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al fin de su proclama de reo de lesa nacion al que de palabra ò hecho se opusiese á alguna de las bases del Plan de Iguala: ¿cómo harà compatibles estas protestas despues de haberlo quebrantado en la mas esencial, con su proclamacion de emperador? Si él la promovió, como es verdad, es reo de lesa nacion ; y si no fué su autor , ¿por qué no castigó como tales. á los que obráron contra las bases del Plan de Iguala, que tanto habia aparentado sostener? Este hombre todo es contradicciones; prosigamos. Cruz, presidente de la audiencia de Guadalajara, y a quien lo mismo que de Negrete dijimos al principio, los serviles pretendieron convocar para que auxiliase à Iturbide en el Plan de la Profesa, por un motivo que ignoramos, se manifesté su contrario desde el grito de Iguala; por lo mis mo el Sr. Negrete, que hizo independiente aquella provincia, le persiguiò y le trajo errante por toda ella, hasta que capitulo con determinacion de irse á España. Emprendió su camino, y llegando

Cuantitian. (pueblo distante siete leguas Ac Mégico) emprendièron, contando con su proteccion, un movimiento las tro, pas capituladas, que estaban cerca de la capital, combinadas con algunos mal contentos, que existian dentro de ella. El movimiento rompió por Toluca ; pero segun noticia de un oficial de graduacion

de los que estaban dentro de Mégico ennprometidos, que le dió à un amigo sa yo para que tambiem se comprometiese, aquel movimiento debia corresponder pot otros tres puntos inmediatos á la capital, donde habia tropas capituladas, para dar la voz de que viviera España. Habiendo sabido el movimiento de Toluca, mandó Iturbide tropas, como consta de su proclama, y òrden para que los desarmasen, pues en todas las capitulaciones se les habia concedido a los que las hacian llevar sus armas. Iturbide ese mismo dia que salió la tropa, se encaminó á Cruz, á quien hizo venir é una hacienda casi dos leguas distante de Mégico: uno y etro concurriéron al parage citado, con una pequeña escolta; hablar on reservadamente como una media hora, y ceso la moción de los capitulados, dando Iturbide contra-orden para que no desarmaran à los de Toluca, á quienes discul. pó cuanto pudo. Cruz siguió su marcha para Veracruz. A principios de abril hiciéron otro movimiento los capitulados, que aun estaban cerca de Megica. Iturbide se valió de este movimiento, y aun segun el dictamen de hombres políticos, él mismo lo promoviò por medio de sus agentes, con obgeto de sorprender el Congreso y proclamarse emperador el dia 3 del propio abril, de que ya hablarémos a su tiempo; y ese mismo dia tug

Vo Iturbide el caballo prevenido para ir à refugiarse con los capitulados, si acabo salia muy mal de su tentativa. El engañó al general Cruz, haciéndole creer que el mejor gobierno era la monarquía absoluta; que no habia en Mégico bastante ilustracion para conservar el rêgimen constitucional; que él estaba pronto á admitir á Fernando VII ò a algun príncipe de la dinastia de los Borbones, segun su primitivo Plan de la Profesa. El servil Cruz, que solo deseaba la abolicion de la Constitucion, se hizo cargo de organizar la conspiracion á favor del Rey de España, y para el efecto se puso en correspondencia con el general Dávita, y promovió el alboroto de las tropas capituladas. Con esta intriga se propuso Iturbide dos fines: el primero escitar al general Dávila á que le escribiese la carta que le remitió del castillo de S. Juan de Ulúa con fecha 28 de marzo, aprovechando la oportunidad que le ofrecia esta correspondencia, para fingir en la contestacion que dió el 7 de abril, grandes sentimientos de patriotismo y aparecer al público como el mas benemérito é incorruptible patriota: segundo, valerse de este documento para egecutar su plan de coro nacion el 8 de abril, diciendo, como lo dijo, que el Congreso estaba compuesto de traidores a la patria, que entrete

nian correspondencia con el castillo. E mismo oficio del Generalísimo solicitando se publique la carta que le dirigió el general Dávila y la respuesta, las que se hallan en la Gaceta de Mégico de 10 de abril, dan á conocer que él fué el autor de esa tramoya.

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¿Lo que se ha intentado respecto ,,del primer gefe de la independencia, ,,dejará de intentarse é haberse intenta,,do respecto de otros individuos á quie,,nes se juzgue mas dispuesto a un alu, ,,cinamiento ó á un desliz? Necesario es ,,por tanto, que todos los habitantes de ,,este imperio se hallen preparados con,,tra sugestione pérfidas, y advertidos ,,de los lazos que se tienden para hacer presa en los incautos, y trastor

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nar desde los cimientos la obra magni„fica que acaba de presentarse á la ad,,miracion del orbe. Y no es mènos ne,,cesario, que sepan con puntualidad lo ,,que podria llegar a sus oidos, tergi,,versado y por conductos infestos. Por .,,tanto suplico á V. A. se sirva mandar

que se publiquen la carta del general ,,Davila y mi contestacion, para que se ,,rectifiquen las ideas de los pueblos, pre,,caviendo equivocaciones en materia tan ,,importante.-Dios guarde á V. A. S. ,,muchos años. Mégico abril 8 de 1822. Srmo. Sr.-Agustin de Iturbide."

En conclusion, Iturbide unas veces

pondera las fuerzas de España y las miras de los capitulados, y procura infundir un terror pánico en los megicanos: otras presenta una seguridad. inalterable, todo segun le conviene: véanse sus procla mas y se verán sus contradicciones manifiestas. Los políticos sobre estos hechos discurrian asì: Iturbide ha engañado á los españoles, tercos en mantener en Mégico la dominacion absoluta de su nacion, dicièndoles que cuanto hace es para asegurar mejor sus ideas, cediendo la NuevaEspaña enteramente sojuzgada á su rey Fernando, para que mande en ella, como ántes, sin las trabas constitucionales, que fué el obgeto del plan formado en la Profesa. Los españoles, aunque al prin cipio pudiéron alucinarse, en el dia no lo creen, pero se ven en la necesidad de aparentarlo, porque no pudiendo contrarrestar con su poca fuerza á, la, nacion, y no perdiendo jamas las esperanZas de volver á sojuzgar á Mégico la España, esperan cualquier alteracion interior para aprovecharse de ella y formar partido. Iturbide que sabe muy bien que siempre han tenido este recelo los americanos , procura mantenerlos en él con la permanencia de las tropas españolas en su continente, logrando al mismo tiempo un asilo seguro en ellas en un caso apurado; pues lo recibirian con gusto siempre que gritara viva España,

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