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SA5060.19

HARVARD COLLEGE LIBRARY

MAR 31 1917

LATIN-AMERICAN
PROFESSORSHIP FUND,

DURANTE LA REVOLUCION ARGENTINA

CAPÍTULO I

LA POLÍTICA METROPOLITANA

Política de la Metrópoli en sus colonias. — La idea de la riObservación de los consejeros del rey.

queza.

tos del sistema de las prohibiciones. de las colonias del Río de la Plata.

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Efec

La despoblación Presidiarios y es

clavos. Las industrias en el Interior, en el Norte y en Cuyo. Las trabas á la propiedad y las leyes de Indias - Los ricos únicos propietarios. -- Abundancia de productos agrícolas consecuente de las prohibiciones. Medios contraproducentes para proteger la agricultura. Las cédulas reales que permitían introducir brazos y útiles de agricultura. Circunstancias en que llegaron

estos estímulos á Buenos Aires : las cosechas abundantes. - Los trigos de Buenos Aires y los de Chile. - Representación de los labradores de Buenos Aires. Notable divulgación de los sanos principios económicos. Los labradores proclaman la libertad de industria y de comercio. Efectos de las leyes que regian la adquisición de la tierra. Los ganados alzados del litoral. Cómo se destruyó esta riqueza á fines del siglo xvm. según Azara y los virreyes.

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Estudiando la política de la metropoli en sus colonias, se observa la obsecación con que se mantuvo durante tres siglos un mismo estado de cosas en América, sin que fuese parte para modificarlo

la consideración de que los influjos civilizadores de los países de otro origen y de otra lengua habían de propiciar, más tarde ó más temprano, á esas colonias los bienes que el mundo entero quería conseguir.

Esa política puede resumirse en el despotismo irresponsable que hacía vegetar al siervo sin esperanza de mejorar en el sistema de las prohibiciones que aislaba á las colonias entre si, manteniendo estacionarios los menguados recursos de que disponían, y en el monopolio comercial que excluía á los mercados extranjeros.

"La España, dice Blanqui (1), cuando fué dueña de América, ideó un sistema desconocido de los antiguos, el de asegurarse las producciones de sus colonias y el de abastecerlas en absoluto. Proscribió todo vínculo entre ellas y el extranjero y prohibió la entrada de los buques en los puertos de la madre patria: se permitia á los buques partir de cualesquiera de los puertos de España para la América, pero todos los retornos debían hacerse en Sevilla y después en Cádiz. Lejos de penetrarse de que las colonias no serían útiles á la metrópoli hasta que no se engrandecieran por su agricultura y por su industria, los economistas de la época subordinaron la metrópoli á las colonias. Las guerras continuas con las potencias europeas no permitieron apercibirse de que todo ese sistema se componía de elementos ruinosos, del cual resultarian tarde ó temprano grandes catástrofes. "

1) Historia del comercio y de la Industria.

Por medio de este sistema fundado en el error de creer que la riqueza nacional la constituyen los metales preciosos, la metrópoli desalojaba para sí todo el oro de las colonias, mientras las otras naciones hacían prosperar sus industrias y su comercio por medios opuestos. "En los tratos cuando no son de género á género, se decía en una representación al Rey, á principio del siglo xviii, sino de género á moneda de peso y valor intrinseco, siempre pierde el que recibe y compra, por. que éste se queda con la ropa que el tiempo consume, y el otro con la plata y el oro que nunca se acaban.

Ni esos progresos que á fuer de solidarios, desparramaban sus beneficios donde quiera que encontrasen libertad para desenvolverse, ni la prédica de talentos previsores que clamaban contra la ruina económica del reino, modificaron las providencias gubernativas que reglaban las relaciones con las colonias. Ellas se conservaban á través del tiempo con el apoyo decidido de los consejeros del rey. Uno de ellos, don Damian de Olivares le decía á Felipe III: "La permisión de mecaderías extranjeras es la raíz de donde dimana la destrucción lamentable de nuestras fábricas. Yo entiendo que esta opinión que se debe comerciar con extranjeros para que así abunde el reino en mercaderías, es arbitrio del mismo demonio, que tiene puesto en los que lo sustentan, para destruir un reino que Dios ha mantenido tan católico y cristiano" (1).

(1) AGUADO, Politica española.

En el año de 1755 Adam Smith publicaba su famoso libro sobre la Riqueza de las naciones, que produjo una verdadera revolucion económica en Europa. Inglaterra, Francia, Holanda y Portugal multiplicaban sus relaciones comerciales al favor de libres intercambios que no excluían moderadas protecciones, y los consejeros del rey que tenía bajo su cetro mayor cantidad de dominios que ningún otro de la tierra, para desenvolver los envidiables recursos de la península y engrandecerla á costa de la prosperidad de las colonias de América, no encontraban mejores arbitrios que los que he transcripto como expresión de las ideas predominantes.

Los efectos de semejante política debían ser desastrosos para las colonias del Río de la Plata donde los conquistadores encontraron ya casi borradas las huellas de las primitivas razas civilizadoras del Perú, las cuales costeando las montañas y los ríos asentaron sus establecimientos y aún sus Cuzcos; y todavia más desastrosos en el extremo sud de estos territorios donde no hay indicios de que alguna vez llegasen aquellas razas, debido quizás á los ríos caudalosos que los circundan.

Unos y otros territorios se extendían en más de ochenta mil leguas cuadradas, despoblados y desconocidos en gran parte. Hasta principios del siglo XVIII apenas si habían recibido de la conquista mayor beneficio que una treintena de aldeas formadas con presidiarios ó con individuos desprovistos de hábitos de orden y de trabajo, que la metrópoli destinaba periódicamente á tal objeto,

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