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"La paz ha sucedido a la guerra; la union a la discordia; el órden a la anarquia, i la dicha al infortunio."

Reunido el congreso en el dia convocado, se presentó Bolívar en el salon de las sesiones i dijo: "Al restituir al congreso el poder supremo que deposi tó en mis manos, séame permitido felicitar al pueblo porque se ha librado de cuanto hai de mas terrible en el mundo; de la guerra, con la victoria de Ayacucho, i del despotismo con mi resignacion. Proscribid para siempre, os ruego, tan tremenda autoridad ¡esta autoridad que fué el sepulcro de Roma! Fué laudable, sin duda, que el congreso, para flanquear abismos horrorosos i arrostrar furiosas tempestades, clavase sus leyes en las bayonetas del ejército libertador; pero ya que la nacion ha obtenido la paz doméstica i la libertad política, "no debe permitir que manden sino las leyes....

Considerando el congreso que aun habia enemigos que combatir, porque es de saberse que ni el jeneral Rodil ni otros jefes se tuvieron por comprendidos en la capitulacion de Ayacucho, léjos de admitir la devolucion de la dictadura, espidió, en la misma fecha de su instalacion, un decreto por el cual se le continuaba en el desempeño de ella hasta la reunion del congreso constitucional que debia verificarse en 1826. Tambien se le autorizó para que pudiese delegar sus facultades para las provincias o lugares que conceptuase necesarias.

1825. Con fecha 12 del mismo febrero dió otro decreto de reconocimiento en favor de Bolívar, por el cual se le obsequió una medalla de honor i un millon de pesos, poniéndose una suma igual a su disposicion para que la distribuyese como quisiera entre los jenerales, jefes, oficiales i tropa del ejér

cito. Así mismo, se dictó a favor del jeneral Antonio José de Sucre el título de Gran Mariscal de Ayacucho, i se declararon peruanos de nacimiento a cuantos militares sirvieron en la campaña desde el 6 de febrero de 1824 hasta el 9 de diciembre, i con opcion a cualesquier empleos de la república. Sucre mereció, ademas, otro decreto separado, por el cual le obsequiaron docientos mil pesos, dándole, como equivalente a esta suma, la hacienda de Huaca, asentada en el valle de Chancai, libre de todo gravámen i pension.

Bolívar aceptó la medalla de honor i, fundándose principalmente en que habia rechazado iguales recompensas decretadas por sus compatriotas, desechó el millon de pesos. El congreso insistió en dárselos hasta por tres veces, a causa de las tres negativas del Libertador; i entónces para dar fin a este punto delicado, dispuso el mismo congreso que la citada suma se emplease en obras de beneficencia del pueblo que habia tenido la dicha de verle nacer.

Despues de dado el decreto en que se concedia a Bolívar el título de Padre i Salvador del Perú, i se disponia la ereccion de monumentos que perpetuasen la memoria de sus acciones ilustres, decretó tambien una accion de gracias a la república de Colombia por los servicios prestados a su amiga i confederada; otra a su senado i cámara de diputados por el permiso que concediera al Libertador para que pasase al Perú, i por los ausilios que dieron a este pueblo; i, en fin otra al ejército.

Volvamos a los sucesos de nuestra patria.

CAPTULO IV.

Congreso constitucional de 1824. Sus leyes i decretos. Empréstitos estranjeros.-Facciones de Pasto.-Faccio nes de Venezuela.-Lejislatura de 1825.-Reconoci miento de la independencia hecho por el gobierno de la Gran Bretaña.-Estado de la hacienda pública.-Reeleccion de Bolívar i Santander.

I.

El interes producido por ese vaiven de la guer ra de la independencia, ha hecho que, anticipándonos a referir los sucesos del Perú, postergásemos los nuestros ocurridos en 1824, que por cierto no tienen la importancia de los otros.

Distancias inmensas que vencer desde las estremidades de la República, la ausencia de varios senadores i diputados que andaban en comisiones por fuera de Colombia o sirviendo en las campañas, la muerte o enfermedades de otros i los estorbos que oponian las facciones de Venezuela i Pasto; habian impedido que se reuniera el segundo congreso cons

titucional en el dia señalado por la lei fundamental.

Tarde asomaron a la capital los diputados de Venezuela, i tarde tambien los del Ecuador, i esto que, por los departamentos de acá, a malas penas pudieron partir un senador i tres diputados. Para el 5 de abril hubo ya mayoria suficiente para abrir las sesiones, i se reunió el congreso en este dia. Rendidas ya las plazas de Maracaibo i Portocabello, i sustituida la calma al ruido de los combates, la República tenia casi completamente redondeado su territorio, i, a lo ménos, por este respecto, la lejislatura iba a ocuparse en sus tareas con toda tranquilidad. El vice-presidente Santander le presentó un mensaje informándola de los tratados públicos que habia celebrado ya con el Perú, Chile, Buenos Aires i Méjico, i anunciando la esperanza que habia para establecer la confederacion americana, como el medio mas a propósito para asegurar los comunes intereses. Anunció tambien que estaba al celebrarse una convencion con los Estados Unidos del Norte, la Gran Bretaña reconoceria la independencia de Colombia.

i que

El mal estado del Perú, a últimos del año anterior, el recelo de que la Santa Alianza tratara de injerirse en los asuntos de las Repúblicas americanoespañolas, i la terca negativa con que la corte de Madrid rehusó reconocer la independencia de Colombia, obligaron al congreso a ocuparse en sus primeras sesiones en los negocios de guerra, i a decretar el alistamiento de cincuenta mil hombres, disponiendo que pasasen algunos cuerpos al Perú, conforme a las activas i frecuentes solicitudes de Bolívar, a investir al encargado del Poder Ejecuti vo de facultades estraordinarias i a darle la autori

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