Imágenes de páginas
PDF
EPUB

ga

Estomba y el comandante Luna. Para impedir la fude otros patriotas decidió el mal aconsejado Monet fusilar á dos patriotas sacados por la suerte. En vano el coronel Videla y el auditor de guerra Aldana protestaron en nombre de la civilizacion y del derecho, y en vano el honrado Vivero, que era uno de los prisioneros quiso entrar en el fatal sorteo. Camba con. testó al antiguo brigadier español, “esto no reza_con U. señor Vivero," y no hizo caso de su noble replica: "Debe rezar, por que yo debo participar de las desgra cias y prosperidades de mis compañeros." A las observaciones incontestables de Aldana y Videla, se contestó con palabras sarcasticas y risa sardonica. Los capitanes D. Domingo Millan y D. Manuel Prudan designados por el azar fueron fusilados tras de la iglesia de San Mateo, delante de sus camaradas. El primero murió como un heroe: se le habia concedido vestir su uniforme de gala, arengó á los prisioneros, y dió con firmeza á los soldados la voz de descarga. "Compañeros, dijo, como si fuera á entrar en combate, he vencido á los españoles en San José, en San Lorenzo y en Suipacha y he peleado contra ellos en otros campos de batalla: he estado en Casamatas prisionero siete años y meses, y hubiera estado setecientos antes que transigir con la tirania española, que ahora mas que nunca va á dar una prueba de su ferocidad. Mis compañeros de armas, testigos de este infame asesinato, algun dia me veugaran: y si ellos no lo hacen, lo hara la posteridad." Dirigiendose luego á los que iban á fusilarle, y abriendose la casaca, les gritó con voz estentorea," al pecho, al pecho, viva Buenos Ayres." Una descarga ceri ada puso fin á sus heroicas palabras.

Procederes tan barbaros levantaban contra los realistas la opinion pública, comunicando mayor decision al ejercito de la patria. La armada nacional,

per

aunque por depronto hubiera perdido el predominio ganado en el Pacifico, por Lord Cochrane, no dejaba de causar grandes alarmas á las naves enemigas con señaladas pruebas de audacia. El intrepido Guisse, penetrando el 25 de febrero en la bahia del Callao, atacó los buques españoles protegidos por los fuegos del castillo; incendió seis de ellos, se apoderó de cuatro pertenecientes á diversos estados de América, y obligó á diez neutrales á salir del fondeadero. Así lo mismo por mar que por tierra, podia lisonjearse Bolí var de que las fuerzas preponderantes del Virey le dejarian tiempo para reforzarse, y una vez reforzado correr en su alcance con esperanzas de vencerlas. En cuanto á los recelos relativos á la venida de expediciones europeas, la política retrograda de Fernando VII mitia esperar, que de la peninsula no saldria ningu na formidable, y la Santa Alianza habia sido reduci da á la inacción por la actitud enérgica del gobierno norte americano. El Presidente Monroe adoptando las ideas de John Quincy Adams, hizo el 12 de diciem bre de 1823 esta famosa declaracion: la América será para los americanos; los Estados Unidos no consentiran, que en ella se establezcan nuevas colonias, ni que las potencias europeas impongan á las nuevas repúblicas gobie nos monárquicos -Tan explícita declaracion fué muy bien recibida por el gabinete bri tánico, sobre todo por el ministro Canning, que veia ligada la prosperidad de su comercio á la libertad del nuevo mundo. L voluntad manifiesta de las dos grandes potencias marítimas quitó todo deseo de intervenir en favor de Fernando VII á los monarcas, que mas inclinados se sentian á prestarle auxilios para la reconquista de las Indias.

El aislamiento y disensiones de los realistas infundieron á Bolívar la esperanza de deshacerlos en una campaña bien dirigida, despues de uno ó mas en

cuentros; la preponderancia, que habian adquirido en el año último, debiase no tanto á la pericia de sus gefes y á sus propias fuerzas, cuanto al desacertado plan á las faltas de los caudillos independientes. Si él emprendia su persecucion con mas acierto, se debilitarian con los mismos triunfos, que pudiera facilitarles la suerte asaroza de las armas, y les seria imposible rehacerse de un gran desastre. Convencido de ello y apenas restablecido de su grave dolencia, se consagró Bolívar á formar la expedicion libertadora con toda la actividad, energia y prevision, que eran de esperarse de su espíritu volcánico, su temple heroico y su clara inteligencia.

Habiendose trasladado de Pativilca á Trujillo á principios de marzo de 1824, fijó allí la residencia del gobierno, y para atraerse la cooperacion del vecindario decretó el establecimiento de una universidad y de una corte superior. Al frente de las provincias libres colocó hombres activos y populares, quienes debian informar con escrupulosa exactitud acerca del mérito de los llamados á ocupar puestos subalternos. A fin de dar unidad á la administracion, refundió todos los ministerios en la secretaria general, cuyo desempeño fué confiado al hábil y solicito Sanchez Carrion.

En una elocuente proclama dirigida á los peruanos el 16 de Marzo procuraba disipar los recelos concebidos á causa de su mal encubierta ambicion y de la tendencia manifestada á engrandecer con la incorporacion de Mainas y de Jaen el territorio de Colombia á expensas del Perú

Peruanos decia: Los desastres del ejército y el conflicto de los partidos parricidas, han reducido al Perú al lamentable estado de ocurrir al poder tiranico de un Dictador para salvarse. El Congreso constituyente me ha confiado esta odiosa autoridad, que no.

he podido rehusar por no hacer traicion á Colombia y al Perú, intima mente ligados por los lazos de la jus ticia, de la libertad y del interés nacional. Yo hubiera preferido no haber visto jamas el Perú y prefiriera tambien vuestra pérdida misma al espantoso título de Dictador. Pero Colom ia estaba comprometida en vuestra suerte, y no me ha sido posible vacilar.

Peruanos:-Vuestros gefes, vuestros internos enemigos han calumniado á Colombia, á sus bravos y á mi mismo. Se ha dicho que pretendemos usurpar vuestros derechos, vuestro territorio y vuestra independencia. Yo os declaro á nombre de Colombia y por el honor sagrado del Ejércitc Libertador, que mi autoridad no pasará del tiempo indispensable para prepararnos á la victoria: que en el acto de partir el ejército de las provincias, que actualmente ocupa, sereis gobernados constitucionalmente por vuestras leyes y vuestros magistrados.

Peruanos:-El campo de batalla, que sea testigo del valor de nuestros soldados, del triunfo de nuestra libertad; ese campo afortunado me verá arrojar lejos de mí la palma de la Dictadura; y de allí me volveré á Colombia con mis hermanos de armas, sin tomar un grano de arena del Perú, y dejándoos la libertad. Cuartel general en Trujillo á 11 de Marzo de 1824.-Simon Bolivar.

La confianza inspirada á los patriotas por promesas tan soberanas, y la conviccion profunda, de que no serian estériles los sacrificios, que se hicieran para esta campaña libertadora, facilitaban y parecian multiplicar los recursos en un territorio, que se ha bria creido exhausto con repetidas y rigurosas exacciones. Siendo asi que el 1.° de Marzo no habia un peso en las cajas nacionales, las tropas pudieron ser pagadas el 1.o de Abril, y se formó una caja militar, que nunca careció de lo preciso. Desde el dia ante

rior escribia Bolivar á Sucre: "no nos faltará dinero para dos ó tres meses, en los cuales hemos de decidir probablemente de la suerte del pais." In poco tiempo se recogió cerca de medio millon de pesos: Huamachuco dió 30,000; Pataz 20,000, Trujillo 60,000; Cajamarca 50,000; Lambayeque igual canti dad, Piura 20,000 las iglesias 200,000. Las principales entradas procedian de las erogaciones voluntarias inclusa la plata de los templos. De la contribucion general se esperaban unos 50,000 pesos. El producto de las aduanas, cuyos derechos fueron aumentados y sobre las que se redobló la vigilancia, no fué, ni podia ser considerable, siendo pocos los puertos independientes y habiendo impedido su acrecentamiento ya la naturaleza de esa renta, ya las reclamaciones de los ingleses. Tampoco se sacó mucho del arrendamiento de las fincas pertenecientes á realistas fugitivos, ni de la venta de las tierras valdias, porque ambas entradas eran tan dificiles deconseguirse, como de someterse por de pronto á una realizacion economica. Ademas la mayor parte de las tierras consideradas comunes habian sido reconocidas como propiedad particular de los indios, segun aconsejaban el derecho y la politica. Un precioso manantial de recursos, que no figuraban en la caja, fueron las caballerias requisadas, los viveres y otros suministros hechos á la tropa por los pueblos donde acampaba, ó que no se hallaban lejanos de su transito. Hay tambien que tener en cuenta los gastos hechos en Colombia para equipar y sostener á los auxiliares, espe cialmente en Guayaquil, que contribuyó por mas de un millon de pesos en uiversos artículos, segun asegura el historiador Ceballos.

El valor de los recursos conseguidos se acrecentaba extraordinariamente por la estricta y bien entendida economia, con que eran invertidos. Los oficinis

« AnteriorContinuar »