10. ¿Cómo se llamaba la actual República Argentina en la época colonial? II. ¿En qué país se halla la catarata de Tequendama? 12. ¿Cuántos pies de alto tiene esta catarata? ¿de ancho? 13. ¿En qué océano desemboca el Orinoco? 14. ¿Qué es Tehuantepec? ¿Dónde se halla? 15. ¿Es fácil enumerar todas las riquezas de la América española? Translate. - Spanish America has had many disputes. Europeans should not criticize those disputes (i.e., those which I have just mentioned to you). In Europe right has reigned only at intervals; might has ruled and rules. Europeans do not remember that Spanish America is very rich. Corn, wheat, sugar-cane, coffee, and tobacco enrich it. It has eminences like Chimborazo, which is in Ecuador, and rivers like the Orinoco, which crosses Venezuela. When will those countries be well known? IX EL LLANERO1 MUCHO difieren de los habitantes de los bosques y del litoral, los de las llanuras, que en el país dicen, por esto, llaneros; hombres cuyas costumbres, por una singularidad curiosa, son todavía bárbaras más que americanas o europeas. El clima abrasador de sus desiertos y las inundaciones de 5 sus territorios los obligan a adoptar un vestido muy sencillo, 1 Estas páginas tratan especialmente de los llaneros de Venezuela (república en la costa septentrional de la América del Sud), pero existen estos "cow-boys" en todos los países sudamericanos. En la Argentina se llaman gauchos. ΙΟ y moran ordinariamente en cabañas a las riberas de los ríos, en incesante lucha con los elementos y las fieras. Sus ocupaciones principales son crianza y pastoreo de los ganados, la pesca, y la caza; si bien algunos cultivan 5 pequeñas porciones de terreno para obtener raíces comestibles. Esta vida activa y dura, sus marchas continuas y su necesaria frugalidad, desarrollan en ellos gran fuerza muscular y una agilidad extraordinaria. Pobres en extremo y privados de toda clase de instrucción, carecen de aquellos medios que en las naciones civilizadas aumentan el poder y disminuyen los riesgos del hombre en la vida. A pie o sobre el caballo, que ha domado él mismo, el llanero enlaza a escape y diestramente el toro más bravío, o lo derriba por la cola, o a usanza española lo capea con singular 15 donaire y brío. Un conocimiento perfecto de las costumbres y organización de los animales del agua y de la tierra les ha enseñado, no sólo a precaverse de ellos, sino a arrostrarse con sus furores. Acostumbrado al uso constante de la fuerza y de los 20 artificios para defender su existencia contra todo linaje de peligros, es, por necesidad, astuto y cauteloso; pero injustamente se le ha comparado en esto a los beduinos. El llanero jamás hace traición al que en él se confía, ni carece de fe y de honor como aquellos bandidos del desierto ; 25 debajo de su techo recibe hospitalidad el viajero, y ordinariamente se le ve rechazar con noble orgullo el precio de un servicio. No puede decirse de él que sea generoso; mas nunca, por amor al dinero, se prostituye a villanos oficios. Igualmente diestros, valerosos y sobrios que las razas nómades de África, aman, como ellas, el botín y la guerra, pero no asesinan cobardemente al rendido, a menos que la 5 necesidad de las represalias o la ferocidad de algún caudillo, les haga un deber de la crueldad. Tres sentimientos principales dominan en su carácter: desprecio de los hombres que no pueden entregarse a los mismos ejercicios y método de vida, superstición y desconfianza. En medio de esto, tiene el llanero prontitud y agudeza en el ingenio. Sus dichos festivos, en ocasiones profundamente epigramáticos, participan del donaire y gracejo natural de los hijos de la risueña Andalucía.1 Como todos los pueblos pastorales, son aficionadísimos a la música y al 15 canto, e improvisan con mucha gracia y facilidad sus jácaras y romances. Lo más común es, que dos de ellos canten alternativamente acompañándose con la guitarra; y así con frecuencia se oyen resonar sus trovas en los caseríos, en los hatos, en las riberas de los ríos, ora los días 20 festivos, ora cuando en las noches de vela, al suave resplandor de la luna, rumia el ganado tranquilamente en la pradera. El llanero, en fin, ama como su verdadera y única patria, las llanuras. A ellas se acostumbra fácilmente el habitador de las montañas; pero fuera de ellas, sus hijos hallan es- 25 trecha la tierra, el agua desabrida, triste el cielo. A seme 1 Comarca rica y fértil de España. |