La lengua castellana en Méjico: discurso de recepción en la Academia Mejicana correspondiente de la Real Española, y respuesta al mismo discurso, leídos el dia 17 de abril de 1925

Portada
Impr. Victoria, 1925 - 257 páginas
 

Páginas seleccionadas

Contenido

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 104 - Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis : si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿ por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Página 106 - ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada: la que cae de rogada, o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, o el que paga por pecar? Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar, y después, con más razón, acusaréis la afición de la que os fuere a rogar. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia...
Página 105 - ¿Qué humor puede ser más raro, que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro? Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien. Opinión ninguna gana; pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, liviana.
Página 208 - Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual el ave taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz que tú, Patria suave.
Página 204 - Se desgarra el espléndido follaje Del viejo tronco que al rajarse cruje; El huracán golpea los peñones, Su última racha entre las grietas zumba, Y es su postrer rugido de coraje El trueno que, alejándose, retumba Sobre el desierto y lóbrego paisaje... VII Augusta ya la noche se avecina Envuelta en sombras. El fragor lejano Del viento aun estremece la colina Y las espigas del trigal inclina, Que han dispersado por la tierra el grano. Siento bajo mis pies trepidaciones Del peñascal : entre su...
Página 70 - Atenas de sus letras y ciencias peregrinas ; 60 précíense de tener las aulas llenas de más borlas, que bien será posible, mas no en letras mejores ni tan buenas...
Página 147 - Allí se ve con asombroso espanto Cual traición castigado el patriotismo, En delito erigido el heroísmo Que al hombre eleva y engrandece tanto. ¿ Qué más ? En duda horrenda Se consulta el oráculo sagrado Por saber si la prenda De la razón al indio se ha otorgado, Y mientras Roma calla, Entre las bestias confundido se halla.
Página 204 - Ronco alarido y angustiosa queja por sus gargantas de granito deja la montaña escapar; maldice, clama, el bosque ruge y el torrente brama y, de las altas cimas despeñado, por el espasmo trágico rompido, rueda el vertiginoso acantilado, donde han hecho las águilas el nido y su salvaje amor depositado; y, al mirarle por tierra destruido, expresión de su cólera sombría, aterrador y lúgubre graznido unen a la tremenda sinfonía. Bajo hasta la llanura. Hinchado el río arrastra, en pos, peñascos...
Página 146 - No será empero que el benigno cielo, cómplice fácil de opresión sangrienta, niegue a la patria en tan cruel tormenta una tierna mirada de consuelo. Ante el trono clemente sin cesar sube el encendido ruego, el quejido doliente de aquel prelado, que inflamado en fuego de caridad divina, la América indefensa patrocina: "Padre amoroso — dice — que...
Página 106 - Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas, las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada: la que cae de rogada o el que ruega de caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, o el que paga por pecar?

Información bibliográfica