Visto el oficio de V. sin pérdida de momento me puse en este del Piray, donde me hallo ya con el Jefe que acaban de traerlo malamente herido. Se servirá V. mandarme en el acto un poco de vino para confortarlo, y los botiquines que lleguen de igual modo: No deje de mandar alguna gente, que no somos más que cinco con el enfermo que se halla privado de los sentidos, ya por la demasiada efusión de sangre, como por la gravedad de las heridas de la cabeza y cara, y así según lo siento, dudo que este señor llegue con vida hasta la mañana. Piray las ocho de la noche 25 de Mayo de 1814. Fray Justo Zarmiento. Sr. Comandante Gral. de la División de Cochabamba D. Diego de la Riva. -- Es copia. Arenales.

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TABLEAU.

ESTADO

ADJUNTO

Comandante D. Manuel Belzu.
Teniente D. Pedro Guzmán.
Subteniente D. Juan Cormán.
Subteniente D. Patricio Durán.

APENDICE N.o, AL CAP. V, § XIV

DOCUMENTOS SOBRE LA CONDUCTA DE WARNES en relación á las operaciones de Arenales en Santa Cruz de la Sierra. (Originales del Arch. Gral.)

Oficio de Rondeau.

Excmo. Señor.

En la adjunta copia

N.° 71. Guerra. certificada dirijo á las supremas manos de V. E. el informe que con fha. de su Cuartel en el Valle Grande á 31 de Octubre anterior me ha remitido últimamente el Coronel D. Juan Antonio Álvarez de Arenales, Gobernador Intendente de Cochabamba y Comandante de la División de aquella Provincia, sobre la conducta y procedimientos del Gobierno de Santa Cruz Coronel D. Ignacio Warnes. Creo que con las Providencias que tengo expedidas en precaución y remedios de los males que en él se indican, de que ya di conocimiento á la supremacía de V. E. en mi comunicación N.° 61 de 8 del corriente, se repararán en mucha parte, y acaso se evitarán otros mayores. Sin embargo, V. E. puede dictar sobre este particular las demás que sean de su supremo y justificado agrado. Cuartel General, Jujuy, 26 de Noviembre de 1814. José Rondeau. Excmo. Supremo Director del Estado.

Decreto.

Diciembre 16 de 1814.

Que, aunque el Gobierno cree que por las providencias que ha tomado dictadas por su celo y prudencia evitará los males que debía producir la conducta del Gobernador de Santa Cruz, en el estado crítico en que se hallan las Provincias interiores, oficia el Gobierno con estas fechas á Warnes y Arenales sobre el particular, y se le encarga que ambas comunicaciones las haga llegar á sus destinos del modo más breve y seguro.

Oficio á Warnes. Que el Gobierno ha llegado á saber con sentimiento que no obstante los vínculos sagrados con que deben unirse los oficiales de la Patria en defensa de la causa de la libertad

y la moderación y consonancia con que debe lucir cada una de sus acciones públicas, ha excusado un tanto este deber, mezquinando el auxilio que repetidas veces ha reclamado el Coronel Arenales, bajo pretextos evasivos de un sistema que á esta distancia no puede definirse, pero cuyas consecuencias refluyen funestamente contra el Estado. Que sea cual fuese la comportación ó suerte militar del Coronel Arenales después de las acciones de la Florida y Postrervalle, mientras sus esfuerzos se dirigiesen á hacer la guerra contra los enemigos de la Patria, procurando á los pueblos el influjo y la protección del Gobierno de las Provincias Unidas, no se presenta un motivo honesto para aislar sus empresas á los recursos que mendigase de la fortuna, existiendo libre y con fuerza un Jefe de Provincia, de quien debía exigirlos para sostener los principios que ambos reconocen, prescindiendo de la autoridad y facultades que se concedieron al Coronel Arenales por el General del Ejército del Perú, que indudablemente se habrán trasmitido á su noticia, y á que debía ceder sin la menor repugnancia: que favorecidos ambos por la suerte, mediante el valor y su distinguido sacrificio en el centro de los peligros, era de consagrarse á un religioso olvido el menor incidente de división ó resentimiento entre dos individuos objetos principales de la espectación de aquellos pueblos, así para asegurar el éxito de sus combinaciones, como para imponer respeto á los perturbadores del orden, y evitar el escándalo á los que militan bajo su dirección, extinguiendo la semilla de la discordia hasta que el tiempo y los sucesos ulteriores allanen las dificultades que impiden actualmente al Gobierno proveer al remedio de los males que se le representen en cualquier punto del Estado. Que entretanto facilite al Coronel Arenales indistintamente cuantos auxilios estén á su alcance. Que su conducta militar se una á las instrucciones que este le dirija, y que se recomienda á su juicio, prudencia y amor á su patria, continúen los servicios que lo hagan digno del aprecio público, guardando la mejor armonía con el Coronel Arenales y demás jefes de su dependencia, sin perjuicio de poder exponer cuanto convenga á su derecho al General del Ejército del Perú, luego que nuestras armas arrojen de nuestro territorio á los enemigos de la libertad. -- (Hay una rúbrica.) — Por indisposición del Sr. Ministro de Guerra: Guido.

Oficio del gobierno.

La constancia y valor con que ha soportado V. E. la penosa campaña que ha seguido desde la desgraciada acción de Ayouma hasta el presente, al paso que excita por esa virtud noble la gratitud de los Ciudadanos de las Prov. Unidas, ha causado en el ánimo de este Gobierno el más lisonjero placer. Las últimas comunicaciones de V. S. que ha trasmitido el Gral. en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú, han disipado la incertidumbre sobre la suerte de V. S. y fundado vivas esperanzas de que mediante su influjo continuarán los heróicos esfuerzos de los valerosos patriotas que lo siguen. Esta justa confianza es apoyada especialmente en las ventajas que han obtenido las armas de su mando en las diversas acciones que tan honrosamente han sostenido, y en el notable triunfo del 25 de Mayo en los Valles de la Florida, cuyo resultado se lleva la admiración y respeto de los pueblos.

S. E. no puede ser indiferente á los Americanos que han rendido tan importantes servicios á su Patria, á cuyo nombre se ha servido premiarlos con un grado inmediato á su clase á los oficiales de la División de V. S., y á los sargentos, cabos y soldados un escudo con la inscripcion honorífica siguiente: «La Patria á los vencedores de la Florida », que verá V. S. en los que debe recibir de mano de otro Gral. igualmente que los expresados despachos.

El mérito de V. S. aun ha merecido de S. E. una consideración más sublime, y reservándose premiarlo oportunamente cual corresponde á sus deseos, ha expedido el decreto que inserto en la próxima gaceta ministerial llegará á manos de V. S., y me ordena que entretanto dé á V. S. las más expresivas gracias, y del mismo modo á los oficiales y tropa á su mando, por el empeñoso afán en el progreso de la libertad de la América, esperando que la continuación de sus servicios hará eterna la memoria de V. S. y de los esforzados hijos del Perú. Noviembre 9 de 1814. Francisco Javier de Viana. Sr. Coronel D. Juan Antonio Álvarez de Arenales.