Nueva revista de Buenos Aires, Volumen12

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C. Casavalle, 1884
 

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Página 274 - Para precaver dudas respecto de la frontera mencionada, en las estipulaciones de la presente Convención, aceptan las altas partes contratantes el principio...
Página 274 - Brasil; por consiguiente reconocen, respectivamente, como frontera la población de Tabatinga, y de ésta para el Norte la línea recta que va a encontrar de frente al río Yapurá en su confluencia con el Apaporis, y de Tabatinga para el Sur el río Yavarí, desde su confluencia con el Amazonas.
Página 68 - Verdad es que el Gobierno del Perú aceptó también el principio del uti possidetis y sustituyó á los Tratados celebrados por la metrópoli la posesión actual y conforme á ella, el Tratado de 23 de Octubre de 1851 que la República se halla en el deber de respetar...
Página 151 - ¡Patria! Por ti sacrificarse deben Bienes, y fama, y gloria, y dicha, y padre. Todo, aun los hijos, la mujer, la madre Y cuanto Dios en Su bondad nos dé. Todo, porque eres más que todo, menos Del Señor Dios la herencia justa y rica; Hasta su honor el hombre sacrifica Por la Patria, y la Patria por la Fe.
Página 280 - Bajará la línea por las aguas de estos dos ríos, Guaporé y Mamoré, ya unidos con el nombre de Madera, hasta el paraje situado en igual distancia del río...
Página 464 - ... en que se afirmó y ratificó"; leída que le fue esta su declaración...
Página 283 - De este río para el Oeste seguirá la frontera por una paralela tirada de su margen izquierda en la latitud Sud 10' 20' hasta encontrar el río Yavary.
Página 287 - Esta reticencia prueba de un modo muy claro, que los gobiernos del Brasil y el Perú no se consideran con un derecho perfecto sobre el territorio, materia de sus convenios y quieren únicamente hacer valedera su actual posesión...
Página 183 - Oriental y á los territorios que le obedecían, de la comunidad argentina, formando causa común con el Paraguay, y que prefería perder su país entregándolo vencido al extranjero, antes de reconciliarse con las Provincias Unidas.
Página 150 - Sólo la suelta por volverla a herir. La misión de los buenos en la tierra Es hacer bien al hombre mientras vivan, Y bendecir el mal que de él reciban Y con amor su ingratitud pagar. Para que al fin la humanidad rebelde Por el constante ejemplo entusiasmada De tanto ser amada y perdonada. Pueda aprender a perdonar y amar.

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