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El Congreso Constituyente del Perú.

Deseoso de evitar en tiempo, por todos los medios, que dicta la prudencia, los terribles males, que producen las discordias civiles, especialmente, cuando hay enemigos exteriores, que combatir, y teniendo la mas alta confianza en el Libertador Presidente de Colombia, Simon Bolivar, cuya proteccion personal ha solicitado la autoridad soberana, como el medio único de consolidar las libertades patrias, particularmente de la última agresion española. Ha venido en decretar y decreta lo siguiente:

1.° El Congreso autoriza al Libertador Presidente de Colombia, Simon Bolivar, para que termine las ocurrencias provenidas de la continuacion del Gobierno de D. José de la Riva Agüero en una parte de la Repúbli ca despues de su destitucion en 23 de junio, y de la disolucion de la representacion Nacional.

2. Se le confieren todas las facultades necesarias al cabal lleno de este negocio, pudiendo designar para el efecto la persona ó personas de su confianza."

Los recelos del público podian atenuarse con la reimpresion, que con tinta roja se hizo de dos documentos notables, el discurso de Bolivar al Congreso de Cúcuta y el elogio de Mr. Souy. El primero decia:

Señor.

El juramento sagrado, que acabo de prestar en calidad de Presidente de Colombia, es para mi un pacto de conciencia, que multiplica mis deberes de sumision á la ley y á la patria. Solo un profundo respeto por la voluntad soberana me obligaria á someterme al formidable peso de la suprema magistratura. La gratitud, que debo á los representantes del pueblo, me impone, ademas, la agradable obligacion de continuar mis servicios, para defender con mis bienes, con mi san

pais; pero rehusarla, si estos mismos bienes no pueden adquirirse ó conservarse, sino por medio del crimen ó de la justicia:-tal debe ser un general. La historia antigua ofrece cinco ó seis ejemplos, y los tiempos modernos solo presentan dos-WASHINGTON y BOLI

VAR."

La mayoria de los diputados queria darle la plenitud del poder; pero á fin de no emplear términos, que pudieran herir sus aspiraciones secretas, se le consultó el 4 de setiembre, y él afectando un gran desprendimiento, contestó: que solo habia venido para dirigir la guerra y restablecer el gobierno constitucional; que, recobrada la soberanía del Congreso y nombrado un gobierno de su espontanea eleccion, ya no dirigia sus solicitudes y meditaciones sino al único fin de su vida, la guerra americana; que volvia á ofrecer su activa cooperacion á la salvacion de la patria, estendiendo solamente su oferta al empleo de su espada; que sin embargo protejeria con toda la fuerza de las armas de Colombia la ilimitada libertad de las deliberaciones de la representacion nacional; y que ayudaria al poder ejecutivo en cuanto alcanzaran sus facultades mentales.

Conociendo los diputados las disposiciones, que animaban á Bolívar, y cediendo al imperio de las circunstancias, trataron de conciliar la dictadura, de que iban á investirle, con los miramientos debidos al presidente de la república, y procuraron establecer la armonia, siquiera en las apariencias, entre las funcionesde ambos poderes. Con tal fin expidieron el decreto de 10 de setiembre, por el que conferian al Libertador el supremo poder militar y político con la extension, que exigiera la salvacion del Perú, y con los honores del poder ejecutivo, el que procuraria secundar sus miras con la mejor voluntad. Era darle la realidad del poder y dejar á Torretagle un vaño simulacro de

autoridad con una inmensa responsabilidad. Desde el dia 4 le habian autorizado para extinguir la rebelion de Riva Agüero y á sus complices, sin detenerse en tramites.

El cuidado, con que Bolívar ocultaba sus aspiraciones al poder supremo, atenuaba los recelos, que no podia menos de inspirar su ambicion. Su incuestionable desinterés le hacia popular; habiendosele señalado el sueldo de cincuenta mil soles, lo renunció manifestando, que le bastaba el sueldo de Presidente de Colombia. Su arrebatadora elocuencia, inspirada por sentimientos sublimes, fortificaba la admiracion, causada por hazañas inmortales. En un convite, que se le dió en palacio, y en el que brindaron con calor en honor suyo Figuerola, Torietagle, Unanue, Berindoaga, Guido, O'higgins ya desterrado de Chile y el plenipotenciario Mosquera, dirigió él á su vez los brindis mas expresivos y cportunos: 1.° "por el buen genio de la América, que trajo al General San Martin con su ejército libertador desde las márgenes del Rio de la Plata hasta las playas del Perú: por el General O'higgins, que generosamente lo envió desde Chile: por el Congreso del Perú, que ha reasumido de nuevo los soberanos derechos del pueblo, y ha nombrado espontanea y sabiamente al General Torretagle de Presidente del Estado; y por que á mi vista los ejércitos aliados triunfen para siempre de los opresores del Perú;" 2.° "por el campo, que reuna las banderas del Plata, Colombia y Castilla y sea testigo de la victoria de los americanos ó los sepulte á todos" 3.° "por que los pueblos americanos no consientan jamas elevar un trono en todo su territorio: que, asi como Napoleon fué sumerjido en la inmensidad del oceano y el nuevo emperador Iturbide derrocado del trono de Méjico, caigan los usurpadores de los dere chos del pueblo americano, sin que uno solo quede

triunfante en toda la dilatada extension del nuevo mundo."

Habiendose presentado Bolívar en el Congreso para dar gracias y ofrecer sus servicios, estuvo tan inspirado, como en el banquete, y terminó su elocuente discurso diciendo: "Cuento tambien con los talen. tos y virtudes de todos los peruanos prontos á elevar el edificio de su hermosa república: ellos han puesto en las aras de la patria todas sus ofrendas: no les queda mas que su corazon; pero este corazon es para mi el paladion de su libertad. Los soldados libertadores, que han venido desde el Plata, el Maule, y el Orinoco, no volveran á su patria sino cubiertos de laureles, llevando por trofeos los pendones de Castilla. Vencerán y dejarán libre el Perú, ó todos morirán: Señor, yo lo prometo." Figuerola, que presidia la asamblea, concluyó una oportuna contestacion con estas bellas expresiones. "El Presidente del Congreso os dice Patria, Patria, vos obrad segun las emociones de vuestro corazon al escuchar este nombre divino." Conmovido el Libertador replicó: "yo ofrezco la victoria, confiado en el valor del ejército unido, y en la buena fé del Congreso, poder ejecutivo y pueblo peruano; asi el Perú quedará independiente y soberano para todos los siglos, de existencia, que la Providencia Divina le señale" Ante ese arranque sublime todos se sintieron llenos de la confianza, que rebosaba en los labios del héroe, y todos. pudieron acoger la exclamacion feliz de Pedemonte: "Si Bolí var nos engaña, no hay que confiar en ningun hombre."

Todavia no habia perdido el desgraciado Riva Agüero la esperanza de conservar el poder, sea con la preponderancia de las armas nacionales, sea mediante negociaciones dirigidas con habilidad. Desde luego pensó encontrar un fuerte apoyo en el ejército del norte, cuya adhesion quiso asegurarse, decretando

el 7 de setiembre un ascenso general y concediendo cuatro topos de tierras valdias á los soldados, seis á los cabos, ocho á los sargentos y proporcionalmente á los gefes y oficiales; estas gracias serian perdidas por los desertores. Mas los generales le dieron á saber, que, fuera del escuadron coraceros y de algunas compañias, aquella tropa no era sino una montonera, incapaz de hacer frente á fuerzas regulares. Volvió por lo tanto todas sus esperanzas de apoyo material al ejército del sur, y envió un tercer mensaje á Santa Cruz, para que acudiera á su defensa con toda ó la mayor parte de su division.

Todos se prometian grandes cosas de la expedicion al alto Perú. Al General Santa Cruz se habian dado amplias facultades é instrucciones precisas, que parecian alejar todo temor de un gran descalabro: debia emprender movimientos rápidos; no arriesgar combates sino con fuerzas, que fueran exactamente ó muy poco mas de la mitad de la suya; no exponerse á ser cortado antes ó despues de la accion por el deseo de batir un cuerpo enemigo; asegurar bien su retirada; centralizar su ejército en donde fuera mas conveniente; levantar el espíritu de las provincias; acrecentar su division con presentados y reclutas; imponer con; tribuciones con discrecion; guardar mucho órden en las provisiones; dar ascensos hasta la clase de coronel inclusive; arreglar la administracion pública; tener bajo sus órdenes la armada y las divisiones auxiliares; fijar la atencion en las operaciones del norte; mantener frecuentes comunicaciones con el gobierno, y caso de que una escuadra española le quitara la posesion del mar, tomar por base de operaciones el Desaguadero 6 el Apurimac. En todo caso imprevisto debía inspirarse en su patriotismo y en la firme voluntad de ver al Perú libre. El plan de campaña se dirigia á termi nar la guerra por la accion bien concertada de 14,000

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