no pueden ser bien mirados por los patriotas mexaltados de Mégico, que en la ocasion vengarian los repetidos agravios recibidos en la primera insurreccion, han temido cualquiera movimiento que pudiera producir la exaltacion de las opiniones políticas, y han coadyuvado con todo su influjo á sostener al gobierno cualquiera que haya sido su conducta respecto de la felicidad del pais, que para ellos es un obgeto secundario. Por otra parte cada vez que Iturbide ha podido pensar que el partido moderado iba atrayéndose la opinion de los Españoles, por medio de sus máximas verda. deramente liberales y tolerantes, les ha hecho sentir su debilidad, subscitando entre los léperos la voz de mueran los gachupines ; y luego que por medio del terror ha logrado dividirlos de los moderados, ó llámense borbonistas, ha dirigido sus miras á que los exaltados ó republicanos pudieran sacar partido de aquellas mismas voces, lo cual ha conseguido sacando á plaza la tercera garantía de Iguala, y consiguientes estipulaciones de Córdoba. De aqui el contraste que se observa entre sus prociamas de 12 y 16 de Enero, con motivo de la sublevacion aparentada en Toluca, sus varios manifiestos, y la ignominiosa procesion con que hizo entrar en México al batalion de Ordenes, despues te su derrota de Gicha. Los Europeos pagarán muy caro el no haberse decidido por el partido de la razon y de la justicia desde un principio, y el no haber conocido á esa fiera, cuya proteccion es casi tan temible como su enemistad. En comprobacion de lo dicho, teníamos preparados algunos documentos donde se vjese demostrativamente lo que llevamos espuesto; pero se nos han estraviado desgraciadamente, y no queremos detener la impresion de esta obrita, cuya publicacion juzgamos de una necesidad urgente, hasta que pudiesemos conseguir los duplicados. Bastante se prueba lo dicho con la relacion de los suce. sos, si se miran'á la luz de la sana crítica, LOS HABITANTES DE ANAHUAC. ¿Y siempre los destinos de la tierra Oh Mégico infeliz! patria gloriosa y entre cadenas? La esperanza feliz; la dicha y gloria. „Envuelta un dia en placido contento Me juzgaba feliz, y mi délicia Era de libertad el dulce nombre. Alanzarse á mi voz á las batallas, „Me hundió otra vez en el oprovio y llantor, » Cercóse en torno de terror y espanto, » Y en su espada apoyándose insolente „ Llamóse mi señor ... Alza la frente, „ Magnanimo Ahuitzol ; mira tu cetro » En que manos está ; mira al que un dia „En su torpe ambicion para oprimirme „ Hizo causa comun con los iguales „De Alvarado y Cortés. Vé cual humea „De Mechoacan en los funestos campos „La sangre de mis hijos generosos „ Que á torrentes vertió... Como le sufren. „De Acamapich y Guatemuz los nietos! „Ay! ¡estéril clamor! ;el cruel tirano „ Canta insolente su fatal victoria, , Y un pueblo vil le aplaude fascinado..! „Finó del Anahuac desventurado „La esperanza feliz, la dicha y gloria.” No en torpe desaliento asi desmayes, Por mudar de señor? Ay! vanamente Sabio Fagoaga, ¡Oh Megicanos! ¿Como sufris tan oprobioso yugo? |