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embarcóse en Güiria para Trinidad el jóven Santiago Mariño que desde 1810 había servido la causa de la patria en tierras del Oriente, y tenía para 1812 el grado de Coronel, bizarramente ganado. Dirigíase á Trinidad con el fin de concertar allí los medios de salvar á su patria.

Reunidos sus amigos é informados de que Monteverde había desconocido la capitulación hecha con Miranda, resolvieron de común acuerdo volver á Venezuela en són de guerra, y nombraron al Coronel Mariño Jefe supremo de la expedición con plenitud de facultades.

Mariño y sus compañeros Piár, los hermanos Bermudez, Valdés y otros no ménos valerosos, desembarcaron en la Costa de Güiria el 18 de Enero de 1812. Allí sorprendieron un destacamento de 300 hombres al mando del Jefe realista Gabazo, y se apoderaron de cuanto tenía.

Con esta victoria aumentaron sus fuerzas, y siguieron á Maturin. Atacado en el tránsito uno de los Bermudez (Bernardo) por Cerveriz á la cabeza de 400 realistas, tuvo la buena

suerte de derrotarlo hasta dispersar su gente, y en seguida ocupó el pueblo de Maturin.

Llegaron estas novedades á conocimiento de Monteverde, el cual envió á Cumaná una columna de 300 infantes, al mando del vizcaino Zuazola. Hizo éste de las suyas contra los patriotas que no pudieron escapar á su venganza. Baste decir que degolló y desorejó tantos infelices, que una vez hizo á sus amigos los Catalanes que residian en Cumaná el regalo de varios cajones de orejas, con las cuales adornaron estos las puertas de sus casas, usándolas también en sus sombreros como escarapelas!...

Creyendo Zuazola tan fácil destruir á los patriotas armados, como asesinarlos cuando inermes, dirigió uno de sus tenientes hácia Maturin donde aquellos estaban organizándose, el cual les atacó el 20 de Marzo á la cabeza de 1500 hombres. Piár, que defendía la plaza, tenía apénas 500, fingió retirarse, pero observando el desórden en que le seguia la tropa realista, ignorante de aquella treta, volvió cara con los suyos en el momento oportuno, y les

dió una derrota tan completa, que apénas se salvaron unos pocos.

Irritado Monteverde al saber tales noticias, resolvió ir en persona á restablecer su autoridad en aquellas comarcas, y se embarcó en la Guaira con una expedición, dejando á Tiscar encargado del mando durante su ausencia.

La expedición llegó á Barcelona el día 3 de Mayo, y el 25 se presentó Monteverde frente á Maturín con 2,000 hombres. Piár le esperó con fuerzas muy inferiores.

Trabóse el combate, remolineó la gente de Monteverde, creció en denuedo la de Piár, y el Jefe español fué completamente derrotado, dejando en el campo 479 muertos, de los cuales 27 eran oficiales, cañones, fusiles, pertrechos, dinero y el propio equipaje de Monteverde.

Salvóse éste en la fuga auxiliado por un práctico, y regresó aterrado á Carácas, donde destituyó á Tiscar, reemplazándole con Fierro.

De Carácas salió precipitadamente para Valencia, con el fin de conjurar la tempestad que le traía Bolívar desde el Occidente.

Y por ahora le dejaremos en los muros de Puerto Cabello.

Mariño, con el auxilio de los Margariteños, dirigidos por Arizmendi, preparó el ataque contra la plaza de Cumaná. El Gobernador Antoñanzas, encargado de su defensa, huyó cobardemente lo mismo que su segundo Nepomuceno Quero. Alcanzados por la flotilla Margariteña, perdió Antoñanzas la mayor parte de sus embarcaciones, salvándose mal herido con su Teniente y á poco murió en Curaçao.

Cerveríz, que estaba acantonado en Yaguarapáro con 400 hombres, al punto que tuvo la noticia de la pérdida de Cumaná, se embarcó para Guayana, no sin dejar nuevas pruebas de su crueldad en la comarca.

El ejército de Mariño ocupó la plaza de Barcelona el 19 de Agosto, habiéndola abandonado el Mariscal de campo Cagigal, que por órden de Monteverde la defendía. Retiróse el Mariscal con su gente á Guayana como teatro, á juicio suyo, más favorable para sus futuras operaciones. Dos de sus oficiales, Boves y Morales, que obtuvieron más tarde gran celebri

dad, se internaron con sus jinetes por los llanos de Carácas.

Libre la provincia de enemigos, fué reconocido Mariño como Jefe supremo del Oriente, y Piár su segundo, quedando constituida así una nueva dictadura frente á frente de la de Bolivar. Envió Mariño comisionados á éste para darle noticias de sus triunfos, y ponerse de acuerdo con él acerca del sistema de gobierno que conviniera adoptar para Venezuela.

Bolívar no recibió con agrado la noticia de aquella dictadura, y sin combatirla abiertamente, decidió aprovechar los recursos de Mariño en bien de la causa que ambos defendian. En consecuencia pidióle la escuadrilla con el fin de estrechar el sitio contra Puerto Cabello donde Monteverde se había refugiado.

El disentimiento que existió desde entónces entre Bolívar y el Jefe Oriental fué causa de mal éxito y retardo en muchas operaciones militares.

Aunque la primera campaña había concluido, el país de Occidente no estaba sometido, ni mucho menos pacificado. Comprendo

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