dice el Deán Funes á propósito de esta ley humanitaria, que desde el día de su instalación naciese. libre el fruto de todo vientre siervo, la asamblea mitigó la violencia que sufría la naturaleza é inmortalizó su origen" (1).

La asamblea de las Provincias Unidas había reasumido la soberanía de la nación, y así lo reconocía ésta llamándola por la primera vez y desde el rincón más apartado "Soberano señor ". Este hecho culminante y las proyecciones trascendentales con que se desenvolvia, reaccionando sobre el pasado, al cual apenas le asignaba la eficacia de un fantasma ingrato, y cifrando el porvenir en la dilatación de las ideas que los pueblos sustentaban, alarmó tanto más al elemento conservador monarquista, cuanto que la dicha corporación acababa de nombrar una comisión, de la que formaban parte algunos de los reformadores republicanos, con el objeto de que recactase la constitución política del país.

El centro y el nervio de este elemento monárquico estaba en la asociación secreta llamada Logia de Lautaro. Parece que el general Miranda fué el primero que sirvió de cadena de unión entre varios americanos, que viajaban por Europa, iniciando en las logias de París entre otros á Zapiola, Pueyrredón, Chilavert (José Vicente), Balbastro. Estos fundaron en seguida de las invasiones inglesas las que funcionaron en Buenos Aires con el título de Logia de Lautaro y de Caballeros de Amé

(1) Historia Civil, tomo III, pág. 511.

rica, para iniciar á los patriotas en la nueva luz, ó sea en la Independencia. Belgrano fundó otra en Tucumán, Godoy Cruz otra en Mendoza. La de Buenos Aires se apresuró á iniciar en sus misterios á San Martín y á Alvear, tan luego como éstos llegaron á Buenos Aires, aunque el último poco tiempo permaneció en ella (1).

Según un manuscrito de la época, formaban parte de la Logia Lautaro de Buenos Aires, además de los nombrados, Manuel Belgrano, Juan M. Pueyrredón, Ignacio Alvarez Thomas, Juan José Passo, Santiago Rivadavia, Manuel de Sarratea, Bernardino Rivadavia, Pedro Andrés García, Martín Rodriguez, Vicente López, Ambrosio Lezica, Justo Núñez, Manuel Antonio Castro, Pedro Celestino Vidal, Severo Malavia, Vicente Anastacio Echeverría, Antonio Alvarez Fonte, Manuel de Irigoyen, Manuel G. Pinto, Juan Larrea, Gervasio Antonio de Posadas, Marcos Balcarce, Juan Pedro Aguirre, Juan Ramón Balcarce.

La Logia, en tenidas donde se encontró uniformada la opinión de sus miembros, ya que no se había atrevido á arrostrar la protesta pública oponiéndose por el órgano de sus representantes en la asamblea á las reformas fundamentales y á las novedades ruidosas que ésta había sancionado, resolvió

(1) Conservo en mi archivo el diploma de un oficial (de mi familia de Belgrano iniciado por éste en la logia de Tucumán, el cual oficial, ya anciano, me refirió el hecho, como también que las tenidas, á las que asistieron después Besares, Argerich y otros del ejército auxiliar del Perú, se verificaban en la antigua casa de Padilla la que hacía cruz con el cabildo de esa ciudad.

desbaratar la obra de la constitución proyectada, demorando la expedición de este asunto importante, como que dicha corporación llegó á disolverse sin considerar el proyecto que presentó el doctor Agrelo (1).

Entretanto obtuvo ante sus ojos (que no ante los ojos del pueblo, el cual no se dió cuenta, por entonces, de la cosa) una ventaja á la que dió cierta importancia, con motivo de la disposición de la asamblea relativa á la canción patriótica ó himno nacional. Dos fueron las composiciones poéticas que se presentaron á la consideración de la asamblea, la de Fray Cayetano Rodriguez y la del doctor Vicente López y Planes. La asamblea adoptó por unanimidad la de este último (2) con tanta mayor facilidad cuanto que el primero, con su modestia genial, pidió permiso para retirar la que

había elucubrado.

Que Fray Cayetano por su carácter sacerdotal se encontró coartado para emitir todo su pensamiento en una composición poética que oficialmente se le había encomendado, lo dicen las estrofas suaves é inspiradas de su Himno á la patria, las cuales no trasuntan de seguro la profunda intención política de su oda Al augusto dia de la patria,

(1) Este proyecto de constitución no quedó perdido, sin embargo; pues siete años después el infatigable Agrelo, siendo ministro del gobernador de Entre Ríos, general Lucio Mansilla consiguió presentarlo y hacerlo sancionar como constitución de dicha provincia, siendo ella la primera que se dió una provincia argentina.

(2) Por decreto de 11 de mayo de 1813.

en la que fulmina al que deserte de la sagrada

causa,

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y al fin verá su muerte;

á tierra polvo y nada

quedará reducida por un rayo

de tantos que fulmina el sol de mayo "

Que de la patria en el augusto seno

nazcan ingratos hijos

que abrigando mortífero veneno

contra principios fijos

sus entrañas devoren, cruel intento!
Ellos tendrán en mayo su escarmiento. "

ni tampoco la manifiesta tendencia á desentrañar lo que, en su sentir, apenas debía mirarse como sombra del pasado, la cual reverbera como en cristal limpido y brillante en su Sueño de doña Euladia contado á doña Flora, que circuló anónima en el primer tiempo, aunque todos adivinaran al poeta, como adivinaron al Deán Funes en articulos de propaganda y de combate de la Gaceta de Buenos Aires.

El himno de la patria debía reflejar el sentimiento de esos días en que el espíritu revolucionario se ponía á duras pruebas, y en que la sangre de los combatientes por el nuevo y el viejo régimen teñía los llanos y las montañas de las Provincias Unidas. Sus estrofas, como el eco de un clarín providencial, debían llamar, "á la lid tremenda contra los tiranos". Y sus votos, como los juicios de Dios, — que al fin y al cabo era la voluntad suprema de los pueblos la que actuaba, no podían ser otros que los de exterminar ó reducir á cuantos opusiesen sus influencias ó sus armas á la aspiración

fecunda

y

humanitaria de que brillase la nueva luz de la Independencia sobre la faz de la tierra que había vegetado tres siglos en la esclavitud.

Empero el sentimiento republicano de Fray Cayetano se trasluce al saludar á la patria :

"Libre é independiente

de tiranos rivales

al templo de la gloria.

te diriges constante"

Y se acentúa en estas estrofas impregnadas de armonía patriótica :

"El sol que en tu hemisferio

se remonta brillante

no ya á viles esclavos
su bella luz reparte:
hombres libres saludan
al astro cuando nace.
Si las naciones cultas
miraron vacilantes
tus nativos derechos
justos incontestables,
ya es tiempo te saluden

¡ oh pueblo libre ! salve! (1

(1) Esta y otras poesías de Fray Cayetano Rodríguez se publicaron en la Lira Argentina. El Sueño de dona Eulalia circuló en folleto aparte. Fray Pacifico Otero en su Estudio biográfico de Fray Cayetano, en el cual trabajo campea cierto misticismo exagerado que no encuadra con la tendencia progresista, audaz y libérrima de los frailes argentinos que ilustraron la revolución con su patriotismo excluyente y sus virtudes probadas, ha rendido buen servicio compilando todas las mencionadas composiciones que se bastan para discernir el título de poeta al modesto, dulce y abnegado fraile franciscano cuya estátua ha levantado la posteridad en el pueblo de San Pedro donde nació.