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BOSQUEJO

DE LA

SITUACION DE MÉGICO

ANTES DEL GRITO DE IGUALA.

La Constitucion española en su nacimiento comenzó magestuosamente disipar las tinieblas que estaban reconcentradas en España y América. Es ver dad que los mandarines del Septentrion no permitieron jamas que luciese en su suelo con todo su esplendor. Empero la simple lectura de sus instituciones, y de todos los escritos relativos á ella, le daban à conocer al hombre sus derechos, y le advertian los errores en que la tiranía lo habia tenido sumergido. Viéron canonizado por uno de los artículos de ella, la máxima de que la soberanía residia esencialmente en la nacion, lo cual habia sido anatematizado como herético por la inquisicion de Megico, é impugnado hasta entonces con el mayor calor en las

escuelas y universidades. Los sábios discursos de los Megins, de los Argüelles, Antillones y otros ilustres diputados, esparciéron ideas luminosas que desengañáron al pueblo. Con estos conocimientos, y con la práctica de alguna parte de sus instituciones, aunque únicamente de las que pertenecian al órden judicial, comenzáron á echar de ver los errores en que habian vivido. Entónces fué cuando el americano conoció que era hombre, y que hasta entonces no habia sido otra cosa que un ente nulo, ó lo que es lo mismo, un vil esclavo, merced al abuso que habia hecho la tiranía de su opresion è ignorancia. Conoció los estendidos límimites de la dominacion eclesiástica, usurpados por ella misma, bajo la proteccion de los tiranos, con quienes se ligó para forjar las ridiculas teorías del altar y del trono; y por último, pro bó aunque apenas, el dulce encanto de la libertad.

Estado de México despues de la caida de la Constitucion.

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Todas las esperanzas que habian he cho concebir estos felices principios, se desvaneciéron como el humo, con la caida de la Constitncion. Se tornò á entronizar el despotismo; la ignorancia y el fanatismo pretendieron la reconquista de

su imperio, y la libertad huyo amedrentada para ceder el campo á su enemiga ir. reconciliable la esclavitud. El americano quedó esclavo como ántes en la realidad; pero con una diferencia muy notable en el modo. Antes era un esclavo á quien su ignorancia hacia soportar su esclavitud, y ahora la detesta, despues de haber visto la aurora de la libertad. Aquella ilusion alagüeña que lo embriago en el reinado efímero de la Constitucion, le hacia mas insoportable su servidumbre. Asì como un hombre que siempre ha estado sumergido en la miseria, sin tener jamas esperanza de ser rico, se halla repentinamente un tesoro que le promete una suerte feliz, y el que antes no se habia atrevido siquiera á desear, pero que estándose complaciendo en su precioso hallazgo, un salteador le sorprende, se lo roba, y se lleva con él todas sus esperanzas, dejándolo en peur estado que antes pues ahora es para él un nuevo dogal la consideracion de que pudo ser rico, y en efecto lo fue por algunos momentos; del mismo modo los megicanos sintiéron doblemente la pérdida de su libertad y la de las esperanzas de independencia, despues que les robó su carta constitucional el ingrato tirano de la España.

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Restitucion de la Constitucion.

¿Cuál seria el placer con que la vie

fon renacer en su segunda época? Se le tributaban los más tiernos elogios: no habia papel público ni poesía, que no tu viese por obgeto alabarla y recomendar> la su entero cumplimiento era el único deseo que animaba á los buenos; pe ro los malos, los serviles, ¿qué sentimientos tenian? Los frailes fanaticos, los empleados ambiciosos, los pretendientes aduladores viéron desplomado su tiráni co imperio, burlado su egoismo, y hu milladas sus soberbias miras. Hé aquí que por un impulso de su desesperacion, se determinan todos a trabajar en la ruina del nuevo sistema constitucio nal. Con tal obgeto se reunen en las tinieblas de la noche los magnates, tanto eclesiásticos como civiles, en la casa Pro fesa, la cual aunque conserva este nombre es hoy dia el oratorio de S. Felipe Neri, de cuya congregacion son miembros dos inquisidores antiguos, el uno europeo nombrado el Dr. Monteagudo, y el otro americano nombrado el Dr. Tirado, ambos son anti-constitucionales; pero el segundo cruel, bajo, intrigante, inmoral y adulador, debe tener un lugar muy preeminente entre los atroces verdugos de la infernal inquisicion. Alli

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