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XV.

Presajios i prodijios del terremoto del 13 de mayo de 1647.

Los noveleros de Santiago, como suele suceder en circunstancias análogas, se entretuvieron después de la catástrofe en correr prodijios a que muchos dieron crédito.

Voi a mencionar algunas de las especies fantásticas que entonces circularon.

Una india habia parido tres niños, i uno de ellos habia anunciado la ruina.

Un crucifijo habia hablado con rigor a un mayordomo.

El Santo Cristo de San Agustín habia vuelto tres veces el rostro.

Una india habia visto un globo de fuego, que, entrando por la casa de la audiencia, habia salido por la del cabildo, i que habia empezado por temblar, i habia concluido por desvanecerse.

En la cordillera, se habian oído voces de los

demonios, cajas i trompetas, sonidos de arcabuces disparados, i algo como el choque de dos ejérci

tos.

Los oidores i el obispo informaron al rei que estos i otros prodijios de que se habia hablado, habian sido puras invenciones de la imajinación popular.

El señor Villarroel parece haber creído en uno de estos portentos, ocurrido, no antes, sino en medio del terremoto.

Léase lo que escribia al presidente del consejo de Indias, tratando del monasterio de San Agustín:

«Es constante opinión de los confesores que, entre negras, indias i monjas, en ninguna de todas sus confesiones, se hallaban fácilmente pecados veniales, con que talvez no hai en todo el monasterio motivo de confesión. No dijera yo esto a Vuestra Excelencia, aunque esta relación hubiera de sepultarse en solo su secreto, sino fuera notorio en todo el reino, i ha sido necesario decirlo por lo que quiero decir. Una monja, cuya virtud se descuella entre las demás, le dijo a la abadesa, cuando comenzó el temblor:-¿No ve, Señora, en el cielo aquella espada, i un azote con tres ramales? Yo juzgo, Señor Excelentísimo, que la espada se movió contra los muertos, i está du

rando el azote para los que quedamos vivos, porque son increíbles nuestros trabajos.»

Hubo algunos pronósticos naturales del terre

moto.

La audiencia dirijió al soberano una carta con fecha 12 de julio de 1648, en la cual refiere este infausto acontecimiento.

En esa carta, se leen los siguientes párrafos.

«A 7 de mayo, (el terremoto fué el 13), en el puerto de Arica, sin viento, se levantó el mar desusadamente; i no consintiendo remos ni bajel, sin borrasca grande, hizo varar a un navío San Nicolás, que habia salido de este puerto de la Ligua con el interés de este comercio i sus mercaderes; i a la vista, se hizo pedazos contra unas peñas, donde, con muerte de catorce personas, se perdieron mas de doscientos mil pesos.

>>I por todos los puertos de esta costa, advirtieron los pescadores tanta inquietud, i tanta estraordinaria violencia en las olas del mar, que se subian sobre las cumbres mas altas de las sierras que las cercan. >>

Examinemos ahora cuál fué el estado en que terremoto dejó la ciudad de Santiago.

el

Casi todos los edificios públicos i particulares vinieron al suelo, o quedaron ruinosos.

Fueron mui pocos los que permanecieron ilesos, o solo con deterioros no considerables.

La iglesia actual de San Francisco, i el piso bajo del primer claustro del mismo convento, son indudablemente, según las indagaciones que he practicado, edificios anteriores al terremoto, que subsisten hasta ahora.

Esta iglesia, sin embargo, tenia entonces una forma diferente.

Se componia de una nave principal i de solo dos capillas laterales, las cuales figuraban entre las tres una cruz perfecta.

Las dos nuevas capillas con que, en cada costado, se han prolongado las dos únicas que hubo primitivamente, i que constituian los brazos de la cruz, son construcciones mucho mas modernas.

El espacio ocupado por las dos nuevas capillas del costado meridional, se hallaba vacío, i hacía parte del primer claustro.

El de las dos nuevas capillas del costado septentrional, se hallaba destinado a campo santo o cementerio.

Entre este campo santo i la cañada, habia una fila de cruces, semejantes a las tres que todavía existen en la plazuela de las Capuchinas.

Esa fila de cruces se prolongaba desde el frente de la calle de San Francisco hasta el de la actual calle Angosta.

Muchos hemos alcanzado a ver, frente a la ca

pilla de la Soledad, una de esas cruces, que se conservaba aún veinte i cinco, o treinta años atrás.

Algunos relijiosos de San Francisco opinan que el altar mayor es el mismo que habia en 1647.

El padre Rosales atribuye la salvación de esta iglesia, cuyas paredes de mampostería son tan sólidas, como las de una fortaleza, a la circunstancia de tener tan valiente enmaderación de unas maderas mui gruesas i mui juntas, con canes i sobrecanes, que la abrazan, embebidas en la mesma pared.>>

Sin embargo, la iglesia de San Francisco perdió la torre, la cual, al caer, según el señor Villarroel, «derribó un excelente coro con una mui costosa sillería.»

Por lo que toca al convento, el terremoto respetó únicamente el piso bajo del primer claustro, cuya maciza arcada de ladrillos se mantiene hasta ahora en pié.

Pudiera ser que, como muchos lo sostienen, la que se llama la casa de Pedro de Valdivia fuera otro de los edificios anteriores al 13 de mayo de 1647, que subsiste aún.

La naturaleza i solidez de la obra permiten tal suposición.

Sin embargo, no he encontrado ningún docu

EL TERREM. - 46

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