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una división de más de doscientos hombres de tropas de línea, otros tantos paisanos, y dos piezas de artillería, pero después de varias guerrillas se replegaron los indios á Collpa, donde se mantenían al mando del Comandante D. José Ignacio Sárate.

Que se le aseguraba por diferentes conductos que en Chayanta y en todos los lugares inmediatos á Sicasica hasta Palca, Ayopaya, Inquisivi, etc., se hallan los habitantes en grandísimo fermento por haber entendido que el Ejército de la Patria se ponía en movimiento.

Que por papeles particulares de patriotas y aun de los mismos enemigos sabía, que los auxilios que se dispusieron en el Cuzco y en aquellas Provincias, se habían dirigido á la Capital de Lima, y que aun uno de los prisioneros que tomó su División en la acción de Postrer-valle, afirmó que dos partidas de á trescientos hombres que salieron del Cuzco y Huamanga con dirección al Ejército de Pezuela á fines de Marzo ó principios de Abril último, se hicieron regresar á los dos ó tres días de su marcha para encaminarlas á

Lima.

Que en la Paz quedó una guarnición sumamente escasa; en Oruro sólo veinte y tantos hombres de linea; en Chayanta ninguno de cincuenta que allí hubo, y en Cochabamba treinta y tantos; porque los repetidos refuerzos que han enviado sucesivamente desde el mes de Enero al finado Blanco y á Velazco, agotaron la tropa veterana que había en aquellos pueblos; y todas estas porciones, que según cuenta exacta y veridica componían más de 1,300 hombres, se han acabado en las cuatro acciones que han tenido con la División del Sr. informante, entre muertos, heridos, prisioneros y dispersos; no habiendo escapado de todos ellos más que ciento y algunos hombres que á aquella fha. le quedaban á Velazco. Que es cuanto puede informar con la mayor sinceridad en cumplimiento de su deber, de los encargos que se le tienen hechos y por satisfacer sus buenos deseos, quedando ansiosísimo de llenar las órdenes que contiene la instrucción, y emplear todos sus esfuerzos posibles en obsequio de la sagrada causa que defendemos.

Por otro parte de la misma fecha 4 de Setiembre comunica por último, que acababa de saber por un conducto muy formal, que en

la Provincia de Puno ha habido una revolución en la que los declarados por la Patria han muerto al Gobernador Intendente y á su capellán. Es sacado de los partes á que me refiero. Dr. Bustamante, Secretario.

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ANEXO B DEL APÉNDICE N.o 2

Excmo. Señor. Los deseos de dar á V. E. una idea sustancial de los acaecimientos desde mi salida de Cochabamba, de mis procedimientos y del actual estado de las cosas de estos países, me han obligado á poner la relación de que es comprensivo el adjunto informe. Considero que estará pesada y molesta; pero la debilidad en que me hallo mayormente de la cabeza, no me permite hacerla de otro modo, cuando por otra parte me parece indispensable. En ella al fin se servirá V. E. ver que el distinguido día 25 de Mayo se dignó el Todo Poderoso concedernos con su protección la victoria. de la gloriosa acción de la Florida, pereciendo allí al furor de mi división el tirano temido Blanco, con cuasi todo lo suyo que se componía principalmente de los ponderados chubivilcas y otros cuerpos del Ejército enemigo. Si, Sr. Exemo: los asesinatos horrorosos, incendios, latrocinios, y otras monstruosas atrocidades que ejecutó generalmente el caudillo Blanco, no podían tener mejor fin que el que el cielo había decretado, entregando su vida al acero de mis oficiales y soldados que en montón le cayeron é hicieron pedazos para la salvación de la gente que me acompaña y moradores de estos lugares, en sazón de que por efecto de la astucia y malignidad de aquel perverso hombre se disponía combinando la cordillera de bárbaros y otros secuaces á hacernos víctimas. Muchos y muy singulares sucesos me habían persuadido de que el Dios de los ejércitos vela sobre nuestra causa; pero este último acaba de convencer aún al más rudo, pues sólo los que presenciaron el ataque del citado dia 25 pueden comprender sus circunstancias y que fueron puramente obra de Dios, mediante la cual tengo el honor de comunicarlo á V. E. con la esperanza de que le servirá de alguna satisfacción. Cuartel en Piray, Junio 25 de 1814.

Juan Antonio Álvarez de Arenales. Excmo. Sr. Capitán General de las Provincias Unidas del Río de la Plata y Gral. en Jefe del Ejército Auxiliar de ellas. Es copia. Dr. Bustamante, Secretario.

APENDICE N. 3 AL CAP. V, § XV-XVI

DOCUMENTOS SOBRE LA BATALLA DE LA FLORIDA y operaciones sucesivas hasta la tercera invasión argentina al Alto-Perú. (Originales del Arch. Gral.)

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Oficio de Rondeau.

N.° 49. Guerra. Excmo. Señor: Pongo en las superiores manos de V. E. bajo una copia certificada del oficio con que el coronel D. José Antonio Álvarez de Arenales acompaña, el adjunto estado original de los oficiales de la División de su mando que tuvieron parte en la gloriosa acción de la Florida.

V. E. que sabe apreciar el mérito de los que consagran sus esfuerzos en obsequio de la gran causa en que nos hallamos gloriosamente empeñados, dará su justo valor á los importantes servicios de aquellos ilustres defensores de la libertad americana.

Sin perjuicio de cualquiera distinción con que su suprema munificencia quiera premiar el mérito de aquéllos, creo que sería muy conducente á los progresos de nuestra causa en el interior el que á más de los despachos que solicité de V. E. por mi comunicación n.o 39 de 7 del corriente, para el Coronel D. Juan Antonio Álvarez de Arenales, se concediese también el empleo de Teniente Coronel al Comandande D. Diego de la Riva, el de Teniente de Compañía al Subteniente D. Juan Ramón Soria y un grado á los demás : siendo del supremo agrado de V. E.

Cuartel Gral. en Jujuy, 21 de Octubre de 1814. José Rondeau. Excmo. Supremo Director del Estado.

Decreto.

Noviembre 10 de 1814. Désele á los oficiales el grado inmediato y para que pase á la posteridad la memoria de la gloriosa acción dada por los valientes cochabambinos y demás patriotas que concurrieron á ella, y en honor de su digno Jefe el Coronel y Gob. Int. de su Prov. D. Juan Álvarez de Arenales, señálase á todos con un escudo en fondo blanco con vivo azul, con la inscripción siguiente: La Patria á los vencedores de la Florida: dénsele por Secretaría las gracias al Int. Arenales y que lo haga saber en las tropas de su mando: dígasele al Gral. del Ejerc. Auxiliar del Perú que en la orden del día y en círculos de compañías haga manifiesta esta mi resolución, igualmente que en todos los puntos donde haya tropas, y dése por decreto en la Gaceta, avisándolo al General para su satisfacción. (Hay una rúbrica). - Viana.

Parte de Arenales.

Los que

Excmo. Señor. El adjunto estado de oficiales manifiesta los que se hallaron en la gloriosa acción del día 25 de Mayo en la Florida, los que salieron de ella heridos, y los que no asistieron por estar enfermos, y por hallarse en comisión. Todos ellos me han acompañado desde la salida de Cochabamba dando las mejores pruebas de su patriotismo, honor y constancia, y todos, igualmente que la tropa, han sabido despreciar la desnudez, el rigor de la intemperie, hambres y trabajos, sin percibir pagamento ni gratificación porque no ha habido de donde darles. asistieron á la expresada acción del 25 se han portado con igual valor y energía, sin que pudiese notar en alguno la menor frialdad de espíritu, pues á porfia parecia que procuraban aventajarse unos á otros; pero el Capitán de la 1.a D. Diego de la Riva que desde antes de salir de la Capital ha hecho las veces de Comandante Gral. de estas Compañías, ha desempeñado estos cargos con tanta. contracción y hombría de bien asi en la enseñanza y disciplina de la tropa, como en el celo y vigilancia militar, conservación de utensilios y demás atenciones anexas, que me faltan expresiones

para patentizar esta verdad. El Alferez de la misma compañía D. Ramón Soria es mozo de un mérito nada común, por su patriotismo, aplicación, é infatigable en sus deberes, al paso que es instruído y sabe la obligación de cualesquier oficial. Tampoco puedo desentenderme del distinguido servicio del R. Padre F. Justo Zarmiento del Orden hospitalario de San Juan de Dios, y Cirujano del Ejto., que como tal ha acompañado esta División, pues á más del desempeño de su profesión, con ejemplar dedicación y acierto, buscando y componiendo con sus conocimientos y diligencias los remedios. de un modo admirable, ha servido mucho con sus luces é instrucción y con igual desinterés, dando las mejores pruebas del que le anima por la causa de la patria. Y pareciéndome ser de mi obligación y de justicia poner todo lo expresado en la alta consideración de V. E., lo verifico con la sinceridad que debo, á fin de que en su vista se sirva su justificación elevarlo al S. P. E., ó disponer lo que estime correspondiente y de su superior agrado en recompensa de estos beneméritos patriotas que con tan buena voluntad se sacrifican por la consecución de nuestro sistema. Cuartel en Piray, Junio 25 de 1814. Juan Antonio Álvarez de Arenales. Excmo. Señor Capitán Gral. de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y Gral en Jefe del Ejército auxiliar de ellas. Es copia. Dr. Bustamante, Secretario.

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Documentos correlativos.

Á estas horas que son las seis y media de la noche, se me da parte de que nuestro Jefe el Sr. Arenales, que salió persiguiendo al resto de los enemigos, ha sido gravemente herido, y lo conducen cargado al lugar del Piray. En su virtud prevengo á V. que sin detensión de un solo momento, pase aceleradamente con los medicamentos y herramientas convenientes á poner en ejecución su cura, y me avise con igual prontitud el estado y circunstancias de dho. Sr. para poder tomar las más oportunas providencias para la restauración de su salud. Cuartel Gral. en Florida, 25 de

Mayo de 1814.

Diego de la Riva. la Patria R. P. Fray Justo Zarmiento.

Al Cirujano del Ejército de

Es copia.

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