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sidad i por inclinacion, mi destino está señalado en un campo o en los cuarteles. El bufete es para mí un lugar de suplicio. Mis inclinaciones naturales me alejan de él tanto mas, cuanto he alimentado i fortificado estas inclinaciones por todos los medios que he tenido a mi alcance, con el fin de impedirme a mí mismo la aceptacion de un mando que es contrario al bien de la causa pública i a mi propio honor."

Pero el congreso, que no debia prescindir de la gratitud impuesta por la victoria, ni de lo necesario que era Bolívar para las circustancias de entónces, insistió en sostener la obra de tal grati.ud i del imperio de esta necesidad; i Bolívar acepió la primera majistratura con la condicion de no ser presidente sino mientras durase la guerra, i sien pre que se le autorizase a continuarla poniéndose él a la cabeza del ejército, motivo por el cual vorvió a decir: "Entónces, señor, yo ruego ardientemente no os mostreis sordo al clamor de mi conciencia i de mi honor, que me piden a grandes gitos que no sea mas que ciudadano. Yo siento la necesidad de dejar el primer puesto de la república al que el pueblo señale como al jefe de su corazo Yo soi el hijo de la guerra, el hombre que los combates han elevado a la majistratura: la fortuna me ha sostenido en este rango, i la victoria lo ha confirmado. Pero no son estos los títulos consagrados por la justicia, por la dicha i por la voluntad nacional. La espada que ha gobernado a Colombia no es la balanza de Astrea; es un azote del jenio del mal que algunas veces el cielo deja caer sobre la tierra para castigo de los tiranos i escarmiento de los pueblos. Esta espada no puede servir de nada en el dia de la paz, i este debe ser el último de

mi poder; porque así lo he jurado para mí, porque lo he prometido a Colombia i porque no puede haber república donde el pueblo no está seguro del ejercicio de sus propias facultades. Un hombre como yo es un ciudadano peligroso en un gobierno popular, es una amenaza inmediata a la soberania nacional. Yo quiero ser ciudadano para ser libre i para que todos lo sean" sean".........

¡Ved, soldados que os habeis levantado despues de la guerra de la independencia, de esa guerra santa en que todo un continente la cantaba en coro buscando su libertad, cuál era el parecer del soldado por exelencia, i no os alceis para apropiaros de los pueblos a título de guerreros, porque los soldados son para los combates y campamentos, porque los soldados son una amenaza inmediata a la soberania nacional!

El Libertador pasó para Bogotá, declarada capital interina de la república, a preparar i apurar la espedicion al sur, i dejando al jeneral Santander encargado del gobierno, salió dias despues con direcciona a las provincias meridionales.

CAPITULO VIII.

Jenoi. Sucre en Guayaquil.-Traicion del coronel López. Yahuachi.-Huachi.-Llegada del general Mourgeon. Su muerte.-Pichincha.-Incorporacion de Quito a Colombia. Capitulacion de Garcia en Pasto.-Bolívar en Quito, Incorporacion de Guayaquil i Cuenca.

I.

1821. Ahora que ya conocemos los antecedentes i situacion de Bolívar, ahora que los sucesos del sur de Colombia van a enlazarse con los del centro i norte, continuaremos con los primeros, diciendo que Popayan, cuyo territorio alternativamente invadido por las fuerzas libertadoras venidas del norte o por los realistas que salian de Pasto, como indicamos en otro lugar, se hallaba por este tiempo ocupada por el jeneral republicano Valdes, enviado por el Libertador despues de la batalla de Boyacá. Valdes, lo diremos de paso, habia maltratado a Popayan como a tierra de enemigos, como le maltratra Calzada por amiga de los independientes. El

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coronel don Basilio Garcia, que en Pasto habia reemplazado a Calzada, se mantenia firme i airoso rechazando cuantas invasiones se intentaran contra su territorio. La aspereza del suelo de Pasto, el entusiasmo i valor de sus habitantes i los axilios que le proporcionaba Aimerich, fueron bastantes para tener a raya a los republicanos. Y si hasta entónces no se habian tenido otros combates que el de Pitayó en que Valdes i el coronel Míres triunfaron de mil i cien realistas capitaneados por el teniente coronel don Nicolas López, i algunos encuentros de poca importancia; el 2 de febrero de 1821 se vieron en Jenoi los ejércitos de Valdes i Garcia, compuesto el primero de mil docientos republicanos, i el otro, mas o ménos, del mismo número. La buena posicion que ocupaba el caudillo español le dió todas las ventajas del combate, i se llevó la victoria. Valdes apénas pudo salvar unos cuatrocientos hombres, i los demas fueron muertos, heridos o hechos prisioneros.

No siguió adelante la persecucion de los vencedores, porque llegaron mui a tiempo los comisiona dos coroneles Moráles i Móles, el primero por parte de Bolívar i el otro por la de Morillo, trayendo para el sur el armisticio de Santana. En consecuencia, los republicanos quedaron dueños del territorio de Popayan, i los otros siguieron posesionados de Pasto.

Despues de la derrota de Jenoi, se hizo cargo del ejército el jeneral Antonio José de Sucre, veterano cuyas acciones militares, no mui brillantes hasta entónces, debian elevarle despues a mucha altura. Los patriotas de Guayaquil, débiles por sí solos para hacer frente al poder español, concentrado en esta parte del vireinato, ocurrieron al Cauca por au

xilios, i aunque Sucre debia traerse unos dos mil veteranos, la verdad es que solo pudieron proporcionarle mil setecientos reclutas (29). Cuando este jeneral arribó a Guayaquil, su gobierno creyó conveniente pasar al Libertador una comunicacion manifestando su mancomunidad con la causa de la independencia americana, i poniéndose bajo la proteccion de Colombia.

Sucre, al separarse del ejército que obraba en el Cauca, lo dejó al mando del jeneral Pedro Leon Tórres, quien, tan desgraciado como Valdes, se dejó vencer tambien de los españoles cerca de Patia, lo mismo que el coronel Infante en Quilcacé. Infante i otros jefes i oficiales que cayeron prisioneros, fueron conducidos a Pasto i fusilados.

No contento Garcia con los triunfos obtenidos por el norte, estendió su línea de operaciones hácia las costas inmediatas, i reocupó á Barbacóas, Iscuandé, Atacámes i mas pueblos inmediatos.

Fuera del honroso cuanto delicado encargo que habia recibido Sucre para venir a la cabeza de la espedicion destinada a Guayaquil, trajo tambien la comision de negociar i arreglarse con el gobierno de esta ciudad i con el de Cuenca, por suponer que tambien aquí hubiera alguno establecido. La comision tenia por objeto empeñarles a que se incorporaran a Colombia, con la seguridad de que habian de participar de los mismos derechos concedidos á los colombianos del norte i centro, i a que Sucre manifestase la necesidad de que cuantas tropas hubiera por estas provincias se pusiesen bajo su mando en jefe. Si no obtenia esto último, debia combatir como auxiliador i ofrecerles tombien municiones i lo mas que necesitasen para asegurar la indepen

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