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mercaderías y escoltadas de un destacamento, los Chichimecas que estaban emboscados allí cerca, en un abrir y cerrar de ojos desbarataron el convoy, del cual no escaparon sino una sola carreta, y algunos pocos que debieron su vida á la velocidad de sus caballos. Esta desgracia le fué muy sensible á Velasco, quien para tener allí cerca un cuerpo de guardia que hiciera frente á los enemigos, mandó que se fundaran las colonias de S. Felipe y S. Miguel, que hoy llaman el grande. Para la estabilidad de éstas, sucedió, que corriendo los españoles aquella cordillera que llaman Sierra Madre, hallaron ricos mineros de oro y plata, que atrajeron gran golpe de españoles, con los cuales se fundaron otras poblaciones, y los Chichimecas se metieron tierra dentro.

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1555. 14. 2 En el año que contaban del nacimiento de Jesucristo 1555, la muy noble, insigne y leal ciudad de Méjico, nombró por alcaldes ordinarios, á Gerónimo Ruiz de la Mota, y á Gabriel Aguilera: de la hermandad, á Antonio Cadena, y á Juan Cano: por procurador mayor, y alférez real, á Gonzalo Ruiz; pero habiendo este enfermado, suplió el oficio de alférez real, Rui Gonzalez: fué teniente del alguacil mayor, George Zerón, y capellan el padre Juan Quito. 3 Entretanto que se ordenaban las colonias de que hablamos en el año anterior, Francisco Ibarra, lejos de estas descubrió ricas venas de oro y plata, y como luego que por la Nueva España corría la voz de nuevas minas, volaban á ellas los Europeos; fué tanta la gente que cargó, que se hizo nueva poblacion que llamaron la Villa de

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Nombre de Dios: en premio de esta solicitud, Ibarra fué nombrado gobernador de la provincia, y supó tratar á los Indios con tanta humanidad, que se aficionaron al beneficio de las minas con aumento de los intereses reales: esto sucedia en el centro de la Nueva España. En Méjico Velasco deseoso de aliviar á los mejicanos, habia informado al Emperador, que aquellos desdichados, no teniendo en sus pleitos quien representara sus derechos, estaban expuestos no solo á la vejacion de los letrados, sino tambien á que descuidaran de tales negocios los jueces, mayormente tratándose de otros intereses: que aquel daño se podia evitar, si el fiscal de la corona se encargase de estas causas; pero que si alguna era contra el fisco, que el Virey destinara sugeto que hiciera de su procurador. Todo lo otorgó el Emperador, encargándola que informara si convenia ó no, que los encomenderos hicieran en sus repartimientos el oficio de corregidores: Item, si eran descuidados en la enseñanza de la doctrina cristiana de sus Indios: que á los que hallara culpados en esto, castigara con la pena impuesta por la junta de obispos en el año de 1546; á mas de esto, que remediara el abuso que le escribían de los caciques, que exigían de sus nacionales mas tributo que el impuesto: que los oidores que visitaban las provincias, averiguaran si los tributos eran excesivos. En el mismo año llegó á Méjico el breve de Paulo IV, en que aprobando la fundacion de la Universidad, conforme á los estatutos de la de Salamanca, le concedia varios privilegios. Este breve con los estatutos de aquel cuerpo, solemnemente se pregonó por las plazas de la ciudad.

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4 Gil Gonzalez Dávila, Teat. Eclesiast. de las Iglesias de las Indias Occident. tom. 1. fol. 33.

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bano de cabildo. La voz que en el año pasado habia corrido de la renuncia del Rey Carlos I, se verificó con dos cédulas que recibió el ayuntamiento el 5 de Abril, la una 5 del mismo Cárlos, fecha en 16 de Enero en que daba parte á aquella noble ciudad de su abdicacion de la corona, y por lo mismo le mandaba proclamaran por su Rey y señor á su hijo Felipe II: la otra de éste firmada el 17 del mismo mes, en que mandaba lo mismo. Para el cumplimiento de estas órdenes se juntó cabildo el mismo dia, y se determinó

1556. 15. 1 Siendo alcaldes ordinarios, Alonso Contreras, y D. Diego Guevara: de la hermandad, Gerónimo Ruiz de la Mota, y Gabriel Aguilera: procurador mayor, y obrero mayor, Bernardino Albornoz: alférez real, Rui Gonzalez, teniendo voto de regidores por el Rey, D. Fernando de Portugal, y Ortuño Ibarra: y capellan, Sebastian Bustamante; dió estado el Virey á dos hijas que le habiau venido de España: su mayorazgo que era D. Luis, tomó por muger á Doña María de Ircio, hija de Martin de Ircio, y de Doña María de Mendoza, hermana de D. que el escribano mayor Melchor de LeAntonio que habia gobernado antes la gaspi, se despachara con una carta al ViNueva España: su otra hija que llamaban rey que estaba fuera de la ciudad, supliDoña Ana de Castilla, casó con Diego cándole tuviese á bien hallarse presente á Ibarra, rico Vizcaino, y caballero de San- la solemne jura del Señor D. Felipe II, tiago. Mientras que se celebraban estas que se habia determinado celebrar en la bodas, se esparció por la ciudad, 3 que próxima pascua de Espíritu Santo. EfecCárlos I Rey de España, en una general tivamente, el Virey Velasco volvió á Méjunta de los estados de Flandes, con la jico, y el 4 de Junio aquel regimiento remayor solemnidad habia el 25 de Octu-solvió que la proclamacion se hiciera Dobre del año anterior, renunciado en su hi-mingo, dos dias despues, como se ejecutó, jo D. Felipe, Príncipe de Asturias, la co- llevando á caballo con noble acompañarona de España, con todas sus depen-miento, el real pendon de las casas de cadencias, y que se habia retirado al monasterio de S. Iust en la Extremadura.

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1557. El cabildo en el siguiente año, dió las alcaldías de la hermandad, á Diego Guevara, y á Alonso Contreras: las ordinarias, á Alonso Aguilar, y Antonio de la Cadena: la procuraduria mayor, á Bernardino Albornoz; el alferezasgo real, á D. Luis Castilla: el empleo de obrero mayor, á D. Hernando Portugal: tuvo voto de regidor por decreto del Rey, D. García Albornoz oficial real, y Melchor de Legaspi tuvo del mismo la plaza de escri

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bildo á la Catedral, en donde cantada la misa por su Arzobispo D. Fr. Alonso Montúfar, y bendito el estandarte, en la misma forma que habian venido, el alférez real D. Luis de Castilla, lo condujo al tablado magníficamente erigido en medio de la plaza mayor: allí la ciudad requirió al Virey que levantara el pendon por el Señor D. Felipe II, como lo hizo presente la real Audiencia, y sirviendo de testigos los provinciales de S. Francisco y de Santo Domingo, en cuyo acto llegaron á hacer el homenage por su nacion los gobernadores Indios de Santiago, Tetzcoco, Tacuba, Coyoacán y otros. La mis

5 Lib. Capitular.
6 Libro Capitular.

armas españolas. Para salir con este intento, mandó á Velasco que aprestara navíos, y alistara soldados, destinando para mandarlos oficiales experimentados, de quienes se pudiera prometer la conquista, y que la direccion espiritual de aquella fuerza, y la conversion 3 de aquellos infieles, la pusiera al cuidado de los padres dominicanos. En cumplimiento de estos mandamientos, el Virey hizo levas, é intimó á los mejicanos que acudieran con cierto número de flecheros. Los Españoles entre tanto, en quienes no se habia apaciguado el espíritu de conquista, creyendo hallar en la Florida, ó por dichas provincias abrirse paso á otros rei

ma funcion se hizo por toda la Nueva España. Felipe II entre tanto habia escrito á Velasco, recomendándole la justicia y el buen tratamiento de los naturales; pero este Virey que para desempeñar su oficio, no tenia necesidad de que lo aguijaran, administraba á la sazon la justicia con tanta rectitud, y cuidaba tanto de los Indios, que lo amaban y respetaban como padre. Para conseguir esto, puso freno á los Españoles que siempre tenia ocupados en fundar nuevas colonias, con lo que consiguió que las artes y comercio florecieran.1 En este año Felipe II eximió á los Indios de la ley general que en un concilio celebrado dos años antes se habia publicado, de que todos pagaran el diez-nos tan opulentos como Méjico y el Perú,

mo.

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se alistaban tan de buena gana, que fué 1558. 16. 2 En el siguiente año con- preciso que Velasco no solo descartara á forme al estatuto, el cabildo hizo alcal- los inútiles, sino tambien que hiciera susdes de la hermandad, á Alonso Aguilar, pender las levas. Dos mil hombres de y á Antonio Cadena: ordinarios, á Bernar- tropas escogidas, divididas en seis escuadino del Castillo, y á Manuel Villegas: drones, y otras tantas compañias de inprocurador mayor, á Bernardino Albor- fantería al mando del general D. Tristan noz: alférez real, á Antonio Carbajal, y de Acuña, le parecieron suficientes para el Rey nombró por regidor, á Francisco obtener la empresa. Nombrado el geneMérida. Mientras que Velasco entendia ral y oficiales, el resto del año se pasó en en hacer que florecieran en los pueblos adiestrar las tropas. Con éstas mandó tamde su dependencia, la justicia y la abun- bien Velasco que fueran como intérpredancía, el Rey Felipe que habia llevado tes ocho Españoles que habian recorrido pesadamente los reveses que los Españoles aquellas provincias, y habian hallado en habian tenido cuantas ocasiones habian la provincia de Coza gentes muy afables emprendido conquistar la Florida, qui- que los habian favorecido. A éstos cuanso que al principio de su reinado se hicie-do se encaminaban 5 á la Nueva-España, ra otra tentativa. Le parecia cosa de menos valer, que unas naciones que no podian ser muy numerosas no se pudieran sojuzgar, cuando casi todos los pueblos americanos que se conocian y entre ellos reinos bien ordenados, como Méjico y el Perú: habian bajado la cerviz á las

1 Torquemada, p. 3. lib. 17. cap. 200. 2 Libro Capitular.

se les habian juntado algunas mugeres Floridanas, que el Virey quiso que repartieran para contar entre los suyos lo bien que habian sido tratadas de los Españoles. 1559. 17. Fueron alcaldes de la her

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Dávila Padilla, Hist, de la provincia de Dominicanos de Méjico, lib. 1. cap. 58. 4 Torquemada, p. 1. lib. 5. cap. 14. 5 Dávila Padilla, lib. 1. cap. 58.-6 Lib. Capitular.

L.

mandad en este año, Bernardino del Cas-gados á pedir socorros á Velasco, quien tillo, y Manuel Villegas: ordinarios, D. luego despachó al capitan Biedma con Rodrigo Maldonado, y Juan Guerrero: algunas compañías, y en seguida á Anprocurador mayor, Bernardino Albornoz: gel Villafaña; pero viendo éstos que era capellan, Rodrigo Lopez Albornoz: tuvie-imposible mantenerse en aquellos puestos ron plazas de regidores por el Rey, D. Pe- contra naciones que se habian conjurado dro Lorenzana de Castilleja, Bernardino contra los Españoles, transportaron á la Bocanegra, y Jorge de Mérida. Apresta- Habana, y de allí á Veracruz los residuos das las tropas, que iban á la jornada de de aquella tropa. En aquel tiempo, sala Florida, para dar Velasco calor á la ex-bedor Velasco de que los Franceses penpedicion: marchó con el ejército á Vera- saban fundar colonias en la Florida, orcruz, en donde halló acopiados los víveres denó al gefe de escuadra, Melendez de y listas las embarcaciones. Despues de Valdés, que corriera por aquella costa, y pocos dias que habian descansado los sol- les disputara el desembarco. dados se efectuó el embarco en trece ve1560. 18. 1

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En 1560, fueron alcallas que componian aquella flota. Al par- des de la hermandad, Juan Guerrero, y tir les hizo el Virey un razonamiento, D. Rodrigo Maldonado: ordinarios, Alontrayéndoles á la memoria que aquella jor-so Valiente, y Hernando de Avila: pronada no tenia otro fin que la dilatacion curador mayor, D. Hernando Portugal: del nombre cristiano, á que jamás llega- obrero mayor, Juan Velazquez Salazar, y rían si no se ganaban aquellos naturales tuvo voto de regidor por el Rey, el oficon el buen trato, y el ejercicio de las cial real, Francisco Montealegre. 2 En virtudes cristianas. Todo el vecindario el tiempo en que Velasco atendía en los de Veracruz acudió á la playa, y les gri- aprestos de las fuerzas que iban á la jortaba alentándolos á ir de buen ánimo, que nada de la Florida, algunos sugetos de esperaban presto volverlos á ver victorio- Méjico mal contentos de su gobierno, sos. Luego que la flota se perdió de vis- que por lo mismo pienso serían los encota, volvióse Velasco á Méjico muy incier-menderos unidos con los oidores, inforto del éxito de aquella expedicion. Habia oido hablar mucho del valor de los floridanos, y del modo con que otras veces habian hecho la guerra á los españoles, y así temia algun revés. No és necesario á esta historia el referir todo lo acaecido en este tiempo en la Florida, pues apenas mi cortedad alcanza á lo que es recer. Para el buen despacho de esta propio de la ciudad de Méjico. Bastará pretension se ganaron á los consejeros, decir, que la flota arribó con felicidad á quienes la propusieron al Rey, no de otra aquellas partes: que las naves en los sur-manera, que como si movidos del deseo gideros estuvieron expuestas á los malos de aliviar á Velasco de lo mas pesado de tiempos, y que los floridanos estrecharon su gobierno, miraran por su salud. Felitanto á los Españoles, que se vieron obli- pe II que ignoraba este manejo, y sabia

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1 Dávila Padilla. lib. 1. cap. 58.

maron al Rey, que á mas de ser peligroso, era imposible, que los vireyes de Nueva España solos pudieran dar expediente á los innumerables negocios que de todo el viaeinato se les ofrecian: que se daria curro á éstos mas fácilmente, si consultara á los oidores, y nada resolviera sin su pa

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que aquel Virey no era dominado del es-radores que debian partir á la corte, en este se les dieron las instrucciones de lo que debian hacer. El punto principal era representar al Rey, que habiendo sido aquel gobierno fácil y expedito en tiempo de Mendoza, y en los años que se contaban del Virey actual, se habia intrincado de tal manera con la dependencia de la Audiencia, que si no se volvia al actual Virey la autoridad ilimitada que antes tenia, perderia él y sus sucesores la estimacion y aprecio que les era necesario en aquel puesto para contener á los Españoles y naturales en su deber: que el Virey Velasco hasta entonces se habia aconsejado con los oidores en los negocios de mayor momento: que el consultarlos en todo, no serviría de otra cosa que de ocuparlos lo

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píritu de mandarlo todo, le escribió sig nificándole su pesar, por la salud que le decian tenia tan quebrantada, y que para aliviarlo en el despacho, habia determinado con el parecer de su consejo, que los negocios del viréinato los consultara con la Audiencia, y oido su voto resolviera lo que juzgara mas conveniente. Luego que esta cédula se divulgó por Méjico, no solo no se aceleró el despacho, sino que se experimentó que encallabau cada dia mas los negocios de los Españoles, y se olvidaban de los de los naturales. Para el remedio de este perjuicio, Velasco y la ciudad con todas las personas de cuenta, determinaron enviar al Rey procuradores que le hicieran patente los daños que nacian del manda-mas del año distrayéndolos de su princimiento que 1 acababa de librar. Así que el regimiento escogió dos capitulares, que fueron Gerónimo Ruiz de la Mota, y Juau Cano: por escusa de éste se substituyó á Antonio Turcios, y por su falta á Bernardino Albornoz. A estos se juntaron tres religiosos de autoridad, de las órdenes de S. Francisco, Santo Domingo, y S.

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pal oficio de oír y sentenciar las causas de los litigantes. A mas de esto, se enco mendó tambien á los dichos procuradores que solicitaran que la Audiencia no conociera de los pleitos de los Indios, porque tratándose de fruslerias mientras que los oidores observaban las formalidades del derecho con grave perjuicio de las partes Agustin. Pse se prolongaban sus causas: que sería mas 1561. 19. Entraron de alcaldes de expedito que dichos negocios los sentenla hermandad en el siguiente año, Heruan- ciasen sus alcaldes, y si las partes reclado de Avila, y Alonso Valiente: ordinarios, | maban, sumariamente decidiera el correPedro Meneses, y Diego Arias, Sotelo: de gidor: que las causas de los Indios de alprocurador mayor, Bernardino Albornoz: gana entidad eran sobre los lindes de sus de obrero mayor, D. Fernando Portugal: pueblos, pastos &c., y de estas que asegu de escribano mayor interino, Diego Tris ran al Rey, que muchas, ocho y diez años tan: de alférez real, Juan Sámano: de pro- habia que estaban pendientes: que el únicurador de corte, D. García Albornos: una co remedio que en Méjico se hallaba para plaza de regidor dió el Rey á Diego Arias impedir las vejaciones que de esta dilacion Sotelo, y voto en cabildo á Ortuño Ibar-nacian, era el destinar dos 6 tres sugetos ra.1 Elegidos en el año antes los procu

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de integridad, que ó solos ó juntos vieran por sí mismos en los lugares controvertidos, quien de las dos partes tenia razon, y con este informe decidiera el Virey, sin dar lugar á la apelacion. Para este em

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