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CAPÍTULO XXXVII.

LA CAMPAÑA DE 1604-16 0 5.

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Proyectos i desecs de Alonso de Rivera-Envia de Concepcion socorros a Calbuco.-Los indios de Lavapié i Pedro Cortés.-Ataque simultáneo por mar i tierra. Correrías efectuadas por Jorje de Rivera. Sumision de dos reguas de Tucapel.-Funda Rivera en Lebo el fuerte de Santa Margarita de Austria.-Escursion a Cañete.-Felices escaramuzas.- Alonso de Rivera Figueroa. Deja en Yumbel a Martin Muñoz-Sale el teniente Delgado a la escolta de yerba. Precauciones aconsejadas a Muñoz, que las desprecia.-Imprudencia de Delgado.-La emboscada.-El ataque.-Derrota i muerte de los españnles.-Envia a Cortés el gobernador en persecucion de los indios.Felices correrías de Cortés.-Resuelven los indios atacar a Rivera.-Medidas que éste toma para evitar una sorpresa.-El 10 de febrero en Claroa.— Prevision de Rivera.-El ataque.-Derrota i persecucion de los indios.--Escursion & Ilieura.-Sumision de toda la provincia de Tucapel.-Condiciones impuestas por el gobernador.-Fundacion del fuerte de Paicabí. Empleos que provee Rivera en el ejército de Chile.-Proyecto de repoblar a Angol.Llega a Chile García Ramon.-Reúnese en Paicabí con Alonso de Rivera.

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Por lo mismo que supo Alonso de Rivera la venida a Chile de su sucesor, se apresuró a ir al sur para continuar la guerra: a toda costa deseaba manifestar actividad i dejar en brillante pió una colonia que habia recibido en tanto detrimento (1). En los cuatro años de su gobierno de Chile, donde se habia formado tranquilo i honorable hogar i numerosas relaciones, estaba habituado a considerar como su definitiva mansion este rincon de la tierra, teatro de sus mas gloriosos hechos, i toda su ambicion se

(1) Rosales, libro V, capítulo XXXII, dice que Alonso de Rivera salió para Tucapel, a hacer la guerra a esa provincia, el 24 de setiembre. Acabamos de ver que el gobernador estaba en Santiago el 17 de setiembre: luego, a lo mas, el 24 salia de la capital para el sur i no comenzaba, como dicé Rosales, la campaña.

reducia, al verse separado de él, a volver cuanto ántes a ocupar el puesto de que se le separaba.

Llegado a Concepcion i mientras preparaba la próxima campaña, fletó el patache con cuantos recursos de víveres i municiones le fué posible reunir i lo envió a Calbuco en socorro de los antiguos pobladores de Valdivia i Osorno ahí refujiados. El patache zarpó el 17 de noviembre (2) a las órdenes de Juan Peraza de Polanco, primo de Rivera, a quien éste mandaba con el cargo de veedor o jefe de las posesiones australes (3).

Por su parte, Pedro Cortés no habia permanecido ocioso despues de la sumision de la provincia de Arauco. Los indios de Lavapié, que poblaban la punta de ese nombre, aunque pertenecientes a la provincia de Arauco, no se habian sometido como los demas i, al mando de su toquí, el cacique Antemaulen, coutinuaban incomodando a los habitantes del fuerte.

Cortés resolvió escarmentarles i someterlos. Al efecto, preparó algunas pequeñas embarcaciones, en las que mandó por mar a algunos hombres, mientras el resto de la fuerza iba por tierra. El 4 de octubre dió el ataque combinado i derrotó sin dificultad a los indíjenas. Continuó, en seguida, la persecucion en los alrededores, cojió ciento i tantos prisioneros entre mujeres i niños i taló todas las mieses; visto lo cual, Antemaulen conoció cuán inútil era intentar él solo la resistencia i se sometió, como los demas caciques de Arauco, al maestre de campo (4).

El hermano del gobernador, Jorje de Rivera, a la cabeza de ochenta hombres de a caballo i de cien indios coyuncheses i hualquis, hizo diversas correrías en la provincia de Catirai. Eu una de ellas sorprendió a muchos enemigos «juntos en una bo«rrachera en un gran rancho i dió en ellos en tan buena coyun« tura que, cojiéndolos dentro i cercándolos, los pegó fuego por « fuera a todos i los abrazó vivos. Quitóles ochenta i seis indias,

(2) Carta ya citada de Alonso de Rivera al rei, fechada en Tucapel el 26 de febrero de 1605.

(3) Rosales, libro V, capítulo XXXI.

(4) Id. id.

«< con que obligó a la provincia a que se rindiese i diese luego << la paz» (5).

Estas noticias, que Alonso de Rivera tuvo en Concepcion mui pronto, eran a propósito para hacerle mas sensible su separacion del gobierno de Chile i para inducirlo a comenzar luego una campaña que se inauguraba con tan buenos auspicios,

Cuando ya iba a salir, le enviaron la sumision dos reguas de la provincia de Tucapel, las de Moyuile i Lincoya, que colindaban con la recien sometida provincia de Arauco (6). Probablemente, ello nacia de la imposibilidad en que se encontraban de defenderse, sabiendo que Rivera iba a comenzar la campaña por sus tierras i que los caciques de Arauco habian aumentado con quinientas lanzas indíjenas el ejército del gobernador (7).

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Conocemos los proyectos que para este año habia acariciado Alonso de Rivera, Deseaba principiar por la fundacion de un fuerte en la desembocadura del Lebo, que dividia las provincias de Arauco i Tucapel. Allá se dirijió, haciendo en el camino cuantos destrozos pudo en las tierras enemigas, hasta obligar a sus pobladores a someterse a la dominacion española. Conseguido ésto, fundó un fuerte, al que dió el nombre de Santa Margarita de Austria, en memoria de la real esposa de Felipe III; dejó en él « las municiones, cargas i criadas, que, dice «Rosales, son las mas pesadas; » i se internó en Tucapel con quinientos españoles i novecientos indios amigos (8). Quiso primero verificar un reconocimiento i reconoció a la lijera la provincia hasta la antigua poblacion de Cañete; prendió en el tránsito << al cacique Marinao, cuyo nombre significa Diez tigres i cuya « valentia los emulaba i asimismo a todas sus mujeres i ganados « que fueron muchos; » (9) i, despues de ver la fertilidad de los campos i el gran número de sembrados que en ellos habia, vol

(5) Rosales, libro V, capítulo XXXI,

(6) Carta de Rivera al rei, fecha en Córdoba el 20 de marzo de 1626. (7) Rosales, lugar citado.

(8) Rosales, libro V, capítulo XXXII.

(9) Id. id.

vió al fuerte de Lebo para tomar municiones i emprender una mas importante i detenida escursion en esas tierras.

Por de pronto no tuvo el gobernador sino encuentros, bien insignificantes por el corto número de los enemigos, que luego se pusieron fuera del alcance de su ejército. No dejaron, sin embargo, de hostilizarlo, i en el lugar llamado Vidiregua cayeron sobre él mas de ochocientos indios de guerra; pero Alonso de Rivera estaba mui alerta para evitar las sorpresas i los indios no tuvieron otro recurso que la fuga (10).

Hacia ya mucho tiempo que la fortuna protejia decididamente a los españoles en la guerra de Chile i, sin la triste suerte de las ciudades australes, habrian ellos podido olvidar las innumerables desgracias pasadas, cuando una noticia harto funesta llegó al poderoso campamento de Alonso de Rivera.

Este habia dejado todos los fuertes del Biobio (se comprendian en esa denominacion aun los que no estaban sobre el rio, como Yumbel i la Estancia de Loyola) a cargo de su homónimo Alonso de Rivera Figueroa, que era al propio tiempo uno de los mas pudientes vecinos de Santiago i de los mas respetados capitanes del reino.

El fuerte de Yumbel tenia « mas de ciento i cuarenta hombres « de guarnicion en dos compañías de a caballo i algunos infan<< tes sueltos » (11). Alonso de Rivera Figueroa, cumpliendo una

(10) No couocemos otros pormenores acerca de estos encuentros, sino los que apuntamos tomados de la citada carta de Rivera de 20 de marzo de 1606.

Aunque sin poderlo asegurar, porque Rosales no habla del lugar donde se efectuó, creemos mui probable que el encuentro de Vidiregua sea el que este historiador refiere, en el lugar citado, con los pormenores siguientes: 'Arrojaron los caciques de Tucapel una cuadrilla de indios osados para "cojer lengua i saber los intentos de el gobernador; mas, como sabia mui "bien atajar los designios de el enemigo, usó con los indios de cautela i "traza. Armóles una emboscada con los capitanes Alvaro Núñez i Pedro "Chiquillo i mandó que el bagaje marchase algo a lo largo para que en"tendiesen que iba allí toda su caballería; i dando los enemigos incauta"mente en la emboscada, salieron los españoles i los alcanzaron i prendie"ron veinte, i entre ellos el cacique Culacura, que significa Tres piedras "su nombre. "

(11) Carta de Alonso de Rivera al rei, fechada en Tucapel el 26 de febre. ro de 1605. Esta carta, escrita tan pocos dias despues de los sucesos que narramos, nos suministra casi esclusivamente los datos de esta relación. Se entenderá que de ella tomamos i copiamos las palabras, cuando no les asignemos diferente orijen.

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