brir las necesidades de unas poblaciones que crecian con rapidez, se buscaron al fin otros arbitrios y, como era mui natural, se echó mano del contrabando. Hízose este activamente con los holandeses que se habian apoderado en 1634 de Curazao, y que formando de aquella isla un punto de depósito, surtian el continente de todo lo necesario y sacaban en retorno cacao y tabaco. Á semejante ausilio debió la agricultura de Venezuela aquel primer impulso que ha→ ciendo conocer la bondad de sus producciones, despertó en la me trópoli el deseo de adquirirlas directamente. Fueron sin embargo ruinosas algunas especulaciones que se intentaron; porque no era posible sostener la competencia con los holandeses, ni habia medio para impedir que continuara un tráfico cada vez mas necesario para el abastecimiento de la provincia. Volvieron pues á quedar estos en completa posesion del comercio de Venezuela hasta princípios del siglo XVIII en que algunos buques españoles, aunque pocos, se presentaban de cuando en cuando para cargar cacao que llevaban á la Península, á Canarias, á Santo Domingo y á Veracruz. Estos ensayos despertaron el espíritu de empresa, y una compañía de comerciantes vizcainos propuso al rei que se le permitiera abastecer la provincia y estraer para España sus frutos, comprometiéndose ella á impedir el contrabando que se hacia con los estranjeros. Tal fué el origen de la famosa compañía guipuzcoana, que duro 50 años y que comenzando por tener el derecho, adquirió al fin el privilegio esclusivo de hacer este comercio. A ella sucedió el comercio libre establecido por el reglamento de 1778. Una de las innovaciones mas favorables para Venezuela fué entónces la apertura de nuevos puertos habilitados para el recibo y despacho de buques y la clasificacion de aquellos en mayores y menores. En los primeros debia pagarse la totalidad de los derechos, y eran aquellos que estaban vecinos al territorio mas poblado. En los segundos se pagaba solamente la mitad de los derechos, teniendo esta disposicion por objeto atraer á los hombres y su industria hacia las tierras solitarias ó poco frecuentadas. Desde entónces recibió un gran impulso la industria venezolana se introdujeron al cultivo nuevos frutos que competian con el cacao y á todos daba estimacion y pronta salida la concurrencia de compradores. La guerra con los ingleses interrumpió en 1797 el comercio que se hacia con la metrópoli y entónces se concedió por primera vez à la América el que llegasen á sus puertos buques neutrales bajo cierto reglamento ó tarifa de .

crecidos derechos; pero habiendo sido revocada esta disposicion å principios de 1800, el comercio siguió con poca actividad y mucho perjuicio de Venezuela hasta 1805 en que la paz de Amiens puso fin á aquella calamidad. Desde entónces continuó prosperando el pais cuanto lo permitian las restricciones del sistema colonial, hasta que en 1810 ocurrió la revolucion á que sucedieron la larga guerra de independencia y las agitaciones civiles de Colombia. Inútil es decir que no eran aquellos los tiempos oportunos para hacer sentir al pais las ventajas de una industria sin trabas y de un comercio sin restricciones ni preferencias injustas; porque la falta de tranquilidad alejaba la confianza y neutralizaba los beneficios de la libertad adquirida. Contribuyó esta sin embargo á compensar las pérdidas ocasionadas por la guerra y los trastornos, de manera que en los años de 1824 y 1823 habia alcanzado el comercio un grado de prosperidad casi igual al de los tiempos mas florecientes del régimen colonial. Los progresos han sido mas rápidos todavía desde que, constituida Venezuela en república independiente, ha logrado algunos años de paz y órden; desde que establecida la confianza han comenzado á fijarse en su suelo muchos capitalistas industriosos, y desde que olvidados los hábitos perezosos de la servidumbre y los vicios engendrados por el sistema militar de Colombia, todos los brazos se han dedicado á dar actividad al comercio, á fomentar las crias y á buscar una segura recompensa en las nobles ocupaciones del campo.

Mejor que cualquier razonamiento, darán idea de los varios grados de prosperidad á que ha llegado la provincia en diferentes épocas los dos estados que ponemos á continuacion. El uno es de las importaciones y esportaciones generales de Venezuela en cierto número de años que hemos escogido como los mas productivos del tiempo antiguo, para compararlos con otros de épocas modernas. El otro que se pone con el mismo objeto, solo contiene las importaciones y esportaciones hechas por el puerto de la Guaira, que ántes era casi el único y que hoi mismo es el principal para el comercio de Venezuela.

ESTADO

De las importaciones y esportaciones hechas por los puertos de Venezuela en los años que se dirán.

COMERCIO

COMERCIO

COMERCIO

TOTALES.

CON LA PENÍNSULA.

CON LA AMERICA ESPAÑOLA. CON LAS COLONIAS ESTRANJ.

AÑOS.

DERECHOS.

N° 3.

Es opinion mui recibida en Venezuela y que se funda en una larga serie de observaciones, que la parte oriental de sus costas es la mas espuesta al efecto terrible de los terremotos. Cumaná ha sido en todos tiempos la mas acosada por ellas, aunque á decir verdad estén mui léjos las otras provincias de haberse visto siempre libres de aquella calamidad. Cuando los españoles llegaron por primera vez á las costas de Paria en 1449, se conservaba aun entre los indios la tradicion de una gran catástrofe que echó al fondo del mar parte considerable de las tierras, tal vez en todo el espacio que media entre la península de Araya y el cabo Codera. Siete años despues de fundada la Nueva Córdoba por Jaime Castellon, esto es, en 1550, sobrevino un terremoto que arruinó la ciudad y una fortaleza que estaba en la boca del rio ; el mar subió mas de 20 pies sobre su nivel ordinario y aun, si hemos de dar crédito á un antiguo manuscrito que tenemos á las vista, rompió el dique que unia la costa de Cumaná con la península de Araya, abriéndose la comunicacion que hoi mantiene con el golfo de Cariaco. Otro terremoto, que fué sentido á la vez en Cumaná y en Carácas, acaeció en 1644, arruinando en esta última ciudad algunos edificios. Debe advertirse que estos grandes sacudimientos de la tierra han sido casi siempre anunciados ó seguidos por otros, que por ser débiles y frecuentes se han echado fácilmente en olvido. Aun con respecto á los grandes terremotos apénas se conserva muchas vezes la memoria del tiempo en que sucedieron, sin ningunos detalles. Sabemos que en 1644 esperimentó Mérida un gran temblor de tierra y otro Carácas en 1705; pero mas violento que estos fué el que en 1766 conmovió toda la parte costanera desde Carácas hasta Cumaná, arruinando ambas ciudades. Pequeños terremotos se repitieron entónces con mucha frecuencia por espacio de catorce meses. Despues de este tiempo los mas notables son los esperimentados en la provincia de Cumaná en los años de 1776, 1794, 1797, 1802 y 1809: Algunos de estos se hicieron sentir en Caracas, aunque levemente. El terremoto de 26 de marzo de 1812 es el que ha dejado una memoria mas profunda, así por sus terribles estragos como por la gran esten