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Rivadeneyra, 1866 - 553 páginas
 

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Página xliii - ... el pasatiempo y el cebo de la ganancia a los que cursan el juego; su venganza al homicida, al robador su remedio, la fama y la presunción al que es por la espada inquieto: todos los vicios, al fin, o dan gusto o dan provecho; mas de mentir, ¿qué se saca sino infamia y menosprecio?
Página 322 - Deciros verdad es bien ; que, demás del juramento, daros una purga intento que os sepa mal y haga bien. De mi señor don García todas las acciones tienen cierto acento, en que convienen con su alta genealogía. Es magnánimo y valiente, es sagaz y es ingenioso, es liberal y piadoso; si repentino, impaciente. No trato de las pasiones propias de la mocedad ; porque, en esas, con la edad se mudan las condiciones.
Página 330 - Si afrenta al noble y plebeyo sólo el decirle que miente, decid, ¿qué será el hacerlo si vivo sin honra yo, según los humanos fueros, mientras de aquel que me dijo que mentía no me vengo? ¿Tan larga tenéis la espada, tan duro tenéis el pecho, que penséis poder vengaros diciéndolo todo el pueblo? ¿Posible es que tenga un hombre tan humildes pensamientos, que viva sujeto al vicio mas sin gusto y sin provecho?
Página v - Los empeños de un engaño, El dueño de las estrellas, La amistad castigada, La manganilla de Melilla, La verdad sospechosa, Ganar amigos, El...
Página 325 - Madrid se vió la región sabea. en un hombre de diamantes, delicadas de oro flechas, que mostrasen a mi dueño su crueldad y mi firmeza, al sauce, al junco y al mimbre quitaron su preminencia: que han de ser oro las pajas cuando los dientes son perlas.
Página 329 - ¡Qué engañado pensamiento! Sólo consiste en obrar como caballero, el serlo. ¿Quién dió principio a las casas nobles? Los ilustres hechos de sus primeros autores. Sin mirar sus nacimientos, hazañas de hombres humildes honraron sus herederos. Luego en obrar mal o bien está el ser malo o ser bueno.
Página xviii - La Vitoria el matador Abrevia, y el que ha sabido Perdonar, la hace mayor, Pues mientras vive el vencido, Venciendo está el vencedor.
Página 330 - El deleite natural tiene a los lascivos presos; obliga a los codiciosos el poder que da el dinero; el gusto de los manjares al glotón; el pasatiempo y el cebo de la ganancia a los que cursan el juego; su venganza al homicida...
Página 330 - ¿de dónde vino ese reloj?» le dijo. Ella respondió: «envióle, para que se le aderecen, mi primo, don Diego Ponce, por no haber en su lugar relojero ni relojes.» «Dádmele, dijo su padre, porque yo ese cargo tome.
Página 330 - Que tratáis aquí con grandes, Títulos y caballeros, Que si os saben la flaqueza, Os perderán el respeto ; Que tenéis...

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