Seis años de la historia de Chile: (23 de diciembre de 1598-9 de abril de 1605) : memoria historica escrita en cumplimiento de los estatutos universitarios, Volúmenes1-2

Portada
Impr. Nacional, 1881

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 239 - Y cuando esto se acaba, por no tener otro recurso de que valerse es cosa lastimosa lo que obliga a comer la intolerable hambre (a la cual como a enemigo tan poderoso) no hay ánimo, valor ni cosa fuerte que no se rinda. No diré lo que en tales tiempos he...
Página 231 - Disimulé la sospecha a que semejantes venidas de indios obligan, y híceles dar de comer, teniendo gran cuidado con ellos. Ordené que tuviesen siempre una centinela de vista, y que con ella estuviesen de noche en el cuerpo de guardia. Pero mostrando el indio gran sentimiento por ello, comenzó a hacerme tanta instancia en que le dejase hacer una barraquilla donde vivir dentro del fuerte con su mujer y hijo, que esto y el haberle hallado el cordel que dije, fué causa de que me resolviese a hacerle...
Página 239 - ... fuerza de brazo , no sin trabajo (aunque quisieran tener mucho que moler) sobre unas piedras encavadas con otras menores al uso de los indios, lo cual molido cuecen en agua simple; pues no solamente no tienen otro mantenimiento, pero ni aun sal que dé sabor á tan pobre y tasada racion.
Página 150 - Movióse el capitan á compasion, porque el cacique era hombre de edad, y no hay lágrimas en canas que no enternezcan, y consolándolo con algunas razones, le prometió todo buen tratamiento y que lo defendería de los indios de guerra, Agradecióselo el cacique, y finalmente le dijo que dejaba algunos de sus indios cortando los palos de que...
Página 226 - Sanchez, que vinieron á morir de heridas al fuerte, habiéndose llevado el rio á otro que cayó en él , muerto de un golpe de macana. Escaparon 'los demás por puro valor de sus personas, aunque bien heridos de lanzadas y flechazos, viniendo el barco cubierto de flechas, de que aun hasta los remos estaban atravesados de parte á parte.
Página 238 - ... de comenzar a arder. Pero fué Dios servido que le atajaron a buen tiempo su intento, que no pudiera dejar de llevar su designio al mejor suceso del que tuvo. Lo que era el fuerte estaba tan sin figura, según lo habían desbaratado, que...
Página 234 - A muchos de los soldados que tiraban botes de picas a los enemigos, con hacerlo con gran presteza, con todo ello les hacían presa dellas y se las quebraban quedándose con los trozos de los hierros en las manos, llegando su porfía...
Página 212 - La iglesia paupérrima; las misas se dicen con candelas de sebo, si no son los domingos y fiestas; el santísimo se alumbra con aceite de lobo, de mal olor. Si se halla de ballena no es tan malo".
Página 239 - Llegó finalmente el extremo de la hambre a tales términos, que no quedó en el fuerte adarga ni otra cosa de cuero, hasta venir a desatar de noche la palizada de que era hecho el fuerte, para comer las correas de cuero crudío de vaca y podridas de sol y agua, con que estaba atado el maderame...
Página 138 - ... blos formados, ni los dejan parar una hora. I asi la mayor « guerra que en este reino se hace es a los indios que están de « paz i que primero dieron la obediencia a Vuestra Majestad, por « lo cual no merecían ser tan molestados sino que Vuestra Ma«jestad les hubiera hecho grandes mercedes

Información bibliográfica