Obras de José Peón y Contreras, Volumen2Imp. de V. Agüeros, 1897 |
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Página 20
... llama . ¿ Volverás ? Presto vuelvo . MARGARITA . Esperad , caballero ; mi padre partió ENRIQUE . con vos á las Ibueras : ¿ qué es de mi padre ? Vuestro padre .... , señora , murió . MARGARITA . ¡ Ah ! ( El Conde se dirige á Margari- ta ...
... llama . ¿ Volverás ? Presto vuelvo . MARGARITA . Esperad , caballero ; mi padre partió ENRIQUE . con vos á las Ibueras : ¿ qué es de mi padre ? Vuestro padre .... , señora , murió . MARGARITA . ¡ Ah ! ( El Conde se dirige á Margari- ta ...
Página 31
... llama ardió en él . MARGARITA . Otra llama ...... ¡ Oh Dios ! ... Ca- riño santo .... El Conde era tu pro- tector .... Te amaba como yo : como yo , sufría , Enrique , el dolor eterno .. ¡ Eterno es el dolor del que ama a los que han ...
... llama ardió en él . MARGARITA . Otra llama ...... ¡ Oh Dios ! ... Ca- riño santo .... El Conde era tu pro- tector .... Te amaba como yo : como yo , sufría , Enrique , el dolor eterno .. ¡ Eterno es el dolor del que ama a los que han ...
Página 45
... llama abrasadora crecerá ante el fan- tasma de lo imposible . La razon tendrá que sobreponerse . La razon no existe cuando se ama ... Tú no conoces el corazon de Enri- que .... Sólo los padres conocen á sus hijos . Margarita será para ...
... llama abrasadora crecerá ante el fan- tasma de lo imposible . La razon tendrá que sobreponerse . La razon no existe cuando se ama ... Tú no conoces el corazon de Enri- que .... Sólo los padres conocen á sus hijos . Margarita será para ...
Página 69
... llamas abrasado , Sentí el calor enrojecer mi frente ! Apénas la alborada Con suave tinta tras el alto monte Leve faja teñía el horizonte , Abrí los ojos .... escuché el gemido De alguno que llorando Murmuraba palabras á mi oído ...
... llamas abrasado , Sentí el calor enrojecer mi frente ! Apénas la alborada Con suave tinta tras el alto monte Leve faja teñía el horizonte , Abrí los ojos .... escuché el gemido De alguno que llorando Murmuraba palabras á mi oído ...
Página 73
... pecho , Una chispa no más de este deshecho Volcan que la venganza Enciende en llamas que inflamó el despecho , ¡ Ah ! locura insensata ! Mancebo audaz que provocaste la ira Del rencoroso tigre , ¡ Dios de mi encono vengador -73 .
... pecho , Una chispa no más de este deshecho Volcan que la venganza Enciende en llamas que inflamó el despecho , ¡ Ah ! locura insensata ! Mancebo audaz que provocaste la ira Del rencoroso tigre , ¡ Dios de mi encono vengador -73 .
Términos y frases comunes
acaso acento acero Adios alegría alma amor anoche ANSELMO Aparte ARIAS balcon BEATRIZ beso BLANCA brazo BRENDA buena busca Calla calma cariño carta cielo comprendo CONDE corazon creo debe desdicha despues Desventurada dice digo DOCTOR dolor Doña Ana Doña Mencía ENRIQUE ENRIQUETA entónces ERNESTO ESCENA PRIMERA ESCENA VII Escucha espada espantosa ESPERANZA esposa estoy eterna FADRIQUE FEDERICO FERNANDA FERRANDO FILOMENA FORTUN Gabrie GABRIELA GARCERAN GARCÍA GONZALO habeis hablar hermosa hija honra horrible INES infame instante JIMENA labios LEONELO llama llorar loco madre mano mañana MARGARITA marqués matar México mirada morir muerte mujer mundo noche NUÑO OCTAVIO oído ojos ORDOÑO padre parece pasa pecho PEDRO Perdon proscenio puerta del fondo quiero sabes salir SANCHO sangre semblante señorita siento SOLEDAD sombra sueño tambien TELLO tengo tía tisana triste Ulúa Váse venido ventura verdad Vete VIRREY visto vive vuelve ΑΝΑ
Pasajes populares
Página 212 - FIN DEL ACTO PRIMERO ACTO SEGUNDO La misma decoración del acto primero.
Página 40 - ... frente. Cada vez que mi brazo se extendía, armado del mellado acero, mi sangre hallaba una nueva salida. . . Mis fuerzas se agotaban. ... Y el velo de la muerte anublaba mis ojos . . "Animo" gritaron de repente cerca de mí, y distinguí un guerrero.
Página 288 - ¡Ah! SANCHO. El esposo mató á la esposa, y arrojó su cadáver á un sótano Y no os figurais señor virrey, lo que sufriría el hijo de doña Mencía; cuál su dolor, cuál su angustia, cuando un día supo que la sangre de su sangre había caído en el lodo, y que la carne de su carne había sido pasto de buitres ! VIRREY. ¡Horror ! SANCHO. ¡El seductor infame era un cobarde! No desnudó el...
Página 39 - Los cuarteles castellanos eran abandonados sordamente, y como se arrastra la serpiente cautelosa en el silencio de la noche, así se deslizaba en columnas por las solitarias calles, el ejército de Cortés. De repente, la luz de cien antorchas iluminó el espacio, y el pavoroso grito del exterminio y la matanza, retronó fatídico en los aires!