Imágenes de páginas
PDF
EPUB

toria, viva Bravo, hicieron que yi nơ se oyese con generalidad la voz de vis va Agustin I, sino solamente una u otra vez, á pesar de los esfuerzos de sus partidarios, y así cada uno gritaba lo que se le antojaba, alabando al gefe a quien tenia mas inclinacion, ó estaba mas à la vista. La vanguardia que al entrar percibió esta diversidad de gritos, ya no daba el suyo, y la cosa quedó frustrada.*

Medidas de Iturbide para su proclamacion imperial, el dia de la jura de la independencia, y cau sa porque se frustró.

Entró, pues, Iturbide en Mégico el 27 de setiembre: se redoblaron los esfuerzos de los aduladores, se le avivó la ambicion, y se preparó segunda

[ocr errors]

Aunque sobre el plan de la procla

[ocr errors]

macion de Iturbide este dia se ha hablado con variedad; nos hace creer que lo dicho fué lo cierto, el haber sido pús blica la mudanza de la vanguardia, el haber visto á muchos eclesiásticos gritar viva Agustin I, y el haber observado algunos léperos que se introducian donde era mayor el golpe de gente, y gritaban lo mismo, corriendo inmediatamente á otra parte, donde hacian lo propio.

tentativa para proclamarlo emperador el dia de la jura de la independencia. Con este obgeto se sedujo parte de la tropa; pero ya en ésta se habia entibiado el entusiasmo. Las conversaciones de los liberales, los papeles públicos y las injusticias de Iturbide en las reparticiones de empleos, habian quitado la ilusion de mucha parte de los preocupados, 6 engañados de antes. Así, pues, aunque lográron los maniobrantes de Iturbide disponer alguna tropa, quedaba mucha parte desafecta à sus miras, y entre ella algunos gefes de graduacion, y que habian trabajado mucho por ayudarle al logro de la independencia. Llegó todo á noticia de Iturbide; y aunque no faltaba gefe que tuviese, dispuesta una arenga enérgica para oponerse á su proclamacion en caso que la intentara ese dia, la tropa contraria a sus ideas estaba decidida , y así el haber intentadolo entònces, habria sido perderse quizá para siempre. Tuvieron por tanto Iturbide y sus partidarios la prudencia de ceder a las circunstancias, dejando sus proyectos para mejor ocasion, y contentarse por entònces con jurar simplemente la independencia, con arreglo al Plan de Iguala y tratado de Córdoba.

Manejo de la Junta gubernativa en Mégico.

La Junta provisional gubernativa que se formó en Tacubaya, como dije antes, y que debia suplir la falta del Congreso, se puso en egercicio inmediatamente que entrò Iturbide en Megico. Jamas corpo- racion alguna ha cometido los desaciertos que esta Junta, enteramente destituida de prevision politica, de conocimientos prácticos, y de todo sentimiento de patriotismo: ya se vé, tales eran los sugetos que la componian. Uno de los principios de sus operaciones, y que é cada paso vociferaba, era que solamente se estendian sus facultades a aquellos asuntos que no admitiesen demora; pero que los que la admitiesen se reservasen para el soberano Congreso. Así lo decian, pero egecutaban lo contrario. Sean acusadores de su conducta, las quejas de los diputados del Congreso, que a cada paso las exhalan, y muy justas por hallarse en muchos asuntos con complicaciones indisolubles, causados por los entremetimientos de la Junta provisional. Ella, en efecto, declaró á Iturbide generalísimo almirante de mar y tierra, con tratamiento de alteza serenísima y 120.000 pesos de sueldo anual, y le ofreció co

mo por una especie de gratificacion un millon de pesos en el valor de las fincas de la inquisicion, y veinte leguas cuadradas de terreno en una de las provincias de tierra adentro: hizo á su padre regente honorario con 10.000 pesos de sueldo así consta de las sesio nes de la Junta de 9 de octubre, 15 de noviembre, y otras.* Aprobó, ó no reclamó los nombramientos de generales pa sa las provincias, dados por la Regencia: otro tanto hizo con los ministerios de Guerra, de Hacienda &c., con sueldos de 8.000 pesos cada uno. En una palabra, coartó aun las facultades, y dió la ley al soberano Congreso futuro. Nine guna de estas decisiones eran ciertamen. te egecutivas; pero ella las calificaba de tales y seguia maniobrando confor me a las miras de Iturbide, el que con eus partidarios dilataba cuanto podia la reunion del Congreso.

[ocr errors]

Instalacion de la Junta de Regencia.

Nombré à la Junta de Regencia, y así se hace preciso hablar de ella y de su instalacion. Segun el Plan de Iguala, debia haber una junta que representase la persona del rey futuro, y tuviese el poder egecutive; de manera que la jun

*Véase la nota 10.

[ocr errors]

ta provisional hacia veces de Congreso, representando á la nacion y egerciendo: en algun modo el poder legislativo, aunque como se ha dicho, en los casos que no admitiesen demora ; y la Junta de Regencia hacia las veces del Rey, y desempeñaba el poder egecutivo. La Junta provisional como fué la que primero se instaló , y la que por su representacion y obgeto tenia mas dignidad que la de Regencia, nombrò los sugetos de que ésta debia componerse ; sin embargo, aunque en la realidad era mas digna la Junta provisional, era de mas trascendencia, brillo y ostentacion la de Regencia, como que ella copulativamente era la persona del Rey, y así disfrutaba de todos los honores que aquela debia disfrutar cuando viniese. Por otra parte daba los empleos, y tenia el mando de las armas. Estas consideraciones movieron sin duda á la provisional, ciegamente vendida á Iturbide, & nombrarlo de presidente de la Regencia. A mas del presidente Iturbide, se nombráron otros cuatro regentes, que fuèron O-Donoja, Barcena, Velazquez de Leon y Yañez. Nombrada la Junta de Regencia conforme se ha dicho, quedó de presidente de la provisional el obispo de Puebla Perez; es decir, la misma persona de Iturbide; pero habiendo muerto O-Donojú a pocos dias de la entrada

« AnteriorContinuar »