Imágenes de páginas
PDF
EPUB

APÉNDICE N.o 27, AL CAP. XXIV

EL. ACTA DE RANCAGUA. Complemento á la documentación sobre la

[blocks in formation]

Pliego cerrado de San Martín.

(Sobre escrito). - Al Sr. coronel don Juan Gregorio de Las Heras, jefe del Estado Mayor del ejército expedicionario.

Este pliego no se abrirá hasta que se hallen reunidos todos los Sres. oficiales del Ejto. de los Andes, y sólo á su presencia se verificará.

SAN MARTÍN.

Certificación de apertura del pliego.

Don Juan Paz del Castillo, coronel del Fjto. y segundo jefe de Estado Mayor del Expedicionario.

Certifico que el 2 de abril de 1820 á las 5 de la tarde se abrió el pliego que contenía este sobre á presencia del Sr. coronel jefe del Estado Mayor y comandante general interino, y se procedió á su lectura.

Juan Paz del Castillo.

Contenido del pliego cerrado.

El Congreso y Director Supremo de las Provincias Unidas no existen de estas autoridades emanaba la mía de general en jefe del Ejército de los Andes, y de consiguiente creo de mi deber y obligación el manifestarlo al cuerpo de oficiales del Ejército de los Andes, para que ellos por sí y bajo su espontánea voluntad, nombren un general en jefe que deba mandarlos y dirigirlos, y salvar de este modo los riesgos que amenazan á la libertad de la América.

Me atrevo á afirmar que ésta se consolidará, no obstante las críticas circunstancias en que nos hallamos, si conserva, como no dudo, las virtudes que hasta aquí los han distinguido. Para conseguir este feliz efecto, deberán observarse los artículos siguientes:

1. El jefe más antiguo del ejército de los Andes, reunirá el cuerpo de oficiales en un punto cómodo, y el más espacioso que se encuentre, dando principio á la lectura de este manifiesto.

2.o Reunidos todos, procederá á escribir su votación en una papeleta, verificándolo uno por uno, la que depositarán en alguna caja ó saco que llevará al efecto.

3. Finalizada esta votación, se pasará al escrutinio, que deberán presenciar el jefe principal y el capitán más antiguo de cada cuerpo. Dicho escrutinio se hará en presencia de todos.

4. Se prohibe toda discusión que pueda preparar el ánimo en favor de algún individuo.

5. En el momento de concluído el escrutinio, se tirará una acta que acredite el nombramiento del elegido, la firmarán todos los jefes y el oficial más antiguo de cada cuerpo.

6. En el momento de verificada la elección, se dará á conocer al nuevo nombrado por un bando solemne y por un saludo de quince cañonazos.

Estoy bien cerciorado del honor y patriotismo que adorna á todo oficial del ejército de los Andes, sin embargo como jefe que he sido de él, y como compañero, me tomo la libertad de recordarles que, de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sud.

Á todos es bien conocido el estado deplorable de mi salud, esto me imposibilita el entregarme con la contracción que es indispensable en los trabajos que demanda el empleo, pero no de ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquiera situación en que me halle á mis compañeros

Santiago de Chile, marzo 26 de 1820.

JOSÉ DE SAN MARTÍN.

ACTA.

En la ciudad de Rancagua, á dos de abril de mil ochocientos y veinte, reunidos todos los SS. jefes y oficiales del Ejército de los Andes, en la casa del Estado Mayor del ejército expedicionario y comandante general del mismo, se abrió un pliego rotulado para dicho señor, y dirigido por S. E. al Sr. general en jefe, con expresión en el sobre de no romper el nema hasta no estar reunida toda la oficialidad, y procediéndose á su lectura por el Sr. comandante general, concluyó y se procedió á la votación según está prevenido, para elegir un nuevo jefe, en virtud de no existir el gobierno que nombró al presente, y como en el mismo acto tomase la palabra el Sr. coronel comandante del N.° 8, don Enrique Martínez, y expusiese que no debía procederse á la votación por ser nulo el fundamento que para ello se daba, de haber caducado la autoridad del Sr. General, fué preciso considerar esta objeción, que al mismo tiempo reprodujeron los SS. coroneles don Mariano Necochea, don Pedro y don Rudecindo Alvarado, y proceder después á la votación de los SS. oficiales, que unánimemente convinieron en lo mismo, quedando de consiguiente sentado como base y principio, que la autoridad que recibió el Sr. General para hacer la guerra á los españoles y adelantar la felicidad del país, no ha caducado, ni puede caducar, porque su origen que es la salud del pueblo, es inmudable. En esta inteligencia, si por algún accidente ó circunstancia inesperada faltase por muerte ó enfermedad el actual, debe seguirle en la sucesión del mando en jefe que continúe en el próximo inmediato grado del mismo ejército de los Andes. Y para constancia lo firmaron un oficial más antiguo de cada clase en todos los cuerpos y todos los SS. jefes. BATALLÓN DE ARTILLERÍA: Manuel Herrera, comandante. Francisco Diaz, sargento mayor. Eugenio Giroust, capitán. - José Olavarria, teniente. Hilario Cabrera, GRANADEROS Á CABALLO Nicasio Ramallo, comandante. Benjamin Viel, comandante de escuadrón. José O'Brien, sargento mayor. Bernardino Escribano, capitán.

--

Pedro Ramos, teniente. Antonio Espinosa, alférez. BATALLÓN N.° 7: Pedro Conde, comandante.

Cirilo Correa, sargento mayor.

Felix Villota, capitán. - Miguel Cortés, teniente. — BATALLÓN N.° 8: Enrique Martinez, comandante. Manuel Nazar, capitán.

[ocr errors]

- Niceto Vega, teniente. José del Castillo, subteniente. BATALLÓN N.o 11: Ramón Dehesa, capitán, comandante accidental. José Nicolás de Arriola, capitán. Manuel Castro, teniente. José Ignacio Plaza, subteniente. CAZADORES Á CABALLO: Mariano Necochea, comandante. Rufino Guido, sargento mayor. Manuel Soler, capitán. - Pedro Rodríguez, teniente. - Pedro Lacruz, alférez. ESTADO MAYOR GENERAL: Juan Gregorio de Las Heras, jefe de Estado Mayor. Juan Paz del Castillo, segundo jefe. Rudecindo Alvarado, coronel. Juan José de Quesada, teniente-coronel. Luciano Cuenca, sargento mayor. - Francisco de Salles Guillermo, ayudante secretario. Xavier Antonio Medina, oficial ordenanza. Juan Andrés Delgado, secretario.

[ocr errors]
[ocr errors]

[ocr errors]

-

DECRETO :

Rancagua y abril 2 de 1820.

El segundo jefe del Estado Mayor dispondrá se saque una copia autorizada de esta acta, que se me pasará para fines del servicio, y la original con los demás documentos relativos. Archivese para constancia en la oficina de su cargo.

Juan Gregorio de Las Heras.

Certificación del acta.

Don Juan Paz del Castillo, coronel del ejército y segundo jefe del Estado Mayor del Ejército Expedicionario.

Certifico que la acta, firmas y decretos que anteceden, son copiados á la letra é iguales en un todo á los originales que se remiten, y están archivados en la oficina de mi cargo.

Rancagua, abril 2 de 1820.

Juan Paz del Castillo. Segundo jefe del Estado Mayor.

Comunicación del acta á San Martín.

Cantón de Rancangua, abril 3 de 1820.

Excmo. señor:

Cumpliendo con la orden de V. E. según comunicación de 30 del pasado, verifiqué la apertura del pliego cerrado ante la oficialidad del ejército, según consta del documento N.° 1, y su resultado se demuestra por el N.o 2 que en copia certificada también acompaño.

Al asegurar á V. E. el orden que se observó en este acto por la oficialidad del Ejército, debo agregar la sorpresa que causó el contenido de la citada nota, y añadir, que se dejó ver bien la idea de que V. E. pudiera desconfiar de su subordinación y respeto ú olvidar algunos de sus sacrificios en obsequio de la causa común del país.

Tengo el honor de ofrecer á V. E. la más justa consideración de mi distinguido aprecio.

Juan Gregorio de Las Heras.

Excmo. Sr. Capitán Gral. y en jefe del Ejto. Expedicionario.

Carta de Las Heras sobre lo mismo.

Rancagua y abril 3 de 1820. Sr. D. José de San Martín. Mi apreciado general: El sábado á las 91/2 de la mañana llegamos con Alvarado con toda felicidad: ayer fuí reconocido en la orden general, y por la tarde cumplí con los encargos de V.

Á la verdad, mi general, que yo nunca hubiera creído que V. me hubiera puesto en tanto y tamaño apuro. En fin, ya está hecho, y por el resultado se acabará de convencer qué clase de sujetos son sus amigos, y si he de hablar á V. la verdad, están tan resentidos, que les he oído hablar de un modo decidido y fuerte. Se creen agraviados, porque con el paso dado por V., ellos estarían en la necesidad de hacer otro tanto por su parte cada uno.

Hoy es reconocido Alvarado y demás, mañana es el bando de

TOM. IV.

38

« AnteriorContinuar »