Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, Volumen1

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Página 20 - ... no vayan ni pasen ni consientan ir ni pasar en manera alguna, so pena de la nuestra merced y de diez mil maravedís para la nuestra cámara.
Página 120 - A todo esto estaba muy atento el niño Gerundio, y no le quitaba ojo al Religioso. Pero como la conversacion se iba alargando , y era algo tarde , vínole el sueño, y comenzó á llorar. Acostóle su madre , y á la mañana, como se había quedado dormido con las especies que...
Página 19 - Cámara, otra tercia parte para el Juez que lo sentenciare, y la otra para el denunciador; y cumplidos los dichos diez años el referido D.
Página 22 - Pero predicadores Gerundios, con Fray y sin él, con Don y sin Don, con capilla y con bonete, en fin, vestidos de largo de todos colores y de todas figuras, los ha habido, los hay y los habrá como así, si Dios no lo remedia.
Página 19 - Consejo; y estándolo así y no de otra manera, pueda imprimir el principio y primer pliego, en el cual seguidamente se ponga esta licencia y la aprobación, tasa y erratas, pena de caer e incurrir en las contenidas en las pragmáticas y leyes de estos mis Reinos, que sobre ello tratan y disponen. Y mando que ninguna persona sin licencia del expresado...
Página 20 - Jueces y Justicias , Ministros y personas de todas las Ciudades, villas y lugares de estos mis Reinos y Señoríos...
Página 166 - ... á luz cada escritor de quien se trata. Pues con esta moda de poner el escritor todos sus dictados, y mas si tienen cuidado de declarar la patria donde nacieron, como loablemente lo practican muchos...
Página 88 - Hacia la mano derecha del zaguán, como entramos por la puerta del corral, estaba la sala principal, que tendría sus buenas cuatro varas en cuadro, con su alcoba de dos y media. Eran los muebles de la sala seis cuadros, de los...
Página 144 - ... no quedaron menos admirados de la profunda sabiduría del maestro, que del adelantamiento del discípulo; y el buen padre confesó que aunque había cursado en las dos universidades de Salamanca y Valladolid, jamás había oído en ellas cosa semejante; y vuelto a Antón Zotes ya su mujer, les dijo muy ponderado: Señores hermanos, no tienen que arrepentirse de lo que han gastado con el maestro de Villaornate; porque lo han empleado bien.
Página 22 - ¿qué razón habrá, divina ni humana, para que mi imaginativa no se divierta en fabricarse un padrecito rechoncho, atusado y vivaracho, dándole los empleos que á ella se la antojare, y haciéndole predicar á mi placer todo aquello que me pareciere?

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