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medios, como el de que se mantuviese todo en el estado en que habia estado aun ántes de la proclamacion, mientras se consultaba la voluntad de las provincias; pues los poderes de los diputadosno les daban facultad para nombrar emperador, si no era conforme al plan de Iguala: otros añadiéron, que en el entretanto se quedase Iturbide de único regente; es decir, de absoluto dueño del poder egecutivo; "pero ni aun con estos partidos tan ventajosos se conformó la insolente plebe, y continuando sus gritos y amenazas, llegáron á conminar al Congreso con la de que, si á la una del dia no estaba proclamado Iturbide por emperador, serian colgados los diputados del embalaustrado de las galerías. Ellos al oir esta sentencia, unos porque eran adictos á Iturbide, y otros por temor, conviniéron en su proclamacion, á escepcion de 15 que votaron en contra de ella : este hecho los hará inmortales en la historia. Gloriense una y mil veces las provincias que han producido tan beneméritos hijos, y todos juntos Horen con lágrimas de sangre el atentado del. nefando dia 19 de Mayo: ¿qué es llorar? ૐ ventura no queda mas recurso que un estéril doJor ? ¿ Las provincias de Mégico cuando estén instruidas de estos hechos tendrán tan poco honor y patriotismo, que se dejen atropellar impune

Por

Pio

mente en las personas de sus representantes por una parte del vil populacho de Mégico ? ? Marcha, y cuatro léperos verán serenamente y sin contradiccion el fruto de su atentado? ¿Iturbide se reirá á sus solas de haber esclavizado á Mégico con una ridicula faccion? No, yo preveo á las provincias alarmadas, yo estoy viendo transmitirse de generacion en generacion el odió contra el indigne usurpador. Su trono está vacilante, solo está apoyado sobre crimenes que horrorizan á todo buen Americano; el grito de venganza, como rayo de muerte, va á caer sobre et vil tirano, y quizas muy pronto: ¡ oh, genio de libertad reproducido en Bolívar! declara eterna é implacable guerra al monstruo imperial de Mégico, y á todos los renovadores de las góticas instituciones de Europa.

Nulidad de la eleccion de Emperador.

Quedó, pues, nombrado ese dia por emperador con 67 votos; es decir, con poco mas de la tercera parte del Congreso; pues si á los 15 que espresamente votáron en contra, se añaden los 74 que en el mismo hecho de no querer asistir al

Congreso se opusiéron tácitamente al nombramiento, componen la suma 89. Con solo este cálculo sencillo se prueba la nufidad de la eleccion de Iturbide, en razon del número de diputados que lo nombráron. Se ha visto por la narracion anterior, la nulidad por razon del modo y de las circunstancias en que fué nombrado. ¿Qué apo. ' yo legal ni aum remotamente racional podrá alegar para hacer válido su nombramiento delante de su nacion, ni de las demas del mundo? Su escesiva ambicion lo ha precipitado; no ha sabido siquiera revestir su título de las fórmulas legales que exige la constitucion. Se ha proclamado en medio del tumulto, sin el voto de un sa ficiente número de diputados, sin proporcion, ni discusion, ni conexion, ni deliberacion, ni aprobacion, ni tiempo fijado para formar la ley ménos importante. El, no obstante, ha procurado que cuanto hace vaya escudado con el nombre del Congreso, para que se crea que la nacion es quien lo ha elevado al trono, y por lo mismo pronunció un discurso en él, despues de haber prestado juramento de obedecerle, é imprimió una proclama para el egército.

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S. M. el Emperador despues de haber jurado en el Congreso, pronunció el discurso siguiente.

Séame permitido, dignos é ilustres representantes; pueblo amado, séame permitido empezar protestandoos por el Dios de la verdad, por el honor de que blason, por vosotros, que son para mí los juramentos mas sagrados, que cuanto articularán mis labios en este momento, son los sentimientos del corazon, la efusion mas pura de mì alma franca y sensible.

Cuando pronuncié en Iguala la independencia del imperio, cuando resonó en todos los confines de Anahuac la encantadora voz de hbertad, ademas de proponerme romper las cadenas con que un mundo sujetó á otro mundo, sin otra razon que la violencia y el terror, autorizada en los tiempos sombrios de la ignorancia, tuve por principal obgeto salvar á la patria de una horrorosa anarquía, en cuyos bordes yá balanceaba. Yo la yi próxima á recibir por la divergencia de opiniones, el impulso que iba a precipitarla sin remedio: con voz tan sentida como magestuosa reclamaba auxilios de sus hijos; corrí á estenderle una mano protectora, Nada es mas natu

ral en ocurrencias estraordinarias, prontas y dificiles, que olvidarlo todo sin pensar mas que en evitar el daño: á mí, sin embargo, quiso la Providencia darme serenidad bastante para no ser sorprendido por el peligro: creo que poco olvidé de lo que convenia tener presente: el éxito es el garante de mi asersion; pero sobre todo cuidé de respetar la voluntad de los pueblos, acallada entónces, sufocada, diré mejor, enmudecida, pues tres siglos de silencio ominoso, le habian privado. hasta de la facultad de espresarse el estado era violento, y una vez conseguido reanimar este cuerpo casi examine y robustecerle, tiempo vendria en que por su naturaleza misma recobrase sus derechos y los pusiese en egercicio; es el principal la eleccion de un hombre que puesto á su cabeza le dirigiese, le amase, le defendiese ; este el principe, estas sus virtudes. Era preciso reunir la opinion à un centro, era preciso dejar á salvo la voluntad general cuando pudiese libremente pronunciarse: espinosa y dificil empresa. conciliar en aquel tiempo estremos tan.opuestos. Llamé, no ví otro medio, á reinar en Mégico á la dinastia de la segunda rama de Hugo Capeto, con tal de que su advenimiento al trono fuese precedido de la constitucion de la monarquía; así los padres de la patria remediarian los inconvenien

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