Imágenes de páginas
PDF
EPUB

aquellos naturales con mas humanidad, y á procurar su conversion á la fé; por lo contrario, si seguian los repartimientos, que jamas los pueblos de aquel nuevo mundo abrazarian la religion, ni menos se amoldarian á los usos españoles. Demandaba tambien que los regimientos consultaran á la audiencia sobre sus alcaldes, y que esta los eligiese, hiciese tambien escribanos, repartiese solares, huertos, caballerías etc.; á mas de esto hacer casa de moneda, gastar el dinero de la cajas reales en caso de rebelion: pedian que se enviara fiscal y relator, que no se pudiera apelar de sus sentencias al consejo; que los tuviera el emperador presentes en la reparticion que se haria de los mejicanos, y les diera un peñol en la laguna para su diversion. Nuño de Guzman deseoso de que se le ampliara su autoridad, pedia voto en la sala: avisaba que iba á hacer la guerra á los chichimecas, que hacian correrias hasta veinticuatro legua de Mé

[ocr errors]

ra atraerlos á su partido, con todo, nada consiguieron sin la fuerza. A Jorge Alvarado y á Pablo Mejía quitaron sus repartimientos pretextando incorporarlos en la corona; pero al fin los dieron á Alonso de Estrada y á Rodrigo de Albornoz. Prendieron á Pedro Alvarado, Diego de Ocampo y el capitan Maldonado: baste saber que á noventa y seis conquistadores que les hicieron frente en esta materia, ó maltrataron ó desterraron. Esta asamblea en que se disputaba si era ó no conveniente al reino que el masqués volviera, hubiera acabado en una guerra civil si los ánimos no hubieran estado bien dispuestos para el servicio del rey. Finalmente, un dia Nuño de Guzman, de mano armada, entra en la sala donde se tenian las sesiones, y echados de ella con gran vilipendio á cuantos seguian el bando del marqués, hizo elegir por procuradores á la corte á Bernardino Vazquez de Tapia y á Antonio de Carabajal, sus enemigos decalarados, á quienes dió la audiencia gran can-jico: que se llevaba consigo á Chirinos, tidad de dinero. Llevaron estos la resi- que era sugeto honrado y cuerdo, y se hadencia del marqués, y el sumario de lo bia ya descargado de las ligeras culpas que escribian al emperador era el que si- que le acumulaban. Hacia tambien apogue: Que habian vendido los bienes de logista de Salazar. Por último, el presiCortés para satisfacer al erario que lo al dente y oidores se quejaban amargamente canzaba: que este habia caido en felonía, de los obispos y de los religiosos francisy que hubiera ejecutado sus inicuos pro- canos: decian de los primeros, que fiados yectos á no haberlo descubierto el gober- en que el emperador los habia hecho pronador Estrada, lo que le dió motivo para tectores de los indios, entrometianse en ausentarse á España: que en atencion á negocios seculares: de los otros pronostiesta deslealtad, la audiencia y todos los caban que la diferencia que tenian al marregimientos de aquel reino pedian al em- qués habia de ser causa de la ruina de perador que en ningun tiempo le permi-aquel reino. Al tiempo que estos protieran volver á Méjico. A mas de esto curadores se despacharon, se prohibió en habiendo la audiencia ganádose á varios en Méjico escribir á la corte lo que en la conquistadores, y esperando ganarse á los junta habia pasado. demas, pedia al emperador que los pueblos de aquellas tierras se enfeudaran dándolos á los castellanos beneméritos: que estas gracias los estimularian á tratar á

|

2

1 El de los baños era entonces lugar de recreo, y lo habia sido de Moctezuma.

2 He aquí la tiranía en su deformidad.

31.

1

Con toda esta prohibicion los y el buen servicio de la corona. Los paobispos de Méjico y Tlaxcala, que no ig-dres franciscanos, que tenian á su cuidanoraban lo que contra ellos se escribia y do las doctrinas de la mayor parte de los los encargos de los procuradores, informa- mejicanos, y que eran tachados de parciarou al emperador, que el presidente y oi-les del marqués, explicábanse en estos térdores tenian tal aborrecimiento al mar- minos: 2 "Lo que el presidente con sus qués, que su nombre y hechos los enfada- oidores, por sugestion de los encomendeban: que á Maldonado que les pidió le ros de la Nueva-España proponen de enacudiesen para que no se perdieran los feudar estos pueblos para el mejor tratanavíos que por órden de Cortés hacia miento, conversion á la fé y obediencia al aprestar en el mar del Sur, no solo no lo rey de aquellos vecinos, no es para otra hicieron, sino que lo condenaron á pagar cosa que para continuar, con el pretexto dos mil ducados y muchas joyas: que pe- de la religion y buen trato, en el modo tidian se les diesen naturales para hacer ránico con que hasta este dia han gobergranjerias, y que ya de poder absoluto se nado á los mejicanos que se les encomenlos tomaban, obligándolos á trabajar en darou. ¿Cuándo jamas estos hombres desmolinos, huertas, &c., y así no causaba piadados han tenido algun pensamiento de admiracion que en menos de tres años la conversion de estas naciones? ¿Cuándo hubieran perecido mas de cuatrocientos de tratarlos humanamente? Nosotros somil, y al paso que iban, presto acabarian mos testigos del modo de proceder en los con la casta de los mejicanos: que ellos á últimos cinco años de estos encomenderos, ley de protectores de estos, les habian su- y en ellos hemos visto que las vejaciones plicado que les prohibiesen la bárbara que les hacian parecian tener por fin su costumbre de vender á sus hijos: que no destruccion, y de aquí inferimos cuánto los herraran, conforme al mandamiento li- mas crueles habrán sido los otros tres años brado años atras que proveyesen á sus que habian pasado despues de la conquispueblos de buenos visitadores: que quita- Ha sido una provincia particular de ran de estos empleos á sus criados que no Dios que con todos los medios que han cumplian con su deber, pero en todo esto puesto para destruir á los mejicanos, aun cantaban á los sordos: proponerles que no lo hayan conseguido. El arbitrio de cumplieran con las cédulas á favor de los hacer á las naciones del Nuevo-Mundo esindios, era en vano; su respuesta ordina- clavas para su reduccion á la fé y á la oberia era que no convenia: que Nuño de diencia del rey, es sin duda inicuo, porGuzman, mientras habia sido gobernador que Dios prohibe á los hombres toda abode Pánuco, habia sacado de allí mas de minacion, bien que de ella hubiesen de cuatro mil esclavos que habia vendido en resultar los mayores bienes. Los sacrifilas islas. El obispo de Méjico añadia á cios jamas son gratos si las manos que los esto, que el presidente y oidores encarce- ofrecen son impuras. Menor mal es que laban á los eclesiásticos de edificacion, y ningun habitador del Nuevo-Mundo se conprotegian á los díscolos; que no lo habia vierta á nuestra santa religion y que el movido á escribir la negativa de los diezmos de la audiencia, sino la gloria de Dios

1 Herrera, décad. 4, lib. 6, cap. 9.

ta.

2 Bello trozo de la representacion de los frailes franciscanos de Méjico al emperador Cárlos V á favor de los indios, y que les bace mucho honor.

señorío del rey se pierda para siempre, que el obligar á aquellos pueblos á lo uno y á lo otro con la esclavitud." ¿Pero cuántos eran los que movidos de la codicia de las riquezas raciocinaban de este modo? Si las gentes de la América se ven tratadas de los españoles como hombres sus semejantes, y no como bestias, conservándoles todos los derechos que dicta la humanidad, ¿soportarán con paciencia el yugo tiráni co de su nuevo rey, y de buena voluntad se agregarán á la iglesia?

cion. No contento con esto el emperador, hizo que se escribiera á la audiencia de Méjico, que tuviera buena corresponden cia con el marqués como sugeto de su estimacion. Este, que vió á su soberano tan propenso á favorecerlo, no se olvidó de sus amigos: para el obispo de Zumárraga alcanzó que se le pagasen los diezmos desde el 1527 en adelante, hasta que se deslindase su obispado: para los padres franciscanos, gruesas limosnas para la fábrica de conventos, y un colegio de niños 32. Al tiempo que esto sucedia, Die- nobles mejicanos: para los conquistadores, go de Ocampo desde Tecoantepec hizo el á mas de heredades y solares en Méjico, viaje al Callao en el Perú, y fué el prime- cargar armas prohibidas, que no se les quiro que emprendió aquel camino. En es-taran sus repartimientos, y los quitados se te estado se hallaba la Nueva-España, restituyeran. Lo mismo se mandó de los cuando con los primeros navíos que apor- que habia dado el marqués en dote á vataron á la Andalucía recibió el emperador rias señoras de la primera nobleza mejicacartas en que le avisaban lo sucedido en na, que con aplauso de los naturales haMéjico, y otras de algunos que habian da- bia casado con castellanos, y de otros redo su voto contra la vuelta de Cortés, partimientos que habia conservado, para obligados de las amenazas de aquel presi- los gastos de la educacion de cuatro hijas dente y oidores. De allí entendió que del rey Moctezuma, que tenia en el colecuanto se habia decretado en aquella asam- gio de niñas de Tetzcoco. Obtuvo tamblea, habia sido el efecto de la envidia bien que los tlaxcaltecas, que le habian sicontra el marqués, y desde entonces se do tan fieles en la conquista, fueran para resolvió á despedir aquellos ministros pre- siempre exentos de tributos, pechos &c.: varicadores. 3 Ya en este tiempo habia la misma gracia por dos años se hizo á hecho otras mercedes al marqués, cuales los zem poaltecas. Se adjudicaron las jofueron dos peñoles que no bajaban de yas halladas en los sepulcros de los cacimedia legua cada uno: el mas particular ques de Pánuco á la fábrica del convento estaba situado en la laguna de Méjico, y de los franciscanos. A peticion del mistenia caza de venados, conejos y otras re-mo y por informes de los franciscanos, se creaciones que hasta hoy llaman del mar-publicaron otras leyes para la mejor admiqués, tierras y solares en Méjico, la duo- nistracion del reino de Méjico; es á saber: décima parte de las islas que descubriera que los encomenderos no alquilaran los en el mar del Sur, como el año antes le ha- indios de sus repartimientos, so pena de bia concedido de la tierra firme, añadién-perderlos. con la mitad de sus bienes: que dole el alguacilazgo mayor y la goberna- los que sabian la lengua de los naturales, no se metieran en sus pueblos, porque

1 Emmo. Lorenzana, hist. de N. E., fó- iban á sacarles mujeres, joyas y tejidos de

lio 535, nota 1.

2 Herrera, décad. 4, lib. 6, cap. 8.

3 Herrera, décad. 4, lib. 6, cap. 3.

algodon: que los mejicanos no sembraran cierta raiz que infundida en su pulque los

do

de Legaspi. La residencia del marqués y las demandas de la junta de Méjico, no poco ocuparon en este año á los consejeros de Indias, y teniendo estos presentes los informes de los obispos y de los religiosos franciscanos, refirieron al emperador lo que en aquella materia juzgaron digno de su atencion.

La resolucion de este

embriagaba. Si en algun tiempo estuvo regimiento, el 19 de enero eligió alcaldes en vigor esta ley, en el nuestro no lo es- ordinarios á Francisco Avila y Gerónimo taba. Al electo obispo de Méjico y de- Ruiz de Mata; procurador general, al remas protectores de los indios, se encomen-gidor Gerónimo Ruiz; segundo procuradó la observancia de estas leyes; y habien- dor á Pedro Solis; mayordomo, á Luis por aquellos tiempos llegado á la corte Sanchez; alférez real, al regidor Juan de la noticia de que el presidente y oidores Jaramillo: el rey dió una plaza de regidor desellaban los despachos que iban dirigi-á Antonio Serrano y Cardona, y nombró dos al marqués y á los demas, este atenta- por escribano de cabildo á Miguel López do se prohibió con pena de muerte. Finalmente, el marqués pidió al emperador que interpusiera su autoridad para que los superiores de los órdenes religiosos enviaran á Méjico copia de sacerdotes, que redujeran á la fé á aquella gentilidad; á á mas de esto, que se fundaran en aquella ciudad un convento de monjas francisca nas y un colegio de niñas de caciques, co- en negocio tan importante, fué mandar mo los que habia en Tetzcoco y Huexot- instalar una junta de consejeros calificacinco, bajo la direccion de beatas francis-dos, que unánimes decidieron 3 no haber canas y agustinas. Todo le fué otorgado, duda en el señorío de los reyes de Castiy á la marquesa su esposa se encomendó lla sobre el reino de Méjico, y que así se el llevarlas consigo. Ordenadas de este débia ordenar que los indios de la Nuemodo las cosas de Méjico, el emperador va-España que no hicieran resistencia á mandó regalar vestidos á la comitiva del los españoles, gozaran de su libertad, pamarqués, encargándole que á todos los gando un corto tributo, y que hasta pavolviera á sus patrias, y lo despidió con sados algunos años ni se dieran encomienmuestras de benevolencia. Este, besa-das, ni menos se enfeudasen sus pueblos. das al emperador las manos, se encaminó Este parecer que se dió en Barcelona, en á Sevilla á prepararse para el viaje. En donde estaba la corte, fué aprobado de esta ciudad se hallaba, cuando allí apor- Cárlos V, y se hubiera puesto en obsertaron los procuradores enviados de Méji- vancia si los encomenderos de aquellas co, y siendo uno de ellos Bernardino Vaz- partes no se hubieran valido de tales emquez de Tapia, que le debia cantidad de peños y manejos, que aquella justa decidinero, solicitó su prision, procedimiento sion que iba á poner en libertad á inque tuvo muy á mal la corte, y así se dió numerables indios, no se hubiera sofoórden de que el preso pasara luego á en-cado. Representaron estos que por pocos tregar sus pliegos. No dudo que este in- encomenderos que trataban inhumanacidente suministraria á los enemigos del marqués materia para malquistarlo. 15-0. 33. En el año siguiente, el

1

1

Herrera. déc. 4, lib. 6, cap. 9. 2 Lib. Capitular.

mente á sus indios, se hacia una ley general, que reducia á la miseria á los que

3 Decision del consejo sobre el dominio del rey sobre el reino de Méjico, que puede ponerse junto á la bula de donacion de las Américas.

habian pasado su vida en el servicio de la corona: que se castigara á los que no cumplian con su deber; pero que al mismo tiempo se dejase á los otros en posesion pacífica de las mercedes que el rey les habia hecho. A mas de esto, alegaban que el sustraer á los mejicanos de la dependencia de los españoles, era que rer conservarlos en su barbarie y desvío de la fé: que los frailes franciscanos que informaban contra ellos, no entendian de gobierno, ni menos de policía, que se debia promover entre aquellas naciones, que harto tenian ellos que reformar. Entre tanto que estos puntos se ventilaban, llovian de la Nueva-España los recursos con tra Nuño de Guzman, y se puede decir que casi no aportaba vela á la Europa de aquellas partes que no trajese nuevas de laciones contra él. De Pánuco, en donde habia sido gobernador, escribian, que habia vendido en las islas diez y siete embarcaciones llenas de aquellos naturales para que volvieran cargadas de ganados, co

tractaban. Los mismos testigos deponian que habia ahorcado á seis noble-pánucos por no haberle hecho barrer el camino por donde pasaba. A otro hizo guindar por haber sacado de una puerta un clavo; que llegado á Méjico, seguia con la misma barbaridad haciendo apalear, dar coces y maltratar á los indios, y tanto, que un noble mejicano al ver su porte tan desapiadado con los de su nacion, a salir de la cárcel se ahorcó con su manta ó tilma, como llaman en Méjico, Caso tan horrendo, que no tenia ejemplar en aquella culta nacion. Omitimos otros muchos desafueros de este presidente ó porque ya los hemos apuntado, ó porque siendo tan odiosos y funestos, no es razon detenerse en contarlos. Pero este, que tenia sus valedores en la corte y que de todo era informado, creyendo que su desgracia le vendria no de los informes de los particulares, sino de lo que escribian los obispos y frailes, en esta ocasion desfogó su cólera contra ellos, escribiendo al emperador que se oponia á la audiencia; que los racionales; y esta es la razon porque hacian juntas clandestinas en que trataaquella provincia, que tenia de extension ban del modo de quitarlos; procedimienveinticinco leguas, y que la habia hallado tos nacidos de la parcialidad que conserpobladísima, estaba desierta; mas que án-vaban por Cortés: que se conocia bien tes de salir de ella hizo llamamiento general y pidió á los vecinos joyas, oro, tejidos de algodon y comestibles, y bien acaudalado habia ido á servir su presidencia, de donde frecuentemente despachaba gran número de esclavos mejicanos á Pánuco, para que allí los herraran; pues como hemos dicho, conservaba 34. 2 Estos informes contra Nuño de aquella gobernacion, y por todo esto pasaban los oidores. Estos informes esta- Guzman y los dos oidores, acabaron en ban autorizados con once testigos que resolver al emperador á sacar de aquel habia él mismo hecho encarcelar, y es reino tan perversos ministros; pero estantaba resuelto á no soltarlos si no se re-do en vísperas de partir á Flandes, y sin

mo si los brutos fueran mas estimables

que

que las providencias que se enviaban á Méjico eran el efecto de sus informes: que de darles oidos dimanarian con el tiempo tantos males, que se veria el emperador obligado á quitar á los eclesiásticos la autoridad que les habia dado sobre los indios, y los reduciria á entender solamente en el bien espiritual.

1 Herrera, décad. 4, lib. 7, cap. 1.

2 Torquemáda, página. 1, lib. 5, cap. S.

« AnteriorContinuar »