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8. Los avisos me los remitirá por triplicado si le es posible como los pedidos que me haga de armas y municiones.

9. Tengo por excusado recomendar la humanidad que debe tenerse aún con los enemigos de la causa y españoles europeos, pues conozco sus sentimientos; pero sí los pondrá en paraje en que no puedan perjudicar la causa.

10. Luego que desembarque el Ejército por el norte, le remitiré todos los avisos que me sea posible, para que sepa el punto en que ha desembarcado y movimiento que hará por la sierra, para unirse á su división.

Á pesar de las presentes instrucciones, el general Arenales está facultado para variarlas, en el supuesto que por ésta le concedo carta blanca para sus operaciones.

Cuartel General en Pisco y 8bre. 4 de 1820. MARTÍN.

JOSÉ DE SAN

APENDICE N.o 29, AL CAP. XXX, § III

INSTRUCCIONES DE SAN MARTÍN al general Arenales, en su segunda campaña de la Sierra, en 1821. (M. S. autógrafo.)

Instrucciones que deberá observar el comandante en jefe y general de la división de la Sierra, coronel mayor don Juan Antonio Álvarez de Arenales:

1. Es excusado repetir la confianza que me merecen sus servicios militares, su conducta política, y el tino y juicio de sus operaciones. Á estas virtudes va confiado el éxito de la expedición de la Sierra, y más bien puede asegurarse, de la libertad del Perú.

2. Emprenderá su marcha con los cuerpos de este ejército, compuesto de los batallones « Numancia », Núm. 7, Cazadores, el regimiento de Granaderos á caballo, dos piezas de artillería y 16 artilleros, cuya fuerza total asciende á 2,116 hombres en la forma siguiente:

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3. Esta fuerza deberá unirse á los 600 hombres que tiene el coronel Gamarra, de todo lo cual tomará el mando en jefe.

4. Si como creo, los enemigos no hubiesen reforzado á Valdés y Ricafort, su objeto principal será el de marchar sobre el enemigo para batir á estas dos divisiones, las que perseguirá hasta destruirlas.

5. En vano sería dar un plan fijo de operaciones, cuando éstas deben dirigirse según las circunstancias, las que varían á cada momento; pero por un principio general, deberá establecer como objeto primario el de cubrir la provincia de Jauja con sólo aquellas fuerzas muy precisas, pudiéndose agregar á éstas para resguardo de la misma provincia todas las que tiene el comandante Villar, que podrán cubrir las quebradas de San Mateo, Huarochiri, etc., etc., y principales avenidas de Lima. Con el resto de la división, procurará si le es posible, y sin quedar debilitado por una extensión de línea, insurreccionar los partidos de Huamanga, Huancavelica, etc., etc., y abrir comunicaciones con Ica y la división que está en Pisco, ó con mi ejército, que tal vez se establezca en este último punto si es que las circunstancias lo requieren.

6. Si pudiese destrozar enteramente las divisiones de Valdés y Ricafort, sería muy conveniente el que con toda su masa se aproxime á la capital, siempre que lo crea de más preferencia que los movimientos que se indican en el artículo anterior.

7. Se dan las órdenes al comandante Villar para que obedezca ciegamente las que le imparta el comandante general de la Sierra; las mismas podrá impartir al jefe que quede mandando la fuerza de línea en Huaura, con las que podrá contar en todo caso.

(1) Se agregaron después 16 artilleros más para dos piezas, sumando la fuerza un total de 2,132. (Véase nota núm. 3 del cap. XXX.)

8. En caso de suceso desgraciado, se replegará por Cajatambo á la provincia de Huaylas, su capital Huarás, en cuyo punto se hallan depositados 120.000 cartuchos á bala y 16.000 piedras, lo que deberá tener presente para contar con estas especies en caso de contraste.

9.° La fuerza que queda en la línea de Huaura tiene las instrucciones siguientes:

a

1. Si el enemigo atacase esta línea, se replegará sobre el río de Barranca. Si ésta fuese atacada, toda la infantería y convalecientes se replegará sobre Huaylas, y la caballería sobre Huarmey, desde cuyo punto mantendrá sus comunicaciones con Huaylas, y éste con aquél. Igualmente, deberán verificar su retirada á los puntos indicados, si la división de la Sierra ha sufrido algún contraste capaz de no ser reparado en Pasco, y que la obligue á retirarse á la ya citada provincia de Huaylas.

2. Reunidas en caso de contraste la división de la Sierra y la de Huaura, pueden hacerse firmes en Huarás y mantener sus comunicaciones con Trujillo y la costa.

10. Uno de los encargos principales que hago al comandante general de la Sierra, es el de que, sin perdonar medio ni gasto alguno, remita sus comunicaciones por cuantas vias le sean imaginables, bajo las claves núm. 1.° y núm. 2.° Dichas comunicaciones, las dirigirá según las noticias que adquiera de mi posición, y sobre todo, las duplicará, remitiéndomelas con toda preferencia por la vía de Huaura, en cuyo punto siempre permanecerá algún buque menor de guerra.

11. Nombrará las autoridades de los pueblos y demás empleados. 12. Servirá de gobierno al comandante general, que el de Huaura tiene igual clave que él, para cuyo fin se comunicarán por este medio.

13. No obstante las presentes instrucciones, queda facultado para alterarlas, siempre que crea resulte de ello un beneficio á la causa.

Cuartel general en Huaura, abril 20 de 1821.

JOSÉ DE SAN MARTÍN.

APENDICE N.o 30, AL CAP. XXXIV

Correspondencia confidencial entre San Martín y Cochrane. (Autógrafos.)

I

Cochrane pide 5,000 pesos prestados á San Martin.

Reservada.

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Callao, 5 de abril de 1821. Mi estimado general: Como no está muy seguro que Lady Cochrane podrá obtener del gobierno de Chile los cinco mil pesos además de lo que ha dado para viaje, me hará V. un gran favor en prestarme esto, en plata piña ó en dinero lo que devolveré tan pronto que pueda. Tengo ahora 23,000 pesos en papel de Chile, que no quiero cambiar, á causa de la pérdida enorme que padecerá antes de la toma de Lima.

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Créame siempre, mi caro General su afmo. amigo - Cochrane. -Al Excmo. Sr. D. José de San Martín, Capitán General. etc., etc., (Autógrafo.)

II

Cochrane a San Martín, dándole consejos y haciéndole reproches al asumir el segundo el protectorado del Perú (1)

(Texto original en inglés)

Callao, 4th August, 1821.

My dear General. I

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Private. address you for my last time, under your former designation, being

(1) Esta carta ha sido publicada por Cochrane en sus « Memorias », pero truncada y con la fecha de 7 de agosto en vez de 4 de agosto de 1821. El texto que damos es toma lo del M. S. autógrafo que figura en Arch. San Martín, vol. LXIV.

aware that the liberty I may take as a friend might not be deemed decorous towards you under the title of Protector; for, I shall not, with a gentleman of your understanding, take into account, as a motive for abstaining to speak truth, any chance of your resentment. Nay indeed, were I certain that such would be the consequence of this letter, I would nevertheless perform this act of friendship towards you, in repayment for the support you gave me at time when the basest plans and plots were laid to affect my dismissal from the Chilean service; for no other reason than that men of shallow understanding and petty expedients, hate those who despise mean acts accomplished by low cunning, for such was the description of the conduct of the S. (ena) te and of Zenteno! Such too that of the English ministry in their endeavours to establish military despotism: and if, for speaking truths, I felt under their displeasure, and felt their resentment, I had that reward which I prize above all others, the approbation of my own conscience, to which was added that of the people of England at large, forty thousand of whom, as Electors of the City of Westminster, the seat of government, and the most enlightened of all, twice returned me to Parliament after the Government had throw me into jail! (1).

Permit me then, my dear General, to say, founding myself on eleven years experience of public affairs in the first senate of the world, what I forebode on the one hand, and what I fear on the other nay, what I foresee; for that which is to come, in regard to the acts of Governments and nations, may be as certainly predicted from history of the past, as the revolutions of the solar sistem.

You have it in your power to be the Napoleon of South America.

you have it in your power to be the greatest man now acting on the theatre of the world; but you have it also in your power to choose your course, and if the first steps are false, the eminence on which you stand, will, as from the brink of a precipice, make your fall the more heavy and certain.

(1) Todo lo subrayado está suprimido en la carta publicada en las « Memorias de Lord Cochrane».

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