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AGRICULTURA.

Cuando se trata del comercio de un pais es porque se supone que tiene artículos con que verificarlos; y con efecto, no puede haber alguno poblado en el mundo que no produzca materias superabundantes que poder permutar por las que le hacen falta con ventaja recíproca. La tierra es la madre fecunda de todas, pero es preciso que el hombre la riegue con su sudor y la obligue con su fatiga á retornárselas en la cantidad que las necesita, y es lo que se llama agricultura. En esta clase se comprenden el cultivo de los campos, la cria de ganados, la caza, la pesca y la minería. El mismo trabajo aplicado á perfeccionar esas primeras materias, y el arte de beneficiarlas se dice industria.

Supuesto lo cual contrayéndome al asunto de la presente materia por el órden en que quedan divididos los artículos, y recordando en este lugar cuanto anteriormente se ha expuesto, no podrá dejar de convenirse en las pocas aptitudes que tiene para aspirar á la mas floreciente agricultura, un reino cuya superficie se halla ocupada por la cordillera general que la divide, y otros muchos ramos que nacen de ella y siguen en distintas direcciones, formando valles y quebradas por donde cruzan otros tantos rios, cnyo origen es la nieve eterna que cubre las cúspides de sus elevados cerros. Lo restante son arenales numerosos y áridos donde no alcanza á regarlos el caudal de aguas que en forma de torrentes se precipitan al mar, cuando ó por falta de brazos ó de inteligencia no ha podido dárseles un curso mas benéfico y provechoso.

La elevacion del terreno hace demasiado aterido su clima en algunos parajes, y tanto por esto como por la espantosa peñalería de las sierras, poco ó nada produce por lo regular, queñando solo cul

tivables los valles y las quebradas que unas son templadas, y otras ardientísimas segun su profundidad. Por esta razon, aunque no es útil toda la superficie del reino podrá serlo una gran parte que no lo es hoy, para lo cual lo que importa son brazos útiles y una económica aplicacion al cultivo de ciertos frutos análogos al clima y á la naturaleza de los terrenos.

Las costas y sus valles como las quebradas de lo interior, son tan al propósito para las siembras de trigo, maices y otras semillas y legumbres, para el plantío de viñas, olivares, caña, algodon, y aun el lino y cáñamo, como lo son los mas de los lugares que no son minerales, para las crias de ganado de toda especie. En muchas provin cias pueden cultivarse y beneficiarse los mejores tintes como el añil y la grana, fuera de otras producciones que los naturales usan para el mismo fin que el tiempo y su conocimiento harán mas apreciables por medio del comercio.

Sería enteramente desconocida la caza en este reino si la lana de las vicuñas por su estimacion no les indujese á buscarlas en los parajes mas destemplados en que habitan, y si la necesidad de los carneros que llaman de la tierra huanacos y llamas, no les precisara á solicitarlos con empeño para emplearlos en la carga de pesos livianos y de poco volúmen; pero con mas seguridad que en otras cualesquiera bestias de las que suelen aplicarse al mismo objeto. El artículo de lanas de vicuña está sujeto á los inconvenientes que todos los demas de la produccion de estas provincias, por lo que es forzoso inculcar en la necesidad de los caminos y otros que desostruyan los canales del comercio para que su exportacion sea en mayor cantidad, y con el valor y estimacion que merece este fruto, por su apreciable y esquisita calidad.

Tampoco se conoce la pesca en los lagos, y solo se dedican los naturales á ella en falta de sus cosechas, ó para un alivio pronto de sus mas urgentes necesidades, en cuyo caso se aplican mejor á recojer los huevos de la pajarería; y al pescado solo cuando el interés de una buena venta estimula poca codicia, y la inaccion á que están acostumbrados. Los rios es casi nada lo que ofrecen en este punto, y así es tambien muy rara la ocasion de que la soliciten en ellos. Pero si es poca y de mala calidad la pesca en los parajes arriba citados, como es preciso creerlo por el desafecto con que miran los unos este género de ocupacion y la ninguna diligencia que se hace por los otros para consumirlo, la abundancia de diversos y esquisitos pescados en la costa deberia suplir aquella deficiencia.

Los pueblos citados en la costa que no tienen ordinariamente tierras, se ocupan en este ejercicio exclusivo para ellos hasta ahora, aunque con la gravosa condicion de asistir con su trabajo personal a las obras públicas siempre que se les necesite, y llame para ellas, mas esta abundancia y ese peligro no les ha hecho tan felices como debieran serlo. Unas pocas horas de trabajo y sin separarse de tierra con muy malos aperos, es bastante para qué consigan todo lo ne

cesario para su consumo y para el abasto de las ciudades, villas ó pueblos inmediatos de mayor número de vecindario de la misma costa. Esto mismo prueba hasta la evidencia que la falta de caminos para llevarlo á mas largas distancias en las sierras, ha sido y es el obstáculo que ha tenido su adelantamiento. Nadie ignora la utilidad y conveniencia que resulta de protejer este ramo en los Estados. Á él se debe el aumento de la marínería, y estos débiles principios subieron en otro tiempo, los que hoy son la basa mas sólida de la reputacion que gozan las naciones que tanto figuran en el mundo. por su riqueza y por su poder. Sin datos suficientes será aventurado el cálculo de lo que ha producido á la nacion inglesa desde el año de 1790, época fatal de su concesion, el permiso de hacer la pesca de ballenas en estas mares. La diversidad de portes en estas embarcaciones destinadas á estas negociaciones, el precio vário al efecto segun su mayor ó menor concurrencia, y los gastos de las expediciones, 'son los precisos que debian tenerse presentes para deducir la suma de riquezas en efectivo, de que se han aprovechado á nuestra vista; pero no pudiendo bajar de 30 ó 40, tanto ingleses como de los Estados Unidos, las que hacen anualmente su carga de espermas, aceites y pieles de lobo, y su valor ínfimo es de 100,000 $ cada una; y resulta la enorme cantidad de cuatro millones de pesos en favor de su industria. Mas no es este lado por donde deba verse nuestro perjuicio, todas las veces que nuestra nacion la ha dejado abandonada al arbitrio del mas laborioso y activo emprendedor de estas fatigas.

A la sombra de este permiso se han abierto y frecuentado nuestros puertos y calas, que han sido despues otros tantos veneros ó conductos, por donde el contrabando se ha aumentado excesivamente con conocido detrimento de nnestro comercio é intereses del Estado; han arruinado los tejidos del pais; y extraido sus caudales en plata y oro, de que producido sin duda su innaccion, su miseria y en los pueblos mas distantes el horrendo crímen de la sedicion. Pero si fué grande este error hablando en economía, aun es mucho mayor en política; porque dando campo abierto á los extranjeros para fomentar su marina, la nuestra será tanto menor, cuanto las otras se adelanten y engrandezcan,

Inconvenientes de tal magnitud no han podido oscurecerse ni aun al régimen antiguo, que un medio de sus disipaciones procuró alentar estas empresas, concediendo el establecimiento de compañías nacionales, para la pesca de ballena en estas mares; pero como los arbitrios han sido siempre de inferior fuerza á la de las barreras que hay que superar, estas disposiciones no han tenido ni debido tener otro objeto que en el papel, ó para servir de mérito á los que de cuando en cuando las promueven. Cuando el Gobierno y los jefes que lo representan no están de acuerdo en sus determinaciones para lograr un fin de los que se proponen á beneficio comun, lejos de ser útiles sus providencias suelen ocasionar la ruina de los mas diligen

tes y aplicados al trabajo, de que hay por desgracia ejemplares funestos en esta misma capital. Y si es dolorosa la suerte de un individuo de esta clase, reducido con su familia á la mendicidad, mucho mas deberá serlo por el desaliento y desconfianza que infunde un espectáculo tan tierno, causando por la conducta contradictoria que han observado los jefes de unas provincias dependientes de un mismo Gobierno.

La materia es de las mas graves, y que por si sola requiere ser tratada separadamente en un artículo de mayor estension, para demostrar la utilidad y los perjuicios que positiva y negativamante resultarian del entable de este ramo de comercio, comprendiendo en él los medios, que debian adoptar para su fomento. Las libertades y exenciones de derechos son desde luego medios adecuados y oportunos de adelantar la agricultura y la industria de las provincias, peor esto se entiende en aquellos artículos conocidos, y de necesaria comun aplicacion, no de los desconocidos, y cuya inteligencia es de igual naturaleza. Es necesario que estos ensayos (digamoslo así) de una nueva profesion, y que por lo mismo no puede rendir grandes utilidades en sus principios, tengan en los compensativos á otro género de estímulo y de fomento que sirva de vehículo que los adelante y haga llegar á su entera perfeccion. Con este designio concurrí por mi parte con una accion de dos mil pesos para facilitar una empresa de semejante mal suceso que la anterior originada de iguales principios. Mayor difusion en este lugar sería confundir los objetos, que alguna vez libre de los cuidados que hoy me oprimen para gobernar un reyno de tanta estension y con las estrañas ocur rencias del presente tiempo, serán tratados de intento, formando un reglamento peculiar para las pesquerías del Pacífico, en el concepto de que las buenas imaginables disposiciones que concurren de nuestra parte, para verificarlas con ventajas que otra nacion alguna del mundo; prometen fundada esperanza de hacernos dueños exclusivos de ella, y alejar por este medio indirecto la ocasion de que el contrabando que los extrangeros hacen en la costa, acabe de arruinar nuestro comercio.

Tratando de la ocupacion que útilmente puede darse á una gran parte de los natnrales de este reyno, se ha dicho ya cuanto conviene al estado actual de la minería y medios de hacerla prosperar. Considerada ahora como un ramo de agricultura, es forzoso repetir la recomendacion de su importancia. Ella sostiene un número considerable de operarios, fomenta la agricultura, favorece las artes, aumenta la poblacion, y el beneficio y preparacion de los metales, dá al comercio materias para estenderse con crecidas y multiplicadas ventajas á la renta pública. Esta verdad la demuestran evidentemente varios reynos y regiones montuosas en que por lo prodigoso del terreno y la destemplanza del clima, el cultivo de los campos, es ocupacion ingrata é insuficiente para proveer á la mas escasa subsistencia del que los labra. Pero esta falta queda superabundante

mente compensada, cuando la naturaleza presenta en los áridos cerros criaderos de metales, como son el oro, plata, platina, azogue, cobre, fierro, plomo, zinc, bismut, antimonio, arsénico, cobalto, nichel, manganesia y otros fósiles, como el espe ó brea, fuera de la multitud de sales magistrales y otros efectos utilísimos para las artes cuya enumeracion sería tan copiosa, como la de los paises que deben su existencia de los establecimientos de minas y de su arreglado laborio.

Las del Perú, son en crecido número de toda especie, y su riqueza inagotable; supuesto lo cual, no ocurre fundamento alguno para dudar que el ejercicio de minería sea el primero y principal que ocupe la atencion del Gobierno para fomentarlo segun conviene. Sus necesidades como se ha indicado antes, en lugar citado, son en dos maneras, inteligencia de parte de los mineros y fomentos en caudales para las obras que necesitan emprender: lo demas es accesorio. Para lo primero es indispensable el establecimiento del colegio en los términos que se ha propuesto, pues ignorando la geometría y arquitectura subterráneas, no pueden conocer las distintas posiciones de los cerros y de los minerales, ni el arte de ademar y de fortificar las minas. No tienen principios para fabricar ingenios y construir máquinas simples y compuestas, hornos de calcinacion y fundicion &a. Y por último, aunque como se pretende nada les queda por saber en el arte de beneficiar los metales por la falta de principios de la docimástica, no pueden ensayar, conocer y clasificar sus especies, y le son absolutamente desconocidas la fisica, la química, la hidraulica, el derecho y policía de las minas y el manejo de sus intereses.

Los caudales que necesita la minería invertir en estas obras, si se diríjen con las luces que debe prestarles el conocimiento de las espresadas ciencias, podrán ser mayores que los que han consumido hasta aquí; pero serán tambien mas útiles y con la satisfaccion de que erogados por una sola vez, han asegurado de un modo permanente la posesion de una rica mina y su disfrute por muchos años. Cuando á sujetos dotados de tales aptitudes, les acompañen las cualidades de laboriosidad y honradez para no disipar las habilitaciones que exhibieron entónces, hallarán con los fondos del comerciante, y aun del propietario particular recursos que ahora no tienen por su descrédito, y prosperarán fondos considerables del mismo tribunal para mas empresas.

Tambien se ha expuesto la impotencia del cuerpo para poder costear aun hasta los del establecimiento del colegio; pero esta falta podria tambien repararse, habilitando una docena de jóvenes expertos y de buenas disposiciones para que viajen y se detengan el tiemро necesario en los de Europa, hasta recibir la educacion conveniente, y por los mas célebres é importantes minerales, tomando conocimiento y observando lo que hallen allí de mas notable, para que á su vuelta puedan adaptar y emplear las nociones en teórica y

HISTORIA-3

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