Imágenes de páginas
PDF
EPUB

cipe de la Paz. El rey envió á buscar á su hijo y le hizo ir al encuentro de este desgraciado principe, víctima por ser nuestro amigo y amigo de los franceses, y sobre todo del gran duque. Fué allá y mandó que no le tocasen, y fué á verle al cuartel de los guardias de corps, habiéndoselo mandado su padre, y le dijo con tanta autoridad como si fuese el rey, yo te perdono la vida. El principe de la Paz, á pesar de sus grandes heridas, le dió gracias, y le preguntó si era ya rey, porque como se pensaba en esto, pues el rey, el principe de la Paz y yo pensabamos, despues de haber visto al emperador, arreglar todo y tambien el matrimonio y hacer la abdicacion en mi hijo, él le respondió, no todavia, pero será muy pronto: mi hijo mandaba en todo, sin serlo y sin saber si lo seria. Las órdenes que el rey mi marido daba no eran obedecidas; en todo mi hijo hacia y hablaba como rey. Ademas debia haber el 19, dia en que fué la abdicacion, un tumulto mas fuerte que el primero contra la vida del rey mi marido y la mia, lo que nos obligó á hacer este acto: desde el momento de la abdicacion mi hijo hizo, con desprecio de su padre, todo lo que un rey hace, sin tener la menor consideracion por nosotros. Llamó en el mismo momento á todas las personas que estaban en la causa, y que no habian sido nuestros fieles vasallos y amigos; hace todo lo que puede para afligir al rey su padre: nos estrecha para que partamos; nos ha señalado Badajoz; nos deja sin ninguna consideracion, muy contento de ser lo que es, y de que nos marchemos.

No queria que ni aun se pensase en el pobre principe de la Paz: él está con guardias que tienen órden de no responderle nada absolutamente, habiéndole tratado con la mayor inhumanidad. Mi hijo ha hecho esta conspiracion para destronar al rey su padre; nuestras vidas han estado muy poco seguras; la del pobre principe de la Paz no lo está de ningun modo. El rey mi marido y yo esperamos del gran duque que lo hará todo por nosotros, que siempre hemos sido los fieles aliados del emperador, grandes amigos del gran duque. El pobre principe de la Paz lo es y lo ha sido siempre ¡si pudiese hablar! y aun estando como está no hace sino exclamar por su grande amigo el gran duque nosotros le pedimos que le salve, que nos salve, y que nos le deje cerca de nosotros para siempre, para acabar tranquilamente nuestros dias juntos, porque queremos acabarlos con quietud en un clima mas dulce y retirado, sin intrigas, sin mando, pero con honor, tanto el rey mi marido y yo, como el principe de la Paz, que procuraba siempre saber de mi hijo por todas partes; pero mi hijo, que no tiene ningun caracter y mucho menos franco, no le ha querido jamas, declarando siempre la guerra del mismo modo que al rey su padre y á mí. Su

ambicion es fuerte, mira á sus padres, como si no lo fueran; ¿qué hará por los demas? Deseariamos que el gran duque pudiese, vernos y que pudiese tambien ver á su amigo que padece por que lo es y ha sido siempre de los franceses y del emperador. Todo lo esperamos de él y le recomendamos tambien á mi pobre hija Maria Luisa, á quien no ama su hermano. Nosotros no partimos y confiamos enteramente en él.

Nota escrita de mano de la reyna de España y entregada al gran duque de Berg en 27 de Marzo.

Nada sabe mi hijo: es necesario al contrario que ignore todos nuestros pasos. Su caracter es falso nada le afecta, es insensible, nada inclinado á la clemencia. Le manejan malos sugetos, y la ambicion que le domina le precipitará: promete pero no siempre hace lo que promete. Yo creo que el gran duque debe tomar medidas para impedir que maten al pobre principe de la Paz, porque los guardias de corps han dicho que le matarian antes que permitir que le separen de sus manos, aunque el gran duque ó el emperador lo mande: estan rabiosos contra él, contra el rey y contra mi: inflaman á todo el pueblo, á todo el mundo y á mi hijo tambien que es todo suyo. Nosotros estamos en manos del gran duque y del emperador y le rogamos que tenga la complacencia de venir á vernos, y de hacer de modo que lo mas pronto posible, el pobre principe de la Paz esté en seguridad, y que nos conceda lo que ya le hemos dicho y suplicado. El embajador (1) es el todo de mi hijo, lo que me hace temblar, porque este (de mi hijo es de quien hablo) no ama ni al gran duque ni al emperador, ni quiere mas que el despotismo. Persuádase el gran duque que esto no es por venganza ni por resentirme de los tratamientos que nos han hecho, porque no deseamos sino la tranquilidad, la del gran duque y del emperador. Estamos enteramente en manos del gran duque; deseamos verle y que conozca todo el peso que damos á su augusta persona, á sus tropas, pues no queremos otras, y á todo lo que le pertenece.

[1] Mr. de Beauharnois, cuñado de la ex-emperatriz Josefina.

Carta de la reyna de Etruria Maria Luisa, al gran duque de Berg. (En italiano).

Señor y hermano mio:

Mi madre me envia un plieguecito, y yo os remito la carta que he escrito para el emperador. Os ruego hagais que le llegue pronto, y al mismo tiempo que me recomendeis mucho á 8. M. Os suplico que me deis palabra de ir mañana ó despues de mañana á Aranjuez. Queredme bien, como yo á vos, y soy de todo corazon, vuestra afectisima hermana y amiga.

Madrid 29 de Marzo de 1808.

MARIA LUISA.

Nota de mano de la reyna de España.

No quisieramos ser importunos al gran duque. El rey me hace tomar la pluma para decir al gran duque que seria del caso que escribiese al emperador para que este escribiese ó enviase órdenes con fuerza á mi hijo ó al gobierno, á fin de que nos dejasen tranquilos al rey, á mi y al principe de la Paz, hasta que venga el emperador: en fin el gran duque y el emperador sabrán tomar medidas para que mientras llega él ó sus órdenes no seamos víctimas.

HISTORIA40

Carta de la reyna de Etruria Maria Luisa, al gran duque de Berg. (En italiano).

Madrid 30 de Marzo de 1808.

Mi señor y hermano:

Os incluyo una carta que mi madre os envia. Os ruego que me digais si vuestra guardia ó tropa ha ido á custodiar al principe de la Paz. Deseo saber como está y que le parece á vuestro medico: respondedme al instante. Creo que uno de estos dias iré á hacer una visita á mi madre, pero para volver aqui por la tarde temprano. Id vos cuanto antes, porque vos solo podeis ser nuestro defensor. Os ruego que me respondais al instante y soy de todo corazon, vuestra afectisima hermana y amiga.

MARIA LUISA.

Nota inclusa en la carta precedente.

Si el gran duque no procura que el emperador dé sus órdenes prontamente para impedir los progresos que hacen las intrigas contra el rey mi marido, contra su amigo el principe de la Paz, contra mi y tambien contra mi hija Luisa, de ninguna manera estamos en seguridad: todos los malvados se reunen en Madrid en torno de mi hijo á quien creen como oráculo; y como no es muy inclinado á la magnanimidad ni clemencia se puede temer cualquiera cosa de ellos. Yo tiemblo y el rey mi marido tambien de que mi hijo vea el emperador antes que no haya resuelto y dado sus órdenes, porque le presentarán tantas falsedades, que á lo menos el emperador podrá dudar de la verdad; y asi rogamos al gran duque que haga ver al emperador que estamos en todo absolutamente en sus manos, y que nos de la tranquilidad á mi marido, á mi y al principe de la Paz dejando á este cerca de nosotros para acabar nuestros

dias tranquilamente en un pais en donde nuestra salud pueda sostenerse: los tres no haremos sombra alguna.

Rogamos con el mayor interes que el gran duque tenga la complacencia de hacernos dar diariamente noticias de nuestro comun amigo el principe de la Paz, porque lo ignoramos todo y en todo. (Todo este papel lo he hecho escribir á la reyna, porque yo no puedo escribir mucho á causa de mis dolores).

CARLOS.

El rey mi marido ha escrito esta línea y media, y la ha firmado para que se conozca que es él quien ha escrito.

[ocr errors]

Carta del Rey Carlos al gran Duque de Berg.-(En italiano.)

Señor y hermano carísimo:

Por el pliego que incluyo verá V. A. I. y R. cuanto nos interesamos por la salud del príncipe de la Paz, que la deseo aun mas que la mia. Cuanto se dice en la gaceta extraordinaria sobre la causa del Escorial está cuasi todo acomodado á su manera, y no se habla de la declaracion hecha expontáneamente por él, (1) que creo seguramente que la cambiarán, porque está escrita de letra de Caballero, y firmada de mi hijo. Si V. A. I. y R. no toma con sumo calor el hacer que la causa no vaya adelante hasta la venida del emperador, temo mucho que cuando llegue ya le hayan hecho sufrir la muerte. Solo confiamos en el amor que V. A. I. y R. nos tiene á los tres, y en la alianza del emperador y su amistad. Espero que V. Á. I. y R. se servirá darme una respuesta consoladora, para que pueda tranquilizarse mi espíritu, y que dará parte al emperador de esta carta mia; descansando siempre en su amistad y generosidad. Perdonareis que esta carta vaya tan mal escrita, pero la causa son mis dolores; y con esto, señor y her

(1) Quiere decir hecha por su hijo Fernando,

« AnteriorContinuar »