su primer abad la insigne y real Co. legiata de nuestra Señora de Guadalupe. Ilustraron la corte de Madrid tres jóvenes hijos del Exmo. Sr. D. Luis de Velasco, virey, gobernador y capitan general de Nueva-España, el Sr. D. Antonio Casado y Velasco, hijo del Exmo. Sr. marques de Monte Leon, abad de Sicilia y embajador plenipotenciario del rey católico D. Felipe V á la corte de Londres para el ajuste de las paces entre las dos coronas, y actualmente puede contar entre sus hijos á los señores D. Tomás de Rivera y Santa Cruz, gobernador y presidente de la real audiencia de Guatemala, y al actual corregidor de esta ciudad, á D. Francisco Crespo Ortiz, caballero del órden de Santiago, mariscal de campo de los reales ejércitos, gobernador que fué muchos años del puerto de Veracruz D. Martin Enriquez, que como hombre prudente, previó desde luego toda la utilidad que este grande establecimiento podia traer al reino, pasando de allí á dos años á virey del Perú, fundó en Lima su capital, el colegio mayor de S. Martin, que tanto lustre ha dado á aquella parte de la América.

gran

el

Pretende siástico

cabildo ecle.

de

Tal era por entonces la ocupacion del padre Pedro Sanchez despues del viage de Zacatecas, cuando le fué forzoso hacer otra escursion mas corta y de mayor utilidad. Hemos ya mas de una vez hablado del Pátzcuaro colegio de la de afecto que tuvo á la Compañía el venerable obispo D. Vasco de Qui- Compañía. roga, del seminario que fundó en Pátzcuaro, y que tan ardientemente debió encomendar al cuidado de los jesuitas. Vimos la diligencia que hizo tanto por su chantre D. Diego de Negron como por sí mismo er su viage á España para traerlos á su diócesis, y como la enfermedad de los cuatro sugetos que habia conseguido del padre Diego Laines dejaron frustrados sus deseos. Vuelto á su obispado, aunque nadie por entonces sino su Illma. habia pensado en traer jesuitas á la América,

Descripcion del pais.

se le oyó decir mas de una vez con un tono afirmativo y resuelto: La venida de la Compañía de Jesus se dilatará, pero al fin vendrá despues de mis dias. Esta esperanza dejó en prendas á su grey y á su cabildo, cuando lleno de años y merecimientos pasó el año de 1566 á gozar el premio de sus heroicas virtudes. La promesa del santo prelado, que se miraba con razon como un oráculo, y la esperiencia que habian tenido poco ántes de la religiosa vida y utilísimas fatigas del padre Juan Curiel, encendieron de nuevo sus ánimos para procurar la fundacion de un colegio. Por la promocion del Illmo. Sr. D. Antonio Morales á la Santa Iglesia de los Angeles, y muerte del Sr. D. Fr. Diego de Cha. vez que debia succederle, se hallaba vacante la silla de Michoacán. El ilustre cabildo envió uno de sus prebendados, al padre Pedro Sanchez, ofreciendo fundacion. El padre Juan Curiel, que habia estado en Michoacán algunos meses, y los padres Juan Sanchez y Hernando de la Concha, que en el viage que hicieron á Guadalajara hubieron de correr una gran parte del mismo obispado, contribuyeron no poco representando la estension de la tierra, la multitud de sus habitadores, los grandes principios de piedad que en ella habia por el cuidado y vi gilancia pastoral de su santo obispo, la bella disposicion de los pue. blos, la facilidad de su idioma, y sobre todo, el grande afecto á la Compañía, que parecia haber nacido en aquel pais con la religion y con las primeras luces del cristianismo...

En efecto, Michoacán es una de las mas bellas regiones de NuevaEspaña. Su obispado se estiende por mas de ciento y treinta leguas de Norte á Sur, tomando por sus límites hácia el Norte el Rio Ver de, y al Mediodia la punta de Petatlan, que es la que avanza mas en el mar Pacífico. Por la costa de dicho mar corre mas de ochenta leguas desde el rio de Nagualapa hasta adelante del cabo de Petatlan. La bañan muchos caudalosos rios, de los cuales desembocan siete en el mar del Sur. El rio grande de Guadalajara corre por su territo. rio mas de sesenta leguas de Oriente á Poniente, † fuera de muchos grandes lagos en que es tan abundante la pesca, que hizo dar á toda la provincia el nombre de Michoacán, que significa lugar de muchos peces. La ciudad principal era entonces Pátzcuaro, coronado de varios gran des pueblos, en cuya vecindad está Zintzunzan, antigua corte de los re

+ En algunos ejemplares de esta obra se dijo que este rio nacia en las fuentes llamadas Tecualoyita, léase Almoloyita.

yes de Michoacán. En frente de este al Oriente, está otro mucho mas grande que solo se navega por las orillas, y en medio tiene un remolino ó euripo de corrientes por donde parece se comunica con alguna otra de las vecinas. Cerca de la laguna de Cuitzeo se ven algunas magníficas ruinas de un antiguo palacio ó casa de recreacion de los reyes del pais. Como á dos leguas del pueblo de Tzacapo se dice haber una alberca de agua muy cristalina y deleitosa al gusto, cuyo vaso cavado en un monte pequeño, y perfectamente redondo, tiene desde el borde hasta el agua un brocal tan unido y tan igual, que no parece sino obra hecha á mano, y habria lugar de creerlo así segun la magnificencia que se admira en otras obras de los antiguos indios, si no lo desmintiera la profundidad hasta ahora insondable. En toda la circunferencia de este grande estanque, que será poco mas de una milla, no se ve nacer jamas una yerba. Toda la region, singularmente al Mediodia, tiene muchos ojos de agua, unos dulces, otros salobres, algunos calientes y sulfúreos, provechosos para diversos géneros de enfermedades. Los mas famosos baños son los de Chucándiro, en que se encuentra alivio á muchas dolencias, excepto el humor gálico que se agrava de muerte. Con tantos rios, lagos y fuentes que fecundizan los campos, no se hará dificil de concebir la admirable fertilidad de la tierra. Sabemos que en los tiempos vecinos á la conquista un vecino llamado Francisco Terrazas * sembradas cuatro fanegas de maiz alzó en la cosecha seiscientas.

Hallamos tambien de aquellos mismos tiempos haber descubierto uno de los primeros pobladores una mina extremamente rica, por los años de 1525; pero habiéndosele querido despojar violentamente del derecho que le habia dado la fortuna, no se pudo saber despues del lugar donde estaba. Se hallan en los confines de este obispado las minas de S. Pedro, las de S. Luis Potosí, las famosas de Guanajuato, y algunas no de tanto nombre en los contornos de la villa de Leon: las de Sichú, pocas leguas al Este Nordeste de S. Luis de la Paz: las del Espíritu Santo á doce leguas de la costa y de la boca oriental del rio de Zacatula. Fuera de estas hay muchas minas de cobre que trabajan con grande habilidad sus naturales, y de que hay fundicion en el pueblo de Santa Clara, poco distante de Pátzcuaro ácia el Sur. Se hablan en toda la estension de este pais cuatro lenguas: la mericana, ácia el Sur y costa

* Este es llamado El escritor anónimo camarero que fué de Hernan Cortés.-EE.

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