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Este anteojo (1) sirve para apreciar los momentos en que los astros pasan por el meridiano del lugar.

CÍRCULO MURAL. Es como lo dice la misma palabra, un círculo

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adherido á un muro construído en el sentido de un meridiano. Este círculo está perfectamente graduado, y al rededor de su centro gira un anteojo astronómico.

La figura 31 es un círculo mural.

ECUATORIAL. Es un anteojo astronómico que descansa sobre un pie especial.

Figura 32. La línea AB está en la dirección del eje del mundo, y el eje CD perpendicular á AB gira al rededor de AB. Más aún,

(1) Bajo esta denominación de anteojos astronómicos, comprendemos también los telescopios.

el anteojo puede girar al rededor del punto C. Ahora, por medio de un aparato de relojería que en la figura se halla en el interior de la columna de sostén, se mueve CD á voluntad y en el sen

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Figura 32. - Ecuatorial.

tido conveniente, para que el astro enfilado se encuentre siempre en el campo del anteojo.

c) Hacemos aquí otro resumen de un tema desarrollado por Flammarión bajo el título de Los instrumentos de observación, en una de sus mejores obras "Las Estrellas".

Para

Los principiantes con dificultad consiguen que el astro ú objeto que desean observar penetre en el campo del instrumento. salvar ésta, empléese el procedimiento siguiente:

Antes de dedicarse á la observación astronómica, ejercítese el principiante observando objetos terrestres lejanos, para cuyo efecto todo anteojo destinado al estudio popular del Cielo, tiene entre sus accesorios un ocular terrestre, construído ad-hoc para rectificar las

imágenes invertidas que el objeto da. Adáptese, pues, el ocular terrestre al anteojo (en vez de este ocular terrestre, se hace uso de un pequeño anteojo llamado buscador, y que en la última figura, se ve dibujado en la parte superior del anteojo principal), y enfílese una casa, una iglesia, un reloj, ventana, árbol ú otro objeto lejano cualquiera, haciendo puntería con el instrumento de la misma manera que se apunta con un fusil. Hecho esto, introduzcase ó sáquese el ocular hasta que el objeto se vea con la mayor claridad posible. Así quedará enfocado el instrumento después de unos cuantos tanteos. Si el día está caluroso ó si hay muchos vapores en la atmósfera, el objeto parecerá verse al través de un ligero velo aéreo y ondulante: las ondas atmosféricas agrandadas por el anteojo producen este efecto.

Para ser astrónomo no se necesita tener, como muchos creen, una vista larga y perspicaz. To las las vistas son buenas. Los miopes pueden observar el cielo tanbién como los demás y con igual facilidad. Entre las vistas largas, medias y cortas, no hay más que una diferencia de foco. Y es de advertir que los dos ojos de una misma persona no son iguales desde el punto de vista de su potencia y alcance visual. Entién lase, sin embargo, que carecen de aptitud para la observación astronómica todas aquellas personas que padecen de alguna enfermedad de la vista, como, por ejemplo, de debilidad del nervio óptico, de falta de sensibilidad en la retina ó de la enfermedad conocida por daltonismo.

Los principiantes propenden todos al uso de los oculares fuertes; pero si quieren ahorrarse tiempo y trabajo, deben contrariar esta inclinación y hacer todo el aprendizaje con el ocular más débil.

Con oculares fuertes, es muy difícil enfilar los astros, si de antemano no se han traído al campo del instrumento con ayuda del buscador. Este auxiliar es más útil de lo que generalmente se cree. Evita las pérdidas de tiempo y las fatigas é impaciencias causadas por las reiteradas tentativas de enfilación que el observador se ve obligado á hacer. Dirigiendo el anteojo á una estrella, entra ésta naturalmente en el campo del buscador, y conseguido esto, fácil es colocarla en el punto de cruzamiento de los hilos, y tenerla, por consiguiente, con seguridad en el campo del anteojo.

De todas maneras la enfilación de los astros es trabajosa y difícil. De noche apenas se distingue el instrumento, y, por lo tanto,

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es necesario iluminarlo por algún medio. Esto se conseguirá colocando una bujía ó lámpara á la distancia conveniente para que no suministre más que la cantidad de luz absolutamente indis

pensable.

Así dispuestas las cosas, colóquese el anteojo en dirección á la estrella que se quiera observar, de modo que se vea el astro en la prolongación de las tres aristas: superior, lateral de la derecha y lateral de la izquierda del instrumento, lo cual se logrará por medio de algunos tanteos, y cuando se crea que la puntería es perfecta, aplíquese el ojo al ocular, (el tanteo se puede hacer ventajosamente con el ocular). Lo probable es que el astro se encuentre en el campo del anteojo; pero si así no fuera, no habrá más remedio que afinar la puntería con cuidado y sin impacientarse. Enfilada por este medio la estrella, apáguese la luz y háganse las observaciones en la oscuridad.

Los principiantes se asombran al ver que los astros abandonan pronto el campo del anteojo; pero este hecho se explica sólo al recordar que toda la esfera celeste gira aparentemente de oriente á occidente por efecto de la rotación diurna de la Tierra. El poder amplificante del anteojo, hace más sensible este movimiento.

En el campo del instrumento los astros se mueven con una velocidad diez veces, cincuenta veces, docientas veces mayor que á simple vista.

Por esto, cuanto más débil es el ocular, y mayor es, por consiguiente, el campo del anteojo, más lento es el movimiento aparente de los astros y más cómoda y fácil la observación.

HELIÓMETRO. Instrumento destinado á medir el diámetro del Sol. Su invención se debe á Bouguer (1).

d) SEXTANTE. Este instrumento es muy usado por los marinos. La inspección de la figura 33, que representa un sextante copiado del Catálogo de la Casa Oliva y Schnabl de Montevideo, y una explicación del profesor, bastarán para que se vea el uso de dicho aparato.

44. El tiempo es la impresión que deja en nuestro espíritu una sucesión de fenómenos en la que estamos seguros que la producción no fué simultánea (2). Así el movimiento de un cuerpo que

(1) Véase la descripción de este instrumento en el «Tratado Elemental de Astronomía > de Echevarria; en el << Cours d'Astronomie» de Delaunay; en la «Astronomía Geométria» de A. Tormas.

(2) Laplace: « Système du monde.

cambia sucesivamente de posición, nos da la mejor idea de la duración del tiempo. El movimiento puede servir para la medida del tiempo, puesto que si un punto se mueve sobre una línea recta dividida en intervalos iguales, el tiempo que empleará para recorrerlos será siempre el mismo, y los intervalos descritos en

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una época cualquiera serán entre sí como los tiempos empleados en describirlos. Es sin duda por esta relación natural que ligamos nosotros los fenómenos del tiempo y del movimiento (1).

a) RELOJ SIDERAL. Un reloj que marque el tiempo que emplea una estrella en pasar dos veces consecutivas por el mismo meridiano, se llama reloj sideral. En el cuadrante de este instrumento hay 24 divisiones llamadas horas siderales, cada hora en 60 partes iguales, que son los minutos siderales, luego los segundos. Después veremos que las horas siderales son más cortas que las horas comunes; puesto que un día compuesto de 24 horas comunes equivale á un día sideral y cuatro minutos próxima

mente.

(1) Pontecoulant: Précis d'Astronomie ».

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