La antigüedad con poderoso aliento reanime los espíritus cansados; y este hervir incesante de la idea, esta vaga, mortal melancolía que al mundo enfermo y decadente oprime, sus fuerzas agotando en el vacío, por influjo de nieblas maldecidas que abortó... Anales del Ateneo del Uruguay - Página 1191885Vista completa - Acerca de este libro
| Marcelino Menéndez y Pelayo - 1879 - 310 páginas
...entrelacen en vistoso juego Y dancen cual las ninfas desceñidas Que con rítmico pié baten la tierra! La antigüedad con poderoso aliento Reanime los espíritus...maldecidas Que abortó el Septentrion, ante su lumbre Disípense otra vez. Torne el radiante Sol del Renacimiento á iluminarnos, Cual vencedor de bárbaras... | |
| Marcelino Menéndez y Pelayo - 1885 - 418 páginas
...entrelacen en vistoso juego, Y dancen cual las ninfas desceñidas Que con rítmico pie baten la tierra. La antigüedad con poderoso aliento Reanime los espíritus..., Por influjo de nieblas maldecidas Que abortó el Septentrión , ante su lumbre Disípense otra vez. Torne el radiante Sol del Renacimiento á iluminarnos... | |
| Calixto Oyuela - 1889 - 624 páginas
...contemporáneo: La antigüedad con poderoso alíento Reanime los espíritus cansados Y este hervor incesante de la idea, Esta vaga mortal melancolía...enfermo y decadente oprime, Sus fuerzas agotando en el vacio, Por influjo de nieblas maldecidas Que abonó el Septentrión, ante su lumbre Disípense otra... | |
| Rubén Darío - 1910 - 478 páginas
...grito de resurrección : Vengan dáctilos, yambos y pirriquios, caldeados en tu fragua creadora.La antigüedad con poderoso aliento reanime los espíritus...vacío, por influjo de nieblas maldecidas que abortó el Septentrión, ante su lumbre disípense otra vez... Yo, aunque lo paso divinamente con mi brumosa Flandes... | |
| Rubén Darío - 1910 - 452 páginas
...D'Annunzio; arte que inspira á Menéndez Pelayo en su Epístola á Horacio este grito de resurrección : que al mundo enfermo y decadente oprime, sus fuerzas...vacío, por influjo de nieblas maldecidas que abortó el Septentrión, ante su lumbre disípense otra vez... Yo, aunque lo paso divinamente con mi brumosa Flandes... | |
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