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que le habia conferido por aquella época ese mismo gobierno de Zitácuaro. (*)

En los últimos dias de Diciembre de 1812, año glorioso para Morelos y que éste cerró tan felizmente con la brillan te toma de Oaxaca, salieron los Bravos de la ciudad con órden de batir á diversos jefes realistas, situados en la zona que se extiende al oriente de Acapulco. Esta expedicion fué llevada á cabo con el mayor éxito, y limpió de enemigos todo aquel territorio, obligándoles á guarecerse en el puerto y fortaleza de San Diego.

LIV.

La toma de Oaxaca marcó una época crítica para la dominacion española en México. "Tenemos en Oaxaca, escribia "Morelos á Rayon, una provincia que vale por un reino, cus"todiada de mares por oriente y poniente, y por montañas

(*) Un retrato de Morelos hecho por aquela fecha en Oaxaca y en el que se le representaba con el traje de capitan general, cayó en manos del jefe realista Armijo cuando éste se apoderó de los equipajes y archivo de Morelos en 1815, conservándose desde entónces en el Museo Real de Madrid. La Srita. mexicana Teresa Carreño, residente desde hace mucho tiempo en la capital de España, ha enviado en el presente año de 1875, la cópia exacta del original al congreso de los Estados Unidos mexicanos. Esta cópia ha sido ejecutada por el hábil pincel de la Srita. Carreño, quien reune á los mas bellos sentimientos patrióticos el talento y la inspiracion del artista.-J. Z.

"por el sur en la raya de Guatemala, y por el norte en las "Mixtecas...." Y cierto que no eran exageradas las apreciaciones del bravo campeon, pues que la provincia que acababan de conquistar sus armas vencedoras, era fecunda en recursos de toda especie. Pero mas que en los resultados inmediatos que este triunfo produjo á la causa de la independencia, fijémonos en la posicion ventajosa que hizo adquirir á los ejércitos independientes.

Situado Morelos en Oaxaca, podia considerarse como en el centro de un inmenso campo atrincherado por la naturaleza misma, y cuyos dos extremos se apoyaban en los países impenetrables por la aspereza del suelo y condicion del clima; países que forman el declive de la cordillera Central hácia ambas costas, presentando un frente con pocas y difíciles entradas, por las cuales podia á su eleccion desembocar con todas sus fuerzas sobre el punto que mas le conviniese. Amenazaba desde allí, como desde un centro formidable, á las villas de Orizaba y Córdova y á la carretera de Veracruz, situada hacia el norte, á la provincia de Puebla, y á los valles de Cuautla y Cuernavaca hácia el noroeste. El Sur, en toda su vasta y abrasada extension desde Tehuantepec hasta los mortíferos pantanos de Colima, estaba en poder de los independientes, pues que las fuerzas realistas que al principiar el año de 1813 se hallaban cercanas á la Costa grande, fueron empujadas desde Jamiltepec hasta Acapulco por el valor, la bizarría y la pericia de los Bravos. Agreguemos que todo el norte de la provincia de Veracruz, reconocia á los jefes independientes que allí habian alzado su gloriosa bandera.

Tal fué el resultado de la toma de Oaxaca, y remontándonos al orígen, tal el fruto de la determinacion de Morelos al situarse en Tehuacan, pues que de ahí partió para posesionarse tan felizmente de la antigua Antequera.

Los enemigos de la independencia, al confesar estos grandiosos resultados, han pretendido en vano amenguar el mérito de Morelos, atribuyéndolos á mero efecto de la casualidad

y á los errores de los jefes realistas á quienes hubo de combatir. ¡La casualidad!.... pues qué el acaso puede disponer solo una série de operaciones militares eslabonadas y conexas entre sí de tal manera, que las unas parecen ser la consecuencia de las otras?...... La casualidad, sosteniendo por tanto tiempo lo que es obra del génio, acabaria por convencer á los detractores de Morelos, que la ciega influencia del acaso se ejercia en todo el órden moral!.... No: ceda la calumnia á la luminosa é incontrovertible verdad, que le queda á Morelos inmarcesible gloria, aun cuando se admitiera la intervencion de la ciega fortuna en sus admirables combinaciones. Y ni siquiera puede amenguarse su mérito aduciendo los errores cometidos por los jefes encargados de combatirle, pues que para aprovecharse de los errores agenos son precisos un tino y un acierto que no pueden proceder mas que del juicio y de la reflexion.

"El virey entre tanto, dice el historiador Alaman, obligado "á resguardar una larga línea sin poder cubrir todos los pun"tos amenazados, hubiera tenido que perder sucesivamente "unos trás de los otros; y una vez ocupadas las villas, Tehua"can, Tepeaca, Cuautla y Cuernavaca, se habrian encontra"do en muy difícil posicion Puebla y México; y si para su de"fensa hubiera tenido el gobierno que llamar las tropas que "tenia empleadas en otros lugares, como lo hizo cuando Hi"dalgo se aproximaba á México, y cuando tuvo que reunir "sus fuerzas para el sitio de Cuautla, la revolucion hubiera "hecho rápidos progresos en los puntos que hubieran queda"do desguarnecidos, y el triunfo de ésta podia tenerse por se"guro. Morelos conocia la importancia de su posicion; y en "su correspondencia con Rayon, se le vó indeciso sobre el "plan que debia seguir para sacar de ello la mayor ventaja. "Presentáronsele por aquellos dias (Enero de 1813) dos in"dividuos del cabildo de Tlaxcala (*), con una exposicion que

(*) Carta de Morelos á Rayon fechada en Oaxaca el 21 de Enero de 1813.

"le decidió á mandar á Montaño á ocupar aquella ciudad, "mientras podia marchar á ella él mismo, lo que por entón"ces le impedia el acabar de hacerse dueño de la costa del "Sur, vencido el obstáculo de Jamiltepec. Ocupada Tlaxcala, "creia seguro posesionarse de Puebla y aun de México, para "cuyo fin invitaba á Rayon, para que unido con sus compa"ñeros de la junta, llamase la atencion por el lado de Tolu"ca, para que no cayesen sobre él todas las fuerzas del go"bierno, como habia sucedido en el sitio de Cuautla; ó si esto "no podia verificarse, se inclinaba á dirigirse á las villas de "Orizaba y Córdova....'

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"Indeciso entre estos diversos planes, acabó por adoptar "otro enteramente diverso, y que no podia producirle venta"ja alguna, abandonando el teatro de sus recientes triunfos "para trasladarse al punto mas remoto y por entónces, mé"nos importante del vasto territorio que dominaba, con el fin "de proseguir por sí mismo el sitio de Acapulco: empresa "lenta, de dudoso éxito, y que aun obtenido el resultado que "se proponia, en nada ó en muy poco contribuia al objeto "importante de sus miras, no pudiendo de ningun modo com"pensar la adquisicion de aquel puerto, el tiempo que era me"nester para lograrla, dando á su enemigo el que necesitaba "para reunir fuerzas, y combinar mejor sus planes para la si"guiente campaña."

Juzgada hoy la expedicion de Morelos á Acapulco en 1813, debe considerarse indudablemente como un fatal error que acarreó en lo sucesivo grandes desastres al caudillo y á la causa de la independencia. Pero esta falta no autoriza á sus detractores, para atribuir á la casualidad la larga y brillante série de sus anteriores victorias, en el curso de 1811 y 1812. Además, coloquémonos por un momento en aquella época, hagamos un esfuerzo y pongámonos en lugar de los hombres de ese tiempo; revistamos por un momento sus preocupaciones, sus falsas ideas respecto de muchos hechos, sus apreciaciones erróneas-culpa, no do su escaso mérito, sino de la poca instruccion que concedia á los hijos del país una do

minacion suspicaz, brutal y estúpida-y entónces, y solo entónces podrémos apreciar con extricta justicia muchos de los actos de nuestros héroes.

Morelos, al recibir su nombramiento de coronel en Charo, de manos de Hidalgo, recibió tambien del generalísimo el encargo especial de apoderarse del puerto y fortaleza de Acapulco, y ya hemos visto que su primera campaña, al terminar el año de 1810 y durante los primeros meses del siguiente, no tuvo otro objeto que eumplir las instrucciones del jefe de la revolucion. Los escasos elementos de guerra no le concedieron entónces el triunfo; pero una vez fuerte y dueño de Oaxaca, creyó que era llegado el momento de ejecutar las órdenes de Hidalgo, cuya memoria fué siempre en nuestro héroe objeto de un culto constante. Pero hay mas en abono de Morelos: entraba en sus planes poseer aquel punto como elemento muy necesario para sus miras; y si le daba la importancia que no tenia, era nacida su creencia de errores que no estaba en su mano evitar. En una carta que escribió desde Yanhuitlan al intendente Ayala, están expresadas sus ideas y revelados los cálculos que le indujeron á marchar sobre Acapulco por segunda vez.

"Es indispensable, decia Morelos á Ayala, que tengamos "cuanto antes un puerto, pues de su posesion obtendrémos "inmensas ventajas....

"El francés ya está en Cádiz, pero tan gastado, que no so "repone en dos años que nos faltan, y entonces ya lo espera"rémos en Veracruz. El inglés europeo me escribe como pro"poniéndome que ayudará, si nos obligamos á pagarles los "millones que le deben los gachupines comerciantes de Méxi"co, Veracruz y Cádiz (*). El anglo-americano me ha escrito

(*) No obstante la estrecha alianza que unia en aquella época á Inglaterra y á España, empeñadas en una lucha á muerte contra N-poleon el Grande, no es difícil admitir que Morelos hubiese podido entablar algunas relaciones con los ingleses. Debe recordarse que en aquel tiempo la Inglaterra y los Estados-Unidos de América estaban en guer

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