Imágenes de páginas
PDF
EPUB

que

hizo el capitan español por libertarle. Una compañia de las de a caballo fué la primera que huyó, i si la infanteria trató de rehacerse en otra altura, fué tambien inmediatamente destruida. El cuerpo de caballeria de la reserva realista hizo frente a los los llevaban ya de vencida, i tambien quedó despedazado. Santander, en fin, que mandaba el ala izquierda del ejército republicano, acabó con la vanguardia realista i se completó la derrota, obligando a los enemigos a rendir las armas, a pesar de toda su disciplina i de la habilidad de quien los acaudillaba. Mil seis hombres, con inclusion de Jiménez, el segundo jefe del ejército, unos cuantos tenientes coroneles, mayores de cuerpos, oficiales, i luego la artilleria, municiones, caballos i el armamento entero fueron los trofeos de esta espléndida i completa victoria. Escaparon solo cosa de cincuenta, puestos en fuga desde ántes de resolverse la jornada.

do

Meses despues, cuando ya Bolívar habia partipara Angostura, fué fusilado (11 de octubre) el jeneral Barreiro, en junta de treinta i ocho oficiales de los suyos, por órden del jeneral Santander. Este acto horrible, por no decir mas, que solo han podido justificarle mui pocos de sus apasionados amigos, es mancha que deslustra la memoria de Santander,

Las consecuencias de Boyacá fueron de altísima importancia, porque, destruido el ejército que dominaba en N. Granada, quedó esta casi del todo libre. Ya dijimos en otra parte cómo salió Sámano de Bogotá al saber el triunfo de las armas republicanas, i cómo, con tal motivo, se vino Calzada para Pasto con cuatro cientos hombres de los der rotados. Ahora solo debemos añadir que cuantos

ecuatorianos fueron vencidos en Boyacá se incor poraron gustosos a las fuerzas libertadoras.

El vencedor entró en Santafé el 10 de agosto, en medio de las estrepitosas aclamaciones con que el pueblo saludó i bendijo al que vino a darle independencia.

XXI.

Conforme a su costumbre de no descansar, se ocupó iumediatamente en el arreglo de los ramos gubernativos; i luego, dejando las riendas del gobierno en manos del jeneral Santander, se volvió para Angostura. A los tres dias de su llegada se presentó al congreso a dar cuenta de sus operaciones militares. i recomendar la noble conducta del pueblo granadino. Luego manifestó sus deseos i la conveniencia de unir a éste con el pueblo venezolano para que formasen un solo cuerpo de nacion. El congreso, penetrado de las buenas razones que adujo, aceptó la recomendacion, i con fecha 17 de diciembre dió la lei fundamental de incorporacion compuesta de catorce artículos, de los cuales el quinto dice así: "La república de Colombia se dividirá en tres grandes departamentos, Venezuela, Quito i Cundinamarca, que comprenderá las provincias de Nueva Granada, cuyo nombre queda desde hoi suprimido. Las capitales de estos departamentos serán Carácas, Quito i Bogotá, quitada la adicion de Santafé," El artículo séptimo dice:

"Una nueva ciudad que llevará el nombre del Libertador Bolívar será la capital de la república de Colombia. Su plan i situacion se determinarán por el primer congreso jeneral bajo el principio de proporcionarla a las necesidades de los tres departamentos i la grandeza a que este opulento pais está destinado por la naturaleza." la naturaleza." ¡La ciudad Bolívar no se ha fundado, i la memoria de este acaso vive solo en el corazon de algun par de millaresde los siete millones de americanos que le deben la soberania con que estan saboreándose. Acaso tambien hai muchos que la ultrajan, conceptuándose tiranizados por su gobierno, como si alguna vez hubiera podido rejir a Colombia en tiempo de paz, i no en los de penuria i de combates, en una época en que, para salvar la revolucion i la república, vino a hacerse casi necesaria la dictadura

Bolívar fué nombrado presidente de la república por unanimidad de votos, i el señor Francisco Antonio Zea, hombre de cuenta por sus letras, vicepresidente.

Dadas las instrucciones respectivas a los jenerales que obraban por los diversos puntos de Venezuela, salió Bolívar de Angostura el 24 de diciembre con direccion a Bogotá.

Multitud de operaciones militares ajitaba el inmenso territorio de Colombia, compartido todavia entre republicanos i realistas. Conservaban estos a Cartajena, Riohacha, Santamarta i Panamá, fuera de las posesiones venezolanas i sin hacer cuenta de los pueblos de la presidencia de Quito. Bolívar estendió sus cuidados a todas partes, i Santander, hombre mui entendido i estadista de provecho, le ayudó, como vicepresidente del distrito de N. Granada, no solo en lo concerniente al ramo de

guerra, sino todos los demas gubernativos, desplegando una actividad, tino i otras cualidades admirables. Merced a la buena opinion de los pueblos i a la exelencia de los capitanes que dirijian los campamentos, las armas republicanas, a principios de 1820, andaban ilustrándose por todas partes. Montilla, Córdova, este jóven apuesto i valiente entre los valientes, i Masa abrian las comunicaciones del Magdalena, i el jeneral Valdes se acercaba a nuestras fronteras con la ocupacion de Popayan. En cuanto a Morillo, se puso en el caso de mantenerse solo a la defensiva.

Para este estado de cosas contribuyó principalmente la proclamacion que al fin vino a hacer la madre patria de los principios que favorecen la libertad; tanto que aun Morillo mismo, el adusto e inhumano soldado que tan mal habia tratado a sos americanos, los provocó a una reconciliacion i luspension de hostilidades, i esto con urbanidad, sin calificarlos de rebeldes. Bolívar, que tenia preparado su viaje para el Magdalena, no pudo recibir personalmente a los comisionados españoles que le envió aquel jeneral, i dando a sus apoderados, señores Briceño Méndes i Urdaneta, las instrucciones necesarias sobre la base, en todo caso, del reconocimiento de la independencia, partió para dicho Magdalena.

De vuelta de este punto, se puso á la cabeza de la llamada Guardia, i marchó de seguida contra los realistas que, a órdenes del coronel Tello, obraban entre Mérida i Trujillo.

Morillo, que hasta tanto habia recibido ya la contestacion del presidente, la remitió en copia a la junta llamada de pacificacion, i nombró a los comisionados que debian ocuparse en los arreglos. Cru

záronse otras i otras contestaciones encaminadas al mismo fin, i en una de ellas suplicó Bolívar al caudillo español que autorizase a sus comisionados para que pudieran regularizar la guerra. Estas insistencias del Libertador por acatar los fueros de la humanidad patentizando estan que se hallaba harto arrepentido de haber aceptado la guerra a muerte, provocada por sus tenientes i aceptada por los Monteverdes, Bobes, Morales, etc. etc.

Mientras decurrian i se gastaban los dias en los proyectos de arreglo, continuaban, como si no se pensara en ellos, los movimientos militares; pues no quisieron tenerlos por suspensos por el simple conocimiento de los preliminares.

El libertador asentó su cuartel jeneral en Sábana-larga, i situó dos cuerpos de observacion en Mocoi. Morillo fijó el suyo en Carocha, despues de lo cual llegaron al cabo a suspenderse las hostilidades. Los comisionados colombianos, entre los cuales figuró el jeneral Sucre, se reunieron con los del jeneral español en Trujillo, i se abrieron las conferencias el 21 de noviembre. No pudieron durante cuatro dias ajustar cosa ninguna de provecho, hasta que al fin el 25 se firmó un armisticio que debia durar seis meses, prorogables por el consentimiento mútuo de los contratantes, i el 26 otro sobre aquella regularizacion de la guerra, tanto tiempo invocada i vanamente implorada por la humanidad i la civilizacion del siglo.

1820. Firmados ya los arreglos, manifestó Morillo el deseo de conferenciar personalmente con Bolívar, i este lo satisfizo poniéndose al otro dia en camino para el pueblo de Santana, seguido de algunos jefes i sus ayudantes de campo. Morillo partió para el mismo lugar, i como tocara él

« AnteriorContinuar »